martes, 31 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (44)

     En el mes de julio de 1936, segunda mitad, tras varios días dudosos que siguieron al suceso clave,  secuestro y asesinato de José Calvo Sotelo, sonaron las campanas de la iglesia del pueblo donde nací,  Espejo ( Álava), con ritmo de arrebato. Así empezó para unos pocos vecinos del pueblo la guerra civil. No les digo como terminó porque aún no se ha acabado.
     Cuando hoy, año 2020 del siglo XXI -muchos años más tarde- después de haber llegado a la luna y corrompido las cercanías del cielo, tras haber despoblado mi pueblo, cuando ya no suenan las campanas y no hay cura al que maltratar ni leche recién ordeñada que mamar, parecerá mentira, pero estamos de nuevo ideando cómo fornicar a la marrana y echar la culpa a los chinos.
      No sé el porqué, me levanto optimista -he dormido bien y no he madrugado- pero tan pronto leo cuatro titulares de la prensa que modernamente vuela, me bajo del burro: ¡No tenemos remedio!
      Estamos caminando por tierras corredizas y embarradas y después de echarse la culpa los unos a los otros, nos vamos a Finlandia y tierras de su entorno a pedir limosna. !Algo parecido a comer cerillas!
     No somos pobres del todo, pero nos gusta presumir de lo contrario y luego pedir limosna. Y tal decisión, allí -en esas naciones del norte- no cuela.
      Y si no cuela, hay dos soluciones. Una, mandar al carajo a la Europa unida y resucitar a la máquina de hacer billetes peseteros para alinearnos con los populistas de la América latina, y otra aprender a manejar con sentido crematístico la máquina de globalizar a los españoles desde la niñez para que, como los chinos,  sepan  desprenderse del mal y vender el remedio curativo a la par que rentable.
     No sé qué digo y estoy despierto.
     

lunes, 30 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (43))

       A mi entender cuando una enfermedad contagiosa invade a un pueblo -en el más amplio sentido término- no hay donde elegir: o separas a los enfermos de la mayoría sana, o se fomenta el descalabro.
       Es una solución parcial, menos mala, más asequible... más barata.
       El caso es que la separación lleva implícita en todo caso, un cese de la actividad constructiva y necesaria para sobrevivir, pasiva para unos,  y al contrario,  la aceleración del paso laboral activo para los otros.
       Después de todo los gobernantes de nuestra España, puestos a separar han sido radicales: los enfermos, para que no contagien, a los hospitales; y a los sanos, para que no se les pueda contagiar, a sus casas.
       ¿Y qué? La vida se paraliza y el hambre o las ganas de comer y otras rutinas, no pueden parar si no queremos morir.
       Cambiar de costumbres exige un aprendizaje; y esto pide espacio libre y dinero al paso, desde que Adán y Eva perdieron el paraíso.
      Seguir adelante con esta política nos lleva a cielo.
      !Qué buenos son los padres y madres populistas y socialdemócratas de España! ¡Ya verán que pronto nos sacan de excursión!
       





























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       No quiere decir que la tal separación resuelva el problema... -significa

domingo, 29 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (42)

     Puse en evidencia -en la chirinola anterior-  los valores positivos de nuestro Presidente Pedro, con el apoyo de su Vicepresidente Pablo el de la coleta, dicho con todos los respetos.
     Puestos en su lugar -algo imposible pero imaginable- se reconocen discretamente y cara a cara, como magníficos interpretes de un sainete que puede terminar en drama. Es decir que no sopesan -pese a que afirman lo contrario- cómo y cuanto sufren aquellos españoles que viven en pobreza creciente y en mayor número cada día que pasa y sin otro remedio.
      Así, de memoria, recuerdo que desde Finlandia, desde Austria, desde Alemania han tomado posiciones contrarias a las defendidas por italianos y españoles que quieren pasta contante y sonante a pecho descubierto.
       Dramatizan -con razón- los daños del coronavirus y dan a entender que no padecemos otras carencias. Por ejemplo que tenemos dos millonadas largas de parados; o un profundo número de jubilados que mal comen,  mal viven y mal mueren;a  una miriada de estudiantes haciendo de camareros para emigrar a otros países; a pueblos y ciudades despoblándose a raudales, o llenas e emigrantes puestos a vivir repartiendo basura o violencia... Una sonora y visible decadencia de la que los ricos huyen y los listos emigran...
       Y una política desarrollada sin reservas por una mayoría medra y las muchedumbres terminan prisioneras sin salir de casa...
       Ya se verá...

SIN MIEDO A LA VERDAD (41)

     Escuché ayer, anteúltima hora, la lección dada por el  presidente de España, gubernamental por antonomasia, valiéndose de la "tele", o sea a distancia. Fue una lección de alta política llena de un  énfasis convincente.
     En mi juventud quise comprar una moto que costaba 7.000 pesetas y yo sólo tenía 2.000. Fui a una entidad bancaria a pedir un préstamo y les pareció normal mi demanda. Estas son las condiciones: tres firmas de otros tantos garantes y un seguro por si te mueres o rompes o te roban la moto.
     - Yo venía con otras pretensiones: comprar la moto por 7.000 pesetas. y venderla al cabo de dos años por 15.000; es un canje seguro. Tengo un empleo fijo, mi honradez está a prueba de bomba y con el seguro como complemento, está dicho todo.
       Las motos eran un lujo y la escasez revalorizaba lo usado si estaba en buenas condiciones. 
     - Lo sentimos pero la norma está para cumplirla -terminó por afirmar el banquero. 
      Entonces, para asegurar el pago, tuve que dejar de fumar la cajetilla  de rubio y así ahorrar cuatro
 "pelas" diarias.
       Volviendo a la actualidad: Le vi al Presidente muy seguro recreándose en el planteamiento de su demanda. Según él lo entiende,  el dinero a crédito para salir de la trampa de los bichos chinescos, es un chollo, en el mejor sentido del término,  para el que lo presta. 
      Pero... al hombre precavido no es fácil sacarlo del nido.
      Es probable que en vez de tres firmas, al  Presidente de España le pidan dos, aunque a los de a pie, a los de la puñetera calle, no les llegue el dinero logrado con el sudor de su piel, ni para las reparaciones de sus zapatillas.

sábado, 28 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (40)

     No hace un par de días o poco menos, el politólogo y locutor de una televisión emisora  de izquierdas -cuyo nombre poco importa- se cabreaba al calificar de injusta, y cínica, a la respuesta dada por los representantes norteños de la Europa unida, a la petición de los sureños (Francia, Italia, España y Portugal) para salir del atasco creado por la cargante pandemia de natural asiático, asentándose en Europa, que recuerda a las plagas bíblicas.
      Yo creo que no era para tanto la respuesta de la Europea del norte, si se tienen en cuenta las vergonzosas conductas protagonizadas, a lo largo del tiempo, por un sector muy destacado de políticos que vendían su presunta honestidad cuando se forraban a costa de los fondos públicos y frenaban, con su desvergüenza,  el desarrollo económico y social prometido en favor de los españoles del montón.
      Esto unido a una desafortunada gestión del poder patrio por unos políticos de dudosa preparación para ejercer ciertos cargos, justifica las dudas que hoy viven los aludidos norteños, al tanto de la deriva populista, en la que figura un destacado líder al que se le dijo "no" con solemnidad honorable en tiempos idos, para luego darle el "sí" y  hacerlo vicepresidente de su Gobierno sureño.
      Ahora estamos metidos en una zanja llena de barro y para salir a flote nadie va a ayudarnos sin pedir a cambio una segura respuesta y unos dirigentes de confianza, es decir virtuosos hasta los huesos y con garantías por delante. ¡Con el dinero no se juega!
      Al punto que hemos llegado -y no quiero dar lecciones -pobre de mí!- no queda otra solución: errar o herrar.

viernes, 27 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (39)

     Estamos asistiendo en España -unos como protagonistas y otros como espectadores- a un proceso insalubre con la celeridad propia de una civilización no globalizada. Los remedios puestos en juego para vencer a la enfermedad recuerdan a los parches de sor Virginia.
     La celeridad del veneno gana por leguas a la velocidad del remedio.  Y para complicar la situación los políticos, puestos a ser curanderos, se rascan tras la oreja para demostrar su impericia y luego la cagan organizando la huida del bueno. A eso le llaman progreso.
     En lo que me afecta, recuerdo cómo para luchar contra la endémica tuberculosis de las posguerra, se crearon sanatorios antituberculosos para los enfermos y hacíamos vida normal los sanos; la huida de éstos estaba impuesta por la puñetera necesidad de buscar donde y como matar la hambruna. Hoy al sano lo encerramos ayuno de personalidad rebelde y se le multa si lo pillan en la vía pública. ¡Jo... que tropa!
     Hay que estudiar la solidez de este nuevo y moderno edificio políticamente enfermizo, creado por el populismo andante; estudiar el equilibrio que lo sostiene, su difusión y permanencia valiéndose de los medios inseguros que han puesto en juego y la "sapiencia"  de las personas que dominan la materia.
      Y me pregunto: ¿acaso los políticos actuales en fila están preparados para lidiar al "coronavirus" con recursos electro-magnéticos o químicos para evitar -y no digo curar- el envenenamiento difundido por un  micro-organismo que nos revienta?
      Como no  dejen -los aludidos- de ir a la deriva y sigan orientándose con la divina gracia de su progresismo trasnochado, España será un despojo junto a otras naciones de su estilo.
     ¡Dios no lo quiera!

jueves, 26 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (38)

     ¿Qué es un "puenteo" en la trascendente y delicada vida de un partido político? Es el acto de  conocer las propuestas de futuro del adversario y llegar  a un acuerdo traidor para sus fieles
      Es una forma de llevar a la ruina al pastor del rebaño y a los fieles que le ayudan. Y una forma segura de alejar el voto y ponerle ruedas al votante para huir a otras latitudes.
      Se dice que se fueron de la Vasconia peninsular unos doscientos mil vasco-españoles que se sintieron burlados. No  les quedó otro remedio.
      Cuando uno en su patria chica advierte que el poder renovador -el nacionalista pura sangre- se siente no el jefe, sino el  amo,  y obra a su capricho siguiendo el dictado de la conveniencia castiza (de casta), cabe pensar que el humo es señal de fuego.
      ¿Y que remedio cabe aplicar para eludir el incendio? ¿Qué se puede hacer para no quemarse ni que le quemen a uno antes de aborrecer a su pequeña patria?
       Pensar. ¿Y por qué?
       Porque no se puede prometer nada de provecho ni obrar en consecuencia sin estudiar el tema. ¿Y quien puede estudiar el caso? Pocos, capaces y leales. El Nazareno empezó con una docena y a sabiendas que entre ellos había un traidor. Hay que correr el riesgo.
      No se puede conseguir nada mirando solo al pasado. El futuro nos ha pillado desprevenidos. ¡Ya se está viendo!

miércoles, 25 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (37)

     Por una circunstancia casual -digna de una novela sociológica- me encontré, sin yo pedirlo ni desearlo, incluido en el segundo puesto de la candidatura de UCD (Álava) que -sin ganármelo, ni mucho menos- me llevó a un puesto histórico: a ser Diputado a Cortes de una restaurada democracia. "No eres nadie -me dije- no durarás mucho".  Así fue. Es un episodio que figura en mi memoria: un fracaso merecido.
     Me di cuenta en pocos días: el PNV -muy bien organizado respecto a los demás partidos del momento- tenía un poder amplio sobre las multitudes más influyentes de Vizcaya y de Guipúzcoa; venía a estar respaldado por el sector vasco más popular en las clases medio-altas; es decir, por las masas más influyentes. Esta realidad en Álava estaba por ver.
     Desde la UCD central -heredo franquista, no se olvide- se estaba jugando una partida con las cartas marcadas. ¿Por qué lo digo?
     Bastaba ver y advertir el derroche propagandístico de los partidos más destacados en la campaña electoral,  para deducir que este gasto era posible porque así lo quisieron desde las democracias europeas. El cambio que la Monarquía española estaba dando -sin caer en los extremos comunistoides de Portugal que surgieron para acabar con su dictadura- tenía su razón de ser. La           Península Ibérica no podía caer en manos del poder soviético.
     Esto exigía negociar, directamente,con los nacionalistas vascos y catalanes partidarios de soluciones democráticas. Negociar con los nacionalistas ¿y con quién más?
    Con los vascos influyentes más tolerantes de una derecha vaso-española y  dispuesta a soluciones acomodadas al caso.
     Así fue. Por lo que al País Vasco se refiere el Gobierno de la UCD liberó destacadas figuras de la ETA en plena batalla; la "broma" -además de ser estúpida- era injusta; y el precio lo pagaron muchos inocentes.
     Juré ante mi familia que era preciso huir de los tuyos. Y tuve con mí desencanto que superar tardías vergüenzas.
     Y esto ¿qué pinta a estas alturas?
     Tiempo, al tiempo. ¡Todo se andará!


martes, 24 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (36)

     Comprendo que más de un lector se dé por aburrido y deseche la lectura de temas político-sociales por el pesimismo que destilan sus autores.
     El lector inconformista -es cierto- quiere salir de esa rutina y abrazarse al ideario alentador, esperanzado, cargado de promesas como hacen los políticos.
    Muchos paisanos del montón consideran que estas promesas son libertad, igualdad, fraternidad, unidas a una buena paga. No es lo corriente. Ninguna de estas esperanzas están al alcance de cualquiera; conviene pararse  a pensar que los políticos salvadores de pueblos están contados.
    Lo normal es que las familias, cuando prosperan, es porque han cuidado su formación profesional y mejorado sus  medios económicos con sacrificios vocacionales, de un parte, y la defensa de su valía, por otra, mediante el ahorro de los dineros ganados en horas de sacrificio con sudores extraordinarios.
     Esta es la verdad que para nada procede de los prometedores políticos, salvo excepciones de sobra conocidas de las que suelen dar cuenta los libros de historia.
     ¿Cuál es el defecto de la sociedad que hoy está llamada a protagonizar la evolución y desarrollo de los pueblos y ciudades de España?
      Es su buena fe. Creen en lo que no vimos y se olvidan de crear lo que no vemos, conforme a lo que predicaba don Miguel Unamuno.
      Crear lo que no vemos está en manos de avispados negociantes apátridas y dados al recuento del progreso económico, sin ir a los altares de la misericordia.
      La defensa de ciertas virtudes vocacionales en España y en muchos otros países no funciona.
Hemos pasado de contar curas hasta en la sopa, a regalar la sopa de curas.
      Y esto ni es pesimismo lacrimoso, ni un punto de vista envejecido. Es la búsqueda de un equilibrio que en España-y en países parecidos- no se usa, ni se valora.
      El desequilibrio actual se llama "globalización" en un extremo y "nacionalización" en el otro.
      ¡Ya hablaremos!

lunes, 23 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (35)

     Cada día que pasa se complica aún más el enredo que nos trajo el coronavirus de los demonios. Es inevitable. Como único remedio nos aconsejan, nos empujan  hacia la huida. Y no es cualquier cosa; no es correr sin fatiga hacia nuevos horizontes, tal que las cebras; es ir a esconderse en la guarida, tal que las ratas. ¡Qué triste desenlace!
      Uno piensa: metidos en la oscuridad del recinto, -en el aburrimiento de cuatro paredes, en la rutina de no hacer nada-, en cómo el ser vivo, el bípedo implume que decía Unamuno, se inclina -en el seno de la desgracia- por mantener la lucha a oscuras cuando lo que pide el alma es la luz.
      Esta es la verdad del día, que no para hasta dar miedo.
      En plena acometida de esa que llaman "la globalización" del género humano, alguien ha puesto el punto de mira en los más ilustres mortales -de ello presumen- en un problema sin solución inmediata o a corto plazo.
      Esta realidad -no hay agua en el desierto- nos lleva al espejismo. En esas estamos. En casos así, el egoismo mata no se sabe si es para chupar sangre.
      ¿Y que solución queda?
       Es triste. Pero no hay otra puerta de escape: propiciar el descubrimiento del antídoto salvador en forma de botica.
       Mayormente, para ponerlo a la venta y salvar antes que a nadie al pudiente...
       Por muchos que se empeñen: no somos iguales, salvo cuando llega el suspiro final, suponiendo que no exista el cielo.
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sábado, 21 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (34)

     Frente al éxito de la globalización comercial y financiera, surge la  enfermedad que, divulgada desde muy concretas y limitadas zonas locales, se "mundializa".
     Pero -adviértase-un hecho, una enfermedad combatida como se puede por procedimientos en desuso, haciendo de la casa un refugio y del tapabocas una aspirina. Esto da para mal pensar. Y no eso es todo. El latigazo que le espera a la familia de los  fallecidos, ha sido tan higiénico y eficaz como para privar a las familias que perdieron la vida de un ser querido, -por esa y otras causas- a conducirlos al otro mundo sin ceremonias eclesiásticas públicas por razones higiénicas.
.    Es la respuesta "progresista"  que nos imponen: la soledad. Todo un éxito para una progresía lindante con una cultura silvestre, ahora cuando las honras funerarias pueden llevarse a las casas, con  más razón si afectan a un episodio en soledad que mata por docenas. Pueden llevarse a las casas por vía inalámbrica, y no se diga que los políticos no la usan cuando les conviene.
     Pero mi idea era hacer ver cómo olvidamos la existencia de medios para no dejarse arrollar por políticos mediocres que no abren vía franca al progreso auténtico.
     No estoy para florituras -por viejo y por escarmentado- pero me desmoraliza que no se alcen una docena de alaveses en defensa de lo propio; de lo que se ha hecho con el dinero de todos. Y digo "lo "propio" sin propósito de lucro alguno.
      Verán: los historiadores no lo cuentan pero tengo noticia de las dos personas -dos- que movieron la parsimonia de una ciudad dormida, para provocar el desarrollo industrial de Álava por los años cincuenta del pasado siglo.
      Alava es un punto de encuentro. Si no lo ven, mal se puede aprovechar.







































































































































































































































































































































































































































































































































viernes, 20 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (33)

     Tengo mis dudas. Sí: nadie negará que el tinglado montado a cuenta del "coronavirus" se las trae moradas. Es decir que vivimos una pelea cuyo resultado será una victoria o una derrota para las sociedades adelantadas en el uso y disfrute de la Globalización de moda. Si no salieran derrotadas, habría que dar paso, como auténticos jerarcas, a los elegidos por los votantes de buena fe entre los más capaces de modelar el cambio.
      ¿Pero cómo se atreve este abuelo a plantearnos semejante alternativa?
       Comprendo, dos veces comprendo, que tienen razones los demócratas para dominar el tema. Y yo no. Pero, no se por qué, creo que van a ganar los globeros y vamos a pasarlas canutas viendo como,  los sometidos a la democracia santa, pasan a estar dominados por la internacionalizada  totalitaria y victoriosa China.
       Verán: los italianos -conscientes de sus limitaciones- han pedido auxilio a los chinos que ya han desembarcado con sus equipos y sus tapabocas para remediar los males acarreados por el "coronavirus".
       Por el momento los tales tapabocas fabricados por los chinos, -que son al abundar aplicables a diario en todo terreno, en la calle y en recintos cerrados- van a producir abundantes beneficios; y en todo momento, porque este remedio, que caduca después de cada uso, se renueva por necesidad o no sirve para lo que fue inventado. Y las pérdidas se pagarán por las naciones atrasadas.
       No digo que vaya a suceder así; digo que podría ser así. China va por delante y esto lo saben hasta en los EE.UU. que suelen estar a tanto del manejo democrático al uso. Más o menos tarde, las democracias europeas unidas, si no dan un cambio pasarán a ser dominadas por un modelo de globalización aún sin perfilar.
       El tiempo pasa. Pero mal asunto si se deja pasar.

jueves, 19 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (32)

     Un pobre despistado, tal que un servidor,  poco amigo de fronteras y murallas, se siente traicionado por el medio puesto a punto para combatir a un microscópico personaje venenoso: han pretendido que no se cuelen en los hogares patrios  los extranjeros por el hecho de serlo, sin más trámites, para evitar que pasen a escondidas el tóxico que mata.
     Y además, a sus compatriotas se les ordena que no salgan a la calle a no ser que sea por razones documentadas o para pasear al perro. ¡Tiene melones la carga de leña!
      En una sociedad libérrima como la nuestra, la española, tal medida habría sido considerada como dictatorial si llega a disponerla una derecha morbosa. Pero... así es la vida, como la tal medida es propuesta por las izquierdas, ha sido aplaudido del refugio casero, sin más preocupaciones.
!Ellos sabrán por qué!
      Pero yo no quiero equivocarme: la mayoría callejera de paisanos en la actualidad, buscan al aire libre, aunque  esté viciado,  un confort que para sí quisieran en sus respectivos ambientes. Claro que no es éste el caso. Son muchos los españoles que aceptan la idea de que encerrados en casa, con los micro organismos venenosos encima,  estos  son tan fieros como en la calle o en los recintos donde uno trabaja o se divierte. Luego aquí se cuece algo que va a necesitar el aplauso de la mayoría; y la libertad que se otorgue, a no tardar, será un éxito que imagino pero no de atrevo a desvelar.
      Cuentan que un fiel feligrés judío se dirigió a un sabio sacerdote de su religión para pedirle un consejo:"En mi casa -le dijo- vivimos el matrimonio con diez hijos, dos perros, un gato y tres puercos... Una vida imposible. ¿Qué puedo hacer?". El consultado le dijo: "Echa de la casa a los perros y a los cerdos y pasado un mes vuelves y me informas".
    No volvió.

miércoles, 18 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (31)

     Cada día que pasa, en tiempos de crisis,  surgen proyectos de futuro con soluciones diversas. Soluciones que nos conducen a no perder la esperanza, a ser optimistas. Me apunto muchas veces a este fácil desarrollo del futuro,  pero durante la noche, en las horas de insomnio, brotan las dudas.
     Nuestros gobernantes se han propuesto reunir doscientos mil millones de euros, para activar un conjunto de proyectos con los que satisfacer las necesidades de una mayoría de españoles. Se pondrá  en juego un abanico de iniciativas y se activaran numerosos remedios para las clases mas necesitadas.
     No quiero ser pesimista. Pero ante soluciones expuestas a los cuatro vientos por los partidos dominantes en el reino de España y después de ver como machacan uvas en otras latitudes, uno se siente obligado a dudar. Y concluye: cuando una familia ha vivido  sacrificios ineludibles para salir de la pobreza y comer caliente, sabe lo que cuesta subir y lo fácil que es bajar.
      Llegados a ciertos extremos, los que viven la calle y en la calle, tiene dos caminos para no caer de bruces: uno es la reducir el gasto y vivir una austeridad programada; el otro consiste en romper prejuicios para trajinar -según se decía en tiempos de la posguerra-, con las artes del "estraperlo".
      Estamos viviendo horas determinantes.Van a cambiar las costumbres de forma lenta, pero segura.Y no lo olviden: los mejor armados para vencer en este trance, -cuando más pregonan los políticos la igualdad- son los que dominan el nuevo lenguaje desigual utilizado por los partidarios de la "globalización" inevitable; son los auténticos dirigentes de las movidas ya en marcha.
      ¿Y cómo eludir la acometida?
      Es para pensárselo.

martes, 17 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (30)

     Hasta aquí hemos llegado. Tengo una media docena de novelas escritas y publicadas pero no publicitadas. Termino por sentirme satisfecho con que las hayan leído doscientas personas -si llegan- y de no aburrirse. Eso es todo y no pretendo ir más allá.
     ¿Por qué? Les confieso que mis narraciones noveladas, viciadas por su simpleza, las toman en serio bastantes lectores y, cuando expongo  hechos reales  -que rodeo de suavidad para no herir a terceros- estiman que son anécdotas o curiosidades divertidas.
    Si fuera a narrar  las circunstancias que rodean el nacimiento y vida de la pandemia que nos abruma, me tomarían por explotador fantástico de una historieta, con la que provocar el sueño del lector en una cálida noche de verano.
     En mis largos insomnios -cosa de viejos- suelo entretenerme en buscar soluciones a problemas socio-políticos que marean y nunca los resuelven. Entre ellos está el paro laboral que sufren varios millones de expectantes compatriotas. ¿Por culpa de quién tal paro? No lo duden: tiene su importancia. Hasta ahora, son tantas las obligaciones y tantos los aflojamientos de dinero que han de poner en juego los inversores, tan exigente ese tinglado de complejo arranque, que resulta mejor no iniciar nada.
   Pues bien: se acaba de vulgarizar el "tele-trabajo" que permitirá a muchos ganarse un sueldo en su casa  sin más,  para atender una abundante realización  de tareas. Tele-trabajo que se ha puesto a funcionar, sin ruidos,  en un par de semana.
    Del mucho a exigir estamos pasando al poco pedir.
    Una verdad digna de su desarrollo.

domingo, 15 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (29)

     Hoy toca hablar del papelón que desempeñan -no hay más remedio- los políticos con mando en plaza, que gracias al sacrificio y talento de los colegiados médicos con los auxiliares del ramo y de las instalaciones heredadas y costeadas por españoles del montón con mucho sacrificio durante casi un siglo, puede esconderse la vergüenza que dan los días que estamos viviendo.
      Sí: estamos viviendo las vísperas de un cambio provocado por una pandemia que se veía venir sin que nuestros regidores democráticos se dieran cuenta del chaparrón y sus inundaciones. Y ¿de dónde "sacan p´a tanto como destacan?
     Muchos españoles de distinto sentir político  pensaron  -al ver que los votos democráticos rompían el bipartidismo-  que había llegado el momento de aliar al partido social-demócrata con el centrista para reducir las diferencias sociales por vías constructivas. Un paso dado ya en otras naciones más bien adelantadas y previsoras.
     Pues ni con lija. Era muy difícil sacar brillo de aquel tocho de hierro. Y al final -como reza la frase hecha- se aliaron el hambre con las ganas de comer y ahora -y pido perdón por insistir- el que más chifla capador.
     Vamos a entrar en un período de austeridad que acabará por romper este desaguisado a la española, peligroso a todas luces y hasta posible promotor de revueltas pro-dictatoriales, no sabemos de que signo pero, en todo caso, de ordeno y mando.
     España responde, como se ha visto pese a las políticas más viciadas. Un porcentaje muy digno de socialistas nunca aprobó el giro dado para hacer estas migas. ¡Por algo será! Habrá que pagarlas.

sábado, 14 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (28)

      Sin querer meterme en el complejo resultado -materialista a conciencia- de la política mayoritaria que nos domina, nadie me negará que las masas humanas están siendo revueltas por el sector financiero, en beneficio de pocos y sufrimiento de muchos.
      ¿Qué estoy trasnochado? Ya me lo dirán en cosa de meses porque la "revolución" ya está en marcha. Y no se olviden: los políticos siempre tienden a vencer para justificar "su" derecho, (el de quien gana), y a disponer libremente del que pierde. La escena se ha repetido a lo largo de la historia, en mil versiones; la de ahora se funda en el poder que otorgan los conocimientos científicos.  Conocimientos que se materializan en la vil moneda  que siempre exigió un carro  del que tirar los débiles toda una vida.
      Los críticos de esta realidad "globalizadora", calificada como eficaz  por su rapidez y extensión,
manejan un ideario -más que escrito divulgado con imágenes sonoras y persuasivas- que pasa por  encima de idiomas y fronteras, de devociones u odios, de guapos o feos,  de ricos o pobres... con una llamada breve y expresiva.  Su poder es inmenso. Su influencia profunda.
      Luego no hay remedio si no aprendemos primero a reconocer que la historia no ha hecho otra cosa  que registrar el cambio de  doctrinas ya gastadas; un cambio de costumbres, hábitos, valores, ciencias, virtudes, tareas... que, en nuestros, días están por imponerse a marchas forzadas. 
      ¿Acaso la vigente realidad no está dando la vuelta a las costumbres, a las carteras y a los sueños de millones de personas?
       No lo sé. Pero... ¿por qué no estudiar el proceso globalizador para humanizarlo sin salirse del tiesto?

viernes, 13 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (27)


     Es muy difícil, para quien desea informarse y con tal propósito recurre a  las más diversas fuentes, acertar en sus conclusiones. Según dicen fue Ignacio de Loyola quien dijo aquello de "en tiempos de tribulación no hacer mudanza". ¡Vayan ustedes a saber! El caso es que desde la China pujante, han metido a medio mundo en tribulaciones de pistón; y la mudanza está en marcha en los países que se sienten más afectados por el mal llamado "coronavirus".
     El caso es que muchos -por no decir la manada- no acaban de saber por qué se ha provocado la huida de los seres humanas para no salir de sus casas. Así ha empezado el meneo desconociendo cuando acabará con éxito ni cuanto nos costará esta paradoja.
     Uno que se mueve en el campo de la ignorancia -como es mi caso- ha descubierto que este micro organismo causante de la movida, tiene mucha historia y está en alguna medida relacionado con  el  hábito del beso cariñoso, boca a boca, y otras marranadas gozosas. Y resulta que quienes más pierden la vida por estas irremediables costumbres son los viejecitos que no saben, ni entienden ni comprenden, tan complejo desenlace.
     ¿A dónde vamos?
      No se sabe con certeza cómo se apagará el fuego. Y viene a cuento la frase popularizada por el cine: algo ha de cambiar para que todo siga igual. Es el deseo de muchos mandamases, pese a que se les va el dinero a chorreo sin que la inversión favorezca a los más necesitados.
      Así es la vida.


jueves, 12 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (26)

      La verdad nos dice que la presencia en Europa de la plaga identificable como "coronavirus", llegada a gran velocidad desde China, es tan moderna como poco conocida entre los políticos progresistas de turno que tanto presumen de adelantados y vivales. Están -última moda a costillas- hartos de dogmatizar a cuenta del progreso que huele a viejo y de olvidar la "Globalización" impune. ¡Chúpate esa que está doblada!
     Quiero  decir -e insisto en ello para evitar interpretaciones dudosas- que el progreso de nuestros días avanza a gran velocidad y  el vehículo en marcha del que se sirven los expertos en la materia tiene sus secretos y está en manos de muy pocos. Mal asunto y peor si son españoles los que presumen de lo contrario, o sea de listos que no la huelen.
      Un bicho impalpable, invisible e inaudible, ha viajado con la rapidez de una onda electro-magnética desde Asia a Europa y -según parece- ha pillado a los progresistas de turno preparando su futuro con ideas reformistas de siglos atrás.  Y ahí es donde se contradicen: lo primero que han hecho los políticos, con mando en plaza, es cerrar las escuelas, sin tener en cuenta que, tanto los jóvenes como los niños de ambos sexos, son los que mejor resisten la capea. Aquí y ahora los que podemos cambiar de barrio  somos los viejos; una carga que desaparece  -y eso lo saben hasta los chinos- y libera la tesorería patria de un imposible.
      La verdad por delante sin que esto espante, que decía el cura de mi pueblo en el sermón de los domingos: hay que empezar a progresar venciendo los inconvenientes de la velocidad. Hay que hacerlo  aprovechando sus ventajas.
      Al fin y al cabo estamos experimentando el "Teletrabajo" y "La Escuela a Domicilio".

miércoles, 11 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (25)

     Ha tenido que suceder -quiérase o no- un hecho inesperado: la plaga que llaman "coronavirus".  Fenómeno llegado de China al calor de una difusión en tromba: la "globalización".
     Si usted lector es sincero y se asomó para analizar  este suceso, tiene que haber comprobado cómo, la tal peste,  ha pillado con el culo al aire a una inmensa mayoría de políticos. Al fin han sido -aquí en España- los expertos en soluciones bravas, casi todos médicos y médicas, los que agarraron al toro por los cuernos para que algunos responsables de verdad siguieran pregonando sus doctrinas llenas de bondad pero cargadas de mentiras.
     Y claro, con el culo al aire libre, ni con el bla-bla-bla, se arreglan las desgracias como sucede con las inundaciones del levante, visitadas a bote pronto por los líderes de la movida para luego dilatar el remedio con pretextos varios.
     La clase médica y auxiliares locales ha respondido y han demostrado cómo la velocidad -según un vulgar adagio- no se puede confundir con el tocino. Pero no es eso todo.
     El problema está sin resolver.  El primer paso era y es urgente, y tiene un precio. Es natural. Las desgracias, de una forma u otra, hay que pagarlas y no bastan las ayudas de la Europa unida.
     Los políticos íntegros -que los hay- saben de sobra que las víctimas al uso -las clases medias- están en crisis y no  les puede pedir mucho más.Los pudientes se largan (si no se han largado ya) a otros lares con el santo y la limosna.
     ¿Y que nos queda? No quiero ser pesimista. Ni quiero estar bien informado. El destino lo dirá.






















































































































martes, 10 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (24)

     Puse ayer de manifiesto el contrasentido del sistema fiscal español que carga de impuestos  y de obligaciones costosas a las pequeñas y medianas empresas. Los responsables de esta realidad no quieren ver cómo muchos españoles, sufridores de este efecto disuasivo,   terminan por engordar el censo de parados.
     También puse en evidencia que el turismo a la española está lleno de playas gratuitas para animar el cotarro. Quería dar a entender que si esta generosidad, aunque con otros valores, se aplicara a los laboriosos inversores que se arriesgan como autónomos, tendríamos menos parados.
     Hoy me entrego a la lectura de un comentarista del ABC que pone en evidencia lo dislocado que anda el PP del País Vasco para conseguir votos. Tiene sus causas, de sobra conocidas. Influidos desde Madrid, no se identifican con sus electores.
     Alava, Vizcaya y Guipúzcoa se sienten hermanas pero no quieren igualarse. En Alava, sus gentes,  se ven injustamente disminuidas. Los vizcaínos, persuadidos de su valía y con Bilbao abriendo brecha,  son los que mandan . Y los de Guipúzcoa, vascos auténticos, se distinguen por el dominio del idioma patrio, del que presumen y no sin razón: son los más puros.
     Que conste que no soy historiador pero -cuando veo dificultades sin resolver- me inclino a consultar las soluciones halladas por nuestros antepasados en circunstancias parecidas.
     Los de Alava, de Vizcaya y de Guipúzcoa se sentían hermanos, pero no primos. Si bien es verdad que en casos de guerra,  se unían para vencer sirviendo al Rey de turno que respetaba sus fueros. Es decir que si se liaban e iban juntos, era en defensa de lo propio. Muy fácil: se reunían en conferencia para dictar acuerdos turnándose el punto de cita, en pie de igualdad y con derecho de veto hasta coincidir plenamente.
     Reproducir ese sistema,  - de esto no hay duda- nos haría ganar tiempo y no perder dinero. El Partido que defendiera esta idea, estructuraría su esquema de mando y  daría pie a una gestión eficaz y rápida.
     ¿Por qué no se entienden?  Se lo diré D.m.


lunes, 9 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (23)

     Aquel que piense en alcanzar un objetivo muy concreto, para lo que fuere, ha de calcular si puede o no cumplir con las obligaciones o condiciones que lo conduzcan a un final feliz. Es decir que si uno se viera incapaz de afrontar un  programa de mínimos para crear  una empresa y mantenerla activa rindiendo beneficios, no daría un paso al frente.
     El crecido número de trabajadores sin empleo tiene su origen en miles de empresarios españoles o extranjeros, asentados en España, con pocas esperanzas de hacer negocio.
     ¿Por qué sucede tal cosa?
      Porque los políticos -de toda clase y condición- se valen, para subsistir,  de la recaudación tributaria que suele ser mayormente soportada por los que trabajan y emprenden. Y si necesitan más dinero, aumentan  la presión fiscal y nuevas cargas sobre los mismos pecadores. Pagan por trabajar.          Muy al contrario, tenderse en una playa a tomar el sol y recrear las vistas o dar masajes al pellejo, es un ejercicio libre de impuestos. Es un oficio saludable y así lo palpan la mayoría rampante de los profesionales del ramo españoles y extranjeros.
      Su ideal -el de una gran mayoría-   es mantenerse en el tíovivo de la feria que, aunque rentable no da para mucho más. Mientras, -salvo contadas excepciones- aumenta el número de personas siempre dispuestas a vivir de la política o en sus alrededores. Al parecer, no les importa  las estrecheces y sinsabores de una gran parte de la población con poco poder adquisitivo. Y no cesan de proclamar esta inquietud que dicen sí les afana y  empuja hasta perder la piel, para acabar con el mal ajeno, como darle doble entierro a un muerto que no es de su agrado.
      En estas circunstancia vale bien poco que los poderosos se acojan a las ventajas que, en pleno desarrollo,  les proporciona el fenómeno llamado "la globalización". Se ha roto el equilibrio del poder,  hoy en manos de empresas supranacionales que manejan fondos monetarios para multiplicar sus beneficios sin miramientos. No sabemos -por ejemplo- si están implicados en los negocios de la plaga  conocida como "coronavirus",  tan incontrolada como costosa para los más y productiva para unos pocos.
     Ahí está el gran poder del voto ajeno, sin fácil remedio y menos a bote-pronto. Voto que nadie sabe como repercutirá en su hacienda familiar.       
     

domingo, 8 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (22)

       Mi encuentro con un viejo amigo es para mi sorprendente. Se toma la confianza de chincharme. "¿Tú que harías para constituir un partido político centrista en las Vascongadas?". Le respondo: "Me pides un imposible: mi edad no me lo permite". Y no se contenta: "No te pido -insiste- que hagas nada. Es un supuesto: ¿qué harías...?".
       Borrón y cuenta nueva y siento en mis entrañas un mar de dudas.
       Paso a darle una satisfacción a mi vieja amistad: "Es muy difícil dar en el clavo para convencer a un centrista. El votante de este signo, atemperado y pacífico, no tiene puesta su fe en la política. Lo suyo es más práctico. Cada uno se las arregla como puede y hace camino al andar a su manera".
       "Es decir -persiste el amiguete- que los centristas auténticos no necesitan políticos..."
       Y le respondo: "Solo he dicho que no se fían". Y añado: "Jesús el Nazareno, con su divina gracia, tuvo que empezar con doce apóstoles y uno de ellos resultó ser traidor. Todo para implantar una fe. Si encuentras tu seis personas  con buena disposición para hablar de una política centrada y constructiva, vienes y me lo cuentas".
       Ser político y centrista en línea de honradez no se paga con dinero ni con estatuas a caballo o con el nombre de una calle. Al entregado a los demás lo suelen olvidar,  si es que no lo derriban antes.
      "No obstante te voy a dar materia -le digo al viejo amigo-. "Los tres territorios forales -Álava, Vizcaya y Guipúzcoa son dignos de un estudio a fondo: no han perdido  su régimen competencial ni las posibilidades de rehacer y revivir su autonomía para mejorar el medio ambiente, para darle vida y crear cierto bienestar".
      "Para mejorar lo que tenemos, sería necesario actuar en tres sectores: el laboral (que comprende la revisión de salarios, reservas y pensiones mediante la creación de puestos de trabajo  solidarios y la supresión de costumbres obsoletas); el territorial (que abarca el estudio y el uso de los medios necesarios para modernizar la evolución de pueblos, villas y ciudades  y defenderse así de los efectos negativos globalizadores); y el educacional (que exige dar un giro desde la raíz  de la educación actual, para -entre otras medidas- motivar nuevos usos y costumbres e inducir a las clases medias a que promuevan la higiene y el hábito de valerse, entre otros medios, de una medicina preventiva)".
       Claro está: una trayectoria expuesta en cuatro párrafos, no se improvisa. Así que, si quieres aprender, otra vez será.

   


sábado, 7 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (21)

      Todos somos iguales ante la ley, todos nacemos con los mismos derechos según dictado de las Naciones Unidas. Y con los mismos deberes. Pero... nunca sostuvieron los entendidos que todos somos iguales ni por casualidad.
      Entretenerse en divagaciones sobre esta materia no conduce a nada. El listo es distinto del que no lo es. Por eso la palabra "listo" -con otras letras y el mismo significado-  aparece y permanece en todos los idiomas de los pueblos dominantes.
      Por ahí empieza la cosa... "Nosotros somos los "listos" -sostienen los políticos en el poder aunque no lo sean- y por eso nos votaron". Y se identifican como tales, seguros por si mismos,  cualquiera que sea el ramo del que procedan: derechas o izquierdas. Y se hacen los amos.
      Por eso en algunas escuelas, llevados por los deseos de igualdad de los docentes, no quieren que funciones los premios con que distinguen normalmente a los más listos: no vaya a suceder que los mejor dotados se hagan los amos de la barraca y nos revienten la tostada.
      Hubo un personaje  del siglo XIX  -Joaquín Costa- que diagnosticó: España necesita "escuela y despensa". Pero no tuvo en cuenta qué  clase de escuela ni las limitaciones de la despensa. ¿Ven? No somos iguales.
     Joaquín Costa -dicen- era un pesimista. Es decir -según la frase también celebre- un español bien informado.

jueves, 5 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (20)

     Con toda mi buena fe  creo haber alcanzado un mínimo de ideas,  muy ligadas a un deseable porvenir de la tierra que me vio creer. Un porvenir positivo que incluye el deseo de prosperidad del prójimo en la máxima extensión de este concepto,  a sabiendas de que tiene sus dificultades.
     Álava -una tierra intermedia, situada entre la costa Cantábrica, con su cadena montañosa, al norte y la línea del río Ebro por el sur. Parcela singular, punto de encuentro de una suerte de habitantes con raza propia, luego fundidos en una mezcla con genuina personalidad.
     Corriendo el paso del tiempo y sin negar otras influencias, Alava vino, de hecho y por derecho, a sentirse integrada en la nación llamada España, junto con los territorios forales de Vizcaya y Guipúzcoa, como se confirma en la Constitución española vigente, aprobada conforme a unas  reglas básicas y democráticas.  Acto seguido, esta reforma fue confirmada  por un referéndum mayoritario que dejo  abierta la posibilidad de ser sometida, la dicha ley de leyes,  a toda suerte de cambios futuros y, por el mismo procedimiento, a dotarnos de posibles evoluciones avanzadas: incluso un cambio constitucional secesionista si es refrendado por todos los españoles.
      Sobre esta realidad legal puede construirse una nación modelo muy distinta de la conseguida -podría decirse que a mordiscos- por unos políticos que se dicen progresistas: pero se olvidan del encaje de una España moderna y activa en  Europa y termina por cultivar  el huerto que de envidia al vecino de enfrente. Así creen haber dado con que el logro de la igualdad,  aunque los más vivan en chabolas, eso sí muy igualados.
      Si esta última idea, la de la falsa igualdad,  triunfase -y vamos por ese sendero- nuestras ciudades crecerán con dos barrios: el de los muy ricos (lleno de siervos) y el de los muy pobres (lleno de esclavos).

SIN MIEDO A LA VERDAD (19)

     En Euskadi el número de nacimientos de estos últimos años disminuye. Y un porcentaje de los nacidos en territorio vasco, son hijos de madres extranjeras. Es para pensarlo.
     Por otra parte, los muertos domiciliados en este territorio, ganan en número a los niños llegados al mundo en el mismo período.
     Si estos datos no se corrigen, -y llevamos años anotándolos- el País Vasco dejará de serlo en esencia en pocos años. Los hechos de este tipo obedecen a un cambio de ideas asumidas y practicadas por el pueblo llano, muy distintas a las de sus antepasados. Las razas se desvanecen al calor de esto que llaman la globalización del planeta Tierra. Es paradójico, pero es.
     Cada uno es muy dueño de sacar conclusiones libremente pero se admitirá -digo yo- que de los dichos a los hechos hay una gran distancia. Es decir que los pobladores dominantes de una tierra, -una región, un país-  al cambiar de apreciaciones, cambian de costumbres.
     Y esto ya se está presintiendo en el quehacer diario. Los hombres y mujeres -cada día más- tienden a no casarse: se emparejan con derecho a roce y procuran vivir  cada uno donde puede o quiere. La mujer -y esto se demuestra con frecuencia- se defiende sola  mejor y con más limpieza que acompañada del macho, viniendo a demostrar que es más inteligente que su correspondiente varón. Hay excepciones -es cierto- pero no hacen sino confirmar la regla.
   Maravilla ver cómo ellas se entregan a su tarea con un talento que crea escuela. ¿Qué sería de nuestro Don Pedro el listo sin la compañía femenina que le rodea, asiste y enseña?
     Insisto: es para pensarlo.
   

miércoles, 4 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (18)

     Mi vida se limita por los cuatro costados y esta especie de soledad impuesta por el paso del tiempo, los años,  has de aceptarla pues,  al contrario, la masificación de gentes que tanto gusta y atrae a lo juventud, es para pensar: el inmaduro necesita apoyos sentimentales y cuando nos los encuentra se deja llevar por el instinto; el viejo -si le funciona el coco- es más reflexivo.
      - ¿Tú eres de derechas? -me pregunta un joven de confianza que se siente defraudado.
      - ¡Hombre! Lo soy a veces y con remordimientos de conciencia. ¿Por qué me lo preguntas.
      - ¡Por nada importante! Tal vez porque veo a muchos derechosos que van a votar sí al  nacionalismo vasco.
      Me encierro en mi silencio y el interlocutor adivina que el tema me disgusta y se calla. En mi mente la obsesión me domina. Pero de inmediato cambio de tema para  hablar de esa gripe llegada de  China que la están sobando los medios de difusión:  propaganda que distrae la atención de las masas y hace pensar: ¿Que proyectan desde el alto mando? ¿Por qué nos quieren distraer?
      Algo están cociendo, y no sabemos qué, las huestes de Pedro y Pablo. Y mi confianza de viejo -o sea muy mermada-  me lleva a pensar que el nacionalismo catalán está de enhorabuena y la democracia culera a la española, que dice ser de izquierdas, se auto felicita como el Conde Duque de Olivares cuando se independizó Portugal. Un chollo. Les debíamos una buena suma de dinero a los portugueses que, al separarse. dejamos de pagar...
     ¡Jo que tropa!

  

martes, 3 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (17)

     No sería oportuno que llegara a quejarme de las circunstancias políticas que han influido -e influyen- en el pobre desarrollo económico-social de Álava  a verificar desde los comienzos del siglo XXI. Poco a poco, día a día, el macrocefálico territorio vasco-alavés si no está adormilado es que va de capa caída y sin fuerzas vivas con las que tocar el cielo.
     ¡Cuidado! Yo no estoy buscando culpables. Me quejo de cómo las personas capacitadas para asumir el futuro de su pueblo -el alavés- no se comprometieron a colaborar y dirigir una trayectoria positiva que ya -por los aires que corren- los ahora dominantes no lo permitirán. Todo menos levantar cabeza.
      Y que conste una vez más, tampoco cargo de culpas a los nativos. No soy quién, pero es que -sin dudas- la política económica y social aplicada como moderna -último grito-,  está barriendo para la casa de mandamases, para los suyos; idea ésta apalancada, como si fueran tratantes de  feria, con sus afanes: subirse al tío vivo y chupar de la goma, al tiempo que predican todo lo contrario.
     Con una Constitución en marcha -cuyos padres pensaron en la lealtad y nobleza de sus conmilitones-, convertida ahora  en pretexto  para dar base a un moderno patio de Monipodio con autonomías varias,  la hemos pringado. Cada territorio autonómico, cada uno con su caballo de Troya desde el que fornicar a la marrana  (para ellos España), no vamos a fortalecer al pueblo (para los unitarios) ni a las naciones emergentes (para los secesionistas o divisionarios).
     Esta es la deriva a la que nos conducen: fundar reinos de taifas que serán manejados desde el exterior como si fuéramos una playa para veraneantes extraños (es decir extranjeros) algo que ya sucede y sucederá con más ironía en un futuro imperfecto.
    Ya lo verán, si esto no cambia. Se lo diré otro día D.m.


















































































































































































































































domingo, 1 de marzo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (16)





  •      

  • Hay quienes ponen en duda que el aeropuerto de Foronda está limitado únicamente por razones económicas. Me he permitido copiar un párrafo con el nombre de su autor, editado en el año 1914.

Un informe encargado por el Gobierno vasco a un experto en aviación, Yon San Martín Contreras, concluye que el aeropuerto de Vitoria, ubicado en la cercana localidad de Foronda, constituye la mejor infraestructura aeroportuaria del País Vasco por delante de Loiu (Bilbao) y Hondarribia (San Sebastián) por ser la más amplia, la más segura y la que menos inclemencias meteorológicas sufre. "La pista de Foronda es, sin lugar a dudas, la más adecuada de la comunidad autónoma vasca para albergar vuelos intercontinentales y vuelos en general", concluye este documento, enviado al Parlamento por la consejera de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi, competente en materia de Transportes. Foronda, sin embargo, lleva años sin vuelos regulares de pasajeros, hace ahora dos años vio cómo el operador Aena reducía su plantilla y horario -ahora sólo se abre de noche y entre semana- y, recientemente, las instituciones alavesas han denunciado que el Ejecutivo autonómico ha guardado en un cajón un proyecto industrial paralelo al aeropuerto, el polígono VIAP, concebido para reforzar al que, pese a las dificultades y la competencia de Zaragoza, sigue siendo el cuarto aeródromo de carga más importante de España y el referente en la zona norte al ser base para DHL y TNT."

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       Es decir, que los alaveses, pintamos poco en el Euskadi peninsular por una sencilla razón: somos menos y con menos cartera. Y nos toca, en este sacro santo territorio foral, interpretar el papel del limpiabotas. Porque las limitaciones -hoy de otro calibre- siguen vigentes.
      Por si a ustedes lectores les parece que exagero, les remito a la propaganda que se hace del turismo vasco  en importantes publicaciones divulgadas por las ondas electromagnéticas. Álava no cuenta y,  claro, tan buenos como despistados, los alaveses se callan cuando no  cantan "que buena es la madre superiora".
      Leo en la Constitución vigente, artículo 137: "El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses".
     ¿Y que hacen los llamados a defender sus "respectivos intereses"?. Les digo: confundir el fuero con los huevos.
      Pues bien: si este artículo se coordina con el  143, -búsquenlo si les place- hay campo de sobra para luchar por una defensa de valores justos, equitativos y razonables. Estamos ante un  caso de interpretación de la ley, desde a ley. Estamos en vísperas de unas elecciones. 
      D.m. ya hablaremos




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