martes, 12 de noviembre de 2019

EL MAL QUE NOS PIERDE

     Estamos en la Unión Europea, es decir en una Europa unida, con un fin muy bien definido: colaborar todos para vivir mejor y, sobre todo, vivir en paz. ¿Estamos de acuerdo?
      Los españoles -descendientes de tribus peleonas e inconformistas- no suele adaptarse fácilmente a las reglas del juego y cuando lo hacen es por haber llegado a casos de inmediata necesidad. Y tan pronto supera las dificultades, vuelven a chinchar al débil. 
      Esto nos pasa por dar por válidos dos axiomas, o sea a dos evidencias que no necesitan demostración, a saber: el que no llora no mama y más vale pájaro en mano que ciento volando.
      ¿Y esto es todo?
       Dos ejemplos:
       La dimisión de Albert Rivera, caudillo del partido "Ciudadanos": venía advirtiendo que España estaba llena de ejemplos copiados de Ali Baba y sus ladrones. Cuando despejó el horizonte se acabó la gasolina. Se le fue el pájaro de la mano. Y dimitió. Le honra,
      Y por otro lado, el caso de Pablo Iglesias, convencido de que si no llora no mama, que  viene -lacrimoso hasta las cachas- dándonos la tabarra a todos los españoles: el quiere ser ministro. Ya tiene un chalet. ¿No será que busca la puerta giratoria que hace milagros?
      ¿Y no será que la Europa se ayuda de otros horizontes que los políticos españoles no los huelen ni de cerca?

No hay comentarios:

Publicar un comentario