Comprendo que hay una buena dosis de petulancia en esta pregunta. Yo -lo reconozco- soy nada; o para ser más exacto, un viejo molido por las artrosis que, bien mirado, no tiene derecho a quejarse.
Verán: estoy metido en el remate de un libro que viene a ser un recuento de los errores políticos padecidos por los españoles por no dominar una asignatura básica: las relaciones humanas. Un libro que me puede dar disgustos.¡Muchos!
No soy nacionalista, ni vasco, ni español, ni latino. Y esto no me impide ser patriota que es tanto como apreciar de corazón a mis coetáneos y al escenario donde hemos vivido; a pesar de que ese vivir equivalga a morirse poco a poco. Apreciar de corazón, es tanto como amar al paisaje y al paisanaje.
¿Incluye a los nacionalistas vascos?
Si los incluyo. Personalmente, los que he conocido y tratado han sido conmigo unas buenas y correctas compañías. Y he procurado corresponder de la misma manera. Los he apreciado y no me cansaré de decirlo. ¿Ha sido una suerte? Tal vez, pero justo es reconocerlo.
¿Incluye al nacionalismo político vasco en este amor?
No; a ningún nacionalismo, sea vasco, español o chino. Son un error. Y llevo tantos sobre mis costillas, como para no tener sitio donde encajar los desaciertos de raza o parecidos.
Como doctrina -personas aparte- el nacionalismo -en todo terreno- ha sido causa de muchas muertes y estragos, para nada. O para crear odios imborrables.
Mi libro ataca a la doctrina. No a las personas. Pero me dará disgustos. Y sin embargo... alguien lo publicará. Si duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario