Por esa carencia -no ser economista- me encuentro indefenso y encajonado. Un instinto defensivo y cobarde, me ordena: "No juegues con las cosas de comer"·
Hay que tragarse unas teorías que rondan el absurdo. La política va por el camino del desmadre. Demasiados organismos oficiales, para empezar; nominas y facturas a culo descubierto, para proseguir, ellos -los mandamases-; pescan a río revuelto. Para compensarnos hay una inacabable lista de políticos y de una muchedumbre que los rodea...¡Un dineral!
Y con toda esta mochila a cuestas, las estadísticas informan: la cosa marcha. España sube. La economía especulativa funciona. Los asalariados sufren porque la manutención, la vestimenta, el hospedaje y la diversión popular y jaranera suben y la cartera también se reduce y no basta. Los pobres crecen, los ricos gozan.
Soy optimista. Mi vida, en los límites de su recorrido, me indica: Lo tuyo, no lo olvides, es un sueño. Lo tuyo es contarlo. Y lo hago, pero sin quitarme el sueño de encima.
Nací en un país lleno de sotanas y moriré en otro lleno políticos.Con distintos collares. En fin, un país lleno de pobres.
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