martes, 11 de octubre de 2016

EL PODER DE LOS NACIONALISMOS

     Los nacionalismos surgieron, ya descabalgadas del poder las jerarquías del Antiguo Régimen en casi toda Europa, cuando los políticos advirtieron que la unión hace la fuerza; la unión de los próximos, se entiende; así se perfiló la configuración de los territorios nacionales: el Reino Unido, Francia, Alemania, España, Italia...están entre ellos. Los que antes eran imperios o reinos pasaron, al racionalizarse los poderes, a convertirse de hecho en naciones,  con las propias particularidades que las distinguen.
     Hay una tendencia a superar los límites nacionales para fortalecer el futuro de los países mediante uniones muy elaboradas y de lenta ejecución,-caso de la Unión Europea- siguiendo la tendencia marcada desde los Estados Unidos de América,  donde como en ningún otro país se cumple la proporción existente entre unidad y fuerza.
     Sin embargo, en la  España actual se registra el fenómeno contrario. Un fenómeno que, de prosperar, puede conducirnos a la debilidad del poder de los territorios que hoy son España -con todos sus defectos y virtudes-; territorios que nos caracterizan mucho más que  desdibujan.
     A diferencia de otros países europeos, en España se concibe la política desde la emoción, desde los sentimientos. Será si se quiere una bajeza, pero el mundo que marca las pautas de vida ejerce el poder y cultiva el patriotismo desde una perspectiva cifrada en la moneda fuerte que conduce a mejorar los niveles de vida del paisanaje.
     No seamos ilusos:  no basta con estar unidos para ser fuertes, cierto; pero si te desunes, piénsalo: podrás subsistir como paraíso fiscal,  a las órdenes de los financieros ricos de una gran potencia, sin voz  ni voto. De otra forma, no aunque los augures digan lo contrario.
     Y de momento, no hay plazas vacantes para crear nuevos paraísos fiscales..




   

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