Para un simple mortal con derecho a voto y sometido a la cháchara política, todo el desbarajuste que nos rodea es un misterio que se reduce a ver cómo los más pobres van en aumento y cómo otros nos invaden. De paso, los más ricos se las arreglan para cambiar de clima sin perder de vista la explotación casera con su buen nivel de vida para ir tirando.
Desde este observatorio. en la España democrática (con todos sus reparos) que nos toca vivir, la suerte está echada. y nos lleva a un resultado no imprevisto pero triste para una mayoría que ha puesto su futuro en manos si no expertas, sí incapaces.
Llegados a esta situación, el ser humano tiene un momento de lucidez y se da cuenta de que mientras la mayoría dedica su tiempo a verlas venir en manos de políticos de tres al cuarto, unos pocos se disponen a luchar y se organizan en células bien disciplinadas e influyentes, capaces de crear su propio escenario vital.
Entonces recurren al "economicismo".
El "Economicista" se dedica a estrujar lo que fuere siempre que produzca dinero, por encima de límites legales y otras chirinolas. Y me preguntan:
¿No estará usted aludiendo a una mayoría de políticos?
No lo sé. Si disminuyera el número de votantes, la cosa tendría remedio.
Por ahora estamos en fase probatoria.
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