martes, 20 de marzo de 2018

MEDITACIÓN COMPARTIDA

     Sí: parémonos a meditar sobre pobres y ricos. Es muy instructivo. En general los ricos mandan y los pobres obedecen. No siempre. Pero casi siempre. Y  cuando esto no sucede, los ricos emigran y se van con su poder a otras latitudes, donde  ejercerlo sin o con menos reparos.
    Comprenderán  por qué existen demarcaciones fiscales consentidoras o tolerantes  donde apenas tributan por sus  negocios,  calificados de especulativos y muy rentables. Los interesados, acuden a estos "paraísos" como moscas a la miel, porque reciben un trato favorable que les permite acrecentar su fortuna.
     Viven muy bien y disfrutan de una "renta per cápita"  considerada entre las más altas del orbe los "amos" de la demarcación. En  su entorno funciona una  extensa población deprimida que presta a diario sus servicios, al enclave de la felicidad:   unas trece  mil  personas para cubrir una demanda al parecer satisfecha.
     Me estoy refiriendo a Gibraltar y sus cercanías. A ricos británicos y pobres españoles, convertidos por azares de la historia  y errores de sus semejantes, en contratantes  los primeros y servidores  por necesidad los  segundos.
     Esta situación puede cambiar si el Reino Unido, como está previsto, se  "independiza" y separa de la Unión Europea.
     ¿Quienes  no quieren -entre otros- que se produzca un  cambio que podría acabar con el paraíso fiscal gibraltareño?  ¿Quiénes se unen a los  explotadores en esta defensa? Los siervos españoles.
      ¿Por qué? Les digo: éste es  el tema para la meditación.
       Y una pregunta complementaria: ¿Acaso  en el fondo de nuestras aspiraciones, en un rincón apartado de la conciencia,  no subyace, entre españoles y comunidades adheridas, el deseo  medieval de servidumbre siempre que esté libre de impuestos?
      Meditemos.

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