O las dos cosas. Es posible. Mientras tanto, los teóricos secesionistas discurren, se apoyan en las bases constitucionales y las utilizan a su gusto y manera de forma que siempre ganan.
Yo -es triste emplear el verbo con este yo petulante- estaba allí, en las Cortes, cuando llegó la hora de dar vigencia al texto constitucional y por tato a la disposición adicional que reza: "La Constitución ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales". Con este añadido "La actualización general de dicho régimen foral se llevará a cabo en su caso, en el marco de la Constitución y de los Estatutos de autonomía". Era la hora de votar, estaba solo, y decidí abstenerme. Previamente había causado baja en las filas de la UCD. Era partidario de un Estatuto autonómico y la concesión adicional sobraba.
Pues no. Los secesionistas nos han traducido el significado para ellos auténtico: "La Constitución ampara y respeta los derechos históricos del PUEBLO VASCO". La versión auténtica señala que tales derechos son de los TERRITORIOS FORALES.
¿Y cuál ha sido la respuesta de los míos, de los vasco-españoles autonómicos?
Ni están ni se les espera.
Si el derecho histórico es de cada TERRITORIO FORAL, Alava tiene el suyo; y puestos a elegir me apuntaría al grupo que quisiera ser libre y no sometido a presiones hermanas.
Verán: lo que yo quiero dar a entender que los de mi cuerda están solos. Y si no se unen, están ya vencidos y vendidos.
No digo por quién. Piensen y adivinen.
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