lunes, 29 de febrero de 2016

LAS VAPULEDADAS CLASES MEDIAS

     Entiendo por clases medias -con independencia de su nivel económico-  a las formadas por personas que han logrado un nivel  profesional y cultural  que les permite vivir con  cierta autonomía.
     La modernización de un país, viene dada por el número y la  formación educativa  de sus clases medias que, al fin, influyen decisivamente en el desarrollo de los pueblos.  A mayor número de familias integradas en las clases medias, mayor progreso. Esta es la realidad. No son los políticos los que generan progreso. Es la suma de iniciativas y esfuerzos de las clases medias -pese a los políticos- la que promueve el avance de los pueblos: su modernización, su bienestar. (Perdón por la insistencia)
     Los políticos alzan la bandera de su  protagonismo y presumen de progresistas, cuando resulta que todo su progresismo cabe en una mochila cargada de vulgaridades. Los progresistas de un país no son los que,  metidos en las zarandajas de la polìtica, pierden el tiempo hablando de reformas que sólo conducen a derogar una ley que les molesta.
     El progreso es avance, es perfeccionamiento, es desarrollo. Es algo que llega a los países -curiosamente- cuando aumenta la masa de las clases medias y no cuando los políticos se suben al campanario de las televisiones para pregonar fantasmadas.
     ¿Cómo va a progresar España si las clases medias son las más castigadas por los políticos aunque éstos presuman de lo contrario? ¿O no? ¿Quién aporta más por los dos impuestos básicos (Renta e IVA) y con menos costo,  para el erario público?
      Vean la reforma pactada entre dos fuerzas políticas con visos de reforma  progresista. Analicen los efectos de sus cambios laborales y fiscales. ¿Quiénes los  pagarán?  Las clases medias, sin duda. Estoy a favor de  la justicia social, de prestar asistencia, manutención y techo a los necesitados de solidaridad y apoyo. Pero una cosa son los fines y otra los medios para alcanzarlos. La poca imaginación de nuestros políticos, no hará sino aumentar el censo de los necesitados.
       Hablan de la reforma de la enseñanza. ¿Pero que reforma puede venir de una enseñanza intervenida y doctrinaria sometida íntegramente al presupuesto o a las subvenciones públicas? 
La enseñanza, básicamente, es cosa de maestros  y de  padres. Es decir que en un paìs moderno  y progresista, el peso de la enseñanza debe recaer  en los maestros en connivencia con los padres preocupados por la instrucción de sus vástagos. Y si no están preocupados, lo mejor y más progresista sería mandarlos de nuevo a la escuela. Al Estado, en sus distintos grados, a cambio de la ayudas que debe prestar a la enseñanza, se le reserva el papel de la inspección, para que nadie se desmande. Pero para progresar hay que dejar paso a la libertad y a la competencia entre escuelas. Es ley de vida.Donde no hay competencia hay decadencia. 
     No he visto  políticos mas inmaduros que las últimas camadas cargadas y cagadas de suficiencia, pero nada más. ¡Dios nos asista!
      





sábado, 27 de febrero de 2016

UNA DERECHA VERGONZANTE

     El vocablo vergonzante (referido al que tiene vergüenza) tenía entre españoles un matiz muy específico cuando se referìa a los pobres: el pobre vergonzante, como sujeto que sufría la pobreza,  se sentía avergonzado de sus carencias y trataba de disimular su situación.  Esto mismo ocurre con las derechas: sienten vergüenza de serlo, sobre todo si se las encuadra dentro de la derecha netamente española: la derecha nacionalista vasca  todavía mantiene su orgullo. Veremos cuanto dura.
     Esto también pasó con los curas. En territorios como el vasco las familias se sentían orgullosas de las vocaciones religiosas surgidas en su seno. Ya no sucede así. Desde que los curas abandonaron el latín y suprimieron la teja y la sotana, es decir sus distintivos, los jerifes del clero, decadente en número, creyeron haber puesto remedio al descenso de vocaciones. Pues no: sucedió  todo lo contrario.
     Creo sinceramente que la derecha española tiene sobradas razones para estar avergonzada de sus guías (de curas no entiendo, doctores tiene la Iglesia que sabrán responder);  es decir  cansada de ser una derecha vergonzante;  muy cansada de votar y votar para que todo siga igual.
     Los  hechos hablan y están presentes para quienes quieran verlos: en cinco votaciones sucesivas, el partido más significativo del que llaman centro derecha (derecha vergonzante) ha ido perdiendo votantes sin que los políticos, conscientes de ello, se hayan dignado registrar el hecho y cambiar de rumbo. Les falla el instinto de conservación de la especie, al que suelen acogerse hasta los bueyes de mi pueblo a pesar de estar capados.
     Las elecciones -si no cambian las cosas- están a caer. Que ustedes lo vean. Y de paso tomen nota por si advierten cambios. Algo así como una purificación de hábitos y un arrepentimiento  visceral para que no sea un vasco de derechas el que saque a relucir sus glándulas seminíferas para hablar de hartazgo.
     Si esos cambios no se dieran, cambien ustedes. ¡No están los tiempos para pasar vergüenzas por culpas ajenas!




viernes, 26 de febrero de 2016

UN SIMPLISMO QUE ATUFA

     Entre PSOE y CIUDADANOS, han firmado un pacto de un simplismo que atufa. Algo que demuestra que la democracia en España está en pañales. Un ejemplo: la supresión  de las Diputaciones. Haciéndolas desaparecer -nos prometen- España sería otra cosa. Pero hay Diputaciones que funcionan  y otras que están convertidas en refugio de pecadores del  partido que sea. La cosa no es de sencillo arreglo, porque en vez de suprimir a la Diputación, habría que dar un  barrido para echar a los hombres y mujeres causantes de la inutilidad registrada. Por ahí no van los remedios del pacto.
     El remedio no viene por ahí; viene por la vía  educativa, por la escuela, a la que tendrían que ir los niños y sus padres. Es un remedio lento, eso es lo malo. Pero si Suecia funciona, es gracias a los suecos. Si la llenásemos de españoles sería como España. ¡Elemental Sr.Rivera! Eduque usted a los españoles, algo imposible sin libertad de enseñanza. Hoy solo nos  dan doctrina y de la mala.
     Con estas músicas, el susodicho señor Rivera se dirige al Presidente del Gobierno  en funciones, para proponerle que se ponga una venda para no ver y unas orejeras para no oír y de paso preparar la cama para que su enemigo personal se de el gusto en nombre de la Patria.¡Celestinesca tarea!
     Verá Sr. Rivera. Es de agradecer su bien intencionada propuesta, pero como sucede en  las Diputaciones, el sí o el no de las cosas depende de las personas, no de lo que digan los papeles.           El caso es que el Sr. Sánchez le dió una coz, despectiva, injusta y sin venir al caso, al Jefe del Gobierno de España, sin advertir que se la daba a millones de españoles. Si ahora, el Sr. Rajoy, pasara por el aro no se lo perdonaría esa millonada de compatriotas. Y es que además, como se demostró ese día y luego en tantas ocasiones, al Sr. Sánchez le faltan dos hervores para llevar con éxito el gobierno de España. Sería un peligro.
     Item más: Hoy por hoy el Sr. Rajoy, con ciento veintitrés parlamentarios  y mayorìa absoluta en
el Senado, tiene más poder en la oposición que si fuera jefe de un Gobierno, con todos los demás partidos unidos para llevarle la contraria.
     Los papeles cuentan, Sr. Ribera, pero menos que las personas. Al fin sucede lo que tiene que suceder. Ustedes perdonen.






jueves, 25 de febrero de 2016

PARECE HECHO DE ENCARGO

     Si ponemos atención para explicarnos el comportamiento de los partidos políticos en liza, advertiremos que, por lo acaecido en los últimos días,  no responden a las normas idiosincrásicas españolas. ¡Ahí es nada todo un pacto de entrañable  relación político amorosa entre un partido de centro izquierda y otro de centro derecha! Han dejado descolocados a los más expertos politólogos mediáticos de la madre patria.
     En efecto, los números no cuadran y si el PP y PODEMOS mantienen su actitud de votar en contra de la investidura de Pedro Sánchez, éste no podrá vivir su sueño de domiciliarse en la residencia monclovita y se convocarán nuevas elecciones.
     A partir de este momento, el pacto PSOE- C´s  aludido se contemplará como el primer paso propagandístico de unas inmediatas elecciones que ya se dan por seguras. Entonces  la cosa cambia: toda la parafernalia puesta en juego tiene un sentido electoral  y puede producir sus frutos.
     Desde Europa -no hay duda- se ejerce una influencia poderosa sobre los gobiernos integrados en la Unión. Las alianzas a la europea están dando estabilidad a importantes gobiernos nacionales que vienen armonizando sus decisiones políticas en beneficio de los que rigen los destinos de la UE.
     El perro y el gato (PP y PSOE), es un hecho, no se van a unir: tirarán a matarse. Hay un partido nuevo, CIUDADANOS que podría alzarse con una importante mayoría. Probemos, dicen desde Europa. Y si la prueba resulta, España no se saldrá del  redil.  
      Veamos:   CIUDADANOS Y PSOE, con este pacto ya en marcha, reafirman su centrismo. Al PP lo mandan a la derecha; PODEMOS queda a la izquierda. El centrismo es el mejor caladero de votos para todo buen demócrata. Si al derechismo del PP, le sumamos  la devaluación añadida por  la oleada de corruptos,  y, al izquierdismo de PODEMOS el desprestigio causado por sus alianzas antiespañolas y extremistas, el voto de centro irá, muy probablemente a parar a  socialistas y ciudadanistas.
      El acuerdo firmado entre el PSOE y CIUDADANOS puede que obre en este sentido.
      En peores garitas hemos hecho guardia.








miércoles, 24 de febrero de 2016

EL PODER A DISTANCIA

      El poder siempre estuvo relacionado con la fuerza intelectual y física  del titular que lo ejerce, si bien no hay una proporcionalidad que garantice a más fuerza  o a más intelecto más poderío. Desde el momento en que entran en juego otros factores, principalmente el económico,  se establece un cambio: a mayor riqueza más poder.
       Es curioso -a la par que entretenido y provechoso- advertir que tanto una persona, como una empresa, un municipio o un estado, etc. es  más pudiente (tiene mas poder) cuando es dueño de mayores recursos financieros.
       Lo lógico sería, pensando en el bienestar de un país, que llegaran a dirigir la política los buenos y más honrados administradores, para empezar,  y los mejores empresarios, a  continuación, para mantener una lìnea ascendente de riqueza, en beneficio de sus  moradores..
       Lo ilógico sería que, pensando en los demás,  una gran mayoría de poderosos a título individual,   creyera  que sus virtudes están ahí para favorecer, precisamente, a los entregados al placer de vivir del cuento y de tocar la figurada gaita de ahí me las  den todas.
       La justicia exige dar al que no tiene, pero no al que no quiere. Y las sociedades ricas suelen llenarse de parásitos bien sabe Dios por qué; porque se conforman con el subsidio.
      Siendo así, empiezan a  pagar justos por pecadores, y como no hay derecho a que los buenos sufran, aparecen lo políticos pobres pero honrados que van a ir ganando poder  y dinero a medida que su política funciona. Hasta que se hacen ricos, le toman gusto al poder del  dinero, ya no se acuerdan de sus promesas y cambian el rollo.
       Ejemplo: las cosas que  decían, referidas a los socialistas españoles, los tremendistas del partido llamado  PODEMOS, eran exageradas e injustas, aunque les dieron relevancia y poder; cosas  que ahora silencian para seguir  chupando de la goma, mientras no se demuestre lo contrario.
       Ejemplo de futuro: las cosas que dirían los sociatas del PP si éste se decidiera a abstenerse en la sesión de investidura para que triunfara don Pedro  Sánchez, serían para exhibirlas dentro de un marco y producir vergüenza.
       Hemos dicho que el poder lo da también el intelecto y éste indica que la golfería no es rentable frente a la innovación y la administración honrada y eficaz, si  al mismo tiempo es astuta.
       Es indudable que la astucia ha de ir revestida de cándida paloma. Nunca esto fue penado por la ley.
       El PP, cualquiera que fuera  el resultado en la sesión de investidura  (salvo si fuera negativo y diera paso a nuevas elecciones), tendría, con su mayoría absoluta en el Senado, la llave de cualquier reforma profunda.  Ejercería el poder a distancia con un mínimo desgaste.
      Claro que, además,  hace falta astucia para mandar en un Gobierno desde los arrabales. Y claro:  hay que saber tragarse el sapo. Es posible. Todo depende del guiso.
      ¿Pero hay algo más noble y desinteresado que la leal oposición al Poder constituìdo? ¿Hay mejor sacrificio, y que políticamente compense más, que desbaratar las iniciativas de un gobierno conducentes a privar  de soberanía a todo un pueblo como  el español?
      Dicho esto, ante este caos que se vive en España en estos días, cabe pensar que el mando a distancia se ejerce desde Europa y que un posible paso a la oposición previsto para el PP, lo lavaría de  penurias y pecados y encauzaría un futuro de alianza a la europea. Ese sería el verdadero cambio.



martes, 23 de febrero de 2016

LAS ANSIAS DE PODER

     Cuando un político se presenta ante  masas ingentes de personas para ponerse a su servicio, y muestra su disposición a "dejarse la piel" en su lucha contra la injusticia y en redimir a  pobres y   desvalidos, no te conmuevas: los seres humanos están sometidos, como cualquier ser vivo, a las leyes de la naturaleza y tienen que luchar para supervivir como cualquier hijo de vecino: ganarás el pan con el sudor de tu frente.
     Es duro, pero no hay progreso  sin trabajo que le proceda ni cabeza que lo dirija. Lo más seguro al respecto es no olvidarse de que la escuela, primero, y la competencia, después, constituyen las bases sobre las que apoyar una vida digna y tolerable: una vida de, progreso.
     El político, mientras no se demuestre lo contrario, aspira principalmente a ejercer el poder. Es legítimo y, desde la más remota antigüedad,  los humanos se fueron agrupando en familias, en clanes, en tribus, en pueblos, en naciones, etc. y nunca faltaron quienes -equilibrados de mente para dirigir a hombres y mujeres- se hicieron con el poder y en algunos casos lo ejercieron con mayor o menor acierto y equidad: con prudencia, justicia, fortaleza y templanza en dedicación a los demás (ahora, en nuestros días, la llaman justicia social); si bien estos casos fueron rarezas.
     No se negará que por cada uno de los que "se dejaban la piel" y gobernaban con acierto, surgían otros diez o más que prometían mucho y luego daban poco o nada. La historia española está llena de ejemplos que fueron, para la mayoría, fuente de desgracias.
     Ahora estamos pasando por  un momento crítico. Nos ofrecen cambio a raudales y  reformas progresistas. Pero les fallan las bases ideológicas: una buena escuela y una buena preparación para enfrentarse a la competencia. Lo que ofrecen son subsidios y esto no coincide con el avance que se supone es el progreso.
     Es muy importante: no confundir progreso con progresismo.

lunes, 22 de febrero de 2016

MEDIDAS REGRESIVAS


     Lo importante de la época que estamos viviendo es que -por encima de las previsiones y promesas de los políticos-  se está produciendo un cambio, al margen de todos los que anuncian con carácter progresista, tal que los derivados de la globalización, que escapan al control de los Estados. Ejemplo: las migraciones masivas .
     Para los políticos de pacotilla, el progreso consiste en promover un bienestar generalizado, para lo cual cuentan con la implantación de cargas obligatorias, que afectan a los que laboran y producen, con el, pretexto de ayudar a  los que carecen de un mínimo con que  costearse la subsistencia y el cobijo.
    Son cambios que exigen cargas de difícil recaudación; cargas,  implantadas en pro de ese progreso, que necesitan de costosos medios de control que, cuando éstos funcionan, suelen hacerse  a costa de quienes no pueden eludir el pago puntual de los impuestos. Es decir, no pagan los que más tienen, sino que -al revés de lo prometido- corren con el gasto los que más suelen aportar, por su cuenta y con su trabajo e inversiones a favorecer ese progreso.
    Corren con el gasto -insisto-  las clases medias, porque los mejor dotados, adelantándose al ideario político, buscan otros espacios desde donde medrar a sus anchas, sin nadie que se lo impida. Es decir emigran con sus caudales en busca de mejores climas tributarios.Véase lo que pasa en Grecia y en otros países gobernados por progresistas  pasados de moda y de rosca.
      Veamos un ejemplo. En España los políticos saben, y los expertos lo anuncian, que el sistema de pensiones de jubilación, acogido a la fórmula de reparto, es muy vulnerable y que, por varias contingencias de signo negativo, puede ir la suspensión de pagos en un plazo no lejano.
      En otros paìses, paulatinamente y con tiento, han ido reduciendo el ámbito de este sistema, cambiandolo por otro con menores riesgos. Con el primero  (de reparto) los autónomos cotizan   con aportaciones reducidas que les garantizan una pensión mínima básica y, con el segundo (de capitalización) el asegurado, que también puede ser autónomo, contrata el pago de una cuota mensual variable, para recibir al jubilarse una cantidad  proporcional a las aportaciones realizadas.
      ¿Que prometen desde el PSOE para la sesión de investidura? Sabiendo como saben que un ochenta por ciento de los autónomos han optado  por concertar el pago de la cuota mínima (unos 267 euros el mes; el  29,8 % sobre  un salario también mínimo de 893,10 euros), se van a ver sorprendidos por una nueva exigencia: el pago por este concepto de una cuota mensual mucho más elevada que se calculará sobre sus ingresos reales. La subida es notable, el riesgo no desaparece, y han de pagarla los titulares de pequeñas y medianas empresas en manos de los pocos que producen algo para mantener una burocracia oficial macrocefálica.
      Y a esto  lo consideran reforma progresista. "A cualquier cosa llaman chocolate las patronas", decían los estudiantes en los años del hambre.
       ¡Que baje de los cielos el Pablo auténtico -el del caballo- y lo vea!

sábado, 20 de febrero de 2016

ESPAÑA Y SU SISTEMA AUTONÓMICO

     El ochenta por ciento de la información que llega a los españoles en los diarios de noticias es emotiva y en muchos casos morbosa. Y por añadidura esas emisiones  son en gran número sectarias.
     A veces aparece un benigno sociólogo, o un economista, o un político con sentido común que  nos dicen y demuestran: "España no puede  sostener el sistema autonómico que se estrenó gracias a la Constitución de 1978".
     Los españoles no pueden pagarse ese lujo y, entre éste y otros excesos, no debe extrañarnos que la deuda vaya en aumento y supere todas las previsiones puestas en mano de  expertos.
     Esta realidad no tiene responsables con nombre y apellidos. Es un mal generalizado, endémico. No pudiendo echar la culpa a nadie, los informadores se desentienden del tema; no tiene morbo.Tampoco se dan llamadas de alerta, como demanda una futura  catástrofe. Cuando alguien patine, si  si se encuentra  una persona responsable a la  que cargarle el muerto, (sobre todo  si es de derechas), será otra cosa.
      Se habla esta temporada de cambios y ¿cómo no? de reformar la Constitución,  como si la solución estuviera en los textos legales. Con los que hoy existen, si hubiera buena voluntad y funcionaran las muchedumbres por convicción - y no por imposición, aunque otra cosa nos prediquen- tendríamos ya en marcha  unos principios de austeridad y otros de racionalidad y el problema autonómico controlado; y tendría arreglo, no de la noche a la mañana, pero sí a medio plazo.
       No puede negarse que el PSOE ha puesto de actualidad  la idea del  federalismo,  como  solución rápida e indolora para los males y trastornos autonómicos; pero no está clara la cosa, puesto que nunca explicitan qué tipo de federalismo proyectan ni si ha merecido su aceptación en los territorios con tendencias separatistas.
       El federalismo sería un sistema inútil si no cumpliera el  principio de racionalidad que le falta al sistema autonómico español. Podría suponer, el nuevo sistema, que algunas autonomías resultaren incapaces para cargar, por ejemplo,  con el peso de la sanidad o con el de la enseñanza, cuando además se pretende por las izquierdas  que esos servicios se presten por el sector público y se amplíen en favor de todo el que pase por aquí. ¿De donde se saca? ¿Más deuda?
        El día en que el pueblo español (incluidos catalanes y vascos) entiendan mayoritariamente de números y tomaran conciencia de cómo nuestros políticos, salvo contadas excepciones, derrochan lo que se aporta entre todos, empezarían a cambiar de veras las cosas, sin tocar la legislación vigente que ahora se cumple tarde y mal por un amplio sector de españoles y por muchos forasteros que descubrieron la mina.
         Los españoles somos muy listos pero nos arman la, ratonera con queso. Así nos cazan con las botas puestas. Antes de votar, mire usted la trampa.¡En legítima defensa!












viernes, 19 de febrero de 2016

LA JERARQUÍA RESISTE.

     Debido a un carácter intuitivo heredado -según viejos parientes- de una bisabuela de origen céltico, entre bruja y hada (mitad y mitad) arraigada dentro de una extensa prole conocida por "Los Janeiros", me peta adivinar el futuro de los partidos políticos por puro pasatiempo.
     Este  olfato intuitivo me dice que el partido mejor organizado para desarrollar en los próximos meses su programa es PODEMOS; que le sigue de cerca C`s y van por detrás el PP y el PSOE por este orden. ¡Es un aviso  para navegantes!
     Como pueden comprender ese ramalazo intuitivo necesita un apoyo intelectual, porque el cuento de la abuelita  no lo lo digiere a esas alturas  ni el más adormilado niño,  siempre que haya dejado la teta.
     Tengo puesta mi fe en las jerarquías. Si la Iglesia Católica, con lo escasa que anda de curas y el número incontable de enemigos que la persiguieron (y aún siguen en activo),  pudo mantenerse (y está aún viva) durante veinte siglos largos, fue debido -aparte bendiciones celestiales- a su cerrada y bien constituida jerarquía. Repasen la historia:  imperios, reinos y repúblicas, hechos a su semejanza, permanecieron estables en tanto tuvieron mejor organizadas sus estructuras jerárquicas.
     Observen nuestra realidad política: los discursos iniciales de PODEMOS,  han variado en profundidad respecto a los expectorados en la actualidad.  Pero  sus jefes nunca cambiaron,  son los mismos,  con  la misma figura y la misma coleta pero bien jerarquizados. Las primarias para su elección fueron teatro: la jerarquización estaba pactada.
     ¿Y el PSOE? Ha cambiado a peor desde que hablan de clases medias y  olvidan a los obreros.¡Qué diferencia! Los jerarcas andan divididos y no se entienden, como pasaba entre Largo Caballero y Prieto, y perdieron la guerra.
     ¿Y el PP? No digamos. Se ha roto en añicos, porque fueron muchos -demasiados- los que se alzaron con el santo y la limosna. Hace falta un buen baldeo y mucha lejía para recuperar un escenario limpio y un prestigio heredado de una derecha se lo ganó con el  sudor de su frente. Pero nadie puede negar que la jerarquía resiste unida y  -como decía Cela- el que resiste gana
      Nos queda C`s.  Anda por ahí, queriendo catequizar al PSOE como si fueran escolares, sin tener en cuenta que quien con niños  se acuesta, excrementado  alborea. Mi bisabuela y yo rezamos para que esto no pase. Pero le deseamos  que su jerarquía  funciones y siga unida.
      Vamos a esperar. Me fío del resultado porque la intuición heredada de las magias célticas  suele acertar más que un sondeo: ganará un  PP saneado. Por lo menos se lo merece.
   
   



jueves, 18 de febrero de 2016

ESTADÍSTICA Y CORRUPCIÓN

     Me maravilla la seguridad con que se afirma: la gran masa de políticos puestos al servicio del pueblo son gente honrada; oro molido.
     ¿Y cómo lo saben ustedes? Yo no lo sé,  como  tampoco lo saben millones de españoles. No hay estadísticas fiables. Si hay pocos o muchos políticos honestos, nunca se sabrá con exactitud sin pasarlos por la prueba del algodón.  
     ¿Y en qué consiste esa prueba? Muy sencillo: dejen un fajo de billetes, moneda de curso legal, en un lugar ignorado para la mayoría; un sitio  que permita pensar con certeza que, si el fajo de billetes desaparece, nadie  se enterará y nadie pedirá cuentas ni hará reclamaciones; es decir que el tal fajo puede ser sustraído por cualquiera impunemente.
      Con discreción, pongan a los políticos en ejercicio ante esta circunstancia para ver su conducta y sacar conclusiones. Así,   tendríamos datos estadísticos que nos permitirían deducir, con verosimilitud, cuántos son honestos de casta y cuantos honestos de pacotilla.
      Lo que sì se sabe es que los documentos de valor, el dinero, las joyas y otras piezas de alta escuela,  que eran de todos (hoy del sector público, es decir de nadie, según un socialista listillo), se custodiaban con mimo y bajo siete llaves y que, pese a la vigilancia de los claveros, -custodios de las llaves y vigilantes de los bienes del común- en cuanto se relajaba la disciplina encontraban gobernantes complacientes e impunes que desvalijaban los arcones y  dejaban a los claveros que se llevaran la cuota parte del latrocinio. (Igualicos, igualicos, como hoy algunos  "políticos").
      Todo está  inventado, hasta la recomendación  bíblica: el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. ¿Quién no ha pagado algunos servicios libres del IVA y se ha corrompido e esta forma sin remordimientos de conciencia?
      Los países adelantados tienen legalizada la sisa al  fisco. No es que la recomiende: tan solo constato un hecho. Por citar un caso: ¿Qué me dicen ustedes de los paraísos fiscales? ¿Por qué no se meten con ellos los predicadores de la TV y otros instrumentos dialécticos?
     Como éste hay otros casos que constituyen  - como dice más de un ilustre político español- un ejemplo paradigmático. El ejemplo ejemplar, es decir  paradigmático, está de moda. Como la corrupción.  ¡Manda huevos!





miércoles, 17 de febrero de 2016

ESQUEMATIZO Y ME PIERDO

     Me gusta la política por  lo que tiene de crucigrama pero al mismo tiempo sé que soy un fracasado, precisamente por no entender a los políticos.  Es decir: no capto sus intenciones  y me vuelvo destructivo. Y consciente de mi deriva, una vez  que toco tierra,  siento espanto. Si los políticos, tampoco  se entienden... ¿qué va a ser de mí, de nosotros, de los españoles?
     - ¿Cómo arreglaría usted ésto? (Pregunté a un perplejo compañero de barra tomando un café)
     - Dándoles carretera y manta.
     - ¿A todos?
     - Con media docena bastaría; uno de cada bando.
     No les extrañe que -dadas mis manías- saliera de aquel establecimiento decepcionado, pese a lo cual no renunciaba a contemplar  la política española con  delectación masoquista. Esto no hay dios que lo arregle  y si me veo obligado a esquematizar es porque me tienta el humor.
     Clasifico a los políticos -como a los insectos-  en dos grandes sectas: la compuesta por partidarios de aumentar el sector pùblico, frente a la integrada por quienes son forofos del sector privado.
     Los primeros, envilecen la economía para igualarnos a todos en pobreza. Los segundos, envilecen la  política para que los ricos sean más ricos, y los pobres más pobres. Y todos juntos, si te descuidas te limpian hasta  el forro.
      Los partidarios del sector público, al ser votados para solucionar los problemas,  proyectan sacar la pasta a los ricos  para dárselo a los pobres,  siempre que los primeros no se den a la huida. Si se escapan -lo más seguro- es cargar el muerto a las sufridas clases medias.
     Los partidarios del sector privado, proyectan reducir las nóminas oficiales,  suprimir el gasto en subsidios disuasores del empuje creador y las becas de los que  van a clase pero no se esfuerzan en aprender; estas ideas  y otras  por el estilo parecen buenas, aunque bien cierto es que las  nóminas oficiales crecen cada año que pasa.
      Podrían ponerse de acuerdo los de ambos bandos, mitad y mitad, pero no se entienden entre ellos porque no nos  quieren. Se quieren a sí mismos. Lo importante -para ellos- no es gobernarnos, sino subirse al  tíovivo del poder y dejar resueltos sus problemas familiares.
      No sè. No acabo de resolver el crucigrama. Con lo fácil que parece: las hay de sardinas, de cinco letras y termina en "atas"; ¡y no doy con la letra que falta!






martes, 16 de febrero de 2016

LA PÉRDIDA DE ELECTORES

        Si los partidos políticos corruptos tuvieran, entre sus directivos,  personas conocedoras del
pueblo llano, - sus inquietudes,  dudas, afanes, sentimientos y aspiraciones-  habrían descubierto que están perdiendo a chorros la confianza y credibilidad que depositaron en ellos y  en sus dirigentes,  la mayoría de quienes les votaron.
        En sus directivas, llenas de personas que pasan por cultas y al tanto de las últimas teorías sobre la  forma de ganar votos,  no advierten que tan importante o más que la ganancia, es la tarea de evitar la pérdida de electores.
        No es  tan difícil. Solo es preciso dejar que funcione el sentido comùn. Debieron empezar por saber, los tales directivos, que donde hay algo de valor ha de existir una vigilancia eficaz. Si alguien robara, se sabría, gracias a esa vigilancia,  el nombre del ladrón. Una reglamentación  interior podría despedirlo, sin perjuicio de llevar su caso a los juzgados. Los directivos han de dar ejemplo, en estos casos,  de eficiencia y de rectitud. Y no pasa nada. Al contrario. Se evitarían así muchos sinsabores.
       Bien: la falta de controles ya pasó. ¿Y ahora qué?
       Si no se tomaron medidas la cosa se complica. Más o menos tarde se confiará el caso a la Justicia, que tardará años en dictar sentencia. El suceso se divulgará en perjuicio de los partidos políticos afectados. El desprestigio de los políticos inocentes, pero afectados, es irrefragable.
       Habría sido mejor para los partidos contar, para su funcionamiento, con un reglamento de régimen interior. Podía autorizar tal instrumento legal que, sin  perjuicio de presentar la denuncia ante  el juzgado, se acordara  la suspensión preventiva de empleo y sueldo del o de los sospechosos autores del latrocinio. Esto no se hizo.
       Y de nuevo, ¿ ahora, qué?
       Ha sonado la hora de las grandes decisiones. Si no se hace la gran colada -ya lo dijo Javier Maroto-  los partidos afectados apestarán  de tal forma que no habrá quien se les arrime.
       Ha sonado la hora de pasar por el confesionario y ya se sabe: examen de conciencia, contrición de corazón, propósito de enmienda, confesión de boca y satisfacción de obra.
       Es duro. Pero no se ha inventado nada mejor para cortar la desbandada de votantes.


lunes, 15 de febrero de 2016

CON LAS VERGÜENZAS AL AIRE

     La degradación moral de una significada manada jerárquica de la derecha social española, la están pagando los votantes del PP. En lógica respuesta,  sus electores, al ver a su partido  con las vergüenzas al aire, han cambiado el destino de su voto o  han decidido quedarse en casa y no votar. Este hecho se ha venido confirmando en las sucesivas convocatorias electorales más recientes.
     Está  previsto que el PP pierda el poder y deje el Gobierno de España en manos del PSOE. El probable Presidente del nuevo Gobierno sólo conseguirá formar un gobierno estable si cuenta con el apoyo concertado con PODEMOS y con la abstención, más o menos pactada,  de partidos minoritarios que le permitan alcanzar una exigua mayoría en la sesión de investidura.
     El PSOE estima que si esto sucede, ha conseguido un gran triunfo, en la creencia de que su adversario principal es el PP. Pero no es así. El PP es un edificio carcomido por los gusanos que no está para apuntalamientos que lo mantengan en pie; sus jerifaltes han espantado a sus electores  de forma tal,  que se prevé una voladura controlada del complejo directivo,  con idea de levantar un PP refundado donde todos sus miembros hayan jurado un voto de pobreza y, si me apuran, otro de castidad.
     El adversario del PSOE no es el PP:  es PODEMOS bajo cuyo control funcionará el nuevo Gobierno hoy en potencia. Un partido que -contra lo prometido- está ya dispuesto a formar parte del equipo que presida el PSOE; pero será PODEMOS quien ejecute.  El PSOE -también en decadencia- se somete voluntariamente - ¡que remedio!- por su debilidad, a PODEMOS.  ¿Y si se convocaran nuevas elecciones  más pronto que tarde?
     Muy sencillo: En esas elecciones las izquierdas votarían  en mayoría a PODEMOS  y las derechas a CIUDADANOS. A no ser que los veteranos socialistas y populares, ya refundados, se coaligaran para salvar los muebles de la vieja escuela. ¡Cosas veredes!
    De  hecho  los partidos políticos,  por viejos o por corroídos,  también mueren. Suele ser una muerte lenta. Convendrán conmigo en que, tanto el PSOE como  el PP, ya han bajado los primeros escalones. Están a tiempo:la unión hace la fuerza.
     No tenemos ninguna prisa.
   



     

domingo, 14 de febrero de 2016

LA IGUALDAD DE LO POSIBLE

     Cuando el Nazareno apareció en escena y reunió a sus fieles para ponerles al tanto de la realidad en el Sermón de la Montaña, (bienaventurados los que padecen hambre y sed de justicia porque  ellos serán saciados), no hizo otra cosa sino dar testimonio de que en este mundo la igualdad no existe.  Tal vez por eso dejó abierta la esperanza de otra vida, la del más allá, en la que serían compensados los seres  humanos por todos los sufrimientos soportados  en el planeta Tierra. Eramos iguales ante Dios.
     Durante la Revolución Francesa  se divulgó la doctrina de "libertad,  igualdad y  fraternidad o muerte", pero del dicho al hecho hay un gran trecho. Se quedaron  a medio camino y, en cuanto a igualdad se refiere,  tuvimos que conformarnos con eso que llaman "igualdad ante a ley". Bien sabe Dios -el que  más tiene, más puede- que millones de personas, desasistidas y débiles, las pasan canutas  en esta vida y llegan, no pocos,  a perecer sin remedio con la esperanza de ser redimidos en la otra orilla.
    Entre los seres vivos bípedos e implumes ´-según pensaba Unamuno- unos reúnen mejores condiciones que otros para hacer su vida, ya que las desigualdades no las arregla ni el que pudo un día asar la manteca. Alguien ideó la igualdad de oportunidades, pero fue como aplicar a un muerto los parches de sor Virginia. Sólo somos iguales ante la ley, y no todos.
    Los ricos, que todo lo pueden menos eludir la muerte, se inventaron los paraísos fiscales y los impuestos indirectos y, cada día que pasa,  son más ricos, mientras los pobres crecen en número y son a la vez más pobres.
    Y se acabó. Las desigualdades están ahí repartidas por barrios o familias:  se palpan, se sufren,  se lloran  por abajo,  y dan alegrías,  días de gozo,  plenitud de satisfacciones por arriba.
    El remedo, la imitación de la igualdad existe, pero no deja de ser un engaño. La igualdad-mito se ve en las masas rebañegas conformistas. Se mueven, sin grandes exigencias,  bajo la autoridad de un guía pastor que lleva vara y se ayuda de una jauría de perros para que todos cumplan sus órdenes.
    Las desigualdades equilibradas y menos injustas aparecen cuando las masas van por  libre y sus
singularidades crecen, también equilibradamente, según sus méritos;  no cuando la falta de escrúpulos pone a los países en manos de trincones. Es cuestión de principios.
    Los pueblos cultos y ponderados van por los senderos del mérito. Entre los incultos, suelen prosperar los más tramposos. Hay que elegir.
    España, en este orden de cosas, no acierta a dar con el sendero del equilibrio.  Basta ver la calaña, de nuestros políticos, salvo muy contadas excepciones.

sábado, 13 de febrero de 2016

TODO LISTO A FALTA DE AJUSTES

     Aviso para navegantes: lo más notable, de la entrevista Sánchez-Rajoy,  es el tono conciliador que el socialista quiso transmitir a las filas periodísticas. Esto puede significar que Pedro Sánchez se ve ya en la Moncloa y en su deseo de evitar obstrucciones, consciente del poder que los populares tienen en el ¨Senado" (mayoría absoluta), no le conviene  navegar con viento a la contra. ¡La necesidad hecha virtud!
     El caso es que, además, según dejó entrever ese mago de la política, el profesor Werstringe, (en pocos años pasó desde la extrema derecha a la extrema izquierda como quien chupa un caramelo), entre los jerifes de  PODEMOS se estudia la aplicación de un nuevo programa adaptado a las circunstancias o exigencias que la veteranía socialista exige a los  posibles aliados que se brinden a prestar ayuda a Pedro Sánchez para formar gobierno.
     Si esto fuera cierto (tal vez lo sea) el aspirante a la Presidencia, no necesitaría de los servicios de Ciudadanos que -estaba previsto- eran de usar y tirar. Y también, se produciría el verdadero cambio
tan deseado y promovido por Pedro Sánchez: PODEMOS, el partido de la astucia y tente tieso, tendrá el poder efectivo y el PSOE el representativo.
     El ensayo ya está funcionando en algunos municipios y territorios autónomos. Se va a completar en el ámbito nacional. Así  los españoles y españolas (como suele subrayar Pedro Sánchez) se van a enterar de lo que vale un peine y de cómo suenan los ecos  de PODEMOS.
     La pregunta que debemos hacer es ésta: ¿Cuánto nos costará este cambio? ¿Quién lo pagará?.



viernes, 12 de febrero de 2016

HAY UNA DERECHA QUE ROBA

     En los cuarenta del pasado siglo -comienzo de la década del hambre-  uno de mis mejores amigos, según contaba, pasó  por tres pruebas en tres años sucesivos, que lo marcaron para toda la vida. Este amigo era de derechas, de esa derecha que trabaja y paga impuestos sin defraudar, que es muy sobria y que ha de estar vigilante para, sin caer en la miseria, labrar honradamente un porvenir para sus hijos. Es la derecha de las privaciones, la derecha que hoy llora por tener que cargar con las culpas de la derecha que roba. Todo porque a los responsables metidos  en política les han faltado redaños (huevos u ovarios) para cortar por do más pecado había a su debido tiempo (no digan que no se enteraban). A no ser que fueran cómplices, que está por ver.
     Mi mejor amigo tuvo que hacer oposiciones al término de la guerra y ganó plaza de auxiliar administrativo en una oficina bancaria. Lo destinaron a llevar las cuentas corrientes y de ahorro de la clientela y a calcular los intereses semestrales que deberían abonarse al titular correspondiente. Antes, recibió un listado de puño y letra de un directivo, para amenguar las cantidades a quienes se suponía que no dominaban las cuatro reglas. Mi amigo razonó y se negó. El consejo directivo lo echó de la empresa. La lucha llegó a los tribunales. Pero el disgusto se lo llevó mi amigo y no volvió al banco.
     Al año siguiente lo llamaron a filas y lo destinaron a una oficina militar, al mando de un teniente cuchara. Este se traía de su casa, a la oficina militar, unas hojas declarativas que nada tenían  que ver con el ejército. Según el cabo, eran unas listas  de abastecimiento que por llenarlas con urgencia, se pagaban a buen precio. Era una tarea propia de la burocracia civil. Mi amigo le hizo ver al cabo que eso era un abuso, se enteró el teniente que pronto encontró un pretexto para mandarlo al calabozo.
     Cuando se vió libre del servicio militar, mi amigo,  hizo nuevas oposiciones y ganó plaza en un departamento provincial del sector público.  Un abogado del departamento, ex-combatiente, que compatilizaba las tareas oficiales con el  ejercicio de  la abogacía a particulares, tenía por norma tramitar esos encargos con los chupatintas que cobraban del erario público. Mi amigo se negó. Y el abogado acusó recibo: "te acordarás de mí". Como el susodicho estaba harto,  le  dijo: "En el presupuesto oficial consta que yo gano 6.000 ptas. al año y usted 60.000,  sin contar su abogacía. Le juro por mis ancestros, que estoy dispuesto a perder lo mío, pero le advierto: usted perderá lo suyo y además, irá a la cárcel". No pasó nada y el abogado abrió despacho en una céntrica calle de la ciudad.
     Mi amigo, desde entonces, y ¡ya ha llovido!, no quiere nada con las derechas. Se abstiene.
     ¿Cuántos se han ido a la abstención? Buen tema para meditar si uno es sensible. Por ejemplo Mariano Rajoy.



jueves, 11 de febrero de 2016

ESTA ESPAÑA NUESTRA

     Estoy entre aquellos bien dispuestos a cambiar el voto, si las promesas de un partido están bien razonadas y cuentan con la  solvencia garante de que van a ser cumplidas.
     Con este criterio trato de aclarar mi mente; es decir ¿por dónde y adónde quieren llevarnos nuestros políticos?
     Me detengo a examinar el catecismo de Pablo Iglesias y a éste mismo como apóstol autor de un atractivo y sugerente cambio doctrinal. Sabe actuar en público, escenifica sus  promesas, incorpora sonidos efectistas a su discurso y hasta suele cantar y no desentona... No le puedo votar porque me trae al recuerdo -con otro volumen- a un líder venezolano cuyo nombre no hace al caso. Además es plurinacionalista, el colmo de un nacionalismo y trasnochado y regresivo; un cebo  de lombriz gorda adecuado para ingenuos. Soy muy viejo para morder gusanos
      Paro mi atención en Pedro Sánchez que se estrenó como político guiñando el ojo izquierdo  a sus primeros admiradores (complicidad entre amigos que se cepillan el mismo capote) y consideró de fácil arreglo el problema catalán con un federalismo que  lleva escondido en su cartera con el que sueña descaradamente. El caso es avecindarse en la Moncloa. Es un político de derechas, transvestido de rojazo. Solo pueden picar los peces atontolinados en aguas muy viciadas. Me pilla despierto.
      No acabo de entenderle -y miren que habla claro- a Albert Rivera que, a fuerza de mantenerse en equilibrio en su caminar por un fino hilo  tendido sobre el río Cataplún,  puede darse de bruces y se lo tragarán las aguas. Dios no lo quiera. Pero lo españoles no entienden de finezas y, cataplún chispún, igual se ve reducido a la mínima expresión. No me convence.
      Dejo para el final a Mariano Rajoy, moderno seguidor de la  teoría celiana (de C.J. de Cela) según la cual "el que resiste gana"   Aparece en medio de la tragedia, impasible el ademán, como quien ve llover y, justificándose, termina por decir algo así como "yo he ganado pero no es mi turno", con lo cual  muchos son los españoles que se lo piensan: "henos aquí: mi voto no sirve para nada; menos que una caca pinchadita en un palo".
      ¡Esta España nuestra!




     
   
   

miércoles, 10 de febrero de 2016

EXCESIVO NÚMERO DE POLÌTICOS

     Con alguna excepción, el PSOE - para ganarse la investidura- se manifiesta partidario de que los contratos laborales sean de duración indefinida y que el puesto de trabajo sea estable; sería el ideal a conseguir.
     Esta idea, traducida a la realidad monetaria remunerativa,  significa que el despido, aun siendo inevitable, debe estar  compensado como es debido. Pero estas compensaciones, por lo general,  no las paga el Estado o las instituciones oficiales complementarias; las pagan los empresarios que, sintiéndose  maltratados, terminan por echar el cierre o por deslocalizarse hacia países menos exigentes; terminan por no crear empresas, es decir puestos de trabajo.
      Lo lógico- en términos de justicia social  y solidariamente- es tomar partido en favor del débil. Por tanto, la mayoría somos partidarios del contrato indefinido y de que el  puesto de trabajo sea estable y de larga duración, como sucede con los funcionarios pùblicos.
      Además -sin duda alguna-  es injusto mantener diferencias, como en España,   entre trabajadores pùblicos y privados;  es una injusticia y así lo contemplaron los Estados totalitarios que en su afán de extender el  bien al común de las gentes, terminaron, -en aumento de la justicia social, tal  y como la entendìan-  por crear una nómina de trabajadores públicos macroscópica.
      De paso (como se constata en muchos países) se cargaron el progreso y la prosperidad al suprimir la competencia, aunque, eso sì, repartieron justicia haciendo que todos fueran, en vez de ciudadanos, sùbditos igualados en la carencia de medios y recursos, o sea en la pobreza. Iguales pero pobres, menos los amos del poder y amigos cómplices.
      En fin, cuando a esos súbditos se les dio la ocasión de elegir, la inmensa mayoría se pasó al territorio de la injusticia. Con lo que no estoy conforme, porque existe una tercera vía: la de la equidad, que es la de compensar a cada uno según sus méritos en limpia competencia, acompañada de la más justa  solidaridad en favor de los desasistidos.
      Es como mantener un equilibrio sólo posible en colectividades libres, cultas y sobrias. En nuestros días todo un milagro incompatible con la mayoría de los políticos al uso. Sobran y salen muy caros. Ese sería un buen objetivo para ganar elecciones: reducir el número de políticos a la mitad pidiéndoles indemnización por los servicios no prestados.



martes, 9 de febrero de 2016

LO PASARON POR UN PRIMER HERVOR

     Sabrán ya, gracias a los medios informativos, que Pedro Sánchez ha remitido unos  pliegos a sus próximos políticos, de varios partidos,  dándoles a conocer su programa de gobierno  antes de llegar a un deseado acuerdo y voto a su favor -o abstención como mal menor- de forma que se haga posible su investidura.
     Los informadores y opinantes, al conocer estos pliegos, han constatado que uno de los puntos fuertes de Pedro Sánchez, su propuesta federalista para resolver el problema territorial que nos lleva camino de la ruina más pronto que tarde, ha quedado desplazado como si no existiera  ya el tal conflicto.
     Lo que no se ha divulgado es que tal cambio se ha producido a raíz de la entrevista del aspirante Sánchez con los  jerifes del PNV,  para ganarse el voto favorable o la abstención de este partido en la sesión de investidura.
    Como político, el Sr. Sánchez estaba necesitado de dos hervores. Puede decirse que los delegados del PNV le han sometido al primer hervor:  ¡a ver si te enteras, contreras!; el federalismo a los nacionalistas vascos no les va!
     No les va porque ellos no quieren someterse a un mandato constitucional; quieren aprobar su propio régimen, con su propia Constitución y, desde esa realidad, pactar con el Estado español un régimen de convivencia por separado, de igual a igual.
     Basta, para confirmar lo que digo, leer en la Constitución española la disposición adicional   que ampara y respeta los derechos históricos de los territorios forales y entre esos derechos está, para la inmensa mayoría de los nacionalistas vascos, el  pacto con la Corona. Y eso ¿qué significaba? Sencillamente que las representaciones designadas por las Provincias Vascongadas pactaban en pie de igualdad, directamente con el Estado, el régimen de entendimiento y convivencia con los demás territorios y habitantes del Reino de España. Eso se acabó en el siglo XIX. Pero las disposiciones  que acabaron con aquella situación regimental, quedaron constitucionalmente derogadas en 1978. Luego estamos en las mismas, y el Sr. Sánchez sin enterarse de que ese problema  no lo arregla ni el federalismo de Pi y Margall que daba categoría de Estado a las Provincias Vascongadas.
     El PNV quiere un pacto bilateral, un acuerdo por separado con el Estado español, sencillamente
porque Euskadi no es España.
      Pasado este primer hervor del aspirante, veamos qué resultado nos brinda el destino. Se sospecha, por los que siguen de cerca la evolución, que la crisis en fase de prueba, no terminará saliendo del túnel.




lunes, 8 de febrero de 2016

ELECCIONES PRIMARIAS.

     Las probabilidades de acierto de unas elecciones primarias, para designar a quienquiera que aspire a un  cargo político,  son muy remotas, por no decir que son  una lotería. El PSOE está viviendo en sus propias carnes las consecuencias negativas  que derivan de esa moda. Consecuencias que pueden ser fatales, a no  ser que se hayan tomado antes precauciones por quienes las convocan, para que no se presente a la elección el primer indocumentado que pasaba por allì.
    Aquí en España -incluidas Cataluña y Vasconia- la preparación que recibimos casi todos, para contar con elementos de juicio respecto a la que podría llamarse política constructiva, es muy elemental; por eso los políticos suelen abusar -salvo excepciones-  de palabra y obra y nos cuestan mucho más dinero del que se merecen. Las mayorías  primarias no suelen ser exigentes y aprueban a los nominados sin comprobar su valía.
     Esta simpleza de las elecciones primarias se puso en  práctica para elegir a los directivos del PSOE en la federación de Madrid y fué la máxima autoridad de ese partido, su propio secretario general, el que se puso a la cabeza de los que acordaron anular esa designación, sencillamente porque no convenía a sus propósitos. Ese asunto aún no está cerrado,  pero es un despropósito
     Nadie en su sano juicio confía la elección de un médico, de un ingeniero, de un simple futbolista, etc, para que  nos dé  servicios, a un grupo de aficionados. Antes de nada, todos ellos han de acreditar su profesionalidad mediante un título o historial de méritos que se constituyen en garantía de que, en el peor de  los casos, todos cuentan  con  superiores conocimientos de la materia, no precisamente primarios.
     Si el sabio no aprueba, malo; si el necio elogia,  peor. Esto de las primarias, es una pincelada de ficticia honestidad, puesta de moda por los populistas, carente de eficacia;  ellos como medio de elección lo elogian, pero en la práctica lo eluden; sus cuadros directivos ya estaban pre-elegidos en el despacho de los jefazos, incluido el general previsto para ministrar el ramo de la defensa armada.




sábado, 6 de febrero de 2016

PROGRESISMO VISCERAL

     El éxito de muchos políticos se basa en una fijación: convertir la idea de progreso, que por esencia es racional, en un sentimiento que, también por esencia, es visceral. La idea "progresista" en manos de un profesor vocacional, no es igual (ni parecida) a la que maneja un político en busca de votos.
     Progresar, según la RAE, es "avanzar, mejorar, hacer adelantos en determinada materia", definición válida para referirnos al "progresismo político".
     Sé que cualquiera pasaría por "progresista" de vanguardia, si anunciara que va a defender -por citar un caso- la legalización  del suicidio , en casos irremediables de enfermos vegetativos. ¿Qué hace el político para llamar la atención y cosechar votos? Provocar al público, para que tome partido en pro de su idea, de forma apasionada. No hay como citar casos paradigmáticos para despertar, primero,  la atención del gran público y, luego, su apasionamiento  favorable a la aplicación del principio que dice defender: el suicidio autorizado en favor de la personas condenadas a una vida vegetativa.
     Veamos el problema territorial español. Particularmente me entusiasma que alguien se sienta poseedor del gran remedio que aleje de nosotros este zafarrancho  que ha de influir, forzosamente en la vida de todos los españoles, sean o no nacionalistas. Pero no hay tal. El planteamiento no puede ser más irracional:  se trata de contentar a las mayorías regionales, a costa de  una  mayoría de españoles. Para esto piden la consulta de las masas, previamente divididas y clasificadas en pueblos  (pueblo catalán, pueblo vasco, etc. ) por la vía emotiva,  plasmada en grandes manifestaciones patrióticas que se apoyan en una  falsa teoría  de raíz étnico-cultural. A esto le llaman progresismo. No  lo es.
    El progresismo consiste en que los pueblos se organicen, desde el poder, para tomar acuerdos que permitan, a sus habitantes,  vivir en paz y ayudarse a ser solidarios con los más débiles. Las competencias para ejercer ese poder, han de administrarse racionalmente.
    Esto de organizarse, desde la racionalidad, ¿qué quiere decir? Que  lo largo y ancho del espacioso mundo (el nuestro, el del planeta Tierra), sobran organismos que cuestan grandes sumas de dinero para mal gobernarnos. ¿A costa de quien? A costa de millones de personas que no cuentan con lo necesario para subsistir.
    Frente a esta realidad cargada de guerras, podría crecer un progreso racional;  pero es el caso que a los políticos no les interesa la racionalidad, por otra parte imprescindible siempre y cuando se quiera que triunfen las rectas ideas y no las pasiones.
    Ya les contaré.  Pero en principio sería bueno que no comulguemos con las ruedas de molino que por televisiones y otros medios se nos brindan como soluciones al alcance de la mano. Para ello habrá que hablar de la irracionalidad autonómica que se instaló en España con la Constitución de 1978.
    Que conste que personalmente me abstuve de votarla y así figura en acta. Y lo digo porque voy a razonar mi voto.



viernes, 5 de febrero de 2016

EUROPA Y ESPAÑA

          Con cuarenta y seis millones de habitantes una España próspera y unida es  pieza de valor para los mercados de la Unión Europea. Una España en recesión -al ejemplo de Grecia- causaría muchos problemas.
          Sin entrar en juicios de valor, la derecha española civilizada -es doloroso reconocerlo-  ha entendido en última instancia que resolviendo ciertos  problemas macro  econòmicos, siguiendo la estela de otros países europeos en vanguardia, bastaba para mantenerse en el poder con una mayoría holgada. Y no se ha cumplido el pronóstico.
           Ha resultado que la derecha española ha ido perdiendo votos y si no ha sido mayor el derrumbamiento por causa de la corrupción,   es debido a que la izquierda de nuevo cuño no inspira confianza a numerosas familias que alcanzaron ciertos niveles de bienestar.  Esa falta de confianza deriva en temor al cambio y esto hace que el voto al PP se mantenga, pese a que las críticas mediáticas -no sin razón- hayan puesto en candelero la penuria moral de muchos polìticos. Por cierto un mal muy generalizado en casi todos los partidos que han venido funcionando al viejo estilo, aunque algunos de ellos  buscan que el PP haga de chivo expiatorio.
           En fin: La Unión Europea da mucho juego y su equipo es poderoso. Se toma su tiempo y, si dialogando los políticos no  avanzan por la línea que ya está marcada, tendremos probablemente nuevas elecciones con nuevos protagonistas dispuestos a ganar democráticamente la partida, sin salirse de la vía europea. La oposición es del todo legítima y  tiene a su disposición todos los recursos que le  brinda un sistema democrático de alto nivel; pero lo tiene difícil -si gana- imponer sus criterios frente a la UE.
           Se deduce que no caben  ciertos cálculos sin atender y entender esta realidad europea. No cabe que un líder le diga con desprecio a otro de distinto signo "con usted nada tengo que hablar", para que luego -cuando a él le conviene- cambie de opinión y llame a la, puerta del, adversario su  cínicamente para pedirle árnica.
           En fin, no es hora de hacer pronòsticos pero, muy probablemente,  si llega a superar la prueba de la  investidura el Sr. Sánchez por libre, los primeros en padecerla van a ser muchos de sus votantes de clase media y otros tantos o màs de nivel bajo. Europa  permite toda suerte de ensayos y figuras democráticas siempre que la gracia no le  salga gratuita al autor del ensayo.
           Solo hay que tener en cuenta que los errores de los gobiernos  la pagan los ciudadanos a costa de su bienestar. Se salvan los que huyen de la quema.

 

jueves, 4 de febrero de 2016

PROGRESISMO DE PANDERETA

     Mi abuela materna, maestra bilingüe (vascuence y español) me hablaba de política - no se por qué, yo tendría unos diez años- y se refería mucho al progresismo  vivido en su juventud, en tiempos de la I República. Como pueden comprobar las ideas del Sr. Sánchez, aspirante a gobernarnos, cargadas de progresismo,   son más viejas que una jofaina.  Mi abuelita me decía, más o menos, que el progresismo iba unido al grado de riqueza  de cada pueblo y que la riqueza se alcanzaba antes y mejor por los países cultos que por los incultos. Y remataba: "dado que  España -se refería a su época- está llena de analfabetos, este país malamente puede progresar".
      Me van a decir que el progresismo sanchesco de nuestros días, va unido a una reforma educativa, una más entre muchas que,  como se viene demostrando, son de pobres resultados. Estamos a la cola, entre los países de la OCDE (según los informes PISA) y siendo así no hay progreso que valga; a no ser que llamemos así a la cultura del botellón.
     Culturalmente se progresa no gracias  a las leyes, sino mediante el cultivo de la voluntad de estudio de cada uno, con la ayuda de muy buenos y sacrificados maestros. A los buenos y sacrificados maestros hay que elegirlos,   formarlos, darles prestigio y pagarles bien,  y esto no cuenta en los planes educativos de Pedro Sánchez y compañeros, mártires  de la vulgaridad más sonora que conocieron los tiempos.
     La enseñanza y el progreso no pueden ser doctrinarios. En España,  la enseñanza ha sido y es un medio de conquistar voluntades en favor de la secta política (o religiosa) que aspira a dominar o ejercer el poder, y los socialistas están entre ellos: a eso le llaman progreso y todavía hay incautos que pican sin descubrir que lo es de pandereta.
     En España, progresaremos el dia que se imponga la libertad de enseñanza, sea esta pública o privada, donde las escuelas puedan competir y los padres elegir la que más les convenga. Hay una sistema de subvencionarlas: el cheque escolar.
      Les aseguro que estas enseñanzas propias de mi abuela,  datan del año de 1932, cuando me iniciaba en la secundaria. Desde entonces, ninguno de  los Ministros de educación  que se sucedieron en el cargo, ha tenido el valor ni la ocurrencia de poner en práctica, en España,  la libertad de enseñanza. No tendríamos a los políticos prometiendo banalidades ni a los ciudadanos tomándolas en serio.
     El progreso -no sólo el material- nunca llega a los países desasistidos del poder cultural.

miércoles, 3 de febrero de 2016

A TOMAR POR EL CAMBIO

      Cuando Pablo Iglesias llegó a las televisiones  para exponer sus ideas políticas en público, atacó al PSOE con saña, acusó a sus directivos -entre jocoso e insultante-  de valerse del poder y de  su influencia política, de su falta de escrúpulos y de las puertas giratorias para su medro personal. Acabó Pablo Iglesias por situar a este partido, al PSOE en vías de extinción; una antigualla de politicastros constituidos en  "casta" a la que derribar sin miramientos para sanear a la Patria España...
      Cuando Pedro Sánchez se marcó el propósito de alcanzar el Gobierno de España,  después de haber insultado en un debate televisado al Presidente del Gobierno, de haberle negado el pan y la sal y hasta el diálogo político en el interés de España  y de los españoles, nadie daba un euro por él, ni en su propio partido;  pero tras ser nominado para formar gobierno, pese a  a contar sólo con una minorìa corta y dividida y a dar sus primeros pasos con aires de triunfador y en tono insultante, las cosas han cambiado. Pedro se siente el amo y, ciertamente,  para  otras cosas no valdrá pero como cuajaleches es un maestro.
      Cuando Albert Ribera asume  con espíritu patriótico  el papel de mediador y se muestra comprensivo sin tacha, frente a un presidenciable  que habla de "programa, programa, programa" y sólo muestra enunciados (¿en qué consiste su federalismo?), a él  - a  Albert, capaz de recitar  su biblia política hasta en verso- le dejan hablar pero le restan poder y puede terminar siendo un títere en manos de la cuadrilla socialista o, si no  se deja,  partiendo peras.
      Cuando todo esto -de forma directa o indirecta-  lo va a sufrir una derecha, sostén básico de  la Nación, con más de siete millones de votantes en peligro de arruinarse, gente buena, trabajadora y contribuyente a la que entre unos y otros -los de casa y los de fuera- la insultan y  le birlan el poder... es como para comer cerillas y gritar: ¡Viva la República!
      El PP, se ha ganado el derecho para, -con  serenidad, pero sin perder el pulso; sin levantar la voz aunque  con  argumentos bien razonados;  con arrepentimiento por hechos y desechos  en manos de la Justicia y por los que políticamente ya se ha pagado un buen precio-  decir y hacer algo.
     Se ha ganado el derecho, insisto, a distinguirse por una fuerte, digna  y leal oposición en defensa de una mayoría de españoles y de los valores que los  movilizaron para dar su voto
     ¿Qué ahora al Sr. Sánchez se le ha pasado el susto y quiere hablar con todos, incluido  el apestado PP? Claro que sí: hay que hablar. Pero esto tiene un precio. Todo menos que la derecha de siempre, moderada y centrada a gusto de la izquierda, la manden a tomar por el cambio. Seamos conscientes: la llave del teclado sigue en poder del PP.




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martes, 2 de febrero de 2016

EL VOTO DEL MIEDO

     Parece aventurado pronosticar que en España, antes del verano seremos convocados para participar en unas nuevas elecciones. Aventurado, cierto, pero nadie impide  imaginar qué futuro nos espera  tras esta probable llamada a las urnas. El resultado tendrà su eco, sobre todo, entre los países de la Unión Europea.
     No olvidemos que la Europa unida mira con toda atención la evolución política y social de las naciones que la integran. Y desde esta Europa se preparan ante el futuro incierto que prevén los expertos politólogos para España.
     A esta Europa le causó asombro que el  PP -sobre  el que había caído el desprestigio, a fuerza de airearle los latrocinios puestos en práctica por un selecto número de sus jerifaltes- ganara las elecciones del 2015. Fue un voto emitido sin calor, un voto calculado y triste; el voto del miedo a que llegaran a gobernar de nuevo los  socialistas  ya que, en dos ocasiones anteriores, habían dejado la economía española hecha unos zorros.
     Un voto tan poco entusiasta como inseguro, porque el PP de las últimas hornadas no está dotado del don de la oportunidad; aquello de "más vale llegar a tiempo que rondar un año" no le va al PP de nuestras desdichas y, para más fastidio, se le reventó el grano podrido que tenía en sus posaderas la C.A. de Valencia,  por donde más daño causaba a sus compañeros del alma de toda España.
     Como el miedo sigue ahí,  y como  el sistema electoral español fue concebido para que  funcionara el bipartidismo, si hay elecciones tendremos, muy probablemente, dos perdedores: el PP y el PSOE y dos ganadores PODEMOS Y CIUDADANOS, que se repartirán la merienda de siempre.
     No hace falta ser muy sagaz para ver que PODEMOS está ya en campaña electoral. ¿Por qué? Sin duda,  porque sus líderes saben que un Gobierno socialista pactado con partidos de mil leches, frente al PP con 122 votos y mayorìa absoluta en el Senado, llega a ser menos armònico que, y tan irritante como, el canto de un grillo. Y por ende ineficaz y lamentoso; como para echarse a llorar. Ese gobierno tendría corto recorrido.
     El PP, dado al sosiego hasta que la  desgracia se le viene encima, tendría que refundarse, pero ya no será el poderoso imán del bandidaje más carroñero que conocieron los siglos. Es un desgracia, pero las reclamaciones al maestro armero.
     Como se verá el idioma español está lleno de frases hechas porque nada hay nuevo bajo el sol. ¡Es un alivio!


   


lunes, 1 de febrero de 2016

AL BORDE DEL HARAKIRI

      Al rito de recurrir al suicidio, para morir con honor antes de caer en las manos de  tu enemigo, parece ser que lo designaron en Japón con la frase "hacerse el harakiri". Pero vayamos al grano.  
      Hasta los más mendrugos de la clase se han dado cuenta de que Pedro Sánchez, una vez alcanzado el cargo con máximo poder dentro del PSOE, ha perdido el equilibrio. A fuerza de acumular el desprestigio sobre su principal  rival Mariano Rajoy, tarea fácil, el Secretario General debió de pensar: "ahora o nunca, la ocasión la pintan calva; "YO (con mayúsculas) soy el llamado a presidir el futuro Gobierno de España".
       Sánchez veía cómo se acumulaban las desdichas sobre Rajoy y cómo, a la,inversa, él, Pedro Sánchez, estaba libre de todo pecado por la gracia de Dios. Era el elegido. No había  duda: las elecciones -pese a las encuestas que siempre se equivocaron- estaban chupadas. Soñaba con la Presidencia de un Gobierno milagrero.
       Llegó la hora de la verdad y los resultados fueron devastadores: en  el año  2008, once millones de votos; en el 2015, poco más de cinco millones. Era para dejarse de sueños. Pero para Sánchez, estos resultados fueron todo un triunfo; e insistió: quiero gobernar.
      Sánchez sigue sin bajarse de la nube ensoñadora. Se lo dicen lo más sensatos de su partido. Un perdedor puesto a gobernar depende del voto prestado. Entonces se cambian los papeles: el que manda es el prestamista, no el prestatario. Es así, es ley de vida. Pero Sánchez, no es Sancho, y ve molinos donde en realidad hay gigantes.
        No le han faltado a este Sánchez conmilitones que nunca se privaron de argumentar a su favor: tú habla a los españoles de reformas, de cambio, de progresismo, de modernidad, de abundancia para el pobre y mano dura para el rico, etc. Las bases te darán la razón, cuando lo que se necesitas es el Poder con  mayúscula.
       En fin: Pedro Sánchez está poniendo a los miembros directivos del PSOE al borde del harakiri; al borde del  suicidio para morir con dignidad.
        Hay gente para todo.