miércoles, 13 de noviembre de 2019

EL TRIUNFO COLGADO DE UN HILO

     Sin duda alguna el triunfo se los seres humanos depende de su basamento: Si tiene buen apoyo, perdura; si cuelga de un hilo, perece antes de tiempo.
      En las circunstancias actuales la política en España está en manos de un contado número de profesionales con talento -más apreciable en ellas que en ellos- y una dilatada concurrencia de interesados en su particular prosperidad, metiéndose a enredar en el revuelto río de un país -como el español- que cuenta siglos y gentes sin pisar tierra firme.
      Ahora -y me refiero a los años en crisis que en España vienen durando lo suyo- los mejor preparados, los más pudientes, se internacionalizan y huyen con sus medios de valor en busca de nuevos siervos; entre éstos, los más necesitados no se mueven y se ven en el trance de contar años de hambre o de de huir con lo puesto a lucir su pobreza en condiciones lastimosas, sirviendo de pretexto para mantener a una oleada de pseudo políticos que prometen su salvación que nunca llega por esa vía.
       ¿Y cuál es es la senda que les puede salvar?
        El estudio y su aplicación de signo positivo, también llamada enseñanza.                                              ¿Y eso acabaría con los pobres?
        En cierto modo. Porque por más que se predique las gentes tienden a dejarse llevar por la pereza o ley del mínimo esfuerzo.
        Entonces prosperan los pillos.

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