miércoles, 12 de febrero de 2014

LA CODICIA COMO MOTOR.

La carencia de puestos de trabajo es una consecuencia de la crisis. Por más que los expertos políticos traten de animar a los emprendedores para crear nuevos puestos de trabajo, los resultados, por lo menos en España, son decepcionantes. No es que falten medios financieros, sino mas bien personas con deseos de arriesgarse. Los inversores no ven despejado el horizonte. Quienes invierten sus ahorros en promover una empresa mercantil, se lanzarían a luchar si vieran cercano un beneficio multiplicador de su inversión. Ante la duda, lo prudente es abstenerse. En el fondo, para movilizar a los inversores hay que excitar su codicia. Cuando la codicia tiene abierta una puerta de escape cómoda y rentable como es la corrupción, los codiciosos se ven inducidos a ir por esa vía. Un Gobierno cabal y serio, y todos los políticos que le apoyen,antes de hacer nada han de cerrar esa salida,favorable a los codiciosos corruptos, a cal y canto. Si sucede lo contrario y en vez de una resultan ser muchas y variadas las puertas abiertas a la corrupción, los codiciosos se multiplican y activan su gestión por toda suerte de medios, incumpliendo las leyes. Por corrupción entendemos los paraísos fiscales, la defraudación al erario público, el contrabando, el blanqueo de dinero, la venalidad de funcionarios y políticos, la falta de dinamismo de los gobernantes,jueces y demás miembros de la administración pública, el retraso en el cumplimineto de los deberes de cada cual (y, entre ellos, el pago de deudas), la deslealtad respecto a los compromisos contraídos, la fuga de capitales etc. etc. En cconsecuencia, la codicia ha de encontrar vías propicias para sus iniciativas y negocios, sin salirse de las vías legales. Hoy, en España sucede todo lo contrario: Es más fácil para el codicioso prosperar con la ilegalidad por medio que dentro de la ley. Por eso pasa lo que pasa.

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