sábado, 17 de marzo de 2018

EL PROBLEMA DE LOS CONSTITUCIONALISTAS VASCOS

     El problema de los constitucionalistas vascos se reduce a esta idea: no han sabido, sus dirigentes, ganar votos y con ellos el poder parlamentario.Por tanto su poder ejecutivo, ha disminuido hasta el punto de pasar a no ser nadie; a perder lo poco  que les queda.
     No es suficiente para los nacionalistas gobernar en "su" Euskadi; es que han llegado, bajo capa de  buenas voluntades, a conseguir que las sardinas constitucionalistas busquen el arrimo al  fuego del nacionalismo, para conservar cierta influencia ante terceros con la que seguir  guardando las apariencias. 
     Tanto el PP, como el PSOE, lo poco que tienen lo están perdiendo a pulso. A las pruebas me remito. No carguemos las culpas en lomos nacionalistas. Ellos se lo han trabajado, tanto para evolucionar, como para descender con sus ideas y buenas promesas a ganarse el  voto. Los resultados están a la vista.
     ¿Quién ha ido anulando el poder de los constitucionalistas en la demarcación  vasca? Sus directivos.Sí, los centralistas afincados en Madrid -por supuesto- pero coincidiendo con el "dolce non far niente" y el desánimo extendido por toda la comunidad autónoma por sus conmilitones, tanto por la falta de líderes como  de programas propios de un País Vasco avanzado.
      En cuarenta años se ha creado -sin contar con los migrantes- una doble sociedad vasca: la nacionalista en el poder y favorecida por la circunstancias del cambio, y la considerada españolista
que a poco se siente desplazada a las afueras.
     ¿Y esto tiene arreglo? Sí. Ya no será lo que fue. Habrá que innovar. Y despedirse de los apoyos llegados del cielo. Lo han vivido -y aún lo viven- los miembros y familias de la Guardia Civil radicadas en el País Vasco; y todos los que desempeñan cargos oficiales, de la dividida España,  en esta  Vasconia  peninsular. 
       Me pregunto: ¿Cómo innovar?

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