jueves, 8 de junio de 2017

EL CRECIMIENTO DE LAS NACIONES

     Las informaciones que llegan de otras latitudes indican que China (un millón (1.350.000 habitantes) está empeñada en impulsar la enseñanza  superior entre las nuevas generaciones de su ciudadanía, con el claro propósito de ponerse a la cabeza de las grandes naciones del mundo.
     Según parece, sus propósitos -dominar el futuro- cuentan con la respuesta favorable de sus gentes. Es una iniciativa propia de un gran imperio. No es de extrañar que en los EE.UU de Norte América miren con más  atención hacia China que hacia Europa.
     La Unión Europea, dividida en veintisiete naciones, (cerca de 500 millones de habitantes) inmersa pese a todo en sus deseos de que vivamos a su amparo una imperfecta democracia (pero al fin una vida potable), tiene en su ideario un objetivo parecido: avanzar por la vía del conocimiento. Pero hablamos tantos y tan distintos idiomas, que, por  fuerza, tal circunstancia perjudica el progreso de sus pueblos.
      La agrupación de gentes en grandes naciones, es la respuesta que sigue a un globalización impuesta por el acortamiento de distancias. Los EE.UU. fueron  la  nación precursora que quizás no se esperaba la competencia científica  de otros conglomerados países.
      Esto es lo que pasa en  el Mundo.
     Eso sí: en España, entre tanto,  reinventamos el llamado plurinacionalismo, que es la forma de dividir lo que nunca estuvo muy unido. Una paradoja en un mundo que va por otras vías. España es un país  muy montañoso. Está lleno de túneles. Y  pasar por un túnel es como ir a ciegas.
     Es decir: no vamos; nos llevan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario