martes, 3 de noviembre de 2015

DIVAGACIONES DESDE VASCONIA

      LOS DIRIGENTES Y LA CRISIS  POLÍTICA. - En julio de 1936,  llamaba la  atención que destacados líderes políticos del PSOE - Prieto de un parte y Largo Caballero de otra - no  tuvieran reparos en constatar que los españoles  estábamos en guerra civil. Otro tanto sucedió desde las derechas, tan pronto se dieron cuenta de que Madrid resistía el embate y no caería en manos de los sublevados para el día de Santiago.
      No es menos cierto que desde esos momentos todos los españoles comprometidos que  pudieron, buscaron donde cobijarse, dado que la represalias empezaron a funcionar en ambas zonas con eficacia vengativa.
      Los responsables de la guerra no fueron los votantes: fueron sus dirigentes.
      Los historiadores dicen -y tienen sus razones- que fracasó el golpe de Estado (acción violenta y rápida para apoderarse del Gobierno) y como consecuencia sobrevino la guerra civil. Yo creo que no hubo golpe de Estado,  sino una doble rebelión (de las derechas y de las izquierdas) seguida de una sublevación generalizada (alzarse en sedición o motín) de una importante parte del Ejército, aunque algunos defiendan la cronología inversa.
      A esa situación no se llegó por el propósito de unos pocos, sino por un estado de ánimo fraguado desde tiempo atrás por las minorías dirigentes,  con un denominador común: odio entre paisanos.
      Este odio ha sido poco analizado por los promotores  de la  "memoria histórica", bien ideada si se trata de  hacer justicia y no caer en los mismos  pecados de tiempos idos, pero no sé por qué me da a la nariz que según quien toque el arpa así es el resultado.
     ¿Y acaso no se intuye, cada vez por más gente,  que algo de esto que  pasa es muy parecido a lo que ya vivieron nuestros padres y abuelos? ¿No estarán llevando su fracaso los políticos,  como dirigentes, al terreno de la enemistad entre los pueblos?
     Uno tiene sus dudas. ¡Veremos si la ley puede contra tanto despropòsito!

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