martes, 30 de junio de 2015

GRECIA Y ESPAÑA

   ¿En qué se parecen Grecia, España y otros países mediterráneos europeos,  si cuánto mas cerca están  de ese mar históricamente surcado por pueblos que hicieron historia,  más se  alejan por sus conductas?
    Se parecen en su clima y su luminosidad;  en  sus gentes extrovertidas y llenas de fe y esperanza en un futuro mejor,  sobre todo si ese maná llega  del cielo;  en sus ganas de vivir bien aunque sea  en hogares sobrios rodeados de calles alegres... Pueden, sus gentes, ser desconfiadas,  pero al mismo tiempo  crédulas; pueden ser agnósticas pero sin renunciar a  recursos y pasiones sobrenaturales; y hasta ser pícaras, pero a un tiempo algo ingenuas y capaces de hacerse trampas en el solitario.
    Ahí están, unos al borde de la quiebra  y a la espera de un milagro y todos pidiendo solidaridad   para mantenerse y vivir sin agobios,  aunque con sus habas contadas.
     Bien, aunque la vida sea difícil todos tienen  sus políticos para resolver sus problemas, pero resulta que no se ponen de acuerdo. Unos son  "populistas" y otros llamados con desprecio  "austericidas", en realidad son "posibilistas",  dispuestos a utilizar aquello que convenga  a unos fines prácticos para superar la recesión.
     Los unos, "populistas",  prometen salir adelante por la vía de la igualdad, fortaleciendo las arcas del Estado a base de más y nuevos impuestos sobre los pudientes, para poder subsidiar a los más necesitados y desfavorecidos y así implantar la justicia social.
    Y los otros, los posibilistas prometen  prosperar por la vía del control del gasto público para generar reservas en favor de la iniciativa privada  con la que fomentar la promoción de puestos de trabajo y poder así  crear un futuro en el que cada ciudadano  perciba su parte con equidad y colabore a mantener con sus aportaciones los fondos que demanden la justa atención de desvalidos y jubilados.
    La primera solución es posible sacrificando a base de impuestos  a las clases medias hasta hacerlas desaparecer. La segunda solución, permite una estabilidad y un equilibrio duradero y justo  entre las clases sociales para atemperar la presión fiscal a la prosperidad del país.
    A Grecia, sus profetas, la han embarrado con la primera fórmula y desde la UE les han dicho: "Así no es". Un paso más y le dirán: "Así, no". Otro pasito y exclamarán: "Así es" . Todo tiene arreglo.
   Pero lo que suceda en Grecia va a servir de lección para los paìses europeos ribereños del Mediterrámeo.

lunes, 29 de junio de 2015

LA EXPRESIÓN IDIOTA DE MUCHOS POLÍTICOS

   Expresarse no es otra cosa que manifestar con palabras, miradas o gestos lo que se quiere dar a entender.
   Admitir que un político se expresa mal es tanto como decir que Dios no le ha llamado por el camino de la prédica y, en consecuencia, lo mejor que se puede hacerse es, si no por las  buenas, retirarlo por las malas. El vocablo "idiota"  -según el diccionario de la RAE, segunda acepción- quiere decir  "engreído sin fundamento para ello". Hablamos de expresiones construidas sobre bases falsas (ahí tenemos el caso de Grecia: todo un pueblo encelado por no saber -o no querer saber - toda la verdad de su situación). Hay que manejarse con la verdad, oportunamente y tener razón.
   Aclarado este extremo pongámonos ante una evidencia: cada candidato político, bien sea elegido por el sistema del dedo, por el  ejercicio del  nuevo engaño que se ha dado en llamar "primarias" o por inspiración divina haciendo intervenir al Espíritu Santo,  debería demostrar que sabe expresarse y es capaz de convencer a un lagarto. Ejemplo: el éxito del Sr, Gabilondo, que desplazó a un "primario" con el  apoyo de los jerarcas del PSOE porque el elegido no daba la talla ( creando un precedente de inseguridad para candidatos primarios). Como lo ha demostrado el Sr. Gabilondo sabe expresarse mejor que muchos curas. ¡Por algo será!.
    El caso es, que muchos políticos, si  servir para otra cosa, no saben expresarse; por tanto, no convencen; por tanto, son malos políticos; por tanto,  no se ganan el salario que reciben y, ademas, no les da vergüenza. Entonces, para justificarse, forman una claque. La "claque" la constituyen "un grupo de personas que asisten a un espectáculo (como las sesiones, del Parlamento) con el fin de aplaudir en momentos determinados". (Para comprobarlo conecten TV-2  los  miércoles a las 9 de la mañana).
    Si a un político le prestan un micrófono para hablar y no aprovecha la ocasión para convencer a quien le escuche y ganar votos, hace el idiota (coloquialmente, el tonto). Por lo general esos políticos suelen,- en vez de convencer con su dialéctica a los votantes de base- , aprovechar la ocasión que les brinda el micrófono, para  arremeter contra sus adversarios, sin advertir que  éstos no cambian de forma de pensar o de sentir ni a tiros de cañón.
    Un político nunca ha de olvidar que lo importante son los votos y que éstos no vienen del  enemigo: vienen de otros electores y hacia ellos debe orientar su discurso en toda ocasión y momento. Aunque otra cosa parezca, para eso le ceden el micrófono. Al enemigo nada mejor que ignorarlo. El viento de contra es el que levanta  las cometas y las hace más visibles. Ejemplo: Doña Esperanza colaboró como nadie a que doña Manuela sea hoy alcaldesa de Madrid,  a fuerza de tomarla como objeto  de sus disparos dialécticos.
     A propósito: no es que bastantes políticos del centro derecha no sepan explicarse:  es que, además,  se exceden poniendo a  parir a sus enemigos, que es como hacerles publicidad de la buena y gratis.
No tienen remedio.

sábado, 27 de junio de 2015

MENTIRAS, FALSAS PROMESAS Y LATROCINIOS.

   Siendo niño, en Vitoria donde resido, podía leerse un rótulo colocado en algunos
 edificios: "Prohibido hacer aguas mayores o menores bajo la multa de cinco pesetas". De noche, un sereno se acercó a un ciudadano que orinaba en medio de una plaza: "Aquí no se  puede mear". "¿Cómo que no se puede? ¿Que estoy haciendo yo?" El agente descubrió que el infractor era un concejal; y se apartó: "Usted perdone". En su fuero interno pensó: "En lo que a mí se refiere, en lo sucesivo,  como si quieren hacerlo las monjas de clausura".
    Ya no existen esos letreros. Se ha corregido la mala costumbre,  salvo en ocasiones festivas a nada que se descuiden. El cambio no se produjo por la vía de la ley ni con multas. La educación cívico higiénica empezó en la escuela: fue lenta, como toda evolución razonada. Se funciona mejor, no por prohibición sino por convicción.
    Las aspiraciones de cambio -a mejor- es propio de todos los países y naciones del globo terráqueo. Y al olfato de algo que se intuye, los políticos  - profetas de nuestra época - saltan a la palestra a demostrarnos su capacidad para promover  el milagro: para ellos el cambio prometido ha de ser prodigioso, algo así como volver a una nueva  especie de paraíso terrenal.  Estos neo profetas, como está demostrado, confunden su anuncio con la palingenesia.
   De una situación mala puede uno deslizarse a otra a peor sin darse cuenta. Cuando estás hundido en la miseria se impone la realidad: en el, plano real, salir adelante es posible pero -salvo un golpe de fortuna- sólo a fuerza de sacrificios y disciplina. Si se cumplen unas condiciones se alcanzan unos  objetivos pero no todos quieren pasar por esa prueba.. Los políticos ayudan,  pero no siempre; y menos cuando no todos arriman el hombro. Una cosa es predicar y otra dar trigo.
    El cambio real de los países,viene cuando los seres humanos, uno tras otro,  evolucionan y cooperan por convencimiento. Y esto ¿qué es? Algo que sucede si los pueblos  crecen en valores morales, en conocimientos, en buenas costumbres. Todo cambio auténtico viene precedido por la  evolución de cada persona, y eso tiene mucho que ver con la escuela. Pero en España se enseña poco y, en cambio, se adoctrina mucho. Todo porque la escuela está en poder de los políticos y no de los padres. En España no se practica la libertad de enseñanza. Entre otras razones porque no hay oferta.
    Por eso cuesta creer en los cambios producidos por evolución cívica anunciados por los políticos sin un razonamiento bien explicado. La evolución no la dictan las leyes  tanto como las costumbres. Y el cambio de costumbres no se produce de un día para otro.
    Los malos políticos se han cargado el prestigio del más noble oficio al que pueden aspirar los seres humanos a base de mentiras, falsas promesas y latrocinios.
 

viernes, 26 de junio de 2015

ESCANDALERA EN ANDALUCÍA

    Escandalera viene de escándalo y esta palabreja de continuo uso lo mismo significa  alboroto, tumulto, ruido, que desenfreno, desvergüenza, mal ejemplo. Para el caso que nos ocupa vale esa doble acepción.
    Pero no me voy a ocupar de unos hechos que ya están siendo comentados (y debatidos casi a estocadas) en los medios de comunicación y propaganda, porque de algo hay que hablar y esto, además, tiene su morbo y sus encantos, sin negarle actualidad.
   Lo que debe preocuparnos son las consecuencias de esta publicidad negativa que afectará sin duda al PSOE (como es lógico) y al PP,  a este último por vía comparativa: ¿Quién es más corrupto el PP o el PSOE?
   Esto pudo haberse evitado si ambos partidos, hace ya algún tiempo (varios años), hubieran ido de acuerdo en destapar la realidad, en descubrir la basura escondida  bajo la moqueta y, después de haberla barrido, en proceder a una catarsis de la que,  de  verdad,  hubiera salido un "¡Se acabó!"    rematado con aquel  "¡Nunca más!" con el que tanto se recrearon las mesnadas de la izquierda porque así chingaban a la derecha.
   Creo que algo parecido se suscitó desde el PP, al invitar al PSOE para -de común acuerdo- promover  el estudio de unas leyes  anti-corrupción,   a lo que respondieron los socialistas poco menos que con un corte de mangas.
   Así está la cosa: el PSOE hundido en sus miserias con un líder que no da la talla  que. cuando no sonríe sin causa, al menos farolea;  y el PP rodeado de enemigos que lo acosan y luchando por dar credibilidad  a sus promesas, ganando batallas en  el exterior y perdiéndolas en España.
   Por ahora, a pesar de la escandalera y otras minucias,  el  paisanaje de centro -el caladero de votos más importante de España- está indeciso; por ahora el PP va por delante pero con poca ventaja  y con puntos sensibles  que lo  pueden debilitar.  Tres metas a alcanzar por el PP en poco más de tres meses: la social, la autonómica, la cultural. Y tres pruebas para convencer: tener razón, saberla exponer y que se la quieran dar. ¡No es nada lo del ojo!

jueves, 25 de junio de 2015

LOS ESPAÑOLES ANTE EL PELIGRO.

   Digan lo que quieran,  la mayoría de las iniciativas, aspiraciones, trabajos, esfuerzos, estudios, debates, peleas, teorías políticas, etc. y hasta cierto punto las oraciones elevadas al cielo por las personas nacidas en España, están adscritas a motivaciones materialistas. En este tipo de asuntos  nuestros compatriotas siguen las tendencias de otros pueblos que alcanzaron  grados de prosperidad que nunca tuvieron los españoles,  ni siquiera tras el descubrimiento de América, donde se organizó un movimiento idealista de apostolado católico y a su sombra creció la más desnaturalizada  codicia que terminó por arruinar a España y a la inmensa mayoría de sus moradores.
    ¿Cuáles fueron  las causas de ese despropósito?
     Adviertan esto que les voy a decir: España tuvo siempre unas minorías cultas, en medio de un mar de analfabetos.  Ahora en nuestros días, se nos hace creer que  España esta leña de listos,  de masas de votantes  magníficamente preparadas para tomar decisiones. Si así fuera, estaríamos a la cabeza de Europa en ese sector  llamado ciencia, donde si alguien nos salva no son sino unas minorías que tienen el mérito de sobresalir en un pueblo capaz de rendirse de admiración ante un futbolista,  pero que ignora por completo a la élite de investigadores científicos apreciados no aquí, sino en el resto del mundo civilizado.
     Esta es la realidad española y de tal pueblo, tales políticos, salvo esa minoría que se corresponde con la de españoles bien formados.
    ¿Acaso me equivoco? ¿Acaso no fue la guerra civil  una lucha organizada contando con la escasa preparación cultural de la inmensa mayoría del pueblo? ¿Habrían peleado entre ellos, con tal saña, los suizos, los ingleses, los alemanes, etc. de 1936 ?
    Basta ver el estilo político de algunos líderes españoles y sus planteamientos (tan elementales como falsos), para deducir que ellos cuentan conque el pueblo no se merece otra cosa porque no da más de sí.
    Ojalá esté  equivocado. Sería la mejor prueba de que los españoles vamos cambiando. Confíemos en una clase media incorrupta que aún puede jugar un papel decisivo ante el peligro.

miércoles, 24 de junio de 2015

EL MAYOR SAPO QUE SOÑARON LOS SIGLOS.

   Me ha interesado la política por las facilidades que da a los fielmente  entregados a sus dogmas de partido, para buscar nuevo acomodo a sus muchas veces inflexible forma de creer.   ¡A esa traición a la dogmática lo llaman cambio!
   "Podemos" por voz de sus líderes se presentó en sociedad con la conciencia limpia. Sus políticos, bajaron a su Patria desde el monte Sinaí como envíados del Cielo con las tablas de la ley abiertas, todo luz, claridad y transparencia y nos contaron la parábola de la "puerta giratoria" para avisarnos de que ellos nunca acudirían al ejercicio del poder para beneficiarse personalmente; no se valdrían de la puerta giratoria ni de la trasera. Se lo impedía su  pureza de origen, cualidad que les permitió calificar como "casta"  a las mesnadas corruptas incardinadas en los partidos al uso en España. Con la llegada de  "Podemos" al poder, la "casta" perdería sus privilegios y tendría que pasar por el aro y demostrar capacidad y valía para desempeñar los cargos dimanados de la política.
    Se celebraron las elecciones y triunfaron parcialmente las huestes de "Podemos" con  lo que empezaron a mostrar su poderío y a ocupar cargos políticos. Examinado el percal los de "Podemos" se dieron cuenta de que ellos solos se quedaban cortos pata tocar poder y, si aceptaban las ofertas del PSOE,  -que perdonaba las ofensas infamantes  recibidas en su condición de "casta"- se harían los amos de hecho, de importantes distritos municipales y autonómicos. ¿Traicionaban a sus principios? Nunca. Ellos terminarían  por imponerlos a cambio de un plato de lentejas. ¡El masoquismo de algunos socialistas es inconmensurable! Se han tragado en esta ocasión  el  mayor sapo que soñaron los siglos.
    No pasa nada. La política arropa a los mas extraños compañeros de cama, -que dicen que dijo Churchill-.

martes, 23 de junio de 2015

CAMBIOS CHAPUCEROS.

    Cuando un político promete que con su triunfo llegará el cambio, no le hagan puñetero caso. Puede con su  política cambiar o quitar una bandera, mearse en lo más barrido; puede despelotarse en una capilla católica (para hacerlo en una islámica, faltan huevos); puede acabar con las esculturas que odian, pedir que toda la sanidad sea pública, terminar con las corridas de  toros,  recargar con nuevos controles y algún nuevo impuesto  las actividades más populares, que son las que más producen; pueden,  prometiendo que van a dar, hacer todo lo contrario: quitar. Eso no es cambio: en la edad media eran prácticas al uso;  hasta la sanidad, muy mala,  era pública;  cerraban las puertas de villas y ciudades para que no entraran las pestes. Claro, los entierros también fueron públicos.
     Porque dar, lo que se dice dar, es difícil y tienen antes que cumplir y dar a  una larga fila de amigos entre los cuales están, como privilegiados, quienes les ayudaron a  subir.
     Vean la realidad plasmada en Grecia. Lo prometido era un cambio de fondo, que afectaba (y afecta) al bolsillo de una mayoría inmensa de griegos para los que -tras mucho pelear- el resultado les parece un fraude. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que han de aceptar lo que hay o, por el contrario,  el cambio prometido les puede llevar a situaciones  mucho peores  de las que padecen.
     Todos estos robaperas de la política que se las dan de grandes estadistas y tanto eco tienen,- sin merecérselo- están inmersos en un fenómeno globalizador.  Y una de dos, o implantan una dictadura para repartir lo poco que hay, convirtiendo la pobreza en  una epidemia universal (todos iguales pero pobres, menos unos pocos que se hacen con el poder) o se mantiene una economía de mercado donde una igualdad de oportunidades estimule la producción, la competencia y un mejor reparto de la riqueza que se crea.
     El secreto está en la justicia del mejor reparto  sin hacer inviable el estímulo. Pero ese cambio no se ofrece porque exige  sacrificios,  y si se ofrece, no es popular. No vende ilusiones. Solo lo aceptan los países de nivel cultural alto. ¡Qué le vamos a hacer! España tiene que empezar por una enseñanza que deje de adoctrinar e imparta cultura y ciencia. Pero este no es el cambio que quieren los políticos.

lunes, 22 de junio de 2015

UNA INJUSTICIA MÁS

     Un amigo mío, salió de su coche, cerró la puerta, olvidó las llaves dentro y no podía utilizarlo. Tuvo suerte. Uno de los albañiles, trabajador en una obra suya le dijo: "Puedo llevarle, y traerlo luego, con las llaves de repuesto". "No sabe cómo se lo agradezco..."
     El albañil fue por su coche y apareció con un "Mercedes" nuevo y deslumbrante. Mi amigo, que tenía un descacharrado  "Seat", se sorprendió al ver cómo el  albañil de  una modesta obra poseía tal automóvil y  preguntó: "¿Es suyo?".  Lo era. Le dijo que gracias a los ahorros hechos  en Alemania donde estuvo trabajando unos años..
     Y el amigo, no del todo conforme, le dijo: "No se explica que con un coche de este formato, trabaje usted en una obra de chichinabo". Pero al fin se explicó. Se le acababa el cobro del paro y aceptó la primera oferta que le hicieron para no perder derechos y mejorar su jubilación. Realmente no necesitaba trabajar; pronto volvería al paro a cobrar de nuevo el subsidio sin perder otros derechos. Y así continuaría, mientras le funcionara el sistema.  
    El subsidio es tentador. Si se hiciera una oferta alternativa a decenas de personas: puede usted  optar por  recibir mil euros al mes por trabajar  en buenas condiciones,  horario justo, trato digno, o  percibir quinientos euros en concepto de subsidio por no hacer nada. El noventa por ciento -y me quedo corto- optaría por la segunda opción. ¿Me equivoco?
           Es el milagro que quieren hacer en Grecia las populistas de turno poniendo por delante sus promesas electorales: mas o menos quieren que la deuda, la de Grecia,  se convierta en donativo para seguir con un régimen de subsidios justificados porque su destino es atender a personas necesitadas.
      Yo no lo veo mal; al contrario, me parece una idea estupenda para un programa político. No tiene más  que un inconveniente: que todo lo que tiene valor se acaba,  si no se repone. Un mal muy extendido. Una injusticia más. .

sábado, 20 de junio de 2015

UN SECTOR SOCIAL LLAMADO CENTRO

    El sector social llamado "centro" existe en España,  esta ahí a la espera de que alguien lo distinga,  lo  aglutine, lo  valore y lo sitúe, haciendo justicia,  en lo escala de poder donde  merece estar.
    Es muy fácil  localizar a los integrantes de tal "centro", también conocido como clase media. Materialmente, todos están  fichados en eso que ahora llaman "agencias tributarias" y antes decíamos la "Hacienda  Pública". Resultan ser el núcleo fiel que con más constancia contribuye a sostener el peso de la Nación. El núcleo más castigado; el que más aporta proporcionalmente al sostenimiento de este complicado País al que ahora, por  ignorancia cargada con suficiencia, van a terminar arruinando  algunos botarates apoyados en la demagogia populista.
    El PP tiene que dejar de presumir por su gran número de afiliados. Ha de  asomarse a la calle para comprobar, primero, como de puteado está (y perdón por la expresión pero no tengo otra tan expresiva) este sector del centro desde los  organismos oficiales. A fuerza de años, el continuo aumento de esa presión "oficialista" sobre las clases medias, ha conseguido  que la máxima aspiración de sus retoños, sea doble:  la de ingresar en cualquier escala de funcionarios o para- funcionarios públicos o la de huir al extranjero, eso que algunos llaman emigrar.
    Los Gobiernos de España han conseguido -desde hace décadas- que los empresarios españoles de la mediana y pequeña empresa, en su mayoría centristas  (además de estar cargados de impuestos  y fritos a costa del papeleo oficial que se les exige),  sean  recaudadores, a título gratuito y en beneficio del Estado, de los tributos que sus trabajadores devenguen por el IGR y cuotas  de la Seguridad Social. ¡Y todos felices! Es como ponerle al toro banderillas de fuego. Hacer daño y envilecer al paciente.
    Un buen examen de conciencia, es índice seguro para saber por donde hay que empezar a poner las piezas en  su sitio. Tarea engorrosa pero necesaria.

TURNO INEFICAZ, DESFASADO, BOCHORNOSO Y CARO.

   Suelo escuchar los miércoles a los políticos del Congreso en su turno dedicado al control del Gobierno. A cara de perro, los llamados padres de la patria  aprovechan la ocasión para atacarse los unos a los otros a cuenta de lo malos que son en el desempeño de sus tareas. Son sesiones destructivas. Siguiendo la metáfora del bombero no hacen sino chorrear gasolina para apagar el incendio y, claro está, consiguen lo contrario.
   Tengo la impresión - dispuesto a rectificarla ante argumentos convincentes - de que tenemos unos políticos muy parecidos  a los del siglo XIX (trágala, trágala tu servilón...) cuando los problemas de nuestros días, influidos por la globalización,  necesitan  el concurso constructivo de todos. Sin embargo, pueden más las ganas de humillar al contrario; las sesiones de control terminan por ser un espectáculo vomitivo e ineficaz.
    En la época de las comunicaciones rápidas y supra continentales, los parlamentarios podrían ahorrarse el viaje y los gastos anejos valiéndose de las técnicas comunicativas internáuticas.
    Actúan como si vivieran en el siglo XIX -insisto- sin advertir que hasta  la chiquillería española se ha modernizado;  dejó hace tiempo a un  lado canicas y peonzas, para entretenerse en sus juegos  gracias a las aplicaciones lúdicas del progreso electrónico.
    Si diputados y senadores fueran lo modernos que son sus hijos o nietos, habrían actualizado sus medios de comunicación y aplicado racionalmente la moderna tecnología para comunicarse sus desagradables conclusiones,  propias de auténticos politicastros. Para insultarse, no merece la pena viajar y reunirse con lo caro que cuesta.
    Uno espera que la modernidad internaútica sirva en política para algo más útil que para ser un regalo en beneficio de  los padres de la patria: los últimos cachivaches tecnológicos que les dieron por cuenta del erario público, podrían evitarnos estas reuniones bochornosas y caras,  donde mientras unos insultan otros aplauden.
    Todo un bochornoso espectáculo, además de caro.
 

viernes, 19 de junio de 2015

EL DESEMPLEO Y SU INFLUENCIA .

   Al terminar la guerra de 1936-39 los españoles tuvieron que enfrentarse a una realidad social que no recuerdo estuviera  controlada por censos estadísticos: me refiero al desempleo. Se crearon oficinas para facilitar puestos de trabajo a mutilados, ex-combatientes y ex-cautivos. Pero los más jóvenes -que no participaron en la guerra-,   tuvieron que pagar sus consecuencias; se las arreglaron -sin distinción de colores- para ganarse un mísero salario como pudieron. Una vez más las familias estrecharon lazos, cerraron filas y aguantaron marea.
    Pese a todo el nivel de vida bajó, la inflación fue sonada y los efectos del hambre se notaban en la pérdida de peso y enflaquecimiento, hasta quedar en los huesos, de  la mayor parte de la población. Surgió el estraperlo y mientras la mayoría  vivió con  pobreza, hubo quien amasó redondas fortunas. 
    No se pudo salir de aquella situación hasta que se ordenó  la economía en los ahora llamados años del desarrollo. En resumidas cuentas -aparte del filón turístico, todavía vigente- en esos años se  dieron facilidades para atraer a los inversores que llegaron en buen número de países extraños.
    El cambio que entonces dimos  en España no fue idílico ni mucho menos. Allí donde se despiertan los afanes posesivos -e incluyo el  del "poder  político" entre ellos- siempre habrá injusticias. Ahora bien, donde se instala el hambre, la enfermedad y la miseria, se produce fatalmente la injusticia colectiva, clima  propicio para  que al hombre le dé igual morir que matar.
    En esas últimas circunstancias surgen, viven y se mantienen las dictaduras,  todas las cuales prometen mucho y aportan poco, cualquiera que sea el color que elijan sus defensores para disfrazarlas con el manto de la democracia: democracias populares, democracias participativas, democracias orgánicas, etc. Los adjetivos no ayudan.
    La vida es lucha y lo que hay que aprender es a organizarse para que esa lucha no sea salvaje,  ni la victoria abusiva, ni el poder intolerable.
    Creo, en consecuencia, que el primer remedio que necesita España son inversores capaces de crear puestos de trabajo. Al día de hoy -lo dicen las bolsas de cotización- esos inversores 
temen lo peor: una ruina a la griega. Ni vienen, ni se quedan.
    Es para pensárselo.

    
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jueves, 18 de junio de 2015

TRES PROBLEMAS DE ESPAÑA

   De forma elemental, porque lo dice el sentido común, un Estado se justifica  cuando consigue y permite que una sociedad viva en concordia, con prosperidad,  gozando de los derechos y cumpliendo los  deberes aprobados mayoritariamente por ley.
   Las instituciones creadas para este fin, son un instrumento y los partidos políticos también. Cuando los partidos políticos empiezan a encresparse hasta el punto de recurrir a la trampa para triunfar, la concordia empieza a temblar y si tiembla demasiado es un terremoto. Esto pasó en el 36, pero el dislate se venía cociendo desde mucho antes. Los unos a los otros, no querían convencer, sino vencer a toda costa, primero con trampas, al fin a tiros. Y si bien se mira, los azules no derrotaron a los rojos, sino que entre rojos y azules nos derrotaron a todos; y todos sufrimos la derrota. Unos más que otros, cierto, pero no por el  el color de sus enseñas, sino por las circunstancias personales de cada uno, que todavía es  más grave.
   Me siento inmerso en un  centro derecha constructivo; el mismo centro derecha que hizo posible la democracia en 1976-77.   Democracia que, - no lo olviden las izquierdas de hoy, del color que fueren- de no haber sido reorientada la evolución, como lo fue desde dentro de aquel Gobierno, - con muchos desgarros y sorteando peligros -  de centro derecha presidido por Adolfo Suárez, no habría sido posible sino a largo plazo y viviendo no sabemos qué episodios dolorosos. No fue una victoria de guerra la que trajo la democracia a España, ni una victoria electoral mal interpretada como sucedió con la II República. Fue una justa iniciativa propiciada en favor de todo un pueblo que quería concordia y prosperidad de la buena, sin joder al prójimo por  sistema, que es lo que ya se anuncia ahora,  no con palabras, sino con hechos. Y no cargo la culpa a nadie porque es de todos.
    Al centro derecha actual (y  veo por lo menos dos partidos en juego que pueden representarlo) le corresponde dar  un vuelco a la política en marcha. Por lo menos hay tres problemas graves que sólo pueden combatirse con una economía próspera: el social, el autonómico y el cultural. Ahí está la, clave de política que puede traernos la solución.
    Es más positivo preocuparse en resolver estos problemas que andar a la greña. La mayoría terminará por reconocerlo. Pero esto exige un gran cambio de actitudes. Es lo que hizo Suárez en su tiempo. No lo olvidemos.
   Como entonces, toca hacer política.

miércoles, 17 de junio de 2015

MENTIRA DE VERDAD.

 
 Algunos programas tertulianos emitidos por TV aquí en España,  son francamente sectarios. ¿Que quiere decir sectario? No alarmemos al lector. Según la acepción segunda del Diccionario de la RAE,  un sectario es un "secuaz, fanático e intransigente de un partido o de una idea".
  Un programa sectario se detecta fácilmente. Tan pronto se advierta que hay cuatro o cinco opinantes defensores, por ejemplo, del poder de las izquierdas, y en la bancada de  enfrente solo haya  uno o dos que les llevan la contraria,  no se engañe: está usted inmerso en un clima sectario pro izquierdista. Si sucediera al revés estaría inmerso en otro clima sectario de distinto signo, tal vez centrista o derechista.
  Lo curioso del caso es que en estas tertulias se miente sin querer mentir. La mentira no existe si por parte del que expone o habla (o escribe),no hay intención de engañar. El engaño,  según el catecismo, equivale a  decir lo contrario de lo que uno piensa o siente.
  Párense a meditar esta cuestión: Si uno cambia su forma de pensar o de sentir, donde decía "digo" puede a los dos días decir "diego" sin faltar a la verdad.
  Don Antonio Miguel Cardona (socialista) está en ese caso, ahora ejerciendo de ayuda de cámara con la nueva alcaldesa doña Manuela Carmena (podemista). Nadie como el señor Carmona para hacer ejercicios circenses con  la palabra. Se presentó como ganador holgado de las elecciones municipales y  entre la impertinente  (es decir, molesta de palabra y obra) doña Esperanza y la sentimental (como una madre para su retoño) doña Manuela, lo echaron al tercer lugar. Cuando ya tenía vendida el señor  Carmona la piel del oso lo dejaron  compuesto y sin fiera que llevarse al zurrón.
    Para los de "Podemos" el señor Carmona era "casta" pero algún psicólogo anunció: "el personaje bien vale una misa"; y luego, "id por él, cómo sea,  sin miedo; con hacerle creer que lleva la batuta, aunque no toque pelota, estará a nuestro servicio".
    "¿Cómo es eso?".  "Es un fuera de serie; id por él. El solo se organiza. Vale la, pena".
    Todo consiste en dar un leve giro a su forma de pensar. "Se trata de hacerle ver que junto  doña Manuela, de primer teniente de alcalde, será un vigilante por cuenta del PSOE para que los de "Podemos" no se desmarquen". "¿Se lo creerá?" "Claro que sí". "Luego, si se lo cree no miente".
     Un poco enrevesado, pero siempre que  don Antonio Miguel   no falte a su verdad   es  válido.  ¿Enrevesado? Diríase que endemoniado. Pero como sostenía un socialista que decía su verdad, "lo importante es estar montado en el tiovivo": llegó a  presidente del Senado sin título docente significativo que lo avalara. ¡Échale guindas al  pavo! que se decía antes de la guerra. ¡En esas estamos!
 



martes, 16 de junio de 2015

TODO TIENE UN PRECIO

    Entre los nuevos oferentes políticos -prometedores de cambios- destacan  aquellos que ponen sobre el tapete las injusticias nefandas e indignas que sufren las capas más débiles de nuestra sociedad. Al prometer su solución no suelen decir cómo acabarán con el mal ni qué medios pondrán en  juego para alcanzar sus fines. Tal es el caso de los desahucios.
   La ya alcaldesa de Madrid, populista bien acogida por "Podemos" con el aliento del PSOE (que como buen ayuda de cámara ya  ha dejado de ser  "casta"), inició conversaciones  con el director de una afamada entidad bancaria para  que cediera viviendas propias, en régimen de alquiler social (renta de veinte o treinta euros al mes), en favor de los desahuciados acogidos a su merced.
   La entrevista, entre la  hoy alcaldesa y el banquero, discurrió en tono amable y constructivo y se daba por supuesto que la demanda de la nueva regidora del municipio de Madrid, había  caído como semilla en tierra fecunda.
    En realidad el baquero vino a decir, "todo tiene un precio",  respuesta anfibológica, figura que consiste en emplear adrede voces o cláusulas de doble sentido.
   Este problema de contar con viviendas de renta social - salvo los casos resueltos mediante ayudas caritativas-  está sin resolver en muchas partes del Mundo,  si bien en las naciones totalitarias, las democracias populares  arbitraron un sistema de reparto que tuvo más inconvenientes que ventajas. 
   En el fondo de esta política subyace esta idea: sacar  dinero, que se juzga sobra a los pudientes, en favor de los necesitados, plan que suele abordarse preparando  un censo de viviendas vacías, partiendo de este hecho: no es justo que existan pisos desocupados entre tanto estén muchas familias pasando necesidades y habitando en las calles o poco menos.
   Para evitar esas injusticias la Constitución vigente dispone (artículo 47) que "todos los españoles tienen derecho a  una vivienda digna". Pero, de nuevo surge la advertencia del banquero, "todo tiene un precio".
   El pulso está anunciado. Los nuevos partidos van a poner en juego todos sus resortes -que no  son pocos- porque, en el revuelo, la ganancia de cazadores de votos está a la vista. Soy tan escéptico que pienso en un PP dormido que no sabe la que le viene encima. ¿O creen que la toma de ayuntamientos con dudosas artes -digan lo que digan- va a salirle gratis al centro derecha? Todo tiene un precio.
   Lo lamentable sería que, ante una realidad como ésta, el PP no viera que ha de tomar la iniciativa si no quiere verse barrido en la próxima convocatoria electoral.

lunes, 15 de junio de 2015

UNA DERECHA ACOMPLEJADA

   A nada que uno sea aficionado -simple aficionado- al examen de la política española, habrá de reconocer, por lo menos,  dos  realidades que se imputan a la derecha de este país. (Imputar:"Atribuir a alguien la responsabilidad de un hecho reprobable. RAE.)
   Primera: ser de derechas es ser un  heredo franquista y por ello tras su apariencia democrática, se esconde una falsedad: algo así como un cristianismo judaizante.
   Segunda: ser de derechas es ir contra los débiles, los expatriados, los inválidos, los ecologistas, los derechos humanos, los valores femeninos, el progreso,   los  témpanos  de hielo de los polos, el verde de las praderas, etc., etc.
     Si usted lector analiza la situación real de España con objetividad, advertirá  que no es así, porque lo único cierto es que la derecha -en su mayor parte- carece de ideales y ni siquiera se detiene a hacer un análisis de aquellos que pudieran servir para unirlos. Su voto en las urnas termina por ser una respuesta contra los programas de izquierdas. Es un voto negativo que también aparece -en una gran parte-  entre los que no votan.
    No crean esa especie de que ya no hay derechas ni izquierdas. Sigue habiéndolas. Les diré en que se diferencian:
    Izquierdas: partidarias de generalizar el subsidio para resolver problemas multitudinarios. Resultados: aumento del sector publico a costa de la iniciativa privada; más impuestos y huida de inversores; igualdad colectiva de muchedumbres; pobreza también colectiva, salvo los cuadros dirigentes amos del poder político. Pseudomodernidad basada en una liberalización  costumbrista.
    Derechas: partidarias de la iniciativa privada, promotora de la equidad basada en el mérito y el esfuerzo, frente a la igualdad masiva; atención al cumplimiento  de los derechos  y deberes individuales, antes que a unos supuestos derechos colectivos. Modernidad basada en los avances culturales y científicos.
    El centro-derecha español, en la actualidad debería estar en este último apartado sin radicalizarse, algo que supone atender y no mantenerse ajenos a las razones y sentimientos de los que son o se sienten distintos y más cuando les afectan las carencias y los sufrimientos.
    Creo que es ilustrativo  analizar el resultado de las últimas elecciones, para comprobar  que la derecha puso  el acento en una idea: defender la estabilidad económica, algo que dice mucho a los teóricos del ramo pero poco a la iniciativa privada y a numerosas familias de clase media, a los que se rebajaron los ingresos y elevaron los impuestos.
   Por el contrario, desde la izquierda, de forma patente y repetida, se anunciaban prometedoras ayudas (al  fin subsidios públicos) para combatir todo tipo de necesidades de muchas familias afectadas por la crisis.
   Estabilidad, una palabra que dice poco, frente a generosidad con los que sufren, que es directa y dice mucho. Aunque de las consecuencias, ninguno de los que tanto ofrecen tan poco hablan.
   Algún día aprenderá  la derecha centrada a tener en cuenta la dedicación y el mérito  de las clases medias  con su entrega y esfuerzo, compatibles con la honestidad de sus políticos. Soy optimista: pienso que aprenderán.
   

sábado, 13 de junio de 2015

ENEMIGO A DERRIBAR

   Si se  observa con imparcialidad el desarrollo de los partidos políticos españoles, su peso específico, su valía  según el talento de sus directivos y los subsiguientes resultados electorales coincidirán en que cuando triunfan -los que triunfan- no es tanto por méritos propios, como porque desde el  poder propiciaron su derrota. El PP alcanzó la mayoría absoluta porque así lo quiso el Gobierno de Rodríguez Zapatero  a fuerza de no dar una en el clavo.
   Verán: el enemigo a derribar  ahora es el PP, sobre el cual han caído toda suerte de dicterios. Un auténtico cierre de filas contra este partido se mantiene vivo, al precio que fuere, acusándoles -desde todas las izquierdas  y de parte de un centro derecha resentido- , de toda suerte de vilezas.
    El chivo expiatorio ha sido y lo está siendo el PP,  por no  prestar atención -a su debido tiempo-a un oportuna tarea  purificadora de sus militantes. La limpieza de la ropa sucia se hace en casa, pero hay que hacerla. Nada de poner manos en el fuego,  por éste o aquél. En la primera pernocta cuartelera que sufrí en el año de 1945, me aliviaron de la única manta que me prestó la madre patria para no pasar tanto frío. Además de reponerla con mis escasos medios, padecí  las risas burlonas de la soldadesca. España es así. Pero no me volvieron a robar porque  a quien lo intentara podría  salirle cara su osadía.
   No se olviden: entre los  que ahora llegan a la política, hay quien ya está preparando su futuro. A un buen número de logreros les importa su beneficio personal  y al primer descuido de  los superiores de la orden,  sin perder de vista que alguno de los principales  puede estar implicado en la partida, los veremos actuar impávidos, como buenos conocedores del oficio.
   A mi entender las turbias aguas que el PP no supo purificar a su debido tiempo le han hecho perder millones de votos. Mucho más importante que cambiar  el aparato gubernativo en casos como éste, es la catarsis, la limpieza purificadora dentro del partido. Da la sensación de que aún  tienen mucha basura debajo de las alfombras.Y si no se dan cuenta y no se deciden por utilizar la lejía a chorros lo pagarán en las urnas: asistirán a un lento trasvase de votos hacia otro partido que ya funciona y que también quiere abatir al PP.
   El centro derecha español (al margen de los partidos, es mayoritario y, téngase en cuenta-   encontrará su sitio, sobre todo si acierta a no perder el apoyo de Europa. El mismo apoyo que ahora se lo está jugando a cara y cruz el longevo y corto placista social demócrata PSOE. Es el segundo partido a derrumbar por los recién llegados. ¡El tiempo lo dirá!

viernes, 12 de junio de 2015

DEMOCRACIA MEJORABLE


   Sólo he creído a medias en la democracia española por una razón muy sencilla: en España, donde todos los votantes somos "muy listos" (lo proclaman a diario por TV los pregoneros de turno), apenas si hay demócratas. Presumimos de serlo, pero pocos  superan la prueba del algodón. Aquí, pese a todas las evoluciones,  intrínsicamente hay amos y siervos y un reducido número de españoles que escapan a esta clasificación. Me explicaré.
    Todos los partidos o agrupaciones electorales que concurrieron a las pasadas elecciones municipales y autonómicas, tenían declara su fe democrática y adquirido un compromiso respetuoso   a carta cabal de los ideales democráticos. Como es sabido estos ideales tienen un doble sentido político y moral.
    Los ideales democráticos, con razonables tendencias, suelen  plasmarse en sendos programas de actuación aprobados  por cada partido o agrupación electoral. En esos programas  cobran sentido (dicho de otra forma)  los principios y valores universales de la democracia, para que el elector pueda evaluarlos de forma consciente y responsable; es decir, de forma razonablemente democrática.
    El principio favorable a que prosperen los criterios de  la mayoría es propio de una sociedad compleja,  donde el pluralismo de intereses es contradictorio. La prioridad de este principio viene compensada con el derecho de las minorías no sólo a existir,  sino a no estar sometidas una presunta dictadura de la mayoría como ya ocurre y -según proyectos ya expresados- y ocurrirá  allí donde gobiernen algunos populistas.
    Pues bien (o mal, según se mire), aquí en España, además de pasarnos  bajo  el arco  pélvico el derecho de la mayoría (allí  donde el PP ganó), se han consumado alianzas bajo  nuevos programas de los cuales, sus votantes,  no tenían la mas mínima idea.   Ustedes me dirán si los votos socialistas emitidos en Madrid para elegir alcalde, tienen  algo que ver con las condiciones impuestas por una dictadura populista desde la que, además,  habían puesto a parir al candidato socialista señor Carmona;  un candidato que se  las daba de avisado y al que no solo  barrieron, sino  del que además se rieron.
   ¿Esto es  democracia? ¡Ustedes me dirán!

jueves, 11 de junio de 2015

EL DISPUTADO CAMBIO POLÍTICO

   Estamos asistiendo, como espectadores, a un forcejeo entre contendientes de distintos partidos, para ocupar los cargos políticos vacantes que están en juego después de las últimas elecciones municipales y autonómicas.
   Para ennoblecer  la pelea, los afectados pretendientes  y sus líderes nos dicen: el pueblo ha votado cambio y aunque hay una lista mas votada, si sus contrarios  se unen para  sumar más votos, quedan legitimados para barrer a su oponente mayoritario.
   Concertarán entre todos un nuevo programa, del que los electores no tenían repajolera idea cuando fueron a votar. ¿No querían cambio? No se quejaran: les damos cambio. No el anunciado, pero al fin y al cabo cambio. ¡Y todos contentos!
   Se tiraron estos partidos y líderes a degüello en el período electoral, se insultaron, se negaron, se pusieron verdes o como no digan dueñas -que decían los clásicos- y ahí los tienes besándose a los que antes se daban rejonazos,  se ponían banderillas de fuego o se machacaban las partes mas sensibles del cuerpo humano. Todo un ejemplo, toda una cartilla de aprendizaje para los políticos en plena evolución a los que pedimos limpieza y ejemplaridad. "No es esto, no es esto" que dijo el filósofo.
   Los partidos demócratas que ganan votos combatiendo a la corrupción económica, se han olvidado de la corrupción democrática en la que están incursos desde  un punto de vista ético. Todos mojados y bien mojados en esta movida. Un ventaja: el pueblo sigue dejándose engañar por las promesas. Todo por no ir a buscar remedio en la política,  con las mismas precauciones  con que acuden al prestamista.
   Nunca es tarde. Entre tanto, ¡Dios nos ampare!
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miércoles, 10 de junio de 2015

A MALA POLÍTICA, PEORES RESULTADOS.

    Confieso que el tema me desborda. Por eso, desde la modestia, pido disculpas por este que voy a llamar articulillo  o comentario de tanteo.
    Verán: advierto desde mi rincón sito en Vitoria -País Vasco, España ( y podría añadir, Europa, etc).- que tras el paso de varias décadas democráticas, la Nación va por un lado y algunas  regiones  por otro, no se ponen de acuerdo. Dicho de otra forma: se difumina la personalidad de la Nación y se resalta el relieve la de las Nacionalidades y Comunidades Autónomas, por lo menos de Vasconia y Cataluña.
    Por ejemplo el PP,  el PSOE y las nuevas versiones del PC -todos de ámbito nacional- han ido perdiendo fuerza  en las nacionalidades Catalana y Vasca hasta el punto de vaticinarse por algunos su conversión en partidos testimoniales -sin representación en las instituciones autónomas- en un corto plazo de tiempo.
   Esta realidad -de fácil constatación-  se intuía por quienes trataron de mantener la identidad española, frente a la catalana y la vasca, creando partidos de ámbito regional y mimetizando sus catalanidad o vasquidad con un patriotismo local moderado y extensible al nacional más amplio.
   El proyecto cuajó en parte, pero se ha venido demostrando de hecho que los vascos y los catalanes de oriundez distinta a la originaria de cada una de esas nacionalidades, están en proceso de acomodo y dispuestos a ganarse el título de vascos o catalanes,  utilizando los respectivos  idiomas autóctonos y votando a los partidos nacionalistas que ya han modulado su oferta -de derechas, de centro y  de izquierdas-  para satisfacer todas las demandas sociales.
   Lo preocupante del caso es que desde el Poder Central, esta pérdida de influencia no la detectan o les importa un rábano o no aciertan a dar con  una oferta atractiva.
   Y ahí es donde uno se encuentra ante un hecho nuevo, ante una incógnita, ante un misterio: tanto en Cataluña como en Vasconia son  mayoría los hijos  y  nietos de españoles, llegados al  País Vasco de otros puntos de España, que no valoran, ni aprecian, o lo mismo les da, ser ciudadanos de una Nación ya integrada en Europa y en condiciones óptimas  -pese a la crisis- para prosperar en un futuro que si fuéramos unidos  no estaría tan lejano.
    Y ¿qué eso qué importa? - concluirá mas de uno.
     Bien, de acuerdo. No importa. En ese caso, aunque fuera por puro entretenimiento, ¿qué cuesta promover un estudio objetivo de este tema para incorporarlo  a un proyecto político de  futuro?
     Siempre será más, productivo -para el conjunto de la Nación-, un estudio de este tipo, que la pelea de gallos vergonzosa a la que asistimos para repartirse puestos políticos de segunda  y tercera; todo porque un Gobierno, con mayoría absoluta aplastante,  no quiso modificar una ley electoral que nació trasnochada.

martes, 9 de junio de 2015

HACER POSIBLE LO NECESARIO

   No se trata de una novedad: han coincidido en la idea  las personas mejor preparadas, desde científicos hasta filósofos: la política es el arte de hacer posible lo necesario. La ciencia económica, coadyuba al cumplimiento de ese objetivo. Pero la política es prioritaria.
   En todo núcleo familiar y en el conjunto de colectividades constituido por personas, existen necesidades. El político ha de empezar por  conocerlas todas, para clasificarlas en razón a su importancia e idear la forma de suprimirlas.
   Una clasificación sencilla y al  alcance de todos nos indica: lo superfluo no es una necesidad. Lo fútil, tampoco. El derroche, menos. Lo redundante sobra.
   Incluso lo conveniente llega a  no ser tan necesario, si bien puede ser en ocasiones útil para enjugar necesidades.
   La auténtica necesidad suele ser muy primaria. No se debe dejar al ser  humano, al prójimo, invalidado para  hacer una vida normal. Necesita comida, abrigo, cobijo, y muy relacionado con todo ello, salud, cultura, justicia.
   Pero los políticos, en su mayor parte,  no se plantean si están capacitados  para cumplir con las exigencias propias de un proveedor de servicios. La política  no es una profesión, Es un servicio  que exige vocación al que lo presta. Así sucede que muchos, demasiados, se apuntan para ser políticos como quien va de excursión; una excursión que además les reporta beneficios personales. Y esto hunde a toda una idea noble con fuerte componente artístico y social: hacer posible lo necesario.
   El centro derecha español, - dentro del cual pueden reconocerse excelentes personalidades amantes de la cultura y de la justicia, gente muy válida-, tiene la desgracia de no saber seleccionar mejor a ese enjambre de políticos que dicen estar de su parte. La mayoría,  poco preparados y nada diestros, perjudican, primero, a sus compañeros de partido y, segundo, a toda la sociedad española.
   Si no empezamos por reconocer los errores y salvarlos  con prontitud y destreza, malo para todos, pero en especial para el que desde más cerca los sufre. La mala elección de políticos explica la pérdida de popularidad y, luego, de votos. La selección ha de ser más rigurosa.
   La cosa está tan grave que aunque lo digas de mil maneras, los responsables no hacen caso "ni p'a dios". No  lo ven. Y da pena.

lunes, 8 de junio de 2015

SABER Y LLEGAR A TIEMPO

 
   Un viejo y astuto aldeano de mi tierra - oeste alavés, donde el Ebro comienza a lamer el sur de Vasconia -, haciendo uso de  una personal jerga que le permite romancear por libre, decía: "Donde no te llaman ¿para qué te quedrán?"
   Es evidente que el, partido político que preside el Sr. Rajoy tiene punto débiles, pero no está  desarmado. La mejor prueba la dan sus oponentes  que vienen a ensayar de nuevo la  forja de un "frente popular" cuyo objetivo proclamado ha salido  a la superficie por pasiva, diciéndole los socialistas por boca de su mandamás:  "No son los del PSOE quienes  excluyen al PP; son ellos mismos los que se quedan solos".
  "Donde no te llaman, ¿para que te quedrán...?"  Quieren  asar vivo al centro derecha  español y  a todo lo que representa. Al centro izquierda no le da vergüenza unirse a los extremistas recién llegados. El PSOE peca, pero se disculpa. "Excusatio non petita, accusatio manifesta", es la respuesta andante.
   Esas son las lentejas que tendrá que comer el centro derecha.  Si no  le gustan -como a millones de votantes- tendrá que pasarlas con agua y ajo. Lo dice el olfato: no es momento de convertir infieles, porque ha llegado el tiempo del desencanto para una feligresía que soñaba con el cambio. Es preciso que prueben la amargura. Sentirán el haberse ido del redil.
    Ya no habla el señor Sánchez (don Pedro) del PSOE de redimir a las clases medias.  Dado que los ricos se van con sus caudales a otros países ¿quién va pagar los platos rotos? No se puede reanimar a las gentes con un repertorio de promesas sin tener en cuenta otros  irremediables efectos. Pero tampoco hay derecho a caer en manos de tanto desaprensivo pensando  que Dios  los ha dotado de una varita mágica.
   Los españoles  están  esperando un cambio.  O todo el centro derecha se revuelve contra el tsunami que nos viene encima y advierte que no hay mejor cambio que el ofrecido por Europa, -pese a que tiene un precio-,  o los votantes entrarán  en una  fase de decadencia muy parecida a la que afecta a los griegos de nuestros días. Los mas identificados con ese centro derecha, que son mayoría, se van a  ver desorientados y más pobres si no dan en España la respuesta electoral que las circunstancias aconsejan.
  Basta ver el estado en que dejaron los socialistas a España en el año 2012. Para ello, tan solo hay que comparar aquel estado de cosas, con el de hoy, a medio camino de una recuperación que ya se palpa hoy a punto de terminar la legislatura. Esa es la verdad que más nos interesa. No es miedo, el  que nos avisa; es precaución.
  En España  esa idea la entienden todos, y queda probado que es de esa Europa de hoy y con futuro de la que no puede alejarse el centro derecha español. Esto puede hace entrar en razón a muchos votantes hoy alejados de la política europeizante. Pero si la explicación no se divulga  y llega a las gentes de buena voluntad, que son mayoría,  surgirán sorpresas desagradables. Si el centro derecha español no triunfa con claridad manifiesta en próximas elecciones  a fin de año, ¡Ya se verá!.  
   Ahí está el secreto: en saber llegar y llegar a tiempo. Para eso el centro derecha español no necesita unirse a nadie. Basta con que ellos solos voten unidos. Porque donde no te llaman...













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sábado, 6 de junio de 2015

EL GRAVE PROBLEMA DE LA VIVIENDA

    La gravedad del problema de quienes no tienen una vivienda digna, como puede advertirse atendiendo a lo que sucede en los países poco o medianamente desarrollados, es mundial. Y se da la paradoja de que a esa falta de viviendas útiles, se suma la presencia excesiva de las que existen y no son de utilidad alguna porque están vacías. ¿Cuál es la causa? Que los ingresos salariales son muy reducidos o nulos para una mayoría de personas y, por tanto, no pueden costearse una vivienda.
    Los sociólogos,  los economistas, los  políticos, los profetas, los redentores y tantos otros prometedores de felicidad, mantienen muy diversas teorías que puestas en práctica acabarían con esta situación. Pero el problema es tan viejo como el hombre y solo los pudientes han podido resolverlo a satisfacción, siempre en la medida de sus posibilidades.  (Para ser pudiente vale el dinero, pero hay otras formas de serlo: por eso hay tantos políticos, no lo olviden).
    No tomen como un ironía esto que les digo. Es duro, pero es así. El hombre ha tenido que sobrellevar pesadas cargas a lo largo de siglos,  pero nunca le faltaron  consuelos y promesas, algunos prestados con buena intención y, aunque la  mayoría fueran desinteresados, muchos tenían su precio.
    Solucionar la carencia de viviendas  es costosa en tiempo y en dinero. Sus limitaciones, en España por lo menos, nos han traído el problema del paro, y esto agrava la situación de los sin casa.
    Yo  no digo que sea una solución definitiva, pero afirmo que  Vitoria, la ciudad donde resido, fue una de las pocas  que se industrializó en una década, creció de forma fabulosa y evitó el chabolismo. ¿Y cómo? Diría que la base de todo estuvo en el espíritu solidario de personas válidas que, por coincidencia y propia iniciativa,  promovieron una respuesta con distintas soluciones de vivienda social, sin enredar con la política.
  Claro que ya no hay Cajas de Ahorro. Algo que  hemos de "agradecer" a los políticos que se sienten orgullosos y hasta convencidos de que son unos ejemplares demócratas. La democracia en España está en fase de conato. ¿Políticos? ¡Vaya tropa! No todos claro; pero, al paso que esto va,  el cambio rompedor y cantarín,  proclamado a tambor batiente, de poco vale si la capa no aparece.

viernes, 5 de junio de 2015

A TODA VELA Y SIN COMPLEJOS

   Si me dieran una varita mágica para adivinar los destinos de este país llamado España, me rascaría tras de la oreja antes de hacer una reflexión: "Sepan ustedes, los españoles de las clases bajas y medias sacrificadas hasta el  momento para  vencer a la recesión en beneficio de todos, que ha llegado la hora de los listos, la hora de los  elegidos para impartir  justicia; pero el futuro a medio plazo  está sin decidir y hay que ganárselo".
    Es más fácil y satisfactorio el derroche que el ahorro. Es más popular consumir que controlar el gasto. Quienes asuman la gestión de la cosa publica,  saben que todos estamos mejor dispuestos para la holganza  y la diversión, que para el sacrificio. Claro que hay excepciones, pero escasas. De ir a trancas y barrancas  para mejorar la  situación, o andar  arrastrados en espera de una asistencia social, los más suelen inclinarse por esta última actitud. Terminan por cosechar pobreza. Pero claro: estas cosas no las dicen los políticos del río revuelto; más bien suelen estar atentos -casi todos- al logro de su particular ganancia
    Me dirán: ¿Quiere usted disculpar el austericidio  y que sigamos así por los siglos de los siglos? ¡Dios me libre!
    En un país  donde los gastos son superiores a los ingresos, para superar este trance . -como  en las mejores familias- solo hay dos soluciones, a saber: se recorta  el gasto o se aumentan los ingresos,  o las dos cosas a un tiempo.
    Nos dimos -no todos pero sí muchos- a vivir días de vino y rosas, hasta el 2008. Gastamos en demasía, vino la crisis luego y a la hora de pagar no había con qué, y el Gobierno socialista no sólo negaba los años malos, sino que, con apoyo mediático adjunto, ¡manda huevos!, después de dejarnos vacías las arcas del Reino,  sin pagar millones en facturas y condenados al rescate, es decir en la ruina, tuvieron  el acierto de cargarle el muerto a los que tomaron las riendas del Gobierno, que no supieron  jerarquizar el sacrificio. Sufrieron más los más necesitados, y eso suele tener un costo. Ahora se está viendo. 
    Políticamente hablando, fueron las clases medias y bajas las llamadas a cargar con el peso de la crisis, porque las altas y los que rapiñaron en las arcas públicas, se dieron de naja o buscaron refugio para  sus divisas en sendos paraísos fiscales.
   Ustedes que tanto oyen hablar del cambio y son testigos de  la gran promesa, la gloria futura, tomen nota: "Hasta aquí llegó la miseria, en los años 2012-2016," Y dejen espacio libre para una nueva marca. La gran promesa puede ser  el cebo necesario para el cambio, pero atención  a los síntomas: vean como se pelean los políticos. Hay un elemento de juicio que no  falla: se pelean por los puestos como lobos los mismos que se presentaron en sociedad como cándidos corderos. ¡Ya me dirán la que nos viene encima si además hay hambre atrasada. ¡Ya veremos!
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jueves, 4 de junio de 2015

EL IDIOMA DE LOS POLÍTICOS

    Los políticos cautos y prudentes suelen medir sus palabras y derrochar cortesía y amabilidad cuando, requeridos por los periodistas, han de responder a  preguntas que pueden, a su juicio, ser inoportunas o impertinentes.
    Cortesía y amabilidad, porque poner mala cara al noticiero de turno tiene su morbo y nada más interesante  para los espectadores que ver, a un inexperto político queriendo quitarse de encima, -cuando baja del coche o sale de su casa o menos lo espera-,  a la nube de pesquisidores friéndole a preguntas en actitud de mosca cojonera. No cuesta nada decirles: tengo prisa,  me esperan, no tendré inconveniente en recibirles, puedo atenderlos esta misma mañana con comodidad, sin atosigamientos, y cosas por el estilo. No hace falta extenderse en pormenores.
   Además, los políticos cautos y prudentes no suelen hablar de sus rivales, ni siquiera bien. Nunca olvidaré a un vendedor de automóviles cuando fue requerido por el comprador: "¿Que opina usted del coche parejo a este que quiero comprar,  pero de  otra marca" y le citó la casa que lo vendía. El vendedor fue corto, claro y definitivo: "no puedo perder el tiempo en hacer la publicidad de mi adversario, ni siquiera hablando mal de sus coches".
   Nunca se sabrán los votos que dio doña Esperanza, la  liberal, a doña Manuela, la populista, cuando la primera le arreó estopa en un coloquio transmitido por televisión. Doña Manuela se puso tierna y yo pensé: "Esta escena se merece un beso de gratitud que debería recibir doña Esperanza de  su rival. Le ha  dado votos a escacha".
   Los políticos cautos y prudentes tratan de lo suyo con  habilidad suficientemente cautivadora y sin hablar mal de nadie. El espectador es el llamado a ver, oír, sopesar y votar. Doña Esperanza acabó con el mito de ser la mejor.
   Cobra actualidad la sentencia de un nacionalista de pro, referida al  Obispo Blázquez que estudiaba a la sazón vascuence antes, de tomar posesión del cargo  episcopal,  para tener contentos a sus diocesanos vascos: "Loro viejo,  no aprende idiomas". Los jóvenes pueden ser diferentes porque, según presumen, vienen  aprendidos de casa. Ahora, eso sí, como sus mayores, dicen pero no hacen, prometen pero no cumplen. ¡Veremos lo que da de sí la cosa!

miércoles, 3 de junio de 2015

LEGÍTIMO DERECHO DE UN GOBIERNO

   La pregunta que muchos españoles se hacen es la siguiente:  ¿Acaso no es verdad que,  amparados en las instituciones de la Comunidad Autónoma de  Cataluña, tanto algunas autoridades como otros significados personajes han sido protagonistas destacados y han participado en actividades varias incumpliendo "las obligaciones que la Constitución y otras leyes" les habían impuesto o actuando en más de una ocasión de forma que atentaban "gravemente al  interés general de España"? (Artículo 155 constitucional).
   El abuso en esta línea de actuación ha sido tan constante y reiterado y tan consentido -el que calla otorga- que raro es el catalán que no piensa, o no cree, que esa región española llamada Cataluña,  está a punto de aparecer en los mapas como nación independiente y soberana.
   ¿Tiene España derecho a defender su unidad? De eso no hay duda, porque los propios catalanes ratificaron la Constitución vigente en referéndum y lo hacen, de forma  implícita, cada vez que participan en actos electorales convocados bajo el amparo de esa ley de leyes.
   ¿Y que ha debe hacer un Gobierno legítimamente constituido cuando desde una Comunidad Autónoma se atenta gravemente contra el interés general de España?
   Es muy sencillo: cumplir y hacer cumplir la ley. Al punto que hemos llegado, según el artículo 155 constitucional, procede "adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla (a la Comunidad Autónoma respectiva) al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones" como también cuando se trate "de la protección del interés general" de los españoles.
   ¿Y cómo se hace esto? Dando  instrucciones  a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas. ¿Y si no hicieran caso? Habrán de adoptarse nuevas medidas. ¿Hasta donde? Hasta donde sea necesario.
    El Gobierno central tiene que reivindicar  su derecho a gobernar en pro de la buena gestión de las CC.AA., porque si  no lo hace está abriendo el triunfo del cambio. Otros llegarán que harán cumplir la Constitución o la cambiarán sustancialmente. Lo que no resiste  es el mantenimiento de unas leyes que no se cumplen y por tanto sobran.
   Elemental, querido Watson.

martes, 2 de junio de 2015

EL GOBIERNO Y EL CAMBIO

   Hay una oleada opinante que pide a gritos un cambio en el Gobierno, en la creencia errónea de que poniendo otros titulares al frente de algunos ministerios se van a ganar las próximas elecciones generales. ¡Los rábanos por las hojas! Ganas de perder el tiempo.
   Son otros los cambios importantes a realizar para represtigiar al Gobierno actual y ponerlo en situación de mejorar notablemente los resultados electorales en la próxima convocatoria. Voy a referirme tan solo a dos.
   Primero: cambiar los criterios informativos de sus actos y decisiones, que nos llegan, en la actualidad,  dislocados, inarmónicos y al libre arbitrio de cada jerife, por  otros bien estructurados, armónicos y respondiendo a un proyecto en común del conjunto gubernamental. Criterios informativos didácticos, no emperejilados,   sino en román paladino en el cual suele el pueblo hablar a su vecino. Y no  para decir chorradas, sino para explicar razones justas
  Segundo:  Cambiar de actitud, convirtiendo  al Gobierno actual, pasivo receptor de puyas, en un ente reivindicativo. Un gobierno dispuesto a hacer efectivo de verdad el cumplimiento de la ley, con delicadeza, pero reivindicando sus derechos  y haciendo ver  y demostrando que  su actuación -según una antigua  leyenda- responde a un "aumento de la justicia contra malhechores". Insisto, hay que poner de manifiesto y, demostrar -por activa y por pasiva- que  la gobernanza está impelida por un deber, una obligación,  y no  por un capricho y antes que nada, por razones justas.
   Que doña Esperanza Aguirre saliera a predicar sus evangelios por libre, es un disparate que pudiera haberse eludido de tener organizados unos buenos  servicios informativos y publicitarios.
   Que se organizara una pitada contra un símbolo nacional impunemente, obedece a esa falta de criterio no reivindicativo;  obedece a una  respuesta defensiva, transmisora de miedos,  cuando era posible, reivindicar la aplicación de la ley y  aplazar con la debida anticipación la celebración del acto en evitación de  incidentes o accidentes que pudieran producirse por la la tal pitada, convertida hoy en un pitorreo.
    Son dos ejemplos; pero les confieso que a cientos pudieron resolverse otras incidencias que se han convertido en materias envenenadas.
   Cambiar los titulares de unos ministerios, en el caso que nos ocupa, es como llamar a Cachano el sordo haciendo sonar dos tejas.
 

PIEDRA DE TOQUE

   En la antigua Grecia las tres  virtudes que permitían conocer la talla de un político eran la valentía, la sensatez y la justicia. Añadieron una cuarta, la prudencia. Luego se  llamaron virtudes cardinales y fueron más precisos al nombrarlas: Justicia, prudencia, fortaleza y templanza.
   Esto quiere decir que para saber hasta donde llega la valía de un ser humano (hombre o mujer) hemos de juzgarle por sus hechos y en qué medida estos se  ajustan a esas cuatro virtudes.
   Estaremos de acuerdo en que la principal de estas virtudes -la justicia-  obliga  elemental y esencialmente a evitar la injusticia en el entorno donde cada uno influye o ejerce algún poder. La prudencia, la fortaleza y la templanza no son otra cosa que virtudes complementarias que ayudan al ejercicio de la justicia.
   En consecuencia,  aplicando las virtudes cardinales  como barómetro que mide el grado de valía de cada uno de nuestros políticos, el resultado que se obtiene es muy mejorable.
   Examinemos el comportamiento de nuestros políticos, lo que dicen y prometen,  su conducta y su aplicación  y verán en qué medida obran con justicia, prudencia, fortaleza y templanza.
   El diagnóstico es negativo para una mayoría y no pueden extrañarnos ciertos  fracasos. Pongan ustedes en una pizarra los nombres de afamados políticos, hágalos pasar bajo el arco de las virtudes cardinales con sus palabras y sus hechos y analicen  el resultado.
    Pueden aplicar el barómetro a otros dignísimos políticos que, de verdad, no son lo que aparentan Esa pléyade de almas "benditas" se darán cuenta de que gestionar un partido político y el gobierno de la cosa pública es una tarea a la que no se puede aspirar desde la indigencia ética. La corrupción empieza  prometiendo lo que no se puede dar.
   Pienso, no se por qué,  en doña Esperanza Aguirre como modelo a no imitar.




lunes, 1 de junio de 2015

EN RESPUESTA A LOS NACIONALISMOS

   Cualquiera que se detenga a observar la evolución de los nacionalismos en España, reconocerá que tanto en Cataluña como en el País Vasco han crecido en medios materiales y en número de adictos.        Al revés, los partidos de ámbito nacional español han ido a menos en ambas jurisdicciones. Han perdido feligreses por un lado y poder a raudales por otro,  eso sí, aguantando el tipo, la compostura, el aseo: "impasible el ademán".
   En demostración de esta realidad dos hechos recientes nos dan la razón: los resultados electorales del 24-M y la pita del himno nacional en la final del torneo de Copa.
   Lleguemos por lógica a esta conclusión: el nacionalismo separatista crece en Cataluña y en el  PaísVasco, en la medida en que decrece el patriotismo español en ambas Comunidades Autónomas. Por tanto el PP y el PSOE tienden a desaparecer y mucho han de cambiar las cosas para que esto no suceda en plazo relativamente breve.
   Les voy a contar algo muy personal, casi obligado porque temo que se va a perder el testimonio. En el año de 1978 por influencias no de la UCD -donde yo militaba- sino del PNV y del PSOE, se instituyó el Consejo Pre Autonómico Vasco, para ir adelantando la estructuración de una autonomía emergente. Hubo que elegir al presidente, entre dos candidatos: Juan Ajuriaguerra, del PNV, o Ramón Rubial del PSOE. La llave decisoria la tenían UCD de Álava, con dos votos y UCD de Vizcaya con uno. Este voto vizcaíno  - ¿por deslealtad del votante? - iba  al PNV. Los alaveses ante un razonamiento de futuro bien cimentado, optamos por votar al PSOE. Salió elegido Rubial gracias a estos votos de la UCD de Álava y a que el votante vizcaino (su titular sabrá por qué) que votaba a Ajuriaguerra, en la última votación se abstuvo. En cuanto fue elegido Presidente el socialista Rubial, en un alarde de paradójica exaltación,   dio este grito: "Gora Euskadi Askatuta". (Arriba Euskadi Libre). Me olió a cuerno quemado.
   Al PSOE de Indalecio Prieto, cuando la guerra, frente del norte, le dieron una lección de gratitud sus mejores amigos durante la contienda:  los nacionalistas vascos les pagaron la concesión del Estatuto y sus amagos consentidos de independencia, con el Pacto de Santoña.( En tierras de Cantabria, ya no era su guerra y ser rindieron a Franco pactando con los italianos) Pero algunos socialistas no tienen remedio (eso pensé al oír el grito del Sr. Rubial): siguen aún hechizados por los encantos separatistas.
   Al centro  izquierda y al centro derecha vascos los veía entonces y los veo ahora  obligados a defender los intereses de sus votantes y, para ello, tendrían que conciliar pareceres entre sí, como españoles que son,  si no quieren ser fagocitados por los nacionalismos de turno. Sé de sobra que, los socialistas de base, aún siendo españoles, no son partidarios de acercarse a las derechas no nacionalistas aunque estén centradas, porque las rocas berroqueñas no aciertan a ver ni adivinar los cambios que más  convienen  al paso  de los tiempos; sé también que tienen menos reparos para forjar alianzas con las derechas separatistas aunque luego les den por saco.
    Pero esto aparte y aunque parezca paradójico, cada  perro se lame sus heridas y tanto derechas como izquierdas españolas no nacionalistas, tendrán que asumir una idea tan vieja como los más añojos brotes separatistas sabinianos:   para combatir  democráticamente y con éxito a todo nacionalismo,  lo primero es predicar con el ejemplo y no ser nacionalista ni en pintura -ni siquiera nacionalista español-,  algo que muchos no entienden de forma práctica. Pero no confundirse:  dejar de ser nacionalista, no equivale a dejar de ser patriota. ¡No es lo mismo  la gimnasia que la magnesia!