lunes, 10 de abril de 2017

NACIÓN DE NACIONES

        No hay nada más indefinido que una Nación de naciones. La característica propia de una Nación, políticamente hablando, es su soberanía.
       Está claro: si la soberanía corresponde a la Nación grande, las  otras jurisdicciones al no ser soberanas no  puede ser naciones; y si -de otra forma- cada una de las naciones pequeñas fueran soberanas, la Nación suma - la Nación de naciones- no podría  existir.
       Podría argüirse que esas "naciones" pequeñas, al federarse harían posible la Nación de naciones... Es algo así como deshacer lo que ya existe, para llegar a una conclusión parecida: a una nueva Nación sobre la ya existente. A no ser que las naciones federadas, se reservaran el poder de separarse cuando más les conviniere, que viene a ser lo que pretenden.
       Seamos sensatos. ¿Para qué andar con rodeos? Lo que quieren los  nacionalismos secesionistas tanto vascos, como catalanes y gallegos es que sus respectivos territorios, por decisión de sus habitantes,  puedan constituirse  como naciones soberanas e independientes. Cada nueva nación tendría su Estado para materializar esa soberanía.
      Los políticos que defienden la idea de "España, nación de naciones" quieren engañarse, o engañarnos;  o las dos cosas
    Dicho sin tapujos: el secesionismo es independentista y lo demás son castañas retóricas. Aquí y ahora, las soluciones intermedias, como la ya ensayada organización autonómica vigente, no satisfacen a los secesionistas, que no cesarán  en sus intentos hasta conseguir la independencia soberana.
    Tan  solo esperan que la demanda se generalice y que la debilidad de la Nación hoy llamada España,  en un momento crítico, se rompa del todo.
    No es el primer caso.








   







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