viernes, 15 de febrero de 2019

DIVAGACIONES DESDE VASCONIA (4)

     RAZONES Y SENTIMIENTOS.- Salgo poco a causa del frío y quieto en casa me inclino por ver la "tele". ¿En qué fijo mi atención? Pulso al botón del sistema electrónico y me sitúo ante las inquietudes políticas del Sr. Junquera, implicado en la empresa secesionista pro Cataluña.
     Me hizo recordar las luchas políticas más indecentes.. Y me pregunto: ¿que pinta este señor,que tanto dice querer a los españoles, haciéndose el bueno?.
      Entonces empecé a recordar el Título VIII constitucional,  base del proyecto autonómico, arbitrado para resolver las demandas de los nacionalistas catalanes, vascos y gallegos. Sometido a referéndum el tal Título y todo el contenido constitucional,  también en Cataluña, mereció una clamorosa aprobación. Los catalanes dieron el aprobado, subieron al  poder autonómico y a  los secesionistas les faltó tiempo para  raspar a la "peladita" a fin de constituir a Cataluña como  nación independiente.
     Este es el camino legal: reformar la Constitución a la que dieron su aprobado.
     Pues no les gusta. Y poco a poco se dedicaron a minar el  texto legal que les permitía ejercer el poder autonómico en un clima de tolerancia centralista que daba risa y servía de paso para acongojar a los no separatistas.               
    Diálogo, diálogo, diálogo... claman los benditos, bondadosos, buenazos partidarios del "dos no riñen si uno no quiere". Esto es dar por vencido al,que tiene razón y por triunfante al que mueve sentimientos.
     El sentimental dijo: yo quiero mucho a los españoles. Y digo yo: pero los quieres violar. Que es como decir, que  los  sentimientos político-religiosos del aludido señor, cuentan en provecho propio, por muy noble que sea la mención.
     Entre razones y  sentimientos, si el diálogo prospera es a favor del que no tiene razón.
   

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