viernes, 7 de octubre de 2016

EL REPARTO DEL PODER

     Dicen los entendidos que la Política  es el arte de lo posible. Puede ser cierto, aunque en España, entre unos y otros, podemos dar vuelta al dicho hasta  convertirlo en el arte de lo imposible.
     Democracia, también nos dicen, es el gobierno  del pueblo para el pueblo. La realidad nos demuestra que el Pueblo (con mayúsculas), por lo menos en España, no pasa de ser un pintamonas al que los políticos le dan un corte de mangas tan pronto toman posesión del escaño.
     Entre nosotros impera la partitocracia. Prueba: los partidos políticos llevan cerca de un año perdiendo el tiempo y el dinero, que es de todos, en una discusión que  sólo puede ser rentable para unos centenares de políticos partidarios. (Dicho ésto con el mismo descaro que ellos ponen para servirse de los votos en provecho propio, como en  el día a día se viene demostrando).
     La política debería ser -por encima de las doctrinas al uso- el arte de administrar con rectitud, honestidad y en provecho del pueblo, los sacrificados dineros que llegan a las arcas públicas. La práctica de pruebas debe reservarse para los teóricos licenciados en esta materia, siempre -claro está- sin salir de los laboratorios experimentales de la Universidad.
     Cuando la teoría puede, y hasta debe bajar a la calle, es después de haber demostrado,  en la fase experimental del laboratorio, que es bonacible y no está contra indicada para llevarla a la práctica.
     Nos dijeron, por ejemplo, que acabar con el bipartidismo era una bendición. ¡Ya lo estamos viendo! ¡Y sufriendo!





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