martes, 18 de febrero de 2014

RESPUESTA INSTINTIVA

Todos los clanes familiares, tribus, pueblos, naciones, y ahora uniones continentales, han vivido como problema la invasión pacífica o guerrera de otros clanes,tribus, pueblos, etc. Y la respuesta, por muy avanzadas que sean las doctrinas de tolerancia y liberalidad, suele tener casi siempre connotaciones instintivas. Como cualquier especie animal, acotamos el territorio y enseñamos uñas y dientes al que quiere entrar en una demarcación a la que no está vinculado por lazo alguno. El hombre no se sirve de la meadita como el lobo; pero utiliza vallas disuasoras cargadas de trampas o lanzapelotas de goma contra el invasor, cuando no armas letales; en esencia, viene a ser lo mismo pero peor: puro instinto. Claro está que no faltan almas caritativas que hacen oir sus voces y claman contra estos comportamientos. No les falta razón y si no fuera por ellas, no sabemos a que grado de barbarie llegaría el ser humano puesto a defender "su" territorio. Teniendo además en cuenta que ese ser humano es voluble -por más que sostenga lo contrario- y que llegado el caso de padecer de cerca a este invasor, es muy capaz de decir negro cuando antes decía blanco. De decir y de hacer. Por las obras los conoceréis.

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