viernes, 31 de marzo de 2017

TERAPIA CONDUCTUAL PARA POLÍTICOS

     Para un tema tan delicado como el que voy a tratar es exigible la mayor claridad. Terapia, quiere decir, tratamiento de una enfermedad. Conductual, significa manera de comportarse. Políticos son los que gobiernan o aspiran a gobernar un país.
     Demos comienzo a esta divagación citando a los políticos. Creo que los más influyentes, para la buena marcha de un País, están en el Parlamento. Es donde se trabajan todas las leyes. A ellas ha.  de ajustar su conducta la ciudadanía. También interesan los miembros del Gobierno, ejecutores y vigilantes del cumplimiento de esas leyes
     ¿Quiere decirse,  siguiendo un orden, al hablar de terapia, que los políticos están enfermos? No. Quiere decirse que un porcentaje por determinar,  de tales políticos, se comportan como netos psicopáticos.
     Leo en Wikipedia: "Los psicópatas tienden a crear códigos propios de comportamiento, por lo cual solo sienten culpa al infringir sus propios reglamentos y no los códigos sociales comunes". Dicho de paso, hay quien opina que la psicopatía no es una enfermedad.
      Veamos: uno cualquiera de los miembros de la Cámara piensa, según su código, que puede plantarse con dos retratos ante la banqueta de un ministro,  y allá se va con naturalidad y desparpajo; su código se lo autoriza. Otro  se frota de gusto la sesera, porque la ceremonia se la suda. Hasta los hay quienes proclaman que no son españoles... ¿Qué pinta allí un extraño al país?
      ¡Y póngase a temblar! No es nada lo del ojo si, por su propio código, un parlamentario entiende que ha llegado su hora: la de la  hacerse rico en poco tiempo y por narices. O la de ser Presidente del Gobierno, al precio que fuere y por la vía del "no", conforme se lo indica su código. Es peligroso.
       Están de moda las primarias: sirven para poco y nada bueno y se usan para la selección de  futuros políticos. No es lo propio.
      Esa es tarea de psiquiatras.    

 

DEMOCRACIA A DOMICILIO

     El paro angustioso que invade España se quiere solucionar por tres vías: la del pequeño negocio, la de crear puestos oficiales y la migración. Hay una dificultad añadida: Los pequeños negocios no suelen ser rentables, los puestos oficiales están ocupados por cientos de miles de interinos y la emigración pasa por  un mal momento: está de moda cerrar puertas y elevar muros.
     Nos queda desocupar los puestos oficiales, pero repito,  están llenos de interinos. Para hacer un hueco hay que darles la categoría de fijos; en esas estamos: en introducir a todos los interinos en los escalafones oficiales como fijos,  para hacer un hueco a las nuevas generaciones de enchufados.
     Esta integración de la interinidad no es tarea fácil. Para hacer funcionarios con todas las de la ley a los interinos, tendrán que superar una serie de pruebas que -pese a su interinidad gracias al enchufe- lleguen a demostrar su valía; solo  van a ingresar los que -como en cualquier oposición a notarías- lleguen bien preparados. Para más garantías, será una oposición libre; podrá concurrir cualquiera que reuna títulos y méritos; solo que a los interinos  se les reconocerá una puntuación por la ganada experiencia en el cago interino o algo así. Es decir: ¡ya hemos vestido decorosamente al muñeco! Podemos dormir tranquilos.  
     En tres tacadas, por ese sistema, doscientos cincuenta mil personas legalizaran su situación que les permitirá pasar de una interinidad estable a una consolidación del cargo. Entre tanto, miles de españoles están metiendo horas a destajo para demostrar su valía  en rigurosa oposición y conseguir una plaza dignamente.
     Siempre habrá en España dos clases de funcionarios oficiales: los de carrera y los enchufados. Es el último consuelo que nos queda.
     A no tardar, en la próxima legislatura, con todos los enchufados -salvo contadas excepciones- ya en plantilla, se levantará la veda y empezaremos a contar con nuevos interinos.
     ¡Una patada a la ética en el culo de miles de opositores!
     Y a ésto lo llaman democracia.





jueves, 30 de marzo de 2017

EL CONGRESO Y SU HEMICICLO

        Un buen amigo, al que conocía y trataba por ser el último de la clase, sin ser tonto
 sino todo lo contrario, interpretaba a las mil maravillas a los profesores del curso a los que sacaba de quicio. Lo suyo era el teatro
        Años más tarde vivía pipudamente y, en confianza, me mostró su secreto: el don de gentes mediante el  montaje, que parecía espontáneo, de escenas satíricas con las que divertía al público.       Adulaba con maestría a los espectadores, se solidarizaba con quien le convenía, gesticulaba el enfado, promovía el optimismo, se desenvolvía con naturalidad,  aplaudía las risas ajenas, daba abrazos, consolaba al triste, felicitaba de corazón a sus seguidores...los besaba hasta en la boca...
      De ser el último en llegar, de estar al final de la cola, pasó a ponerse en los primeros puestos hasta que poco  poco, cada vez  más, -tanto se repetía-, fue perdiendo  popularidad y luego confianza.         Desde aquí y ahora, les digo que no quiero establecer paralelismos, aunque la tentación me puede, ya que en la política española se ha deslizado un  personaje que sabe cómo  pasar de las musas al teatro.
     ¿Pero ustedes no sabían que siendo profesor en la universidad montó un grupo de teatral bajo el paraguas de Antígona?  ¡Todo un símbolo!.
     Detrás del hombre hay una vocación.  En este caso no es una vocación política. Esto explica el cambio argumental del sujeto. No es él. Es el papel, que representa. Tiene imitadores, pero malos.
     Y sin embargo... hasta puede triunfar. Eso indica que sus adversarios, tomados en grupo, son peores.
     Ha llegado la hora del cambio de sistema electoral. Las listas cerradas promueven a los que cuidan lo suyo y olvidan lo de todos. Por eso aplauden. La mayoría están en el teatro y no quieren tomar conciencia de esa realidad.
     ¡Me duele, pero así lo veo!

     
   
     

miércoles, 29 de marzo de 2017

ENSEÑANZA, CONTROL Y DOCTRINA

     Las personas más cultas, en países donde nadie olvida el afán de aprender,  son las que mejor defienden sus derechos y las que con más puntualidad cumplen sus deberes. Los países adelantados suelen serlo gracias a su escuela, donde conviven  por  sistema los profesores, los padres y los alumnos.
     Tal vez por eso, por no darse esa convivencia,  en las escuelas españolas bajo control oficial, no funciona  la posibilidad de aprender sin ser adoctrinado. Los políticos creen que cumplen con  su deber. Y no es así; por ello, porque  cada partido tiene su idea, su doctrina,  nunca se ponen de acuerdo para consensuar un plan de enseñanza eficiente para la mayoría.
     Los padres -ajenos a estas preocupaciones, que son mayoría- creen  y están agradecidos a unos planes escolares que no consiguen batir las marcas punteras de eficacia logradas por otros países. Es más: no tienen conciencia de esa realidad, no la valoran.
     No quieren darse cuenta de que su inversión en la enseñanza es la mejor herencia que  pueden dejar a sus hijos, ni la importancia que tiene la colaboración de los padres a este fin; consideran que con llevarlos a la escuela o al colegio cumplen con su obligación y pueden dormir tranquilos. Pues no. Han de saber qué y cómo aprenden sus hijos; para eso han de colaborar con los maestros. La mayoría no tiene conciencia de este deber, no sabría cómo hacerlo. Tienen que ir unidos. Haría falta una escuela para padres.
       Este es el panorama. La Constitución española vigente  ordena: "Todos tienen . derecho a la educación.  Se reconoce la libertad de enseñanza" (Artículo 27 - 1).  "Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de  todos los centros sostenidos por  la Administración con fondos públicos, en los términos que la ley establezca" (Artículo 27 - 7).
       Esa es una parte de los derechos paternos, que no se ejercen por ignorancia. ¿Se cumplen? ¡No! Puede ser que exista alguna excepción que confirme la regla. Y hasta que se escenifiquen  algunos formalismos para hacernos creer en el cumplimiento de lo mandado.
       Si un servidor fuera político de una derecha  moderada y  culta, lucharía por rescatar la escuela de  quienes la dominan para entregársela a los padres. Empezaría por crear una escuela para los progenitores. Pero como no soy político, ni voy a serlo, me conformo constatando que la derecha moderada vive ajena a lo que la escuela significa.  
     ¡Así no la rescatará en la vida! ¿En qué gastan nuestros dineros?



                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       





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martes, 28 de marzo de 2017

VERSION MODERNA DEL FUERO


(Continuación)

      ¿Puede concebirse un sistema político basado en esencias forales? El tema es incitante y al mismo tiempo delicado. Es  para pensar y debatir. Sin echar en saco roto fracasos anteriores, el fuero puede ser una enseñanza.
      El objetivo: descentralizar competencias con criterios solidarios, repartirlas con proporcionalidad racional y bajo estos principios, jerarquizar y reducir la burocracia oficial conforme a talentos y suprimir el gasto superfluo.¨La reforma fiscal vendría después, sin pérdida de tiempo.
      Podría concebirse un cambio si fijáramos la atención en las esencias derivadas de la disposición que "ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales" dándoles aplicación para  toda España. Se trata de darle racionalidad al régimen de competencias vigente con unas reformas no restrictivas, sino constructivas en favor: de la enseñanza libre mediante el cheque escolar; del sector laboral, primando la protección de la familia; y por último, de la equidad autonómica, estableciendo un equilibrio competencial, sin olvidar las comarcas rurales en especial las más pobres.  .
       Ahora bien, todo cambio es delicado; mucho más si no está precedido de un estudio ajustado a criterios de sobriedad con limitaciones lógicas. Esto justifica la racionalidad previa como exigencia necesaria.
       La actual estructuración de cada territorio autónomo  se ha organizado, -emulando a los nacionalistas vascos y catalanes-  como si sus terrriorios fueran a ser pequeñas naciones. Los aludidos
nacionalistas iban a lo suyo desde que se inició la transición: querían y quieren la independencia. En 1978, los constitucionalistas no pudieron evitar la presión a la que estaban sometidos en aquellos años de tribulación y sangre. Dieron alas al independentismo catalán y vasco. Se olvidaron de la España peor dotada y en parte desertizada.
     Las CC.AA restantes,  no quisieron sentirse menospreciadas. Trataron de sumar competencias y de  ejercerlas por todo lo alto, de manera especial en el plano representativo: mucha burocracia y protocolo, muchas construcciones emblemáticas, mucho automóvil, mucho viaje al extranjero, mucha decoración, mucho personal, mucha fiesta... mucho gasto superfluo... Y claro, mucha corrupción.
      Resultado: una España en crisis. Diez últimos años viviendo mal mucha gente,  mientras otros lo festejan... ¡No hay cristiano que lo aguante!
      Y entre tanto, millones de españoles a la deriva y en el paro y con las puertas abiertas para importar mas pobreza y mas brazos caídos.
       Es para pensárselo, pero la reforma si no se hace, te la hacen. Ahora, las ideas, buenas o malas, están en manos de los nacionalistas radicales por una parte y de los populistas por otra.
       No valen las viejas fórmulas si no se  modernizan con audacia. Las buenas ideas necesitan nuevos ropajes y grandes dosis de equidad de la buena.
       Fin.



lunes, 27 de marzo de 2017

LOS FUEROS ORIGINARIOS VASCOS

   
(Continuación)

     Es curioso advertir que la invasión musulmana, cuando llega a la península Ibérica, provoca la huida de  gentes de distintas castas que, desde el sur,  van a buscar refugio en una franja montañosa del norte  hispánico.  Según los historiadores y, según latitudes,  se mezclaron razas y familias de muy diverso origen que terminaron por fundirse con la población aborigen y la visigótica, acogidos a una misma fe religiosa: la cristiana. Al, calor de esa fe, bajo una jurisdicción acaudillada por cristianos, se organizaron de varias maneras esas gentes para supervivir.
      "En aquellas circunstancias (según el historiador Miguel Ángel Ladero)  "las poblaciones astures y cántabras pudieron emprender campañas de resistencia  y depredación" en respuesta a los ataques musulmanes.
      Estos pueblos norteños tienden a imponer en tierras y lugares reconquistados su fe y sus buenos usos y costumbres, de los que van a dimanar leyes e instituciones, previa adaptación  a las circunstancias que los rodeaban. Este imperativo acondicionador y las exigencias climáticas y ambientales, van generar la solidaridad de las poblaciones afectadas y la forja de los usos y costumbres.
     El  pueblo llano se organizó para a ir al encuentro del invasor árabe, dirigido  por jerarcas con mandato real, en defensa propia y "en aumento de la justicia"; jerarcas elegidos  para colaborar en el reconocimiento de los derechos de la colectividad como  competencias propias del pueblo llano, a cambio de mantenerse firmes ante el enemigo común y rechazar las alfeizas árabes.
      Por ahí, con variaciones según las zonas, empieza la forja de los fueros originarios  que se implantarán en la franja hispana al  norte del Duero y en la cabecera del Ebro. Luego se extenderán a la Vasconia peninsular.
     Este relato -simplificador-  no tiene otro interés que el de señalar que  los fueros originarios no eran en  exclusiva de los vascos; fueron  apareciendo en  una sociedad de la alta edad media y en algunas regiones españolas. Esa génesis foral, no  impide que los vascos la asuman hasta dotarla de sello propio. No estaban tan alejados estos  vascos puros de los demás vecinos ya romanizados. La comunicación existía ya.
     Valdegovía, tierra que conozco y que conservó su propia foralidad, fue una merindad de Castilla que luego, por pura conveniencia, quiso integrarse en el territorio alavés, sin que sus moradores perdieran la condición de españoles. ¿Por qué se la iban a quitar si esta tierra ganó el honor de ser titulada como el Real Valle de Valdegovía? Conservó sus  buenos usos y costumbres que evolucionaron con el paso de los tiempos. Cada pequeña población tenía sus  derechos: a contar con una Junta Vecinal y otros cargos, a que les fuera reconocido la "presura", a gozar del buen uso de tierras comunales , a cumplir el deber de colaboración por medio de la prestación personal, a mantener activos los edificios propios,  como  la escuela, el molino, el horno, el herradero, el cementerio...; a colaborar en el cuidado de los caminos, de las fuentes públicas, del monte, del río; a la contratación de servicios médicos, docentes, ganaderos, etc.; al mantenimiento de otros como la dula,  las igualas, las veredas...
      Era una versión medieval de los valores hoy reconocidos como  indispensables para que funcionen con eficiencia las comunidades autónomas. Convivían, sin reconocerlos por esos nombres, con los principios de solidaridad, proporcionalidad y subsidiariedad que hoy se consideran necesarios  para estructurar una sociedad estable.
      ¡La solidaridad, unía; la proporcionalidad, economizaba; la subsidiariedad, jerarquizaba!
       Ninguna de estas virtudes cuentan en la España autonómica de nuestros días, salvo contadas excepciones.
       ¿Hay o no un sitio para los que desean inspirarse en el antiguo fuero?

(Continuará)

sábado, 25 de marzo de 2017

LOS FUEROS VASCOS NO FUERON SECESIONISTAS

(Continuación)  

     En una comarca llamada Valdegovía, originariamente integrada en la Castilla más vetusta, la de los Condes, para luego pasar a ser alavesa, se aprecia que en su mayor parte fue una zona aforada, unidos sus habitantes por la religión que ya practicaron los visigodos.
     En los pueblos de esta comarca -que dicen se despobló ante la invasión musulmana del siglo VIII-, vivieron gentes libres que llegaron a crear localidades libres, no sometidas a señorío impuesto. Eran tiempos difíciles con más vasallos que señores, más pecheros que liberados de pesadas cargas tributarias.  Valdegovía fue un Real Valle. Pudieron haber elegido al rey como señor.
     Estos pequeños pueblos de la vetusta Castilla vivieron, además de libres, unidos por una sobriedad generalizada que bordeaba la modestia, sin caer en la pobreza. Salieron adelante con su trabajo, ajustándose a unos usos y costumbres que, al paso del tiempo, se convirtieron  en fueros escritos.
     No era el fuero de las villas, concedido generalmente por los reyes. Era un fuero originario. Las cartas pueblas de las villas, tuvieron  otra génesis.
     Al paso del tiempo, las tierras de España, se fueron organizando para combatir y dominar  al poder de los árabes. La Península se llenó de personajes distinguidos, -condes, marqueses, duques, abades, obispos, etc.- que ejercían su señorío y se rodeaban de vasallaje. Las cartas pueblas otorgadas por los monarcas liberaron a los villanos (en el buen sentido) de este vasallaje medieval . También en Valdegovía hubo villas y villanos. Convivieron con los pueblos libres.
     De todo eso ¿qué nos queda?  Nada. Aunque  no deberíamos olvidar -entre otras razones porque nos sirve de enseñanza- el  recuerdo de unas costumbres medievales del pueblo llano, por el sentido común que expresan.  No van a volver aquellos tiempos, ni el vasallaje rendido ante el poderío de los señores... Pero existen y prosperan otra  suerte de servidumbres.
     Ahondando en el tema, se ven y se viven situaciones inmutables:  nacen todas del abuso del poder. Para vivir y prosperar socialmente ha de funcionar la moderación de esos  poderes insatisfechos que tienden al abuso. Para eso valían los fueros. Hoy, existen otros mecanismos, otros principios que se predican pero no se aplican.
     La defensa de los débiles surge con el  fomento de la solidaridad (que llamaban hermandad  en el medievo), con la subsidiariedad (se jerarquizaban desde abajo y por méritos personales),  la proporcionalidad del poder (medían su actuación y creaban instituciones para proyectos más ambiciosos), la sobriedad (administraban con rigor y tenían bienes propios) ...
     No siempre se acertaba, pero los errores, las incomprensiones, los abusos, venían casi siempre de arriba, de los más fuertes; de reyes y toda su corte de aduladores..
     "En aumento de la justicia contra malhechores", reza una leyenda en piedra del escudo alavés.
      Algo irrepetible, digno de considerarse para no perder su esencia ni su espíritu. El fuerismo no fue secesionista. Desarrolló otras virtudes. Si el rey señor no funcionaba, los aforados  aplicaban el pase foral. Pero eso es otra cosa. No se desunía lo que estuvo unido por costumbre.
      Merece la pena analizarlo.

(Continuará)





viernes, 24 de marzo de 2017

MAS DATOS DEL CONCIERTO ECONÓMICO VASCO

     (Continuación)

      Señalé en un comentario anterior -con la brevedad que este formato exige- la suerte de los fueros vascos condenados a desaparecer, como privilegio injusto, por la Constitución de 1812. También       indique cómo el Convenio de Vergara no vino a resolver las demandas de los fueristas.  El caso fue que pasaron treinta y siete años, con dos nuevas guerras carlistas en  el intermedio, y  no hubo acuerdo.
      La última guerra Carlista terminó con el triunfo liberal que fue decisivo  para poner a los territorios forales al nivel de las provincias de régimen común. La ley del 21 de julio  de 1876, acabó con la tradición y las Diputaciones forales empezaron a llamarse Diputaciones provinciales.
      Por tanto las provincias exentas dejaron de serlo y tuvieron que acomodarse a las circunstancias. Pero como el Gobierno central carecía de estructuras propias en los territorios vascos para recaudar los impuestos vigentes, tuvieron que valerse de las Diputaciones vascas y acordaron -a título provisional- que éstas pagaran un cupo provisional hasta regularizar la situación.
      No valieron  razones jurídicas ni siquiera históricas para cambiar tal estado  de cosas.  Tuvo que entrar en juego la burguesía vasca -sobre todo la vizcaína y liberal- para que la solución  provisional, inspirada en el Convenio que ya funcionada en Navarra, se estableciera por un plazo limitado, hasta ver cómo iba el asunto. También hubo de influir en alguna manera el estadista Antonio Cánovas del Castillo, Jefe del Gobierno de España.
      Valorar la eficacia de un Concierto Económico como el vasco, no estaba al alcance de los españoles en general. Funcionaba, pero carecía de valor político-económico para las masas. No me puedo detener en explicaciones pero si Bilbao llegó a ser lo que era, antes de la guerra civil de 1936, se debe en gran arte a este régimen concertado. Y Bilbao tiraba de todo el País Vasco para bien o para mal.
      Puestos a elegir en el siglo XX entre los fueros  medievales y un régimen fiscal concertado, para lograr  eficiencia en el progreso de un pueblo, no hay duda. Hoy esta ya experimentado el tema y  la realidad suscita la envidia de las restantes autonomías de  España, salvo la navarra, que tiene su propio Convenio concertado.
      Pero claro está: los herederos de Sabino de Arana, no se conforman con los fueros, ni mucho menos con  versiones autonómicas por muy concertado que esté el régimen tributario. Euskadi es para ellos una nación y quieren su independencia soberana.
      Entonces surge la pregunta: Qué importa más, ¿la independencia de un territorio o el bienestar de las personas? En el primer caso se ventila el derecho de un colectivo; en el segundo el de cada individuo. Según la Carta de las Naciones Unidas el derecho colectivo ha de estar supeditado al derecho  individual.  
     Lo paradójico es que para defender el derecho colectivo, numerosos personajes recurren a los derechos humanos individuales.

(Continuará)








jueves, 23 de marzo de 2017

ORIGEN DEL CONCIERTO ECONÓMICO VASCO

   
(Continuación)

Las peculiaridades forales de los vascos eran diversas y afectaban, en las tierras llanas (sector agrícola ganadero) principalmente, a los buenos usos y costumbres de las gentes. Tenían su   importancia, pero con  efectos secundarios.
     Los factores forales importantes puestos en juego, -con independencia del valor sacrosanto de todo pacto- eran básicamente dos: la exención del servicio militar obligatorio y del pago de tributos, ambos derechos cedidos por la Corona, a cambio de la protección que ésta prestaba para mantener la estabilidad del régimen foral entonces vigente.  En sustitución de estos "deberes", activos en los territorios de régimen común, los vascos harían un donativo a la Corona y, en caso de guerra, participarían con batallones de voluntarios al mando oficiales designados por cada territorio foral. Se mantendría el pase foral, es decir: en caso de incumplimientos por parte de la Corona de estos principios, la orden se acataba pero no se cumplía.
     La primera Guerra Carlista, lucha entre dos Borbones para decidir quién reinaba o no, moviliza a los vascos porque, tras la Constitución de Cádiz, abolitoria de los Fueros, se supone que Fernando VII o su heredero directo asumiría el compromiso constitucional, y su hermano Carlos V, no; éste se proclama defensor de la religión y de los fueros vascongados.
     La guerra es devastadora y para acabarla dos generales personifican los deseos de paz y firman el convenio de Vergara.
     Expuesto el tema a grandes rasgos,  el meollo del convenio, está en el apartado primero del, documento: "Espartero recomendaría al Gobierno proponer a las Cortes la concesión o modificación de los Fueros". La concesión de algo que ya existía, o la modificación  de lo existente -ya lo dijeron probos carlistas de la época- era una traición.
     Era  fama extendida y mantenida entre vascos que la palabra dada  -la paz a cambio de mantener los fueros- iba a misa. Y no fue así. Se sintieron traicionados. Y ésto, perdura y se transmite de padres a hijos. Sabino de Arana, es un hijo del Fuero: Dios (religión) y ley vieja (tradición). Pero Arana es nacionalista y pone a debate algo  que no existía: la nación. La nación, recién instituida para España con la constitución de 1812 (otros conceptos de nación no hacen al caso), reniega de los fueros, a los que considera un privilegio medieval. Y hay que acabar con los privilegios, según la ética del cambio impuesto por los Ilustrados.
      Ahí está la entraña de este desbarajuste autonómico que tenemos montado en España.  Vascos y catalanes, vienen a coincidir. A mi entender, la nación tuvo  su tiempo y trajo muchas guerras.
      Los problemas sociales se mueven hoy en otras dimensiones.

(Continuará)

miércoles, 22 de marzo de 2017

LOS TERRITORIOS FORALES VASCOS

   
       (Continuación de comentarios anteriores)

     Los territorios forales. aludidos en la Constitución española vigente, son Álava, Guipúzcoa y Vizcaya y, por separado, Navarra. Para estas demarcaciones los políticos de la legislatura constituyente hicieron rancho aparte, con la conformidad mayoritaria de los demás políticos españoles.
     No es por nada,  pero tampoco es malo recordar que eran tiempos de tribulación: unos apaleaban el nogal y otros recogían las nueces caídas al suelo. ¡Todo vale que decía el fraile!  
     El pleito foral de las "provincias exentas" (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya) -como eran conocidas en las postrimerías del Antiguo Régimen-, vino a cobrar intensidad tras el abrazo de Vergara, acordado para dar fin a la I Guerra Carlista. Los generales Espartero y Maroto escenificaron la paz bajo un acuerdo muy genérico: respetar los fueros de cada territorio foral sin perjuicio de cumplir con el mandato constitucional, que había consagrado la igualdad ante la ley de todos los ciudadanos. ¡Centralismo puro y duro!
    Esto era como poner el fuero "al higuí", que consistía en en ofrecer a los niños un higo pasa, sujeto al extremo de un cordel pendiente de una larga caña, por un sujeto carnavalesco que anunciaba: "Al higuí, al higuí", con la mano no, con la boca sí".
    Así pasaron casi cincuenta años hasta que, en el último tercio del siglo XIX, reimplantada la monarquía  borbónica de signo liberal, resultaron vencidos los rebeldes carlistas defensores del fuero, y de un plumazo se igualaron las Vascongadas con el resto de España.
    Pero...  la Vizcaya burguesa y liberal, los nuevos ricos de la metalurgia  progresista,  fuertes y entrenados,  consiguieron que el poder central aprobara un Concierto Económico que, al paso del tiempo resultaría ser una joya inestimable.
    Así se configuró un proyecto de territorios  forales (que incluía también a Navarra porque este distrito también es Euskadi) en la Constitución de 1978.. Así podrían reconocerse los derechos históricos de los territorios forales, como si  el resto de España  no tuviese historia. ¡Los dioses ciegan a los que quieren perder!
    El Gobierno Vasco -constituido mas tarde al calor de estos "derechos históricos"- cuenta con más competencias que los de otras CC.AA. y, lógicamente, mayores recursos "per capita" gracias al  régimen fiscal pactado o  reconocido, con o por el Estado. El sistema ha cuajado y ha permitido que Euskadi se consolide, no como un país compuesto por tres territorios forales  cada uno con sus peculiares derechos históricos, sino como una nación emergente estructurada (al margen de toda previsión estatal) para funcionar como tal en un  breve plazo de tiempo; ése es el proyecto.
    El que avisa no es traidor. Y los nacionalistas avisan casi a diario. "¡Euskadi es una nación!", según proclamó no hace mucho un parlamentario nacionalista a voz alzada en las Cortes españolas.
    Al margen de ese aviso, el avance secesionista está latente en la vida diaria de los territorios forales. Constato hechos.
    Y digo "está latente",  no se confundan.
 
   (Continuará)
   

martes, 21 de marzo de 2017

LOS PRINCIPIOS NACIONALISTAS VASCOS

   
     (Continuación de los dos comentarios anteriores)

     No hay duda de que en  el joyero de todo movimiento nacionalista, hay piezas que se distinguen no tanto por su valor real, como por  su aportación sentimental. Y el político nato suele, por puro instinto, jugar con el sentimiento de las masas.
     Hay un momento en el que Sabino de Arana se expresa así: "... es indudable que dos lazos confederativos son necesarios para que la unión nacional sea sólida y duradera: la raza y la religión. La primera es la materia nacional; la segunda el espíritu que  la informa". Y tiene razón.
     Pero sin olvidar que, en el fondo de toda política y fuera del joyero, en la confusa y difusa calle, el móvil de casi toda la actividad humana es de signo materialista: es el dinero; la mísera peseta de antes,  el costoso euro de nuestro días.
     Lo primera derrota de la II República, en la guerra del 36, devino de la pérdida del control del oro que se custodiaba  en el Banco de España . No es para alarmarse. España está llena de grandes figuras que fueron, y hoy no lo son al cesar de su condición de ricos.
     Tras todo nacionalismo -diría de toda política- está el dinero. Hoy ni los nacionalistas vascos, ni los constitucionalistas de cualquier género, ni los populistas más lanzados, ni siquiera la Santa Madre Iglesia se atreverían, en el País Vasco, a incluir en sus programas la supresión del llamado Concierto Económico,  si pelean por el voto o cosa parecida.
      El propio Sabino de Arana, que sufrió cárcel por defender sus ideales, se plegó a la realidad económica de sus tiempos. La libertad derivada de la "ley vieja", la,libertad foral, no tenía equivalencia con las libertades individuales preconizadas por la Ilustración. Aceptar la liturgia de los liberales -como el voto universal,  el centralismo igualador, el equilibrio de los tres poderes-  era un contrafuero. Pues bien, Sabino de Arana y  sus seguidores, jugaron con naipes y normas que no eran los propios, por pura conveniencia económica; para cumplir con el dicho de"seamos prácticos". Y participar en unas elecciones liberales, con  normas liberales, era tanto como admitir un contrafuero; pero era rentable.
      Estaremos  de acuerdo en algo: la política sin dinero tiene poco porvenir. Y ciertamente, los nacionalistas vascos, han sabido ganar esta batalla en su tierra mixtificando sus principios.
      En esas circunstancias, la religión y la raza pueden pasar -como ya han pasado- a ser elementos secundarios. ¿O no?
     
      (continuará)

lunes, 20 de marzo de 2017

LOS DERECHOS HISTÓRICOS VASCOS

(Continuación del texto publicado el 18-03-2017)

     Comprendo que resulte extraño, a estas alturas,  buscar el cestaño de la abuelita para dar con el huevo de madera y útiles con que repasar calcetines, cuando en nuestros días se tiran a la basura.
     Pero verán: Sabino de Arana y Goiri, fundador del PNV y apóstol de todos los nacionalismos vascos, tenía su propia versión sobre la génesis de los derechos históricos de Vasconia, hoy Euskadi, en el más amplio sentido del término. Y no hace mal a nadie que lo recordemos.
     "Las familias asociadas libremente, -según Sabino de Arana-  constituían el pueblo, con perfecta igualdad de derechos; los pueblos, libremente asociados, formaban la región o merindad, con iguales derechos, sin que nada importasen las diferencias de riqueza o de población; las regiones, libremente asociadas, componían la república o Confederación Bizkaina. La familia podía libremente emanciparse del pueblo; el pueblo de la región; la región, del Estado, con la misma libertad con que concurrieron a asociarse".
      Y sigue: "Aquellos estados bizkainos tenían derecho a vivir independientes los unos de los otros, y, (por lo mismo) que eran dueños absolutos de sí mismos, tenían también derecho a confederarse unos con otros cuando les pareciese oportuno..."
      Conste que ni entro ni salgo, deliberadamente, a discutir si Sabino de Arana manipulaba los hechos históricos o no; simplemente, trato de explicar que si nos acogiéramos a su doctrina, por razonables causas, Alava podría y debería ejercer su derecho a  separarse de la Comunidad Autónoma del País Vasco, sin perder ninguna de las competencias, es decir con iguales derechos que sus hermanas "confederadas"; podría ejercer su derecho por una razón potísima: el sistema actual  -que se ha generalizado para toda España- nos lleva a la ruina.
       Comprendan que  mi amor por Álava, mi tierra de nación, el menos rico de los territorios forales, es la forma más directa con la que cuento, para amar al País Vasco, a Euskadi;  y este amor -les aseguro- está acuerdo con la más pura justicia equitativa y libre. Un amor que  no necesita signos externos, porque va en beneficio de todos los vascos peninsulares,  y sé por qué lo digo.
       Puesto que eramos libres -Según Sabino de Arana- para estar  o no  políticamente asociados en una u otra configuración del régimen gubernativo, me inclinaría porque Alava,Vizcaya y Guipúzcoa siguieran estando fraternalmente unidas, con sus respectivas Diputaciones Forales dimensionadas para cumplir con las competencias estatutarias,  cada una en su territorio foral. Se supone que no haría falta depender de un Gobierno Vasco, -permitan que insista-  por lo costoso que resulta. Tampoco hay que volver al huevo de madera.
      ¿Que esto es imposible? No. La Constitución vigente  "ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales". Es decir que la "carta magna"   permite que cada territorio foral -Álava, Vizcaya y Guipúzcoa-, funcione por separado, con una economía tal de euros, que los contribuyentes. si lo supìeran, quedarían sentados para no caer de espaldas. Solo haría falta revisar el Estatuto Vasco
       Y los problemas comunes que afectasen a los tres territorios ¿cómo se abordarían? Muy sencillo, como lo hacían nuestros abuelos: reuniendo en conferencia a una comisión representativa de cada territorio  foral, en pie de igualdad. Este tipo de reuniones siguen siendo actuales y económicas.
       Me guía el amor a mi tierra y a su prosperidad.  ¿Por qué no tener presentes algunas de las doctrinas de Sabino de Arana? Un partido que defendiera esta idea que expongo y lo hiciera con seriedad y solvencia, con más hechos que palabras, sería benéfico para muchos vascos y llegaría lejos.
      Lo digo a sabiendas de que hace falta, también,  mantener cierto respeto a la verdad histórica.

(Continuará)


   

sábado, 18 de marzo de 2017

NUEVO CURSO DEL PP VASCO

     Hoy se reúnen en Vitoria las huestes del PP Vasco para revisar su armamento dialéctico y promover jerarquías, todo por medios democráticos y a puertas abiertas. Es un día de parabienes, abrazos, optimismo y horizontes esperanzados de futuro.
     Claro está que el mismo  paisaje, mirado a distancia, no permite despertar entusiasmos. En lo que al País Vasco se refiere, puestos a pisar tierra firme, cosas veredes. ¡No está la magdalena para tafetanes!
     ¿Qué les pasa a los partidos constitucionalistas para que, desde un punto de vista electoral,  no levanten cabeza en tierras vascas? ¿No calculan que están perdiendo gancho y clientela?
     Pasa, al entender de muchos votantes, que los llamados españolistas no convencen  cuando proclaman el amor a lo vasco. Y en Vasconia, lo vasco es sagrado.
     ¡Pura lógica! El amor de los nacionalistas esta demostrado que cala hondo;  el de los constitucionalistas,  no.    
     Todos los caminos valen para demostrar ese amor a los valores vascos. Algunos (muchos) son ya propiedad espiritual exclusiva y amorosa de los vasquistas: la iglesia, la escuela, la ciencia, el arte en toda sus expresiones, la historia más o menos falseada,  las leyendas y mitos, item más la geografía, las fiestas populares y las parodias infantiles, la danza, la gastronomía, el deporte rural y pronto el internacional... y ¡que sé yo! : el mear más alto, si no fuera una prueba de machismo que no se lleva.
     Estos valores,  bien manipulados, son prueba de amor, y el amor es un sentimiento capaz de doblar el mejor argumento por muy razonable que sea.
     Pero es que además, los nacionalistas vascos son mayoría y de hecho ocupan  en gran número las instituciones vascas;  ellos controlan  las cuentas,  y el dinero unido al amor materializa y da aún más valor a los sentimientos patrios.
      ¿Miento acaso? Y concluyo: ¿Qué dejan estos  estos amantes de lo vasco -en el buen sentido de la palabra-  para las buenas gentes del PP?
      Sujeten el ánimo y piensen un minuto;  sean sinceros para sus adentros al responder a esta pregunta:  ¿Quién se lleva bajo estas condiciones la tajada del león?
      Pero miren por dónde los nacionalistas han dejado una vía libre que, si quisieran utilizarla, podría volverse contra ellos.
      Hay que reflexionar en frío, tranquilamente.

      (Continuará)



viernes, 17 de marzo de 2017

CLASE MEDIA A LA DERIVA

     Del 2007 al 2017, diez años, la clase media española ha perdido más de tres millones de personas que hoy malamente bordean los límites  de la pobreza. ¡Estúpida crisis!
     Y después de esta lección ¿qué dicen los españoles? Nada  nuevo. ¿Y qué hacen los  políticos? Unos pocos, aportar ideas,  sacrificarse y sufrir. Otros, en número mayor pero sin exagerar, callarse y aguantar marea. Y los más, sin perder ojo, van de palmeros para conservar su  puesto en las listas de candidatos cuando no están chingando a la peladita.
     La clase media en España no sabe asociarse en defensa propia. Se queja (con razón), protesta sin salir de casa (cargando el cabreo sobre los menos culpables) y hasta blasfema (llegado el caso). Y si sale a la calle es casi siempre para ponerse en  manos de unos artistas de la promesa rimbombante, que  suele servir para premiar a los más atrevidos a la par que demagogos.
     La clase media está en manos de las multinacionales que se configuran para vender bienes y servicios con alta rentabilidad, del gran capital que se las arregla para ganar cuanto más mejor sin mirar al que sufre, de las organizaciones que suscitan la admiración de las masas a las que ilusionan  y colectivizan, mientras las ordeñan...
      La clase media,cuando vienen mal dadas, se para a la espera de embrujos justicieros que llenarían un memorial.
     Y no es esto. La clase media, para empezar, ha de saber asociarse y mantenerse fuerte,  no en tiempos de vacas flacas, sino desde la cresta de la ola. Tiene que saber organizarse para formar, no un partido político, sino grupos de presión, lo que los americanos llaman "lobyys". Ha de saber exigir.
     De no ser así, el declive se sabe cuando empieza pero no cuando acaba.






jueves, 16 de marzo de 2017

DOS COMUNIDADES EN MARCHA

     Escribir con claridad es un noble intento  de comunicación con los demás sin dar lugar a errores. Si uno sostiene que el PP y el PSOE pierden votos a chorros en el País Vasco peninsular, está dando a entender que ambos partidos ceden poder en este territorio en favor de sus adversarios. Y si pierden es por algo que hacen mal o dejan de hacerlo; o las dos cosas.
      Partamos  de un  hecho con el que comulgan a diario los "abertxales": Euskadi es la nación de los vascos y su idioma es el euskera. Desde el momento en que se afirmó este principio,  la independencia de Euskadi se basó en la imposición del euskera como idioma oficial y obligatorio, a sabiendas de que la tarea ocuparía un  tiempo y costaría un dinero. Todos los nacionalistas viven esperanzados: el euskera además de ser el idioma oficial prioritario, será el más  hablado en todo Euskadi.
      Esta decisión, oficializada en parte, tiene ya repercusiones.  El dominio del euskera puntúa favorablemente en ciertos sectores laborales. Es una herramienta que puede proporcionar bienestar cuando todavía no se ha implantado la independencia de la nación llamada Euskadi.
      Todo este complejo proyecto exige el control de los centros escolares. Así sucede, sin que los partidos constitucionalistas citados hayan intentado una política escolar menos polarizada.
Así vamos camino de forjar dos comunidades separadas por el idioma.
      Este hecho nos lleva a pensar que, por la ruta actual, el poderío del secesionismo irá en aumento y los partidos de ámbito estatal,  perdiendo votos,  se plegarán a la influencia electoral nacionalista; o irán, también es posible, por el camino de la rebeldía esta vez "maketa", cada uno por su lado. No es el primer caso. Por consiguiente, correremos el riesgo de que,  al paso del tiempo, el paisanaje vasco se divida en dos comunidades: la de habla euskérica y la de parla  castellana.
      Si pese a estas circunstancias favorables para el euskera, no triunfara este idioma vernáculo, será porque el castellano tiene vitalidad propia y pervive en las condiciones más inhóspitas, lo cual no sería bueno para los  secesionistas vascos. Pero este fenómeno, agudizaría la radicalidad de las comunidades dichas.
      A mi entender, nadie puede perder el tiempo en bagatelas. Los constitucionalistas, han de estar atentos a lo que se cuece en Madrid, pero con los ojos puestos en los guisos de su tierra. Para empezar, lo que faltan son escuelas donde se haga realidad el derecho de los padres, aprobado por  las Naciones Unidas, para elegir el centro docente donde educar a sus hijos.
       ¡No es tan difícil!






miércoles, 15 de marzo de 2017

FISCALIZACIÓN DE LOS INGRESOS PÚBLICOS

    Como se puede comprender, la mayoría de la paciente tropa contribuyente que declara y paga impuestos suele ser fiel y cumplidora, sobre todo cuando sus ingresos figuran en nómina. En  casos así escaquearse no es fácil.
    Una excepción: el Impuesto sobre el Valor Añadido. De este tipo de fraude fiscal se han beneficiado millones de españoles que ayudan  a que aumente la deuda de su Patria, a la que tanto ovacionamos cuando su selección gana un  partido de fútbol.
    ¿Quién se salva por no haber defraudado el IVA? ¡Bueno, para qué engañarnos! Casi nadie con vida activa. Y ¿a cuánto asciende el total de la broma? Está por ser calculado con exactitud. En consecuencia, la fiscalidad de los ingresos está fuera de control.
    En el código genético de una gran mayoría de españoles de ambos sexos,  incluidos catalanes y vascos, está impresa esta idea: engañar al fisco de cualquier estamento oficial es reconfortante y levanta la moral de un muerto.
    La fiscalización de los ingresos a los que me refiero, conduce a conocer con precisión cuánto produce un determinado tributo y cuánto se deja de ingresar; y quiénes son los que rehuyen el pago, o pagan menos de lo previsto y las causas que originan este fallo.
    Con todas  las medidas que dicen existir para garantizar al votante el juego limpio, la verdad es que los dineros  recaudados, en nombre del Estado,  y de ahí para abajo por sucesivos  organismos oficiales, no se controlan por lo fino; y si trataran de hacerlo descubrirían  que las mordidas se dan de tapadillo por las facilidades que existen para sobrepasar con éxito cualquier control.
     Cuando se habla de reformas fiscales, hay que detenerse a examinar la idiosincrasia de cada pueblo, para evitar estos fiascos que desnivelan  los presupuestos.
      Consciente  o inconscientemente  ya se hace con los ingresos de poca enjundia,  al recaudar el impuesto sobre la renta de los que cobran por nómina: pagan el impuesto por adelantado con retenciones mensuales. Sería un abuso oficial servirse en el ínterin de unos dineros que no son del Estado hasta su vencimiento.  Ciertamente ese dinero sobrante,  se devuelve una vez al año sin rentabilidad para su legítimo dueño. ¡Todos tan contentos!
       Todo se arreglaría estimulando a los recaudadores. Pero  no va ser un servidor el que se cargue con obligaciones ajenas.
       Solo quería demostrar que los cauces recaudatorios tienen  vías de escape mal controladas, en perjuicio de los contribuyentes débiles.
       Muchos políticos se hartan  ofreciéndonos igualdad. Pero ¿cómo, cuándo, dónde?

martes, 14 de marzo de 2017

ESTADO PLURINACIONAL

     Hace unos días, el ex-alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, compareció en los estudios de una emisora televisiva de alcance nacional y, en pleno debate, aportó una idea interpretativa -en su opinión- sobre la plurinacionalidad española. Euskadi, Cataluña y Galicia tenían cada una -porque hablaban en su propio idioma- derecho  a ser reconocidas  como nación cultural; según su teoría, nada costaba ceder a esos territorios tal título, sin llegar a darles la independencia, y resolver así las diferencias que les impiden a estas "naciones" funcionar normalmente con las demás regiones que forman España.
      Quise entender que el Señor Elorza formuló esta propuesta con la mejor intención. Pero, incluso los que practican con fe de carbonero los ritos secesionistas, tanto vascos como catalanes, quieren que Cataluña y Euskadi sean naciones independientes y soberanas y,  desde esta realidad,  negociar con España, de Estado a Estado, un pacto de amistad y de buenas relaciones; algo así como cerrar un tratado bilateral que, desde la independencia,  suene a mutuo apoyo. Pero nada que se parezca a una nación cultural a secas.
       Los nacionalistas, tanto vascos como catalanes, desean todo lo bueno que puedan sacar de España y rechazan lo malo: por ejemplo que España les impida figurar entre los mejores pueblos del planeta Tierra, libres de ataduras. Y creo que este sería un primer  paso en ese sentido, porque hay territorios limítrofes con  Cataluña y Euskadi que podrían sumarse a estas naciones emergentes, si las cosas salieran bien. Se diría que lo nacionalistas viven para cumplir un deber: contar con el mayor espacio posible donde estar como en casa entendiéndose en euskera o catalán sin depender de España.
        ¿Hay conversaciones avanzadas entre el poder central y el autonómico vasco paras armonizar conveniencias? Se sospecha que sí; pero nadie suelta prenda. Papeleta difícil para el llamado a dar.
        La clase media no nacionalista del País Vasco, tiene muy poco estudiado el tema y desconoce las consecuencias dimanadas de la venta de su primogenitura por un plato de lentejas. Esa clase media, entre  idas y venidas, vueltas y revueltas de sus representantes políticos, esta desguarnecida, sola y decadente. Debería pensárselo.
         ¿Es hora  de que tome parte en el negocio? ¿O no?


     

lunes, 13 de marzo de 2017

LA ESPAÑA DESERTIZADA

     Estamos asistiendo a un cambio político social de cuyos resultados finales solo manejamos aventuradas hipótesis. ¿En qué terminará la nueva política de los EE.UU.? ¿Qué será de la Unión Europea? ¿Y de España?
     Casi todo cuanto se anuncia se basa en experiencias pasadas, en recuerdos históricos, en ideales apoyados en doctrinas de tiempos idos.
     Ortega y Gasset, en "La rebelión de las masas", se anticipó a nuestros días: "Quien aspire verdaderamente a crear una nueva realidad social o política necesita preocuparse ante todo de que esos humildísimos lugares comunes de la experiencia histórica queden invalidados por  la situación que él suscita (...) Con el pasado no se lucha cuerpo a cuerpo. El porvenir lo vence porque se lo traga".
     Nos preocupamos de la pobreza que nos rodea, es cierto. Pero tomen nota: la solución de los EE.UU. está -según su nuevo Gobierno- en levantar un muro para que los pobres de México no lleven su pobreza, sobrepasando unos límites, a sus vecinos del norte. La fórmula es tan vieja como el mundo. Pudo ser útil, cuando las comunicaciones eran lentas y las distancias se hacían largas. Hoy las gentes vuelan. Pasan por encima de los muros. La solución está en que los mejicanos sean ricos.
     El país que iba en vanguardia, los EE.UU, retrocede a épocas pasadas: mal asunto. Y en Europa puede suceder otro tanto. La Unión Europea pretende elevar el nivel de vida de los países que la integran. Pero si en esos países reverdecen los efluvios nacionalistas, si se restauran las fronteras y reviven los mitos o idolatrías locales, si nos miramos el ombligo, la pobreza de gran parte de sus habitantes  acabará con los ansiados estados del bienestar.
      Hay que modernizar los países pobres, invertir en la enseñanza de sus gentes, ponerlos en la vía constructiva... Ir hacia ellos con nuestras enseñanzas, con nuestras inversiones, para evitar que vengan hacía nosotros con su pobreza. Todo sin perder lo bueno que ya tienen.
      Pero ¿qué estoy diciendo? ¿Acaso somos ricos? Tendríamos que descubrir y enseñar  nuestra España pobre, sola, desertizada ... Tendríamos que abrir escuelas en esos pueblos vacíos,  no cerrarlas como hemos hecho; abrirlas con los medios que hoy nos brindan los inventos que  no conocíamos hace poco más de veinte años.
     Nunca ha tenido más actualidad aquel deseo de futuro que pedía Joaquín Costa  en el, siglo XIX, también para las zonas rurales: España necesita escuela y despensa.    
   







sábado, 11 de marzo de 2017

IGUALDAD SIN LIBERTAD

     Cuando se habla del derecho de igualdad ha de tenerse en cuenta que, se refiere  al  de cada persona, de cada ser humano. No se trata de igualdad colectiva de hecho, sino de un derecho.
      Que todos seamos iguales ante la ley, significa que todos -damas y caballeros- uno  a uno, tienen los mismos derechos y obligaciones.
       En consecuencia con este planteamiento: "Nada en esta Declaración (Derechos Humanos-Naciones Unidas, núm. 30) podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendentes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración".
      Después de leer el contenido de la Carta de los Derechos Humanos, y de constatar cómo se reconoce el derecho de toda persona a la enseñanza gratuita básica, vemos como también dispone: "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos".
      La Constitución española vigente, artículo 10-2 , impone: "Las normas relativas a los derechos fundamentales y a las libertades que la Constitución reconoce,  se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias ratificadas por España".
      Henos aquí en España,  dónde ese "derecho preferente" de los padres a elegir centro docente para sus hijos,  está muy limitado. Henos, también de nuevo, con que muchos padres cambiarían a sus hijos de centro por razones justificadas, y no encuentran facilidades para ello.
      Salen manifestaciones masivas pidiendo más igualdad colectiva y para ello exigen que toda la enseñanza sea pública o que, la privada deje de recibir subvenciones.
      Los políticos agudizan el oído, piensan en los votos de las multitudes, se olvidan de los derechos individuales. No los  conocen,  tampoco parecen importarles: los ignoran.
      ¡Y a esto llaman democracia los palmeros de turno!



      
     

viernes, 10 de marzo de 2017

VIEJOS Y NUEVOS FUEROS

     Tras la lectura de algunos textos de Sabino de Arana y Goiri, fundador del PNV se advierte cómo su doctrina se basa en la singularidad política de los fueros, por él llamados originarios; fueros,  por los que se regían los buenos usos y costumbres del pueblo vasco: la "ley vieja" (legi zarra en la lengua vernácula).
     Fuera o no vasco el fuerismo original,  lo cierto es que se prodigó durante los comienzos de la  Reconquista en una amplia zona rural cristianizada de la  Castilla en formación y también en las tierras y lugares sobre  las que ésta  ejerció su influencia. En estas tierras aforadas, según parece, el feudalismo, de aparición posterior,  no pudo desarrollarse con el vigor ejercido en otras latitudes tanto españolas como europeas. El fuero favorecía al pueblo; en principio, era ese pueblo,  a través de la familia con foguera abierta, el que elegía al Señor (autoridad máxima cercana)  como jerarca protector de sus fueros y libertades.  En otras tierras, esos mandamases se imponían por la fuerza.             Como puede advertirse es un tema interesante y de largo recorrido hoy ignorado por una inmensa mayoría de votantes, algo nada extraño por la complejidad del tema y la poca afición que hay por la lectura.        
     Quedamos en que los fueros sirvieron  de base para que el nacionalismo vasco pidiera (y pida) la recuperación de una soberanía perdida por su pueblo. Es decir, su independencia. Los que crean otra cosa, están engañados o se engañan. Para los nacionalistas,  Euskadi es un nación. Nunca lo fue, porque entre otras razones Euskadi no existía. Por eso, fueristas o foralistas no se metieron a formular ese discurso. El aforado buscaba la protección de las jerarquías, unas  veces religiosas, otras civiles o militares,  que defendieran sus "buenos usos y costumbres" entre los que incluían ciertos derechos y algunos privilegios. Eso hicieron los liberales del siglo XIX.
     Los habitantes aforados de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya -por esta vía de encontrar al mejor jerarca que los protegiera- coincidieron en que el  Señor más capaz, el que mejores garantías daba, era el Rey de Castilla y con él pactaron su "voluntaria entrega" a esta Corona bajo  juramento de que serían respetados sus fueros; y si no, aplicaban el "pase foral". Nunca negoció el pueblo vasco; lo hicieron por separado, alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos.
     ¡Cuánto me gustaría asistir como oyente a un debate sobre el realismo foral de los vascos!
      Porque lo curioso del caso es que,   para defender el fuero,  los nacionalistas se vienen sirviendo de toda la doctrina liberal puesta en escena por la Ilustración desde el siglo XVIII; doctrina que se cargó todos los fueros y a los que los implantaron, que fueron más o menos la Iglesia y la Corona.  
      Pudieron haber pensado en racionalizar esos fueros, en modernizarlos, en encuadrarlos dentro de la arquitectura que mandaba el  progreso, el equilibrio entre poderes... pero no lo hicieron; ni siquiera los nacionalistas.
      Puedo estar equivocado, pero entre nosotros está muy extendido el criterio de que el pasado no merece nuestra atención. No distinguen entre lo viejo y lo antiguo en buenas condiciones de uso.
      Las alubias hechas en olla a presión, darán menos trabajo, pero no se igualan en calidad a las guisadas a fuego lento en las hogueras de nuestros antepasados.
      La vida es así.



jueves, 9 de marzo de 2017

POLÍTICOS DUDOSOS Y GRISES

 
     El hecho de juzgar a un político profesional suscita, entre las gentes de mente despejada, un mar de dudas. Los políticos se contradicen con frecuencia y pecan por  sus falsas proposiciones. Es decir, se comprometen en aventuras de muy difícil explicación y de ahí derivan la frustración de las multitudes y los vaivenes electorales.
      Si se analizan las palabras y conductas de los más significados políticos españoles durante estos dos últimos años, se verá cómo han cambiado de rumbo para adaptarse a las demandas más populares, o para eludir el cumplimiento de promesas que se supone harían perder votos. Pierden prestigio.
    Último dato: según sondeos,  la corrupción política  preocupa a las masas electorales; está en el segundo puesto de la lista entre los achaques de  nuestro País.
    Esto hace pensar, o presentir, a los políticos que nos gobiernan, que  para nada les conviene, por sentido común,  la divulgación de novedades o sucesos que guarden relación con la fronda de episodios corruptos en candelero.
    Una miríada de españoles entiende que si un partido en el poder, por acción u omisión, no responde con prontitud y claridad ante una sospecha de corrupción, está poniendo en riesgo el voto de sus fieles.  En casos así no hay soluciones intermedias.
     Un inexperto político, mal asesorado, provocó con su terquedad las reiteradas convocatorias electorales del 2016, creyendo que las peras estaban maduras. ¡Desolación! No había forma de hincarles el diente . No  se impuso el criterio negativo de un iluminado. No ganaron sus rivales. Perdió él.
      Más o menos, todo seguía igual. Hasta que apareció un señor de Murcia. Aquí, ahora no vale taparse la nariz. No es como antes. El relevó está preparado y funciona.
.     De hecho, los rivales  tienen apalancado al poder. Solo les falta activar los resortes debidos para  provocar la convocatoria de nuevas elecciones. Lo harán cuando vean la primera oportunidad.  Aunque primero, es lo primero: preparar el terruño.
    Se presienten unas elecciones anticipadas, si la cosa no cambia.  No se olviden: el número de españoles preocupados por la corrupción, se dispara.
    Es una opinión. ¡Nada mas! ¡Adivinen quién está a la espera  de la primera oportunidad!
   
 

miércoles, 8 de marzo de 2017

LOS VASCOS DE ÁLAVA

     En Espejo, mi lugar de nacimiento,  se perdieron en el curso de siglos interesantes legajos de la historia foral alavesa;  si sucedió tal cosa, fue más por ignorancia  que por negligencia; sin entrar en pormenores que ocuparían mucho espacio.
     Me encuentro, al buscar unos datos de archivo, con el desenlace de un triste episodio económico-social. Sucedió después de la francesada. Esta guerra dió pie para que España se empobreciera y se dividiera,   hasta el punto de sostener, luego,  cuatro guerras civiles y de mantener peleas varias, fuera del País,  en América, África y Oceanía. Todo un lujo.
     En 1817, hace doscientos  años, Espejo -con unos doscientos cincuenta habitantes- estaba arruinado. Leo en el documento aludido: "En este lugar de Espejo, uno de los del Real Valle de Valdegovía, en la M.N. y M.L. Provincia de Álava, nosotros Miguel Ruiz de Loizaga y Julián Laría, regidores del referido pueblo, y José Díaz de Junguitu, su Síndico Procurador, y la mayor y más sana parte de vecinos, hallándonos reunidos en la sala destinada para celebrar nuestras Juntas" advertimos "que nuestro Concejo" "no podrá menos de llegar en breve a ver destruidos y aniquilados los escasos (bienes) propios que le han quedado  después de que, para subvenir a los enormes gastos ocasionados con motivo de la Guerra con Francia, le fue forzoso enajenar la mayor parte de los cuantiosos que poseía".
       Adviertan este hecho: hoy, en una situación parecida, en cualquier pueblo alavés (y otro tanto o más diría si fueran de otras tierras) estarían ya repicando en la puerta de los superiores jerárquicos, pidiendo una limosna por el amor de Dios; o un préstamo para salir del atolladero. No lo hicieron aquellas buenas gentes  de Espejo, porque sabían que ese asunto era de su competencia. Eran sus bienes, su hacienda. Todos, también la Diputación de Álava,  estaban arruinados. Pero, aunque no fuera así, habría servido de poco: "ese asunto, vuestra hacienda, es de vuestra competencia, o sea del pueblo" sería la respuesta. Y por tal motivo se reunían para tomar   medidas con las que salir de la miseria.
       En esa  reunión terminaron por aprobar un plan de recortes,  todo un programa de austeridad.
       Los pueblos sabían cómo  administrarse. Y se administraban. Hoy con toda nuestra autonomía foral, los pueblos  no pueden decidir ni  sobre la plantación de un chopo en la ribera del río. Hemos perdido la memoria y los buenos usos y costumbres.
       Tal vez, por  eso, los pueblos están vacíos.
















   

martes, 7 de marzo de 2017

EVOLUCIÓN DEL VOTO

     La primera convocatoria electoral de la que guardo un recuerdo consciente, fue la celebrada en febrero de 1936, en la que hizo su aparición el Frente Popular. Era un  pequeño mindundi, tenía trece años y la tensión política era tan intensa como para saber que las izquierdas se habían unido, que las derechas estaban divididas  y que un político republicano de centro, muy popular, como Alejandro Lerroux, -que había gobernado con el apoyo de las derechas lideradas por Gil Robles- estaba desprestigiado y de capa caída por el escándalo del "estraperlo".
     Ganaron los partidos políticos unidos del Frente Popular. Perdieron las derechas divididas. Desapareció el partido de Lerroux.
     Todo se explica. Según los mayores de mi familia, las derechas perdieron por ir divididas,  el partido de centro de Lerroux, por la escandalera corrupta del estraperlo y las izquierdas ganaron por presentarse unidas en el Frente Popular.
     Al paso del tiempo, deduje que influyeron también otros factores. Pero no puede negarse que esas tres circunstancias tenían gancho.
     Por mucho que se quiera demostrar lo contrario, hoy, en los días que corren, hay un partido nacional de centro- izquierda que está dividido y sin trazas de que su militancia quiera apiñarse para ganar electores. Además,  éste y  otro de centro-derecha,  están afectados por una imborrable corrupción que detestan millones de seguidores aficionados al juego limpio; ambos partidos, para más inri,  en Cataluña y Vasconia están a la baja.
     Estos comportamientos y sus reacciones han influido en que hayan surgido otras dos nuevas escuadras políticas  de reciente registro para toda España, que pese a una inestabilidad propia de principiantes, están  en  forma para ganar votos en próximas convocatorias electorales.
      Esto unido a la evolución del voto en la Unión Europea, da materia para pensar: ¿Y si  se hace con el poder la extrema izquierda no  sólo en España,  sino en gran parte de Europa?
     Sólo es una pregunta. Siempre hay que jugar con la aparición de imponderables. Podría darse una ocasión de puesta a punto convincente de estos aspirantes al poder... ¡Qué se yo! Pero...no apostaría un café.
   
   

lunes, 6 de marzo de 2017

ENCUESTAS A DESTIEMPO

     Veo encuestas electorales publicadas a destiempo. Los votantes no suelen estar motivados como en los períodos electorales; ni sus respuestas vienen condicionadas por los programas y promesas de los contendientes políticos; tampoco juegan papel importante las escandaleras que quitan y dan votos a paletadas.
     Por otra parte, se intuye -es un pálpito- que  España parece tomar,  con algún retraso, por los senderos que ya fueron habilitados en otros  países europeos: entre ellos, el empuje nacionalista de las derechas y el populista de las izquierdas.
     La salida del Reino Unido de la UE viene impulsada por el nacionalismo británico; nacionalismo que bajo otros signos, también prospera en algunos países europeos; y si en España triunfa, por ahora, un nacionalismo regional, tal y como se plantea en Cataluña y Vasconia,  no es porque no exista, aunque  con carácter  latente,  un nacionalismo español que puede cualquier día romper escrúpulos y manifestarse con toda su fuerza, en los puntos donde mas se niega a España.
     Por ahora los nacionalismos catalán, vasco y gallego se mueven en esa onda optimista, desde la que piden una Europa de los pueblos como más auténtica que la Europa de los mercados. Hay un inconveniente: desde hace siglos, los pueblos crean fronteras, las mismas que dificultan el desarrollo de los mercados, cuando por ahí avanza la prosperidad de las naciones.
     Fijémonos, por otro lado, en el populismo de las izquierdas. Es otra cosa. Es una versión, con apariencias modernas, del intervencionismo propio de las dictaduras totalitarias,  mal llamadas democráticas. Derrochan principios democráticos de boquilla, pero cuando está en juego el poder  de sus líderes se disputan la hegemonía como lobos: a dentelladas. Eso no es democracia. Claro está: el gallito del grupo, dice y quiere demostrar que no es un macho alfa y lo anuncia anticipándose a cualquier petición de parte; pero cuando se presenta la oportunidad de alcanzar  el poder, sueltan la meadita de costumbre para marcar su territorio donde ser los amos. Con este fin, no se olvida la escenografía ni  la luminotecnia para dar el pego.
     No es tiempo de encuestas, pero sí puede seguirse la estela que dejan los que ansían el poder.
     Puede que sea, éste, un año muy movido, durante el cual muchos van a cantar su adiós a la política.








sábado, 4 de marzo de 2017

ADIVINE POR DONDE IRÁ ESPAÑA


     Nuestro País también protagoniza el cambio. Las ambiciones económicas presionan de tal forma, que, sin ser sean causa de grandes revoluciones, obligan a las masas a cambiar de opinión para
luchar o sacar partido ante la oleada inevitable que  nos viene  encima.
     Un ejemplo: en España las tarifas eléctricas además de enigmáticas, bordean los límites del lujo. Y para más hendir las economías domésticas, nos informan: las compañías suministradoras  de esa energía cierran los ejercicios mercantiles con beneficios multimillonarios.
     Esto no impide que vivan conectados a sus clavijas energéticas, millones españoles que no pueden abonar la factura del oligopolio mes a mes.No tienen otra solución que la de tomar ajo y agua.
     El fantástico gremio generador de energía, se maneja, o lo manejan,   y prospera a todo gas, gracias a que el sufrido contribuyente está atendido por una red legal que  -según acusan las malas lenguas- nos impone la obligación de  pagar el kilovatio al precio más caro,  si se compara con el usual entre nuestros vecinos.
     Se llega al extremo de cobrar un "peaje" a los que instalaron placas solares para auto abastecerse de energía eléctrica; peaje que perciben las aludidas compañías, como un complemento  que suman al importe del consumo puro y duro. Algo parecido a pagar, además del par de zapatos al  vendedor, un "peaje" que te da derecho a usar las calles que  puedas pisar.
     Claro está que todo eso se conoce, con  pormenores, por los partidos políticos que luchan por alcanzar el poder. No tiene mérito alguno anticipar que,  a medida que se acerquen las elecciones, ese tema servirá a los medios informativos y generadores de opinión, para mantener su  clientela e incluso aumentarla; ni hace falta discurrir gran cosa para prever a qué partido le van a cargar el muerto.
      No creo que esta legislatura dure los cuatro años previstos por la ley; ni que se pueda impedir un adelanto de las elecciones generales. Son tantos los puntos débiles de los hoy gobernantes, que les será difícil encontrar talentos que quieran arriesgarse a navegar en una mar tan revuelta. Y más difícil aún, contar con electores que les ayuden.
      Este proceder financiero de las eléctricas es una muestra del desequilibrio que empuja a nuestras colectividades. La consecuencia es que hay más ricos que no se sacian, una clase media que se empobrece, un amplio sector de gentes  que lo pasan  muy mal  y unas multitudes arrastradas por las migraciones masivas que, a medida que aumentan, son peor recibidas.
     Constato hechos. Si ustedes ven otra cosa, me lo cuentan.

viernes, 3 de marzo de 2017

DIPLOMACIA PESE A TODO.

     Si algo resulta ser en suma didáctico es el turno de preguntas y respuestas -todo bien calculado- al que periódicamente se someten, en la Cámara baja, los titulares de las distintas carteras gubernativas, interpelados por sus opositores.
     Un psicólogo experimentado,  puesto a observar y a dirimir sobre estas disquisiciones, podría -tras oír a cada político actuante- darnos con acierto un atinado informe sobre la  valía de su persona, en virtud de su oratoria; un valía enjuiciada no respecto a su adversario,  al que tratan de domeñar, sino en función de los oyentes que le atienden,  desde la lejanía cercana de sus hogares, a través del receptor de televisión.
     Quiero decir que  el político, cada vez que habla o gesticula, a veces por el simple hecho de sonreir con inocencia y siempre oportunamente y no por sistema o con chulería, ha de ser consciente de que si alguien lo contempla es un votante;  y es tal  voto el que le importa y mucho; más que el adversario, cuya importancia es relativa, como pretexto y poco más.
     Bien: en general los políticos equivocan el  blanco y ademas no lo reconocen. Suelen ser muy enérgicos en el planteamiento del tema y en sus respuestas, pero no cautivadores de votos.
     Sé por la experiencia que dan los años cómo, una forma de ganar amigos entre los espectadores, se logra mediante medidas concesiones al rival  para negarle la razón  delicadamente, bajo la promesa de que se estudiará a fondo el caso. Y  a contrario sensu, produce repulsa toda contestación brusca y poco razonada.
     Los políticos españoles -salvo excepciones- desconocen las artes diplomáticas, con las que se ganan muchas batallas y más votos. Suelen presumir de cavernícolas. Nadie olvida la desagradable alusión a la cal viva del desnortado e inoportuno Sr. Iglesias en una intervención parlamentaria; o el inútil insulto del Sr. Sánchez, nada menos que al Presidente del Gobierno,  en un debate electoral. Les pesará toda la vida.
      ¡A los políticos les pierde la importancia de lo inmediato!    

jueves, 2 de marzo de 2017

GASTOS E INGRESOS.

     El problema de millones de personas, individualmente consideradas, es que han de gastar, para atender a sus necesidades más perentorias, un dinero que no tienen. Ese es el drama. Lógicamente, salvo los que se dan por vencidos y dejan de luchar -el número de suicidas crece hasta en los países más desarrollados- todos  buscan cómo salir del atolladero.
     Las colectividades modernas  son tan heterogéneas, tan diversificadas, tan  insólitas, que hay gente para todo y, en una sociedad democrática y libre, donde por mucha política que se ponga  en juego cada cual se las arregla como puede, hay  quien  prospera y quien se hunde, hay quien se lo trabaja y quien lo roba. Son formas de nivelar los gastos con los ingresos y hasta se pueden crear excedentes.
      Lo peor de esta situación es que para contener  o reducir a los malos, hace falta mucho dinero. Hay que aumentar la nóminas represivas,  organizar una gran sistema policíaco y otro judicial, construir más cárceles y dotarlas de medios y personal, y... ¡no podía faltar!: hay que organizar el funcionamiento de un parque de transportes (los coches oficiales)¡con lo caro que está el combustible!
     Entre pitos y flautas el Estado no puede con todo y con ese pretexto, en cada convocatoria electoral aumentan el número de servidores a costa el erario público;  también crecen los textos legales y claro está los coches oficiales, los horas extras y dietas consiguientes y más cárceles y sistemas correctivos... En suma: más gastos y menos ingresos
     Así, años tras año, cada vez  más endeudados como nación, la pobreza se extiende en desprestigio de la democracia.
     Ahora bien: con el pretexto de salvar a esa democracia desprestigiada -cuando las necesitadas son las personas- los que aparecen y medran son los dictadores con los correspondientes sátrapas.
     Algo así como comer cerillas.
     ¡Dios nos pille confesados! 






    
     

miércoles, 1 de marzo de 2017

TONTOS, PODER Y DINERO

      El "cambio" que redimiría a España y a los españoles de las miserias que nos abruman, nunca lo alcanzaremos por los cauces de la política: es  más bien cosa  de escuela. Es algo difícil de explicar. No se olvide que cuando ignoramos algo es por no estar iniciados en la materia que se ignora. Por ejemplo, malamente entenderemos la suma en toda su amplitud, si no conocemos los números. Eso le sucede a una inmensa mayoría de políticos; no  pasan de memorizar el dos y dos son cuatro.
      Claro está que los números tienen trastienda y la suma es lo más elemental de esa asignatura. Por eso, los políticos  -salvo  excepciones- cuando no han pasado del dos y dos, suelen ser muy tercos; es muy difícil sacarlos de su rutina. La estupidez "no es no", les parece un discurso genial y, pese a todo, los aludidos tienen seguidores entre gente ilustrada. ¿Por qué?
       Llego a creer -no me hagan mucho caso- que el camino de la política es duro, pedregoso y de firme irregular y nada mejor que un asno  que ayude al bípedo "listo" a trepar y ganarse las alturas sin grandes contratiempos. Una vez arriba es fácil desprenderse del cuadrúpedo, siempre que no lo impida alguna cláusula eximente. Por ahí empiezan las corrupciones.
       Cuando digo "tontos", -lenguaje coloquial cariñoso- no se confundan: quiero decir "inocentes" y me refiero a los electores de buena fe. En general, somos  unos pichones.
       La política es la madre del poder  y el poder el padrastro del dinero. Es esa la primera corrupción para la que hemos de estar preparados. Pero la gente, por  lo común, tiene buenos sentimientos y se encariña -uno no sabe el porqué- con los  personajes más extraños de la película.
       Nos queda la esperanza de que también a coscorrones se ablandan las molleras del personal.
       La letra con sangre entra
       ¡Uno también ha sangrado lo suyo!