viernes, 6 de noviembre de 2015

DIVAGACIONES DESDE VASCONIA

   LAS PENSIONES EN LA CUERDA FLOJA.- Es decir, las pensiones van poco a poco, día a día, entrando en una situación inestable porque, al aumentar el índice medio de vida de la población y disminuir la proporción entre cotizantes y beneficiarios, el sistema no puede mantenerse. Es algo que se ha dicho y demostrado muchas veces desde hace tiempo, pero los políticos y los votantes  no se lo quieren creer y luego pasa lo que pasa. Porque,  al final ¿de dónde salen las misas...?
   ¿Cuál puede ser la solución? No es ningún misterio. Los más antiguos de la localidad -de la mía, o la suya, de todas- saben que las pensiones más seguras provienen del ahorro y, con todo a cuestas, además,  ha de tenerse cuidado con los "gatunos" que dicen en Portugal. Pero hemos nacido en la época del consumo y del paro, y el que ha tenido la desgracia de perder el trabajo tiene que estar al borde del desespero o del estampido. Al final termina en los comedores sociales con un solo pensamiento: "nunca seré resarcido por tanta injusticia".
     Si uno es pesimista, se debe a que las sociedades formadas en los países que se tienen por modernos, renovadores y progresistas (dicho de otra forma, el paisanaje) confía demasiado en los políticos y espera que sean éstos los que  le traigan el maná en bandeja todos los días al amanecer. Lo cual, como decía el maestro toreador, "además de no poder ser, es imposible".
     El cambio que viene no lo manejan los políticos. Paradógicamente lo retrasan. Tienen que darse cuenta, todos, -incluidos los sindicatos- que los puestos de trabajo, por decirlo de modo gráfico,  ya no se alquilan: ahora se venden.
     Verán: pasó con los pisos. Salvo en contadas urbanizaciones, el alquiler fue sustituido por la propiedad horizontal. ¿Por qué? Porque ser propietario de un pequeño  inmueble, dejó de ser rentable. Eran  excesivas las cargas y las responsabilidades para tan cortos beneficios. Trasladen la parábola a las empresas: sucede algo parecido. Comprueben que solo se implantan pequeños negocios familiares que apenas  crean puestos de trabajo.
     Crecerá, poco a poco, la propiedad horizontal de puestos de trabajo en medianas empresas, que harán ofertas  para capitalizarse, como otrora se vendieron viviendas.
     Es el momento de las cooperativas y de las sociedades mercantiles laborales. Pero los políticos, no están en esa realidad, como no están  en la realidad de los pensionistas. También  para ellos ha de llegar el cambio.
     Es un tema que interesa,  a buen seguro.


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