miércoles, 2 de octubre de 2019

LA REALIDAD QUE NOS DIVIDE

      Es algo instintivo: los seres vivos se unen o separan por puro instinto. Claro que puede rebatirse tal teoría por pura lógica: hay gente para todo, según dijo un torero famoso.
      Escribo de memoria pero creo recordar que por el año de 1840 hicieron las autoridades competentes la primera estadística que se hizo en España, para conocer el porcentaje de analfabetos con los que contar si se pretendía recorrer con éxito los caminos del bienestar del pueblo.
      Horror: el analfabetismo afectaba a un 71% de la población. Resultaba ser Álava la provincia más alfabetizada con un 40%  de afectados por la plaga negativa. En Vizcaya y en Guipúzcoa andaban por el 60%, sin duda porque la gran mayoría de nativos hacía su vida en vascuence.
      Las cosas fueron cambiando muy lentamente porque -por pura conveniencia de unos pocos- se fomentaba más la santa ignorancia que el osado conocimiento racional y esforzado.
      Pues bien -o mal- la predisposición hispánica hacia el "no sabe no contesta", perdura en los tiempos porque el mérito sapiente, además de mal pagado, está a diario "ninguneado" cuando no perseguido, sobre todo por las masas más indocumentadas pese a su pretendido ingenio político.
      Por eso en España se castiga más con criterio malsano, al que sabe y vale, que al holgazán entregado al "dolce far niente".
      En fin, sobre esa base estúpida, nuestros políticos no se entienden y nos arrastran a la dislocación más imbécil, hasta llevarnos a otra guerra civil que tienda a decuajaringarnos de nuevo.
      ¡Ojala me equivoque!

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