El fenómeno provocado por los que ya está tomando posiciones, puede derivar hacia una justificacion mal entendida en favor de la violencia de los empobrecidos; y hacia la aparición de cercos protectores, por los que clamarán los nuevos ricos.
No olvidemos que el río revuelto siempre se presta a que los fuertes rompan la red y los debiles escapen colándose por los huecos más abiertos del trasmallo.
La división entre pobres, que crecerán en número, y los ricos puestos a egordar con más dinero, quedará una masa de clases medias que seguirán conductas muy extrañas, siempre luchando en la palestra y ajustando sus peleas a las normas de la ley.
Y pese a todos los cambios, la mesnada (o sea la tropa que pelea siguiendo órdenes sin salirse de la ley) - es decir las clases medias- tendrán encima que chuparse el dedo, pagar impuestos y proclamar "yo no he sido".
Atienda lector: ni soy profeta ni adivino adivinanzas. Solo le digo que cuando usted se vea humedecido por un liquido espumante, de color amarillo y tacto oloroso, es que lo han mojado con algo también llamado aguas menores.
Mejor pertenecer a un "lobby".
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