sábado, 16 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (89)



      SIN MIEDO A LA VERDAD  (89)

Estamos siendo testigos de un eposodio que se desarrolla con rapidez peligrosa en gran número de pueblos del planeta Tierrra. Estamos padeciendo los efectos de una pandemia bautizada con este nombre: "Coronavirus" . Pegajosa enfermedad popularizada,  que  ha conseguido alterar la salud en las naciones más inspiradas en un sobado progreso.
     Progreso significa avance, para ganar nuevas soluciones a viejos problemas. Por ejemplo, el paso ya en marcha dado por sus moradores,  para huir de los pueblos cada vez más solos y vacíos y asentarse, a poder ser para no mal vivir, en las grandes ciudades, no es progresar. 
     El progreso, por lo general y a lo largo de siglos, es algo previsto y manejado por los cuatreros de la política. Sin embargo, casi siempre el hecho de progresar va unido a inventos  surgidos entre técnicos estudiosos, experimentados y cargados de genio iniciático. Y si luego ese progreso se divulga, es por su rentabilidad; cuando ésta se acaba, termina también hasta el dato de su existecia. ¿Quién se acuerda de las sanguijuelas como remedio farmaceútico?
     Y expuesto lo que antecede, no vale vender como novedad curativa, es decir como progreso, el alejamiento de los enfermos trasladándolos a un hospital o a un paraje previsto para proporcionarle, en un último deseo, -si no ha llegado a tiempo-  una muerte digna. ¡De todo hay en la viña del montón!
     Uno no sabe si es así por costumbre: puede que no. Pero estamos dando pie a pensar que los viejos en serio, están de más. 
     Seamos optimistas. Se puede inventar la muerte dulce y hacer sitio para los quieren uno en el cielo. 

miércoles, 13 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (86)

     Si no varían las circunstancias que condicionan la vida de los seres humanos, nuestras costumbres y rutinas van a modelarse lentamente mirando al futuro. Pero si continuan apareciendo novedades que influyen en la riqueza de unos -que siempre existirá- y en la pobreza de otros -que si no son nativos vendrán de fuera-, el cambio estará llamando a gritos.
      El fenómeno provocado por los que ya está tomando posiciones,  puede derivar hacia una justificacion mal entendida en favor de la violencia de los empobrecidos;  y hacia la aparición de cercos protectores, por los que clamarán los nuevos ricos.
     No olvidemos que el río revuelto siempre se presta a que los fuertes rompan la red y los debiles escapen colándose por los huecos más abiertos del trasmallo.
      La división entre pobres, que crecerán en número, y los ricos puestos a egordar con más dinero, quedará una masa de clases medias que seguirán conductas muy extrañas, siempre luchando en la palestra y ajustando sus peleas a las normas de la ley.   
      Y pese a todos los cambios, la mesnada (o sea la tropa que pelea siguiendo órdenes sin salirse de la ley) - es decir las clases medias- tendrán encima  que chuparse el dedo, pagar impuestos y proclamar "yo no he sido".
      Atienda lector: ni soy profeta ni adivino adivinanzas. Solo le digo que cuando usted se vea humedecido por un liquido espumante, de color amarillo y tacto oloroso, es que lo han mojado con algo también llamado aguas menores. 
      Mejor pertenecer a un "lobby".


     

         


martes, 12 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (85)

     «Nobles discretos varones, / que gobernáis a Toledo, / en aquestos escalones / desechad las aficiones, / codicias, amor y miedo. / Por los comunes provechos / dejad los particulares, / pues vos fizo Dios pilares / de tan riquísimos techos, / estad firmes, y derechos». (Jorge Manrique. Siglo XV).

     Me han gustado desde niño -según recuerdos familiares- los libros de historia. Sus más interesantes episodios tenían un valor narrativo nada despreciable. Era yo un enfermizo y las horas de reposo se llenaron  de hechos curiosos difíciles de entender por un niño.
       Ese toque de atención sobre el texto de Jorge Manrique, que fue objeto de mi lectura en la niñez,  me dió que pensar en los años derivados de la guerra civil de 1936. Me dejó impresioado el contenido como si fuera una primera lectura. Yo andaba por los veinte y tantos años.
        ¿Y hoy qué? ¿Vale o o su lectura?
        "Vos fizo Dios pilares" pero ni hoy -con todo un mundo manejado a diestro y siniestro- ni mañana, estos apoyos van a ser útiles ni a encontrar "firmes y derechos" y aguantando y sobrepasando sus "riquisimos techos" a los varones que además, cuentan con la ayuda y vi
         Me siento perplejo. ¿Cómo pudo Jorge Manrque dar  en el blanco si no habíamos nacido?
      sto bueno de las señoras que vienen siendo muy valiosas, con todos mis respetos.
       "Desechad las aficiones, codicias, amor y miedo...." que buen consejo si hubiere buen señor.


  

lunes, 11 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (84)

 
SIN MIEDO A LA VERDAD (84)

  El ser humano, al paso de los años, fue experimentado el desarrollo de su convivencia con toda suerte de especies vivas. Y está claro,  unas veces ganaba y otras perdía y gracias a su memoria y al deseo de vivir, -digo yo, aunque puedo estar equivocado, porque también funciona el deseo de no morir- el susodicho género se fue entrenando para perdurar e irnos... (y aquí empiezan las elucubraciones)  a la otra vida si es que funciona.
    Lo malo de esta narración empieza cuando al ser humano le da por endiosarse y para ser algo se dedica a la política. ¿Y que es la política? Muy sencillo: una vez descubierto que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios  -unos más que otros- hay que ganarse dos cosas más: el incienso y el diablo. Pero no basta con endiosarse y/o  endiablarse para creer en todo lo contrario. Endiosarse o endiablarse... hasta  matarse.  Por ese camino, y como complento aparecen las derechas y las izquierdas, los buenos y los malos -según quien mire-  y para completar el cuadro los medio pensionistas situados en el "centro" y así acabar encabritando al más pìntado.
    Ya estábamos más o menos perfeccionando la escena, a punto de entenderse los medio buenos con los medio malos (o al revés) cuando los chinos apreden a manejar el llamado "coronavirus" y nos lo colocan en el mundo que se entiende como civilizado (exportación gratuita) y con el mal el remedio, el "tapabocas"  de viejo cuño que, por fas o nefas, cuesta lo suyo y hay que pagarlo, eso sí previa condena de los espectáculos masivos y ¿que será de nosotros si nos quitan el fútbol y con él la aglomeración del género humano que nos hace felices como si fuera el cielo?
     De verdad...¡las carga el diablo...!

domingo, 10 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (83)

      En el manejo de la poltica democrática, el bueno -si es auténtico- desplaza al mediano y con más razón al malo. Claro está: es el elector el que decide y, si no sabe, -es decir si vive en la ignorancia-, dificílmente acertará al votar.
     Esta afirmación tiene sus excepciones. En el ejercicio de la política llamada democrática, se constata. Se deduce del cambio que se dan a sus argumentos, en los predicaderos de turno, los profetas con mando en plaza de cada partido político. Por ejemplo, los nacionalostas vascos no quieren para Orduña la solución aplicable para Treviño
      Pero, pese a todo, lo que se idea es ventajismo. Los buenos apostoles, saben amañar su oferta con tal de no perder votos. Y la amañan.
      La evolución -por ejemplo y lo digo con el mayor respeto- del nacionalismo vasco, es ejemplar.
El fundador, Sabino de Arana y Goiri, puso como ideal inalterable (Jaun Goikua, literalmente) y como punto de arranque del PNV,  las creencias del catolicismo vigente. Hoy este PNV se declara aconfesional.
      Los actuales directivos del PNV se han quitado un peso doctrinal que restaba votos aquí y tal vez en otras jurisdicciones.
      Creo que han acertado, -como en su caso, respecto a su doctrina marxista,  lo hizo el PSOE- de forma pública y notoria.
      Desde un punto de vista práctico, las doctrinas estables y exactas no cuadran con los partidos demócratas en su versión más moderna.
      A mi entender este paso modernista, no se ha dado por los partidos del centro derecha que siguen defendiendo, por ejemplo, la existencia de enclaves de una provincia, dentro de otra, a toda costa.
      Y esto no responde a ideologías religiosas o patrióticas. Es decir que puede negociarse a gusto de una mayoría de ambos bandos. 
      Pero... vale más lo que siente que lo que se piensa.

sábado, 9 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (82)

     Confieso mis limitacione y tal realidad me obliga a penetrar en ese concepto que llaman "globalización"; me pongo a discurrir por mi cuenta y sin admitir la derrota busco,  y no paro, las lecturas para conseguir algo positivo.
      La "globalización", ceñida a eso que llaman compraventa,  me situa ante una realidad: las operaciones voluminosas están en manos de sociedades mercatiles -por poner un ejemplo- del gran capital; empresas que manejan, desplazan y arruinan con su poder competencial a las débiles del ramo. Al final estas últimas cierran y dejan vacías las lonjas que sirvieron de punto atractivo para cerrar operaciones que hoy ha mermado hasta desaparecer.
      Este vacío generalizado se extiende por pueblos, villas y ciudades donde, en consecuencia, se pierden puestos de trabajo. Pérdida que repercute en el bienestar de las familias emprendedoras de las clases medias y bajas que pasan, como mal menor, a colocar a sus hijos -y si pueden a colocars ellos mismos- en empresas de terceros a la baja.
      Pero... y aquí está el problema. Con el cierre abundante de pequeños negocios se pierden muchos puestos de trabajo que aumentan el número de parados. Al cesar en su oficio por cuenta propia, terminan por rendirse y ofrecerse a trabajar por cuenta ajena; pero no hay dónde.
     Conclusión: la abundante oferta de peonaje, favorece el número del jornaleros en paro. El desequilibrio hace que aumente el número de parados y la expansión de una pobreza generalizada.
     Esta demanda de puestos donde ganarse el puchero, salta a la calle y ahí aparecen los políticos con fáciles promesas y  soluciones radicales. No es la vía adecuada. Al menos está a la vista: la pobreza crece y la riqueza desaparece;  y pasa a manos de la gran empresa "globalizada".
     Si echamos la vista a evoluciones progresistas a lo largo del tiempo, vemos -por ejemplo- como la polvora redujo el uso en la pelea de las armas blancas.
     Refexionemos....
   

viernes, 8 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (81)

      Cuando uno hace memoria y repasa la evolución de su ciudad, (y de toda España) advierte que -pareciendo que todo sigue igual-, se han producido cambios que sorprenden al más integrado en la vida diaria. Después de la guerra del 36, -me refiero a la ciudad de Vitoria que tomo por referencia- el censo vecinal estaba algo así como estancado sin sobrepasar el límite de los cincuenta mil habitantes.
      El racionamiento de unos productos básicos -pan, azucar, aceite, café y algun otro- se retiraba de los comercios asignados a cada familia. El único periódico local, el "Pensamiento Alavés", edición de tarde, anunciaba como noticia importante, al grito de "el racionamiento", lo que nos tocaba coner durante un temporada en calidad y en cantidad.
      Vitoria era una ciudad parada, como la mayor parte de España. ¿Cómo que parados?  Antes, aquello era pobreza.
     ¡Esto de hoy es pereza! Cuatro rectores juegan en desequilibrio y pocos seres humanos, por no decir nadie, se plantan para echar el freno a tanta vacuidad transmitida a los cuatro vientos.
      Hoy, estamos sometidos con los puntos que duelen -entre ellos la cartera- a unas negociaciones de corre que te pillo, porque hasta en la película -de la que comen, chupan y bailan la mayoría de los que destacan-, puede verse cómo la mayoría de los asistentes cocurren por medias docenas y con suficiencia a los debates varios; y cómo demuestran que sobran y están de más.
      Aquí hay que empezar por saber cómo funcionan y cómo chupan hasta los monos de la movidas;  y cómo y cuánto pagan los que antes cumplían con la simple voluntad.
      ¿O no?


   
     


















































































































































jueves, 7 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (80)

     En España, sus habitantes medianamente informados, sospechan -al menos- que el número de parados de por sí notable y desnortado, va creciendo apoyado en dos bases: la crisis económica, que venimos arrastrando con los social demócratas al frente, y el desbarajuste creado para achicar los daños causados por el coronavirus que ha roto los hábitos y costumbres de una inmensa mayoría de víctimas..
      Esto supone -y así lo reconocen los expertos- que el número de parados está aumentando considerablemente (se habla de ocho millones) y van a engrosar las carencias económicas de la clase media y del pueblo llano.
      Esta amenaza conduce a respuestas violentas de los olvidados porque,  ni las derechas ni las izquierdas ni sus compañeros de jaima, se paran a discurrir sobre un futuro que amenaza a millones de españoles que, además de mal atendidos,  pueden encontrar las arcas vacías con fórmulas de soluciones ya historiadas pero carentes de eficiencia.
       Los países situados a la cabeza de los adelantos modernos para activar negocios y ganar dinero también en bebeficio del pueblo, son pocos y están localizables en un palpable centrismo, cuya vigencia -en el doble sentido- no se quiere no ver por los europeos de tierras lindantes con el Mediterráneo.
      Ayer lo vimos en lo que respecta a España. Ellos se atacan los unos contra los otro a cara de perro y así nos va.
     

























miércoles, 6 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (79)

     Si alguien ha metido horas para entender las explicaciones referidas a la llamada "globalización", ha sido un servidor. Me costó un riñón entender la mezcla que hacen los entendidos de aquellos productos o servicios "globalizables", cuando en realidad el denominador común de toda iniciativa en marcha, es la moneda, el vil dinero pero bien valorado; el dinero -insisto- es el que mueve el río revuelto y pone en juego todo aquello que dé  más jugo en los mercados  separados geográficamente del planeta Tierra.
     O sea que la facilidad abierta para comunicarse con los más lejanos poseedores del producto salvador,  posibilita que --por ejemplo- a ocho mil kilometros de distancia en pocas horas,  pagando el coste,  tenga el enfermo sus remedios curativios gracias a la globalización del vuelo.
      ¿De verdad ha sido el vuelo algo más que una fase del "milagro"? No. La verdad está en el dinero.
       Insisto: el denominador común, la moneda viva y reconocida como solvente, gracias a la cual se mueve el carro, depende de una generosa aportación económica,
       Y detrás de esa moneda -o monedas- para sacar a flote a la España sufridora del coronavirus ¿quién está?
       En el caso que nos ocupa está la Unión Europea. ¿Y de dónde Sánchez saca para limpiar tanta caca?
       Ahí esta la clave del problema.
       El gobernante español quiere y promete hacerse con un dinero de regalo o poco menos. Mal harán los gobernados si se tragan tal sardina. La globalización no perdona Eso sí: no perdona pero lo hace con buenas maneras,

martes, 5 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (78)

     En el año de 1931, con ocho años un servidor, el día 14 del mes de abril salí de casa a todo gas -en un pueblecito alavés- para ver, antes de ir a la escuela, una nutria capturada en el río de madrugada; para mí un acontecimiento rompedor de la rutina primaveral. Y me encontré a un grupo de vecinos arremolinados ante la taberna local celebrando la proclamación de la II República con alegría jocosa y vociferante, al tiempo que vacíaban unos porrones de vino para felicitarse ante tan prometedor acontecimiento. Y la nutria se esfumó.
     Lo mío era conocer al mamífero del río, pero el destino quiso que fuera mi madre la que me orientara para entender que la monarquía se fue y nos quedamos sin rey y en cambio nos mandaría un presidente de la República;  algo parecido, aunque más cercano este último suceso a los vecinos que morreaban vino para festejar el hecho.
     Y así quedé sin saber distiguir lo bueno de lo malo ni el valor de un fenomeno que -según la información materna- nos costaría caro porque, salvo excepciones, la conexión entre mandados y mandantes no funciona debido a que cada uno -desde su atalaya- no distingue la política constructiva, de la política destructiva. Nos costaría caro. Y así fue.
     Ahora -y no es pesimismo- noventa años más tarde (jope que viejo soy) estamos como entonces sin distinguir lo bueno de lo malo a cuenta de la peste que nos rodea.. Y no nos entendemos. ¿O es que todo es malo?
     Hay que empezar por la escuela. No con los hijos; más bien con los padres. Y paradoja al  canto: la escuela está cerrada.
   

lunes, 4 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (77) )

     El actual Presidente del Gobierno de España demostró, desde un principio, que su figura, su audacia y sus deseos,  nunca volverían a tener la ocasión de alcanzar el poder -aun partiendo de posiciones débiles- perdido por el centro derecha español pringado de suciedad y vencido moralmente cuando su líder tiró la toalla.
     Si bien se mira al entonces aspirante socialista, se puede deducir  cómo fue venciendo en solitario a  un centro derecha descolocado, dividido y decadente; es para llorar de pena. Los votantes de ese partido centrista se sintieron cansados. Y al fin,  cada uno por su cuenta, perdieron el mando y el poder, aflojaron la unión y cedieron la cartera y muchos votos. Era el momento idóneo para la aparición de una nueva fuerza derechista y decidida. Y surgió con éxito.
     En el último encaje electoral se repartieron de nuevo los puestos del ordeno y mando socialista,  después de una lucha interna tan compleja como para ceder un sitio a los "populistas" que -para alcanzarlo- hubieron de rizar el rizo y emparejarse con tirios y troyanos (secesionistas de todo tipo y condición) a cambio de ceder su piel gastada en muy variados intentos; ahora están crecidos y queriendo encabezar la marcha.
     La respuesta de los votantes derechistas,  con garra en forma, fue precisa. Se sientieron fuertes  y saltaron a la palestra decididos a jugarse  sus bienes y servicios en la contienda. El centrismo saltó convencido de que lo suyo era empezar de nuevo.
    Así está la cosa, asumiendo un paro creciente que sufre el pueblo llano y las clases medias, cuyo final está por resurgir con trazas violentas. En dos palabras: más pobres. Dudoso final. Sobre todo si no se revisan doctrinas y predicaderas por parte de los líderes centristas.
     El futuro inmediato, -no olvidemos historias pasadas- de los que buscan soluciones con juego limpio, está previsto en frases hechas: la unión hace la fuerza si los llamados al choque son sensatos. Pero....
     A usted lector le dejo la respuesta.

















































































domingo, 3 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (76)

   
     Ayer expuse, con la cortedad de mis chirinolas, que estábamos sufriendo los alaveses un período de vacas flacas, debido a causas no identificadas por los que se sirven de la batuta. Tal vez porque no valen o por que acatan òrdenes de la superioridad competente.
     Pese a todo, no debemos olvidar que la orquesta política a las órdenes de la Vasconia fuerista, -o sea Euskadi-  tiene recursos y facultades para que un territorio foral  -bien dotado de medios y asistido por un número selecto de personal - pueda romper rutinas y darle originalidad a los deseos electorales, en bien de la mayoría aunque no les voten.
     Por mi parte soy capaz de reconocer que los actuales poderes del regimen foral que vive, tienen ideas -que los demás ya quisieran- y esto por añadidua tiene sus méritos. No me quejo. Más bien constato con la mejor intención que, sabiendo y pudiendo,  no se den pasos más audaces.
     Verán -y no es un símbolo- cómo la Vasconia foral registra  el número, con nombres y apellidos, de los nacidos en su jurisdicción; número que es inferior al de los vascos que fallecen; y como por ensalmo nos dan las estadísticas un dato curioso a la par que sorprendente: abunda el número de forasteros migrantes que parecen llegados a cubrir puestos ajenos.
      No tengo reparos con los que castigar esta política de bien recibir al extraño y menos si se trata de un necesitado. Pero hay maneras.
      De cualquier forma, no me agrada decir que ya va siendo hora de que los alaveses aforados vean cómo languidecen y se vacían los pueblos y villas de Álava y dan pie a paradojas sociales.
      Pero ese es otro cantar.
   









sábado, 2 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (75)

     No acierto a creer que Alava -territorio foral- esté sometida a una decadencia que no se corresponde con los deseos de un creciente número de alaveses. No se corresponde ni se desea por    unos al considerarse progresistas, por otros  al ser partidarios  de una moderna prosperidad y por muchos más convencidos de que si no avanzas en esta vida, te dejan pelado en un par de décadas.
     No quiero herir a nadie ni, mucho menos, establecer comparaciones odiosas; pero no me negarán que una oleada política tantas veces superada, está aquí, y en otras jurisdicciones europeas, armando una creciente decadencia igualitaria  que empieza por arrastrar a las clases medias y pobres por la vía rápida y terminan, a palo limpio, por huir de su arraigado hogar...
     Y claro está: por ese sistema, se provoca la recreación de paraísos fiscales para los ricos;  y la de parajes miseros para los  pobres, llenos de lo que en España se llamaban chabolas.
     A la riqueza en demasía y propensa a imponer  sistemas de vida abusivos, sólo se la puede moderar  elevando el nivel cultural y educativo de las personas -que no masas- que la rodean. Es la forma de alcanzar un desarrollo basado en la equidad, contrario a una falsa igualdad que algunos  políticos confunden con los derechos del mérito mal visto por la sobada envidia.
      Alava,  pudo ser un modelo de este desarrollo equitativo y susceptible de aplicación en tierras y comarcas que hoy se están desertizando. Esta caída tiene una explicación muy sencilla,    aunque para algunos resulte incómoda: confundir el fuero con el huevo.
      De verdad, los itinerarios pueden parecerse pero los firmes  -el suelo que soporta el peso de lo que se ha de trasladar- son los que han de cambiar, si se quiere ganar tiempo y garantías positivas  con futuro.
      Y aquí, en España, nos quieren llevar por caminos estrechos, llenos de baches y manejados por unos pocos que se las dan de apóstoles sin evangelios.
      Hay que ponerse de acuerdo. Todo es posible.









































































































































































viernes, 1 de mayo de 2020

SIN MIEDO A LA VERDAD (74)

     Un paisano valdegobeño, allá por los cuarenta del pasado siglo me contaba con dolor la pérdida de su cosecha de patatas por culpa de una plaga de bichos que se comían el fruto. Y cuando le dije que en Vitoria -capital de una provincia patatera- estaban aplicando a estas plantas un liquido -algo así como un insecticida- replicó: "¡Mal asunto darle química a una plantación de comestibles!"  No sé el porqué pero aún conservo esa advertencia.
     Ahora, ochenta años después, cuando nos invade una plaga de un contaminante ser vivo y perverso que se nos cuela lo mismo en la calle que en las casas -y hasta en misa- y envenena con preferencia a los ancianos de ambos sesos, me echo a temblar.  En estas circunstancias me entero de que son los políticos quienes están resolviendo el desaguisado y concluyo: "Mal asunto darle a un político la caja de los venenos para hacernos felices".
    ¿Y qué se puede hacer?
     Según parece este asunto, problema con veneno, fue identificado en China y  es en esta nación donde más adelantados andan en defensa o expulsión, o las dos cosas, del mal causado. Lógico: es una nación que prospera y marcha en vanguardia.
     Es un hecho que, según dicen, para ellos esta resuelto. No solo han conseguido  vencer al bicho sino que, en premio a su progreso, están sacando partido a la exportación de métodos que ayudan a los demás a seguir vivos.
     Y nosotros discutiendo quién sale o no a pasear con el peligro cargado a las espaldas.
     Es como mearse con las bragas puestas.