lunes, 19 de agosto de 2019

PROGRESOS DE PACOTILLA

   
     Escucho atentamente a los políticos (y políticas) que recurren al "progresismo" para indicarnos que van en cabeza, explorando un futuro prometedor que nos hará felices.
     Personalmente mis muchos años y la leña progresista recibida en parajes prometedores, me ha llevado a no confiar en los discursos dorados con filigranas auditivas.
     Además los hechos demuestran que el progreso va en aviones "último modelo" y la política sigue con la "burra de siempre" que muchas veces se niega a pasar el arroyo.
     Así nos va. No quiero poner ejemplos porque no hay peor enemigo que un político convencido de que la libertad de expresión no tiene límites.
     Pero no me resisto a sacar conclusiones, nada optimistas, cuando se advierte la evolución de ciertas costumbres o hábitos bíblicos que abren brecha izando las banderas modernistas. El orinar .-que decían nuestros bisabuelos - con la capa puesta.
     La Banca -por ejemplo- ha evolucionado de tal manera que causa asombro. Ha reducido gastos suprimiendo puestos de trabajo y el número de oficinas abiertas al público, con el ahorro que conllevan,
     Y uno se pregunta: ¿Por qué en las oficinas del sector público -de los Gobiernos de todos los colores- no se progresa en el mismo sentido? ¿Qué misterios nos ocultan? Dicho de otra forma, ¿Cuánto nos cuesta?
     Así se ganan las elecciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario