sábado, 14 de diciembre de 2019

GRATO RECUERDO (3)

     Era su forma de ser: impaciente ante el absurdo."Somos iguales". Cuando oía el aserto, se ciscaba en lo más barrido. "Somos parecidos pero nunca iguales". Y como no quería disgustarse, encendía un cigarro y buscaba una salida para no enrarecer el ambiente.
     La céntrica calle de Dato en Vitoria tiene gancho y tiene aconteceres olvidados que además  son historiables: perdió la luz eléctrica porque estuvo racionada por los años cuarenta del siglo XX, en periodos de sequía que no cedieron ni a fuerza de rogativas y rosarios prodigados por iniciativa episcopal. Una calle, comercial sin luz en los escaparates es una calle muerta.
     Y un viejo vitoriano, el del pitillo calmante para huir del absurdo, comentó: "Es una calle gafada". Convertida en diario paseo de un extremo a otro, era una vía viva,  distinta y prometedora, donde las parejas buscaban amor. Un anuncio comercial, colocado a la altura del tejado  en el extremo norte del  céntrico paseo, rezaba: LOSA.
    "La vida, sin muerte, no tiene sentido:parece un fábula", dijo el vitoriano que no quiere disgustos. ¿Y qué remedio nos queda?
     Dar vida al aeropuerto de Foronda. Pero los de Bilbao no quieren. ¡Por eso!

No hay comentarios:

Publicar un comentario