Dentro de una estructura democrática parece conveniente situar los límites, la raya hasta donde llegaría el que podría llamarse centro derecha español.Siempre es posible y útil contar, aunque sólo sea por aproximación, con una línea divisoria.
El cetro-derecha político :
- ¿Ha de ser conservador? Puede serlo, pero sin llegar a excesos anacrónicos.
- ¿Puede ser liberal? Sí, pero más atento a cumplir con la justicia social que con la caridad del comedor gratuito.
- ¿Y tolerante? También, pero sin negar una conducta ética innegociable que incluye el respeto de la ley y la lealtad a unos principios democráticos universales (no confundir la ética política con la moral, reconociendo que esta última no sólo ayuda. sino que es la, base de la primera).
- ¿Sentido de la responsabilidad? Total, hasta el punto, de ser capaz de rechazar el desempeño de un cargo o función, si uno no está capacitado para ejercerlo.
Si los líderes del cetro derecha cumplieran fielmente con estas cuatro condiciones, no tendrían en cargo alguno, a tanto corrupto ni a tanto zángano. El cambio sería tan importante como para esperar con tranquilidad los resultados de próximas convocatorias electorales. Sin embargo, un persona avisada no se fiaría.
¿Por qué? Porque un político ha de convencerse de que es un ser activo y sin derecho a pecar por omisión. Cuando los demás empiezan la jornada, él de estar al cabo de la calle.
Y en España, pocos son los políticos que se molestan en visitar a sus votantes para tomarles el pulso y ver cómo están y qué remedios hay para sus males. ¿Es o no es cierto?
Los que vayan a ejercer alguna responsabilidad desde el centro-derecha en los próximos meses pre electorales, tienen ante sí una doble tarea: limpiar el patio propio de la gentuza que tienen dentro (de forma manifiesta y con trascendencia pública) y preparar un cuadro de elegibles que den garantías de honestidad, diligencia, acción y conocimientos en el desempeño de sus funciones.
¿Serán capaces? Lo dudo.
viernes, 31 de octubre de 2014
jueves, 30 de octubre de 2014
HAY QUE CORTAR POR LO SANO
No hace falta la licenciatura de Políticas para tener conciencia de que al PP -partido refugio de una gran parte de la sociedad española- lo han puesto, entre la golfería de unos y la "inocencia" de otros, al pie de los caballos, de modo que si no se toman decisiones heroicas puede pasar por el trance crítico de perder el Gobierno, que no es moco de pavo.
La pérdida electoral irá tomando cuerpo por un procedimiento bien sencillo: el de la abstención. En unas primeras elecciones -las municipales- nos anticiparán el dato las grandes poblaciones. Si pierde el PP, puede ensayar la cantata de adiós al triunfo en las generales. Así quedará rematada la operación "casta" en toda el área española.
Todo es previsible por el desacierto de la cúpula del PP, bien acompañado en esta tarea por el PSOE, que no ha sabido, o no ha querido, poner su influencia al servicio del Estado. ¡Ojalá me equivoque, pero tengo la sensación de que le pintan bastos!
Pero esto no excluye la responsabilidad del PP. Todo por no haber sabido ,o no haber querido, enfrentarse y cortar por lo sano, a su debido tiempo, y haber colgado de un gancho a todos y cada uno de los bichos portadores de la gangrena corruptora, en cuanto aparecía el menor indicio racional de posible contaminación. Cuanto antes se hubiera abordado la tarea, menor habría sido el daño causado a la totalidad del ser enfermo.
Es indudable que personas influyentes del partido -afectadas por el síndrome de Estocolmo- se han visto cautivadas por esa golfería, dentro de casa, que los tenía tal que secuestrados; y han preferido hundirse con ella, antes de salvar al cuerpo social de todo un centro derecha español que los llevó al poder.
En buena lógica, ahora, con toda la carnaza podrida en el asador, no vale con cantar la gallina y pedir perdón. Es el momento de las dimisiones. Si Rajoy -después de lo ocurrido-, presentara la dimisión de todos sus cargos y pasara la responsabilidad del Gobierno a la Vicepresidenta del mismo, para que aborde con libertad y sin miedos el corte por lo sano que hay que dar al enfermo, pasaría a la historia como un hombre de Estado con dignidad y entereza.
Hay que comprender las debilidades humanas. Cuando a Isabel II, camino del exilio, le dijeron que si volvía a Madrid para hacer frente a los revolucionarios de 1868, le "esperaban los laureles del triunfo", dijo que ella se iba a Francia y que dejaba el laurel para el pollo en pepitoria.
miércoles, 29 de octubre de 2014
NUNCA SE CONTÓ EL NÚMERO DE CORRUPTOS
Verán: era muy joven todavía en aquellos años de la guerra mundial, cuando Franco movilizó a un millón de españoles, para algo que aún no está muy bien explicado. Entre aquellas mesnadas,
me perdía el defecto de indagar los pequeños sucesos del diario quehacer.
Enseguida percibí que gran parte del rancho sobraba por incomible; pero no se perdía por eso la comida, puesto que iba a una gran cochiquera donde alimentaban a un centenar de marranos. ¿La pregunta incontestada era: ¿Quién se come estos cerditos?
Indudablemente, aquella cochiquera era un nido de corrupción colectivo. Ahí se paró mi curiosidad. Seguir adelante, tenía sus peligros.
Luego, en la vida civil, advertí que las iniciales de mi nombre y apellidos, aparecía en las chapas de matrícula de los coches oficiales: PMM (Parque Móvil Ministerios) y pensé: ya es desgracia; en cada coche de estos que llevan mis iniciales, viaja -por lo menos- un corrupto en potencia. Y como, contando al conductor, siempre -por lo menos- lo ocupan dos personas, calculé que un cincuenta por ciento de la nómina oficial con derecho a viajar en los PMM, estaba compuesta por corruptos en potencia. Si cuentan ustedes el número de coches oficiales de tantos y tantos organismos como hay en España, les saldrá la cuenta exacta
Pues bien, puesto el Presidente el Gobierno, a pedir perdón por los chorizos que le han crecido como setas hasta en la entrepierna, va y nos dice con dos "pelés" que, afortunadamente, son pocos.
¿Y quién lleva la cuenta? Salvo mis cálculos, que pueden estar errados por defecto, no conozco otros. ¡Ya me dirán! No veo que sean tan pocos.
me perdía el defecto de indagar los pequeños sucesos del diario quehacer.
Enseguida percibí que gran parte del rancho sobraba por incomible; pero no se perdía por eso la comida, puesto que iba a una gran cochiquera donde alimentaban a un centenar de marranos. ¿La pregunta incontestada era: ¿Quién se come estos cerditos?
Indudablemente, aquella cochiquera era un nido de corrupción colectivo. Ahí se paró mi curiosidad. Seguir adelante, tenía sus peligros.
Luego, en la vida civil, advertí que las iniciales de mi nombre y apellidos, aparecía en las chapas de matrícula de los coches oficiales: PMM (Parque Móvil Ministerios) y pensé: ya es desgracia; en cada coche de estos que llevan mis iniciales, viaja -por lo menos- un corrupto en potencia. Y como, contando al conductor, siempre -por lo menos- lo ocupan dos personas, calculé que un cincuenta por ciento de la nómina oficial con derecho a viajar en los PMM, estaba compuesta por corruptos en potencia. Si cuentan ustedes el número de coches oficiales de tantos y tantos organismos como hay en España, les saldrá la cuenta exacta
Pues bien, puesto el Presidente el Gobierno, a pedir perdón por los chorizos que le han crecido como setas hasta en la entrepierna, va y nos dice con dos "pelés" que, afortunadamente, son pocos.
¿Y quién lleva la cuenta? Salvo mis cálculos, que pueden estar errados por defecto, no conozco otros. ¡Ya me dirán! No veo que sean tan pocos.
martes, 28 de octubre de 2014
UN MACHO ALFA LLAMADO PABLO
En un principio, no hace mucho, la gente cabreada se echó a la calle para protestar de mil maneras, por mil razones, contra los políticos al uso que tenían indignado al personal. Aquello era una barahúnda (no confundir con marabunta) y no daba signos de ser de utilidad. Pero ya no es lo mismo: hoy están organizados.
Lo llamaron movimiento democrático participativo, algo que se presentaba como novedad en un país que como España pudo "gozar" en algún tiempo del anarquismo también participativo, es decir partidario de la supresión de toda autoridad; en ese régimen cada uno era responsable, ante sí mismo y ante la historia, del logro de una armonía social.
Hasta los más tontos se dieron cuenta de que este nuevo movimiento popular, de charanga, cartelada y tenderete en un principio, tenía menos porvenir que una hetaira en un témpano de hielo. Entonces, los más listos decidieron jerarquizarse, aunque se pervirtieran las tesis participativas. Lo cual exigía camuflar el cambio para que todo siguiera igual en la isla Lampedusa y sus alrededores.
Los demócratas participativos de nuestros días han desechado las formaciones ácratas, por ser visiblemente inútiles, y han jerarquizado la organización. Están ya en la plataforma de lanzamiento de un partido igualito, igualito, a los que ya funcionan, con una diferencia: tienen limpia de "chorizos" la hoja de servicios, tal vez por que no han pasado del umbral del poder, aunque se les supone a los suyos vacunados contra el virus del birlibirloque, no sabemos hasta cuándo.
De estas disquisiciones entre gente lista surgió "Podemos" con un líder al frente que ha tomado dos decisiones importantes: manifestar que no es un macho alfa y suprimir un perendengue ("piercing" en inglés) que como adorno perforaba una de sus cejas.
¿Por qué estas dos medidas previsoras tomadas por el líder Pablo?
Porque lo han dicho sus asesores: "Modérate Pablo, modérate, ya que dónde has de robar votos es en el caladero del centro cabreado. Tú, Pablo, sabes en el fondo que reúnes todas las condiciones del macho alfa. Estás muy convencido de tu valía, pero procura que no trascienda, Pablo; el centro está lleno de triunfadores de pacotilla, muy envidiosos, y no le gustan los machos alfa; se conforman con los burros alfa, pero tampoco es cosa de que vayas de asno de por vida. Ni dejes de tener en cuenta que el mejor voto, el más leal, está en el masificado centro de una sociedad con pocas ganas de pensar y con muchas de comer bien y de follar. Si te los ganas serás su amo y, de rebote, el amo en España".
Y el perendengue ("piercing" en inglés) ¿por qué se lo ha quitado? Por la misma razón. Le han dicho: "Pablo:¿Dónde vas con ese adorno? Sé un o poco serio ¡hombre! Bastante tienes con la coleta. No te prestes a que hagan chistes contigo, cuando llegues al poder. No vaya a ser que los de la "casta" te respondan: "Sí, somos "casta", pero lo tuyo es peor: eres "la caspa".
Pablo, al parecer, ha tomado nota. Puede seguir con la "democracia participativa" aun cuando la haya jerarquizado. A la gente lo mismo le da; no le preocupa. Está claro que en "Podemos" han visto que todo poder si no se jerarquiza, perece. Y ser jerarca con un adornito perforado en la ceja... ¡ya me dirán!
Lo llamaron movimiento democrático participativo, algo que se presentaba como novedad en un país que como España pudo "gozar" en algún tiempo del anarquismo también participativo, es decir partidario de la supresión de toda autoridad; en ese régimen cada uno era responsable, ante sí mismo y ante la historia, del logro de una armonía social.
Hasta los más tontos se dieron cuenta de que este nuevo movimiento popular, de charanga, cartelada y tenderete en un principio, tenía menos porvenir que una hetaira en un témpano de hielo. Entonces, los más listos decidieron jerarquizarse, aunque se pervirtieran las tesis participativas. Lo cual exigía camuflar el cambio para que todo siguiera igual en la isla Lampedusa y sus alrededores.
Los demócratas participativos de nuestros días han desechado las formaciones ácratas, por ser visiblemente inútiles, y han jerarquizado la organización. Están ya en la plataforma de lanzamiento de un partido igualito, igualito, a los que ya funcionan, con una diferencia: tienen limpia de "chorizos" la hoja de servicios, tal vez por que no han pasado del umbral del poder, aunque se les supone a los suyos vacunados contra el virus del birlibirloque, no sabemos hasta cuándo.
De estas disquisiciones entre gente lista surgió "Podemos" con un líder al frente que ha tomado dos decisiones importantes: manifestar que no es un macho alfa y suprimir un perendengue ("piercing" en inglés) que como adorno perforaba una de sus cejas.
¿Por qué estas dos medidas previsoras tomadas por el líder Pablo?
Porque lo han dicho sus asesores: "Modérate Pablo, modérate, ya que dónde has de robar votos es en el caladero del centro cabreado. Tú, Pablo, sabes en el fondo que reúnes todas las condiciones del macho alfa. Estás muy convencido de tu valía, pero procura que no trascienda, Pablo; el centro está lleno de triunfadores de pacotilla, muy envidiosos, y no le gustan los machos alfa; se conforman con los burros alfa, pero tampoco es cosa de que vayas de asno de por vida. Ni dejes de tener en cuenta que el mejor voto, el más leal, está en el masificado centro de una sociedad con pocas ganas de pensar y con muchas de comer bien y de follar. Si te los ganas serás su amo y, de rebote, el amo en España".
Y el perendengue ("piercing" en inglés) ¿por qué se lo ha quitado? Por la misma razón. Le han dicho: "Pablo:¿Dónde vas con ese adorno? Sé un o poco serio ¡hombre! Bastante tienes con la coleta. No te prestes a que hagan chistes contigo, cuando llegues al poder. No vaya a ser que los de la "casta" te respondan: "Sí, somos "casta", pero lo tuyo es peor: eres "la caspa".
Pablo, al parecer, ha tomado nota. Puede seguir con la "democracia participativa" aun cuando la haya jerarquizado. A la gente lo mismo le da; no le preocupa. Está claro que en "Podemos" han visto que todo poder si no se jerarquiza, perece. Y ser jerarca con un adornito perforado en la ceja... ¡ya me dirán!
lunes, 27 de octubre de 2014
PRÓXIMAS Y DECISIVAS ELECCIONES
¿Quien nos gobernará tras las primeras elecciones generales? Tratemos primero de eso que llaman la imagen
que proyecta un partido político y de cómo la recrea y asume la opinión pública, es decir los votantes. Puede deducirse que si la imagen no es buena el fracaso está cantado.
En las elecciones de 1977, para el período que luego se llamó constituyente, se presentaron enfrentados a las izquierdas dos grupos políticos importantes: AP, con Manuel Fraga a la cabeza, y la UCD, coalición liderada por Adolfo Suárez.
Suárez tuvo la habilidad dialéctica de situarse ante los electores en el centro el espectro político, anticipando un futuro cargado de promesas reformistas, frente a una AP , situada muy a la derecha, que quería prevenirnos del peligro de un descalabro social y territorial que se veía venir por unos y que pocos lo tuvieron en cuenta; no se lo creían. En estas circunstancias, la UCD de Suárez, con su “puedo prometer y prometo”, resultó ser más atractiva que el “España es lo único importante” de Fraga, eslogan que trascendía una lejana apreciación de la realidad.
Mientras, la UCD desapareció de escena, AP quiso rectificar errores. Vieron los suyos, que les convenía dar una imagen más centrada para ganar votos hasta alcanzar mayorías absolutas. Mientras, el POSE se vio envuelto en borrascosas componendas, corruptelas y fracasos que limitaron su briosa popularidad. Lógicamente, su desprestigio y su mala imagen, tuvieron efectos electorales.
En nuestros días la demoledora corrupción afecta a los dos principales partidos políticos españoles. Lo que peor perdona el elector es que alguien, quien sea, se aproveche del poder que le otorga la política en su propio beneficio. Los resultados electorales serán la crónica de un descalabro anunciado, por más que les pese a socialistas y peperos.
¿Tiene arreglo esta situación? Difícilmente. Solo sabemos que, además de la confesión de boca, habrían de dar, ambos partidos, claras muestras de sincero arrepentimiento y promover una satisfacción de obra convincente, (esto enseñaba el catecismo entre cristianos) para borrar esas torpezas puestas en evidencia con demasiados indicios de culpabilidad, teniendo en cuenta que tanto se peca por acción como por omisión, en este caso de los encargados de cumplir y hacer cumplir las leyes.
Me dirán que otros también han pecado. Ciertamente. Pero los españoles estamos en manos de socialistas y populares y, después de habernos hecho cargar con la cruz, solo nos falta abrir un nuevo episodio de parecidas características. Los que llegan vienen desnudos y cargados de promesas. Eso lo han hecho todos al principio, pero sin garantías de terminar con los deberes cumplidos. El resultado es que, cuando incumplen lo prometido, el elector se queda con el culo al aire y el elegido, salvo excepciones pocas pero honrosas, termina -cuando menos- con el riñón bien cubierto.
El hombre es el único animal que tropieza dos veces y más en la misma piedra.
En las elecciones de 1977, para el período que luego se llamó constituyente, se presentaron enfrentados a las izquierdas dos grupos políticos importantes: AP, con Manuel Fraga a la cabeza, y la UCD, coalición liderada por Adolfo Suárez.
Suárez tuvo la habilidad dialéctica de situarse ante los electores en el centro el espectro político, anticipando un futuro cargado de promesas reformistas, frente a una AP , situada muy a la derecha, que quería prevenirnos del peligro de un descalabro social y territorial que se veía venir por unos y que pocos lo tuvieron en cuenta; no se lo creían. En estas circunstancias, la UCD de Suárez, con su “puedo prometer y prometo”, resultó ser más atractiva que el “España es lo único importante” de Fraga, eslogan que trascendía una lejana apreciación de la realidad.
Mientras, la UCD desapareció de escena, AP quiso rectificar errores. Vieron los suyos, que les convenía dar una imagen más centrada para ganar votos hasta alcanzar mayorías absolutas. Mientras, el POSE se vio envuelto en borrascosas componendas, corruptelas y fracasos que limitaron su briosa popularidad. Lógicamente, su desprestigio y su mala imagen, tuvieron efectos electorales.
En nuestros días la demoledora corrupción afecta a los dos principales partidos políticos españoles. Lo que peor perdona el elector es que alguien, quien sea, se aproveche del poder que le otorga la política en su propio beneficio. Los resultados electorales serán la crónica de un descalabro anunciado, por más que les pese a socialistas y peperos.
¿Tiene arreglo esta situación? Difícilmente. Solo sabemos que, además de la confesión de boca, habrían de dar, ambos partidos, claras muestras de sincero arrepentimiento y promover una satisfacción de obra convincente, (esto enseñaba el catecismo entre cristianos) para borrar esas torpezas puestas en evidencia con demasiados indicios de culpabilidad, teniendo en cuenta que tanto se peca por acción como por omisión, en este caso de los encargados de cumplir y hacer cumplir las leyes.
Me dirán que otros también han pecado. Ciertamente. Pero los españoles estamos en manos de socialistas y populares y, después de habernos hecho cargar con la cruz, solo nos falta abrir un nuevo episodio de parecidas características. Los que llegan vienen desnudos y cargados de promesas. Eso lo han hecho todos al principio, pero sin garantías de terminar con los deberes cumplidos. El resultado es que, cuando incumplen lo prometido, el elector se queda con el culo al aire y el elegido, salvo excepciones pocas pero honrosas, termina -cuando menos- con el riñón bien cubierto.
El hombre es el único animal que tropieza dos veces y más en la misma piedra.
domingo, 26 de octubre de 2014
LOS MARTIRES COMO CORAZA
Recuerdo el impacto violento del asesinato de Don José Calvo Sotelo en 1936: lo hicieron mártir y esto motivó que se adelantara la fecha del golpe militar y que se sumaran muchos civiles al movimiento que calificaron de salvador.
Mucho más tarde, en 1976, recuerdo las huelgas de Vitoria y cómo en un acto represivo murieron violentamente cinco trabajadores, a quienes también hicieron mártires los mismos que estaban combatiéndolos. Fueron el punto de arranque de un cambio político que acabó con el régimen salvador instaurado hacía cuarenta años.
La situación política de nuestros días y las contadas intervenciones -mínimas hasta pecar de imprudentes- del poder central para reprimir los excesos de los secesionistas catalanes, hacen pensar que estos últimos quieren mártires y que el Gobierno central no está dispuesto a proporcionárselos.
El caso es digno de análisis ya que el promotor número uno de la movida, que se ha proclamado astuto siguiendo una conducta zorruna y mal oliente, ha cedido el protagonismo de la ejecución de un ilegal referéndum a unos voluntarios del pueblo llano, que van a actuar de macheteros para rematar un toro con el que no puede el espada de turno, es decir el Sr. Mas.
Al parecer de muchos contribuyentes (que son los que pagan los desafueros), ha llegado el momento de aplicar el artículo 155 de la Constitución, que da facultades al Gobierno central para poner las cosas en sitio. ¿Y quién le pone el cascabel al gato? Porque a nada que se descuiden las "fuerzas represoras", movilizadas por ese Gobierno para hacer cumplir la ley en Cataluña, las veremos apaleando a los nobles y patrióticos voluntarios que al fin serán los responsables de mantener abiertos los centros de votación, mientras el Sr. Mas y conmilitones comprometidos se escaquean a mayor gloria de la ansiada independencia.
O sea que el zorruno catalán busca mártires y el astuto gallego no quiere morder la morcilla envenenada. Y hace bien.
Más bien -si mi opinión valiera para algo, que ya sé que no, y si en mis manos estuviera- pondría fuera de juego, aplicando el dicho artículo 155 constitucional , tanto al señor Mas como a algunos de sus compañeros cómplices, por la mala administración de las finanzas catalanas, lo cual atenta "gravemente al interés general de España".
Así podría, el susodicho Sr. Mas, hacer tiempo para reflexionar sobre la astucia y las diarreas mentales a las que puede dar pretexto.
sábado, 25 de octubre de 2014
CATALUÑA EN EUROPA
La Unión Europea está afectada por la crisis que a todos nos aprieta y por el protagonismo que, para superarla, han ejercido Alemania y Francia, por darse la circunstancia de ser los Estados más potentes de esta Unión. Ese protagonismo ha dado pie a pensar en el rebrote de apetencias nacionalistas de ambos países; apetencias que suelen ser insolidarias. La denuncia ha sido oportuna para evitar un retroceso. Y ha surtido efecto.
Si ahora, en estas circunstancias, Cataluña saliera de España para constituirse como nueva nación, saldría también de Europa, tanto por exigirlo la normativa vigente como por el contrasentido de su marcha. Sería absurdo salir para, a continuación, volver a pedir la entrada.
La solución del problema territorial español (hoy con Cataluña, pero propenso a extenderse a otras CC.AA.) podría solucionarse con una reforma constitucional votada por todos los españoles, inspirada en los tratados evolutivos que se ha ido dando la Unión Europea. España asumiría unas competencias básicas bien definidas y seguiría existiendo como Nación-Estado, diferente y aglutinador de unas Naciones Autónomas o Federadas, o como quieran llamarlas. Y en aplicación de los principios de subsidiariedad y proporcionalidad -vigentes en la UE y adjudicados con criterios de eficiencia- cada territorio autónomo, primero, y las entidades locales, después, asumirían las restantes competencias, según su capacidad financiera y por razones de eficiencia. (Cada competencia sería asumida por quien, racionalmente, pudiera ejercerla con mejores resultados).
Este cambio tampoco agradaría a los secesionistas periféricos furibundos, pero les privaría de muchos votos de signo más moderado, haciendo inviable la separación.
viernes, 24 de octubre de 2014
UNA MANADA DE CACIQUES
Manada: basta ver, al que fue cacique de Caja Madrid, confesar ante el juez su ignorancia para decidir y resolver en asuntos que eran de su competencia, para con ello justificar el mal uso de unos dineros que nacieron sucios y siguieron
siéndolo en beneficio de él mismo y del resto de una manada predilecta.
Caciques: son aquellos que en que en una colectividad ejercen un poder abusivo en provecho propio o de una manada predilecta , es decir de unos pocos, con el apoyo supuesto de una autoridad superior y en perjuicio del común de los mortales.
Claro está, las cosas de palacio van despacio y esto vale para explicar la lentitud de los procesos judiciales. Pero la política es patrimonio del pueblo que vota, y ante el pueblo, si no se actúa con diligencia, el voto se queda en casa (/abstención), o se va a otros lares (cambio de partido).
Está última andanada contra los abusos consentidos en Caja Madrid, ha ido a dar en la línea de flotación del PP y del PSOE y ambos a dos tenían que haber respondido al unísono contra esta nueva lluvia de podredumbre. Poco acostumbrados a abrir el paraguas conjuntamente para defender entre ambos el sistema con eficiencia, están prestando un gran servicio al deseo de muchos españoles de hundirlos juntos de una tacada, en la creencia de que siempre será mejor el futuro si mandan los de la anti casta.
¿El PP más afectado? ¿El PSOE más avisado? No lo crean. El pueblo fiel no anda con sutilezas. Cuando se quiere cambiar de coche, por el mismo precio se busca la novedad. El barrido que tendrían que dar los "clásicos" para no hundirse, no ha calado en los responsables de la vieja política.
Echar la basura al basurero parece ser una tarea difícil. Por eso está hecha una mierda la paciente España.
siéndolo en beneficio de él mismo y del resto de una manada predilecta.
Caciques: son aquellos que en que en una colectividad ejercen un poder abusivo en provecho propio o de una manada predilecta , es decir de unos pocos, con el apoyo supuesto de una autoridad superior y en perjuicio del común de los mortales.
Claro está, las cosas de palacio van despacio y esto vale para explicar la lentitud de los procesos judiciales. Pero la política es patrimonio del pueblo que vota, y ante el pueblo, si no se actúa con diligencia, el voto se queda en casa (/abstención), o se va a otros lares (cambio de partido).
Está última andanada contra los abusos consentidos en Caja Madrid, ha ido a dar en la línea de flotación del PP y del PSOE y ambos a dos tenían que haber respondido al unísono contra esta nueva lluvia de podredumbre. Poco acostumbrados a abrir el paraguas conjuntamente para defender entre ambos el sistema con eficiencia, están prestando un gran servicio al deseo de muchos españoles de hundirlos juntos de una tacada, en la creencia de que siempre será mejor el futuro si mandan los de la anti casta.
¿El PP más afectado? ¿El PSOE más avisado? No lo crean. El pueblo fiel no anda con sutilezas. Cuando se quiere cambiar de coche, por el mismo precio se busca la novedad. El barrido que tendrían que dar los "clásicos" para no hundirse, no ha calado en los responsables de la vieja política.
Echar la basura al basurero parece ser una tarea difícil. Por eso está hecha una mierda la paciente España.
jueves, 23 de octubre de 2014
TEMORES EMPRESARIALES.
Un
tema interesante: las negras perspectivas de futuro, ante la arriesgada
secesión de Cataluña, para las grades empresas afincadas en ese territorio.
Es algo que apenas preocupa a los que defienden y dirigen la secesión. No son gentes acostumbradas a valorar la gestión de las fuentes de riqueza; más bien propenden al derroche porque los políticos, en gran medida y salvo excepciones, están habituados a tirar con pólvora del rey.
Nada más triste que ver y oír a través de las pantallas de televisión cómo los más sedicentes politólogos, propugnan la tesis de que los pueblos y sus gobernantes no pueden ir contra los designios de la historia. ¿Qué designios?
Sustentan que en el Mundo está en marcha un movimiento creativo de pequeñas repúblicas independientes, titulares de una soberanía de la que hoy carecen. Lo curioso es que al mismo tiempo defienden la integración de estas pequeñas y nuevas naciones en unidades superiores en tamaño y población; es el caso de Cataluña cuyos independentistas claman por mantenerse en la UE, de la que serían desgajados al lograr la independencia.
Esto sucede cuando esa Europa unida está pasando por serias dificultades y cuando para salvarlas va a tener que recurrir al ejercicio de competencias de amplio espectro, en detrimento de la soberanía ejercida por los países que la integran.
Muy al contrario de lo que vocean los soberanistas radicales de pequeños territorios, los designios de la historia van por la vía de la agrupación, más acentuada cada día, de pequeños países en grandes organizaciones que tengan algo que decir y defender desde su importancia y tamaño, en esta fase de globalización que vivimos.
No hay peor progresista que aquel que vive empeñado en adoctrinarnos –como si fueran una bendición- con teorías regresivas.
Es algo que apenas preocupa a los que defienden y dirigen la secesión. No son gentes acostumbradas a valorar la gestión de las fuentes de riqueza; más bien propenden al derroche porque los políticos, en gran medida y salvo excepciones, están habituados a tirar con pólvora del rey.
Nada más triste que ver y oír a través de las pantallas de televisión cómo los más sedicentes politólogos, propugnan la tesis de que los pueblos y sus gobernantes no pueden ir contra los designios de la historia. ¿Qué designios?
Sustentan que en el Mundo está en marcha un movimiento creativo de pequeñas repúblicas independientes, titulares de una soberanía de la que hoy carecen. Lo curioso es que al mismo tiempo defienden la integración de estas pequeñas y nuevas naciones en unidades superiores en tamaño y población; es el caso de Cataluña cuyos independentistas claman por mantenerse en la UE, de la que serían desgajados al lograr la independencia.
Esto sucede cuando esa Europa unida está pasando por serias dificultades y cuando para salvarlas va a tener que recurrir al ejercicio de competencias de amplio espectro, en detrimento de la soberanía ejercida por los países que la integran.
Muy al contrario de lo que vocean los soberanistas radicales de pequeños territorios, los designios de la historia van por la vía de la agrupación, más acentuada cada día, de pequeños países en grandes organizaciones que tengan algo que decir y defender desde su importancia y tamaño, en esta fase de globalización que vivimos.
No hay peor progresista que aquel que vive empeñado en adoctrinarnos –como si fueran una bendición- con teorías regresivas.
miércoles, 22 de octubre de 2014
UNA INTOLERANCIA DE LIBRO
En España -siguiendo las malas enseñanzas de los países peor gobernados, los tercer mundistas- los políticos se tiran a degüello y su pensamiento está puesto, no tanto en solucionar los problemas del pueblo, como en calentar al elector para que no vote al partido adversario. Se trata, no de ir unidos por pura conveniencia para arreglar las goteras de la casa común, -aunque no vayan de acuerdo en cuestiones accesorias-, sino de cargar las culpas de un mal grave, al equipo contrario.
Lo primero que hicieron los promotores del nuevo "Podemos" es echarse a la calle para demostrarnos que la culpa de todas nuestras desgracias era de los partidos políticos reinantes, a los que acusaban de abusar del poder y de mal administrar la hacienda común, hasta el punto de haberse constituido en una "casta" privilegiada. Malo. Lo decían y no tenían programa con soluciones. Tercermundismo puro.
Pues bien, los partidos aludidos podrían haberse parado a meditar y, en consecuencia, a deducir que a los de "Podemos" no les faltaba razón; en ese caso, y en consecuencia, pudieron haber acordado una rectificación inmediata de los errores cometidos, empezando por purificar el ambiente en su propia casa para luego ayudarse mutuamente en la limpieza del patio de Monipodio que era (y es) España.
Pues no; se tiraron los trastos a la cabeza con saña, con la colaboración decidida de unos medios de comunicación que, en gran parte, parecen estar vendidos al mejor postor. (Que duro resulta manejarse con poco dinero).
Ejemplo: la crisis del Ébola. El Gobierno al final lo ha hecho bien; pues no sabe la que le espera: lo pondrán a parir, aunque en el resto de Europa la mayoría piense lo contrario.
Claro está: el más moderado -pese a todo- en gritos y aspavientos, "Podemos", razona y redacta programas. Si se descuidan -y no hay trazas de cambio- igual acaban desplazando al PSOE y al PP. En fin: Doctores, como Arriolas, tiene la santa democracia que sabrán responder. ¿O no?
Lo primero que hicieron los promotores del nuevo "Podemos" es echarse a la calle para demostrarnos que la culpa de todas nuestras desgracias era de los partidos políticos reinantes, a los que acusaban de abusar del poder y de mal administrar la hacienda común, hasta el punto de haberse constituido en una "casta" privilegiada. Malo. Lo decían y no tenían programa con soluciones. Tercermundismo puro.
Pues bien, los partidos aludidos podrían haberse parado a meditar y, en consecuencia, a deducir que a los de "Podemos" no les faltaba razón; en ese caso, y en consecuencia, pudieron haber acordado una rectificación inmediata de los errores cometidos, empezando por purificar el ambiente en su propia casa para luego ayudarse mutuamente en la limpieza del patio de Monipodio que era (y es) España.
Pues no; se tiraron los trastos a la cabeza con saña, con la colaboración decidida de unos medios de comunicación que, en gran parte, parecen estar vendidos al mejor postor. (Que duro resulta manejarse con poco dinero).
Ejemplo: la crisis del Ébola. El Gobierno al final lo ha hecho bien; pues no sabe la que le espera: lo pondrán a parir, aunque en el resto de Europa la mayoría piense lo contrario.
Claro está: el más moderado -pese a todo- en gritos y aspavientos, "Podemos", razona y redacta programas. Si se descuidan -y no hay trazas de cambio- igual acaban desplazando al PSOE y al PP. En fin: Doctores, como Arriolas, tiene la santa democracia que sabrán responder. ¿O no?
martes, 21 de octubre de 2014
HA NACIDO UN "TREPA".
España -incluidas Catalunya y Vasconia- es un país original y sorprendente. Lo digo porque miles de personas consiguen triunfar por la vía del atajo. Y luego, llegado el caso, es muy difícil apearlos, ponerlos en el nivel que realmente merecen. En suma, España es el país de los "trepas".
¿Y por qué pasa lo que pasa? Por estar todo politizado en exceso. Todo. Y la política, lo saben los pillos, tan pronto ofrece cuerdas y ganchos para trepar, se llena de voluntarios.
Vean ustedes. Poco a poco "Podemos" -el nuevo partido político- ha dado señales de que puede triunfar. Ha calentado el tema con sus proclamas uno de sus fundadores, Don Pablo Iglesias que muestra trazas de dejar pequeño a su homónimo, destrozando el partido que aquel fundó (Otros dicen que a este partido ya lo hundieron los que están dentro).
Don Pablo - el actual - dice: "el cielo no se alcanza por consenso, sino al asalto". ¡Qué bien suena! Ustedes comprenderán que para un político nato, tal que Don Pablo, el cielo no existe; el cielo es el Poder, con mayúscula. "No estamos aquí para ser un partido testimonial, sino para ganar", o sea, para mandar.
¿Cuál es el miedo de Don Pablo? Las elecciones municipales, porque en las listas se le pueden colar muchos "trepas" sobre los cuales sería difícil mantener un control. "No hay peor cuña que de la misma madera" y esto, él lo sabe muy bien porque conoce el paño; el gran protagonista del irresistible ascenso hacia el cielo del poder, o séase el mando, está al alcance de la mano de Don Pablo, que como sabemos no es un macho alfa.
¿Qué no está todo tan politizado en España? Lo están hasta los pimientos de cuerno cabra. Lo barrunta hasta el pequeño Nicolás, que viene fino aunque prematuro; un par de hervores más y habría llegado muy lejos.
Estudie usted casi diez años o más para ser alguien con título y por consenso social, para tener luego que soportar la desgracia de que alcancen el poder por asalto cuatro robaperas.
No nos los merecemos. ¿O sí?
lunes, 20 de octubre de 2014
UN SEPARATISTA CATALÁN EN ANDALUCIA
Jordi Evole, elige y sitúa a los personajes en un escenario lleno de contrastes y maneja con gran acierto los hilos del tinglado, de forma que, con una neutralidad impostada, los títeres se descubren y aparecen como realmente son. Don Jordi Evole y sus representaciones valen más que mil palabras.
A Oriol Junqueras lo situó en el centro más visible de una familia andaluza y de sobremesa. Evole suscitó una cruce de valores dialécticos. Y a mí, interesado desde muy joven por los nacionalismos periféricos de España, me sorprendió el Sr. Junqueras: ¡Que buena persona! Pero qué tonterías dijo: "Yo no soy nacionalista; soy independentista"; "No quiero la independencia de Cataluña, sino unas nuevas relaciones con España".
Se supero así mismo -todo un profesor universitario y autor de varios libros- cuando quiso demostrar que la independencia de Cataluña -esa nueva y fructífera relación de los catalanes con el resto de España -, sería buena y positiva tanto para ellos como para los demás españoles Nadie saldría perdiendo.
Yo, que no pinto nada en estas contiendas, tampoco lo sé, pero no me atrevería a decir si por Navidades -una vez confirmada la separación- obsequiaría a mi familia con una caja de cava catalán.
Si sé que la Cataluña independiente, quedaría fuera de la Unión Europea y que los productos catalanes, para venderse en España (como en el resto de la Europa unida) pagarían un impuesto arancelario. Un impuesto que controla y cobra la UE, ya que se trata de uno de sus principales ingresos presupuestarios. En suma el cava catalán me saldría más caro que el auténtico champán francés. Así con todos los productos catalanes que pasarían a ser exóticos en la Europa unida. Y la peseta, decían los viejos catalanes, es la peseta y lo demás son puñetas. No sería lo mismo, Sr. Junqueras.
Nadie, en la reunión con los andaluces en familia, puso al Sr, Junqueras ante esta contingencia. Pero habría sido igual. su argumento era muy sencillo Puesto ante una evidencia, se limitaba a decir, más o menos: "No contemplo esa posibilidad, luego me niego a discutirla".
¡Así, cualquiera...!
A Oriol Junqueras lo situó en el centro más visible de una familia andaluza y de sobremesa. Evole suscitó una cruce de valores dialécticos. Y a mí, interesado desde muy joven por los nacionalismos periféricos de España, me sorprendió el Sr. Junqueras: ¡Que buena persona! Pero qué tonterías dijo: "Yo no soy nacionalista; soy independentista"; "No quiero la independencia de Cataluña, sino unas nuevas relaciones con España".
Se supero así mismo -todo un profesor universitario y autor de varios libros- cuando quiso demostrar que la independencia de Cataluña -esa nueva y fructífera relación de los catalanes con el resto de España -, sería buena y positiva tanto para ellos como para los demás españoles Nadie saldría perdiendo.
Yo, que no pinto nada en estas contiendas, tampoco lo sé, pero no me atrevería a decir si por Navidades -una vez confirmada la separación- obsequiaría a mi familia con una caja de cava catalán.
Si sé que la Cataluña independiente, quedaría fuera de la Unión Europea y que los productos catalanes, para venderse en España (como en el resto de la Europa unida) pagarían un impuesto arancelario. Un impuesto que controla y cobra la UE, ya que se trata de uno de sus principales ingresos presupuestarios. En suma el cava catalán me saldría más caro que el auténtico champán francés. Así con todos los productos catalanes que pasarían a ser exóticos en la Europa unida. Y la peseta, decían los viejos catalanes, es la peseta y lo demás son puñetas. No sería lo mismo, Sr. Junqueras.
Nadie, en la reunión con los andaluces en familia, puso al Sr, Junqueras ante esta contingencia. Pero habría sido igual. su argumento era muy sencillo Puesto ante una evidencia, se limitaba a decir, más o menos: "No contemplo esa posibilidad, luego me niego a discutirla".
¡Así, cualquiera...!
domingo, 19 de octubre de 2014
AUSTERIDAD, DIVINO TESORO
Como a millones de españoles, me tocó convivir la austeridad de la postguerra. La resumo en dos realidades básicas: hambre y frío. Éramos pobres, inmensamente pobres, y para más vergüenza tratábamos de aparentar lo contrario. Las gentes de hoy saben sacar chispas a un telefonillo móvil, pero ignoran el significado de estas dos palabras unidas: pobre vergonzante. Pues bien, España se llenó de pobres vergonzantes. Esto no quita para que unos pocos ricos vivieran las delicias de Capua, metiendo la mano y pasándose las leyes por la entrepierna. Sólo que entonces no se podía protestar.
Pero vean con que facilidad se pasa de la austeridad masiva al consumismo y como se multiplican los latrocinios bajo el palio de la sacrosanta democracia, propicia en confiar a sus jerifes y tiranuelos las tres llaves que, desde tiempo inmemorial, eran necesarias para abrir las arcas del tesoro público. Tres llaves en manos de tres responsables que, si no vivían en la misma cueva, -la de Alí Babá- les era difícil ponerse de acuerdo para apoderarse de los ahorros aportados gracias al duro sacrificio de la plebe.
Los teóricos de la economía sostienen que para salir adelante y superar la crisis, hay que forzar el consumo, forma de crear puestos de trabajo y elevar el nivel de vida del pueblo fiel. Yo no lo discuto, por ser lego en la materia. Pero mi experiencia personal me indica que, si yo freno el gasto innecesario o inútil, es decir siendo austero, a nada que sepa ingeniármelas me libro de deudas y soy más libre.
Les advierto que el "yo" que me aconseja austeridad es mi mejor amigo y debo hacerle caso. Además, si la generalidad del pueblo pensara de tal forma y las tres llaves de las arcas del tesoro estuvieran en buenas manos, podrían cambiar muchas cosas en pocos años, a nada que las mayorías se aliviaran de zánganos y de chorizos.
sábado, 18 de octubre de 2014
RACISMO DESENFOCADO
Aquí, en mi pueblo, en Vitoria, hay montada una o polémica a cuenta de eso que llaman racismo y que en realidad no es otra cosa que la discriminación del pobre.
En la película de cine rosa "Adivina quién viene a cenar esta noche", el novio de la chica rica que es negro, era rechazado en un principio por los padres de la novia; pero todo se fue arreglando a medida que el discriminado sujeto demuestra que, pese a su negritud, tiene un brillante porvenir por delante y puede ser presentado a la "buena sociedad" como una excepción culta y con medios suficientes para no desentonar en los ambientes aburguesados del país democrático más grande del planeta Tierra.
Por supuesto no voy entrar en el tema del racismo, pero con los no racistas me pasa como con muchos que dan lecciones de religiosidad y amor al prójimo: no le pasan una a su vecino y son de una generosidad extrema, con el dinero ajeno nunca con el suyo, con quienes están a larga distancia. Son muy amigos de los negros cuando viven hacinados en lejanas urbanizaciones, pero no los toleran si habitan en el piso de enfrente.
El caso es que a España se le presenta el mismo problema que a otros países europeos que, llevados de los buenos sentimientos del pueblo, (sentimientos muy generosos, insisto, cuando el dinero es de otros), consignaron cantidades adecuadas para que los desvalidos, incluidos los llegados de tierras muy lejanas, gozaran de una asignación mensual con la que subsistir con estrecheces, pero subsistir.
El caso llegó a ser curioso y a irritar al personal patrio; porque mientras se atendía a extranjeros que, atentos a la realidad, venían a España en busca de estrecheces, pero a vivir mucho mejor que en su país de origen, teníamos a muchos españoles que, después de haber trabajado toda su vida y cotizado para la madre Patria, estaban peor atendidos que los llegados de fuera.
Pues bien, a decir esto le llaman racismo. ¡Cosas veredes Sancho ...!
En la película de cine rosa "Adivina quién viene a cenar esta noche", el novio de la chica rica que es negro, era rechazado en un principio por los padres de la novia; pero todo se fue arreglando a medida que el discriminado sujeto demuestra que, pese a su negritud, tiene un brillante porvenir por delante y puede ser presentado a la "buena sociedad" como una excepción culta y con medios suficientes para no desentonar en los ambientes aburguesados del país democrático más grande del planeta Tierra.
Por supuesto no voy entrar en el tema del racismo, pero con los no racistas me pasa como con muchos que dan lecciones de religiosidad y amor al prójimo: no le pasan una a su vecino y son de una generosidad extrema, con el dinero ajeno nunca con el suyo, con quienes están a larga distancia. Son muy amigos de los negros cuando viven hacinados en lejanas urbanizaciones, pero no los toleran si habitan en el piso de enfrente.
El caso es que a España se le presenta el mismo problema que a otros países europeos que, llevados de los buenos sentimientos del pueblo, (sentimientos muy generosos, insisto, cuando el dinero es de otros), consignaron cantidades adecuadas para que los desvalidos, incluidos los llegados de tierras muy lejanas, gozaran de una asignación mensual con la que subsistir con estrecheces, pero subsistir.
El caso llegó a ser curioso y a irritar al personal patrio; porque mientras se atendía a extranjeros que, atentos a la realidad, venían a España en busca de estrecheces, pero a vivir mucho mejor que en su país de origen, teníamos a muchos españoles que, después de haber trabajado toda su vida y cotizado para la madre Patria, estaban peor atendidos que los llegados de fuera.
Pues bien, a decir esto le llaman racismo. ¡Cosas veredes Sancho ...!
viernes, 17 de octubre de 2014
CÓMPLICES POR OMISIÓN.
Cualquiera que sea su situación, no echen en olvido que ésta puede empeorar. Nos anuncian otra recesión, una nueva era de vacas flacas.
Según el comportamiento de los mercados, la evolución de los flujos financieros y los datos estadísticos, si no se cumplen unos mínimos, los trompeteros mediáticos dejarán constancia de ello en formas expresiva y clara: agárrense que vienen curvas y si se les escapa de las manos la tostada del desayuno, ésta, fatalmente, caerá al suelo del lado de la mantequilla.
Es triste tener que decirlo pero las angustias que dimanan de una recesión, las sufren con más intensidad y peores consecuencias los pobres que los ricos. Y los políticos, mayoritariamente, pese a tener conciencia de esta verdad, cualquiera que sea su color o programa, no suelen cortar por los sano.
¿Y qué es cortar por lo sano?
Por vergüenza torera, o por decencia cristiana, cortar por lo sano es reducir y hasta evitar todo gasto que no sea necesario o útil. Debiéramos hacerlo todos para solidarizarnos y ayudar a los que sufren. Pero con más razón debiera haberse impuesto como medida obligatoria y solidaria en todos los presupuestos del sector público, incluidas las Cajas.
Pero no se hizo así porque los políticos salvo contados casos, se comportan con criterios propios de una casta, que dicen los populistas.
No se trata de una medicina estrictamente económica; es un lenitivo moral. No hay derecho a que, al sufrimiento de los más necesitados se contraponga el gasto inútil de los que están próximos al poder. No hay derecho a una ley garantista para el granuja y una tolerancia cero para el necesitado que deja de pagar un recibo de la luz o hurta para comer.
Estas injusticias no suelen tener un buen final. Y los responsables son cómplices también por omisión, aunque nunca hayan roto un plato.
Según el comportamiento de los mercados, la evolución de los flujos financieros y los datos estadísticos, si no se cumplen unos mínimos, los trompeteros mediáticos dejarán constancia de ello en formas expresiva y clara: agárrense que vienen curvas y si se les escapa de las manos la tostada del desayuno, ésta, fatalmente, caerá al suelo del lado de la mantequilla.
Es triste tener que decirlo pero las angustias que dimanan de una recesión, las sufren con más intensidad y peores consecuencias los pobres que los ricos. Y los políticos, mayoritariamente, pese a tener conciencia de esta verdad, cualquiera que sea su color o programa, no suelen cortar por los sano.
¿Y qué es cortar por lo sano?
Por vergüenza torera, o por decencia cristiana, cortar por lo sano es reducir y hasta evitar todo gasto que no sea necesario o útil. Debiéramos hacerlo todos para solidarizarnos y ayudar a los que sufren. Pero con más razón debiera haberse impuesto como medida obligatoria y solidaria en todos los presupuestos del sector público, incluidas las Cajas.
Pero no se hizo así porque los políticos salvo contados casos, se comportan con criterios propios de una casta, que dicen los populistas.
No se trata de una medicina estrictamente económica; es un lenitivo moral. No hay derecho a que, al sufrimiento de los más necesitados se contraponga el gasto inútil de los que están próximos al poder. No hay derecho a una ley garantista para el granuja y una tolerancia cero para el necesitado que deja de pagar un recibo de la luz o hurta para comer.
Estas injusticias no suelen tener un buen final. Y los responsables son cómplices también por omisión, aunque nunca hayan roto un plato.
jueves, 16 de octubre de 2014
PROSPERIDAD Y PROGRESO
Se habla de prosperidad cuando se detectan notables beneficios y mejoras en la situación económica y social de un pueblo. Una sociedad próspera es la que disfruta del progreso.
Se habla de progreso, cuando se intenta el desarrollo continuo, gradual y generalizado de una sociedad en los sectores económico y social donde actúa la política. Una sociedad progresista es la que está en camino pero todavía no ha llegado a completar el ciclo de la prosperidad.
Por descontado queda que el progreso y la prosperidad abarcan otros campos, como el cultural y el moral, pero nos limitamos al que nos afecta políticamente; al que dedican tiempo y dinero, para captar votos, los más variados partidos políticos.
Por supuesto, también que en las próximas elecciones se pondrán en juego ambos términos porque de ellos dimana el prometido Estado del bienestar. Un Estado escurridizo que todos desean pese a su inestabilidad. Hace falta un equilibrio delicado, como el de todo organismo vivo, para hacer posible ese bienestar generalizado. Ni el sector público puede ahogar al privado, ni éste puede desbordar o romper las redes de contención de abusos.
En una país corrompido, donde ambos sectores están dados a engañarse mutuamente (fraude fiscal, economía sumergida, por un lado, percepción de comisiones en dinero negro por otro) ni el progreso ni la prosperidad son posibles.
Las actuaciones perversas de unos y de otros, actúan como elemento disuasorio. Nadie se arriesga a montar empresas en tierras donde el latrocinio reina.
Ese es el caso español.
Se habla de progreso, cuando se intenta el desarrollo continuo, gradual y generalizado de una sociedad en los sectores económico y social donde actúa la política. Una sociedad progresista es la que está en camino pero todavía no ha llegado a completar el ciclo de la prosperidad.
Por descontado queda que el progreso y la prosperidad abarcan otros campos, como el cultural y el moral, pero nos limitamos al que nos afecta políticamente; al que dedican tiempo y dinero, para captar votos, los más variados partidos políticos.
Por supuesto, también que en las próximas elecciones se pondrán en juego ambos términos porque de ellos dimana el prometido Estado del bienestar. Un Estado escurridizo que todos desean pese a su inestabilidad. Hace falta un equilibrio delicado, como el de todo organismo vivo, para hacer posible ese bienestar generalizado. Ni el sector público puede ahogar al privado, ni éste puede desbordar o romper las redes de contención de abusos.
En una país corrompido, donde ambos sectores están dados a engañarse mutuamente (fraude fiscal, economía sumergida, por un lado, percepción de comisiones en dinero negro por otro) ni el progreso ni la prosperidad son posibles.
Las actuaciones perversas de unos y de otros, actúan como elemento disuasorio. Nadie se arriesga a montar empresas en tierras donde el latrocinio reina.
Ese es el caso español.
miércoles, 15 de octubre de 2014
EL PELIGRO DE LOS NACIONALISMOS
Haciendo memoria, andaba por los diez años de edad cuando di, por casualidades del destino, con un político dogmático que además era maestro y nacionalista. Quiero decir que del culto a la nación hacía pedagogía idolátrica.
Mi padre que seguía de cerca mi incipiente proceso político, al ver en mis cuadernos pegatinas emblemáticas, algunos vivas o lemas tendenciosos y cierta propensión a imitar los gestos y dichos de líderes nacionalistas, me advirtió: "no muerdas ese anzuelo, no seas ingenuo; en toda tierra de garbanzos lo malo y lo bueno están endiabladamente mezclados. No divinices las realidades humanas. Bastante tarea tenemos en que no se deshumanicen".
Luego me tocó vivir la época de los grandes nacionalismos: el alemán, el italiano, el español, el portugués... Y mi padre, erre que erre, nos advertía en las charlas familiares que aquella exacerbación del nacional socialismo, del nacional fascismo, del nacional catolicismo, etc. podía terminar mal, enfrentándose a otros que se tenían por buenos por el hecho de amparar su respectivo nacionalismo bajo sendos paraguas democráticos.
El inconveniente de los nacionalismos es que con el pretexto de hacer grande a un pueblo, a una nación, empequeñecen a una mayoría de personas que asumen sus doctrinas, creyendo además de buena fe que sucede todo lo contrario.
No confundir el amor a la patria que es un sentimiento que no pasa a los papeles, ni a los púlpitos, ni a los grandes medios de comunicación, con los nacionalismos que por esencia son dogmáticos, insolidarios y excluyentes.
Por eso cuando el nacional socialismo propuso a los alemanes la alternativa, cañones o mantequilla, abducidos por un sentimiento patriótico exultante y de masas optaron por los cañones. Así se suicidó el pueblo alemán.
No se olviden que también los nacionalismos se amparan en la nacional democracia.
Mi padre que seguía de cerca mi incipiente proceso político, al ver en mis cuadernos pegatinas emblemáticas, algunos vivas o lemas tendenciosos y cierta propensión a imitar los gestos y dichos de líderes nacionalistas, me advirtió: "no muerdas ese anzuelo, no seas ingenuo; en toda tierra de garbanzos lo malo y lo bueno están endiabladamente mezclados. No divinices las realidades humanas. Bastante tarea tenemos en que no se deshumanicen".
Luego me tocó vivir la época de los grandes nacionalismos: el alemán, el italiano, el español, el portugués... Y mi padre, erre que erre, nos advertía en las charlas familiares que aquella exacerbación del nacional socialismo, del nacional fascismo, del nacional catolicismo, etc. podía terminar mal, enfrentándose a otros que se tenían por buenos por el hecho de amparar su respectivo nacionalismo bajo sendos paraguas democráticos.
El inconveniente de los nacionalismos es que con el pretexto de hacer grande a un pueblo, a una nación, empequeñecen a una mayoría de personas que asumen sus doctrinas, creyendo además de buena fe que sucede todo lo contrario.
No confundir el amor a la patria que es un sentimiento que no pasa a los papeles, ni a los púlpitos, ni a los grandes medios de comunicación, con los nacionalismos que por esencia son dogmáticos, insolidarios y excluyentes.
Por eso cuando el nacional socialismo propuso a los alemanes la alternativa, cañones o mantequilla, abducidos por un sentimiento patriótico exultante y de masas optaron por los cañones. Así se suicidó el pueblo alemán.
No se olviden que también los nacionalismos se amparan en la nacional democracia.
martes, 14 de octubre de 2014
ALGO MAS QUE UN ,ESTADO..
En la jerga al uso implantada por los secesionistas, cuando desde Cataluña o el País Vasco quieren referirse a la España restante la llaman el Estado. Esto nace del uso interesado del idioma español, sobre todo entre políticos y personas que tratan de estos temas en los medios de comunicación catalanes y vascos intencionadamente.
El Estado, según el diccionario de la RAE, es el conjunto de los órganos de gobierno de un país soberano.
Al utilizar este término, dado que entre los órganos de gobierno de un país soberano como es España están la Generalitat y el Gobierno Vasco, se viene a reconocer la integración de ambas Comunidades Autónomas en ese Estado; son unos órganos de gobierno más, con sus competencias reguladas; órganos dimanantes de ese Estado (compuesto por ayuntamientos, diputaciones, gobiernos autónomos, etc..) y no no de una comunidad autónoma. Ellos lo quisieron así cuando acataron la Constitución y cuando una mayoría de catalanes y vascos, por ser españoles, la votaron favorablemente.
En este terreno del correcto uso de un idioma, Sabino Arana tuvo el valor de inventar el vocablo Euskadi. Lo correcto y más sencillo es referirse a Euskadi y a España (o a Cataluña, en su caso) y dejar de una vez esa monserga del Estado, que parece impropia y se presta a divagaciones inútiles en la práctica diaria.
A no ser que quieran ver en el Estado el monopolio centralizado de las decisiones, lo que tendría un par, cuando España es hoy por hoy el país más descentralizado de Europa.
Esta apreciación no impide que los españoles se decidan por cambiar la ley de leyes. Un ajuste de su tornillería y algún cambio conceptual de fondo, si bien se hicieran, podría ser provechoso para todos.
El Estado, según el diccionario de la RAE, es el conjunto de los órganos de gobierno de un país soberano.
Al utilizar este término, dado que entre los órganos de gobierno de un país soberano como es España están la Generalitat y el Gobierno Vasco, se viene a reconocer la integración de ambas Comunidades Autónomas en ese Estado; son unos órganos de gobierno más, con sus competencias reguladas; órganos dimanantes de ese Estado (compuesto por ayuntamientos, diputaciones, gobiernos autónomos, etc..) y no no de una comunidad autónoma. Ellos lo quisieron así cuando acataron la Constitución y cuando una mayoría de catalanes y vascos, por ser españoles, la votaron favorablemente.
En este terreno del correcto uso de un idioma, Sabino Arana tuvo el valor de inventar el vocablo Euskadi. Lo correcto y más sencillo es referirse a Euskadi y a España (o a Cataluña, en su caso) y dejar de una vez esa monserga del Estado, que parece impropia y se presta a divagaciones inútiles en la práctica diaria.
A no ser que quieran ver en el Estado el monopolio centralizado de las decisiones, lo que tendría un par, cuando España es hoy por hoy el país más descentralizado de Europa.
Esta apreciación no impide que los españoles se decidan por cambiar la ley de leyes. Un ajuste de su tornillería y algún cambio conceptual de fondo, si bien se hicieran, podría ser provechoso para todos.
lunes, 13 de octubre de 2014
EL DINERO DE NADIE
Aquella inefable ministra de Cultura, doña Carmen Calvo, nos asombró un buen día sosteniendo que el dinero público no es de nadie. Para esta personalidad del PSOE era un valor convenido, algo que imprimía carácter a ese dinero sacado de las entretelas del sufrido contribuyente. Era dinero que, al ingresar en las arcas del Estado (y el Estado empieza en la más pequeña junta vecinal), se transmutaba: pasaba de ser de alguien, a (no) ser de nadie.
Todo el que tiene a su alcance ese dinero puede, en consecuencia, meter la mano en el cajón impunemente y pringarse hasta las cejas, ya que aquí, en esta España de nuestros sinsabores, desde los tiempos de Monipodio (era cervantina), no se ha hecho otra cosa, salvo en contadas excepciones que confirman la regla.
Y la fiesta sigue: después de haber puesto al aire las vergüenzas de Caja Madrid (que fue nacionalizada) nos anuncian que seguirán las investigaciones con otras entidades que también fueron rescatadas, para evitar su quiebra, con dinero público; es decir del sufrido contribuyente que es quién al fin ha pagado los vidrios rotos.
Como compensación, estamos de enhorabuena. Una nueva fuerza política está ya en marcha con criterios renovadores y abundantes dosis de lejía. Si alcanza el poder, va a dejar la piel de toro más limpia y brillante que la patena ( popular cita al uso).
El peligro de esta promesa está en que los partidos políticos no roban. Los ladrones viven entre las personas que los integran. Y las tales, las del gremio, ya han tomando posiciones para estar cerca de la caja de caudales del nuevo y posible administrador del dinero de nadie.
Las personas solo cambian su forma de ser en la escuela o en la cárcel. Las primeras -dicen- están entre las últimas de la OCDE; las segundas, llenas hasta los topes.
¡Ya me dirán!
Todo el que tiene a su alcance ese dinero puede, en consecuencia, meter la mano en el cajón impunemente y pringarse hasta las cejas, ya que aquí, en esta España de nuestros sinsabores, desde los tiempos de Monipodio (era cervantina), no se ha hecho otra cosa, salvo en contadas excepciones que confirman la regla.
Y la fiesta sigue: después de haber puesto al aire las vergüenzas de Caja Madrid (que fue nacionalizada) nos anuncian que seguirán las investigaciones con otras entidades que también fueron rescatadas, para evitar su quiebra, con dinero público; es decir del sufrido contribuyente que es quién al fin ha pagado los vidrios rotos.
Como compensación, estamos de enhorabuena. Una nueva fuerza política está ya en marcha con criterios renovadores y abundantes dosis de lejía. Si alcanza el poder, va a dejar la piel de toro más limpia y brillante que la patena ( popular cita al uso).
El peligro de esta promesa está en que los partidos políticos no roban. Los ladrones viven entre las personas que los integran. Y las tales, las del gremio, ya han tomando posiciones para estar cerca de la caja de caudales del nuevo y posible administrador del dinero de nadie.
Las personas solo cambian su forma de ser en la escuela o en la cárcel. Las primeras -dicen- están entre las últimas de la OCDE; las segundas, llenas hasta los topes.
¡Ya me dirán!
domingo, 12 de octubre de 2014
¿PROBLEMA? NO HAY INVERSORES.
Cuando España se quedó desmantelada después de la guerra, el problema radicaba, fundamentalmente, en la carencia de alimentos, de materias primas, de viviendas, de energía...
Para montar una empresa era indispensable cumplir muchos trámites y para esto no estaba todo el mundo preparado. Tampoco había dinero, pero resuelto todo lo demás, aparecían fiadores y se montaban empresas que poco a poco iban mejorando su existencia en medio de una inflación galopante.
Los empleados u operarios, una vez conseguido el puesto de trabajo, no daban mucha guerra y la identificación patrono-obrero era buena, sobre todo en la pequeña y mediana empresa. En las grandes factorías tenían sus problemas, pero era tanta la necesidad de tener asegurado el yantar, que muchas veces esos problemas se arreglaban abriendo un economato, o sea una tienda de alimentación en la propia empresa que eximiera a sus trabajadores de ser víctimas de los estraperlistas.
Luego las cosas cambiarían porque España entró en la etapa llamada del desarrollismo; fue entonces cuando el sindicalismo vertical se quedó obsoleto y la lucha de clases, larga pero constante, fue el modo de mejorar el nivel de vida de los trabajadores. Ya no era tan fácil para los empresarios obtener saneados beneficios. Las plusvalías empresariales fueron cediendo y los capitalistas se lo pensaron dos veces, pero siguieron en la brecha.
La lucha se fue agriando y la aparición de cierta violencia -aquella amenaza, "obrero despedido, patrón colgado"- tuvo su efecto: los inversores fueron, unos tomando las de Villadiego y otros cerrando empresas. Las empresas que aguataron el tirón fueron las multinacionales y no todas.
Solamente constato unos hechos y no tomo partido. Entreveo que las reformas laborales del Gobierno, con todo y ser dolorosas, van a servir para poco o nada, tal como respira el mundo empresarial.
Hubo un tiempo en que las azucareras o las fundiciones siderúrgicas o las sastrerías a la medida dejaron de ser negocio. Fueron desapareciendo. Pienso, y ojalá me equivoque, que la pequeña y mediana empresa sostenida con mano de obra ajena a la propiedad, no compensa por los riesgos que conlleva; no es un buen negocio y -por tanto- no se invierte tiempo ni dinero en ponerlas en marcha.
Tendrán que asociarse los trabajadores para ejercer de propietarios y de empleados a un tiempo, si quieren que una empresa, la de los trabajadores, la suya, funcione.
Las costumbres cambian y hay que acostumbrarse al cambio.
Para montar una empresa era indispensable cumplir muchos trámites y para esto no estaba todo el mundo preparado. Tampoco había dinero, pero resuelto todo lo demás, aparecían fiadores y se montaban empresas que poco a poco iban mejorando su existencia en medio de una inflación galopante.
Los empleados u operarios, una vez conseguido el puesto de trabajo, no daban mucha guerra y la identificación patrono-obrero era buena, sobre todo en la pequeña y mediana empresa. En las grandes factorías tenían sus problemas, pero era tanta la necesidad de tener asegurado el yantar, que muchas veces esos problemas se arreglaban abriendo un economato, o sea una tienda de alimentación en la propia empresa que eximiera a sus trabajadores de ser víctimas de los estraperlistas.
Luego las cosas cambiarían porque España entró en la etapa llamada del desarrollismo; fue entonces cuando el sindicalismo vertical se quedó obsoleto y la lucha de clases, larga pero constante, fue el modo de mejorar el nivel de vida de los trabajadores. Ya no era tan fácil para los empresarios obtener saneados beneficios. Las plusvalías empresariales fueron cediendo y los capitalistas se lo pensaron dos veces, pero siguieron en la brecha.
La lucha se fue agriando y la aparición de cierta violencia -aquella amenaza, "obrero despedido, patrón colgado"- tuvo su efecto: los inversores fueron, unos tomando las de Villadiego y otros cerrando empresas. Las empresas que aguataron el tirón fueron las multinacionales y no todas.
Solamente constato unos hechos y no tomo partido. Entreveo que las reformas laborales del Gobierno, con todo y ser dolorosas, van a servir para poco o nada, tal como respira el mundo empresarial.
Hubo un tiempo en que las azucareras o las fundiciones siderúrgicas o las sastrerías a la medida dejaron de ser negocio. Fueron desapareciendo. Pienso, y ojalá me equivoque, que la pequeña y mediana empresa sostenida con mano de obra ajena a la propiedad, no compensa por los riesgos que conlleva; no es un buen negocio y -por tanto- no se invierte tiempo ni dinero en ponerlas en marcha.
Tendrán que asociarse los trabajadores para ejercer de propietarios y de empleados a un tiempo, si quieren que una empresa, la de los trabajadores, la suya, funcione.
Las costumbres cambian y hay que acostumbrarse al cambio.
sábado, 11 de octubre de 2014
EL PODER Y EL DINERO
La diferencia más notable, entre un país democrático y otro más o menos autoritario, queda patente al comprobar cómo funcionan los medios de comunicación: periódicos y revistas, radios, televisiones y, hoy en día, todos los acogidos a las redes sociales de internet.
Estos medios de comunicación, muchos de ellos en manos del gran capital en el ámbito de los países llamados democráticos, constituyen un gran atractivo para el poder o para el contrapoder porque, bien manejados, pueden poner o derribar gobiernos.
El caso de España es paradigmático. Algunas empresas en poder de ese gran capital -que por lógica parece que deberían defender una política liberal- van contra el Gobierno de este signo.
No es que esté mal esta crítica si demostraran ecuanimidad. Pero no es así; como si fuera una consigna de grupo, cargan la mano ante los errores y se olvidan de comentar cualquier reconocido acierto del Gobierno o sus afines. Como dice uno de los rectores de una concreta emisora de tv., es un escandalazo. Un escandalazo, porque es tan clara la consigna "a por ellos" que si alguno les lleva la contraria lo brean.
Uno quisiera explicarse el porqué de este proceder, por qué un grupo capitalista liberal permite que una emisora suya ataque a un gobierno del mismo signo. Sólo hay una razón: los muy concretos intereses del grupo que hace valer su fuerza para conseguirlos. Hace valer su fuerza ante el que gobierna mediante una constante lucha para minarle y para que sepa quién es quien; al que pueda alcanzar el poder, para tenerlo advertido de que si se desvía, ya sabe lo que le espera.
No hay una democracia perfecta. No la hay, porque una mayoría -para ejercer el poder- cree que el fin justifica los medios.
Tomen nota de cómo prospera algún grupo político con futuro. O sea, gracias a quienes manejan a las masas y con qué medios.
Estos medios de comunicación, muchos de ellos en manos del gran capital en el ámbito de los países llamados democráticos, constituyen un gran atractivo para el poder o para el contrapoder porque, bien manejados, pueden poner o derribar gobiernos.
El caso de España es paradigmático. Algunas empresas en poder de ese gran capital -que por lógica parece que deberían defender una política liberal- van contra el Gobierno de este signo.
No es que esté mal esta crítica si demostraran ecuanimidad. Pero no es así; como si fuera una consigna de grupo, cargan la mano ante los errores y se olvidan de comentar cualquier reconocido acierto del Gobierno o sus afines. Como dice uno de los rectores de una concreta emisora de tv., es un escandalazo. Un escandalazo, porque es tan clara la consigna "a por ellos" que si alguno les lleva la contraria lo brean.
Uno quisiera explicarse el porqué de este proceder, por qué un grupo capitalista liberal permite que una emisora suya ataque a un gobierno del mismo signo. Sólo hay una razón: los muy concretos intereses del grupo que hace valer su fuerza para conseguirlos. Hace valer su fuerza ante el que gobierna mediante una constante lucha para minarle y para que sepa quién es quien; al que pueda alcanzar el poder, para tenerlo advertido de que si se desvía, ya sabe lo que le espera.
No hay una democracia perfecta. No la hay, porque una mayoría -para ejercer el poder- cree que el fin justifica los medios.
Tomen nota de cómo prospera algún grupo político con futuro. O sea, gracias a quienes manejan a las masas y con qué medios.
viernes, 10 de octubre de 2014
EL FUTBOL COMO ESCUELA
Fui un gran aficionado al fútbol pero lo dejé muy joven, cuando descubrí que era un espectáculo de masas cada vez más caro y no un deporte para entretenimiento gratuito de aficionados a ver ganar a los de su pueblo.
Ahora que, en ocasiones, vuelve a ser posible su gratuidad gracias a la televisión, suelo asomarme a la ventana mágica, previa supresión del sonido para evitarme el ruido de unos señores comentaristas que no entienden de fútbol o no saben qué decir y cumplen a su aire.
Las cosas han cambiado. Entre aquellos partidos jugados en un barrizal a base de patada adelante y tente tieso y estos de ahora, media un abismo. El verde del terreno de juego cada día se parece más al tapiz de una mesa de billar y, así, se deben bordar las jugadas.
Pero no; no es tan fácil y lo demostró ayer el equipo de España. Retuvo mucho el balón, pero sin fruto.
¿Por qué esa retención excesiva? Por pura imitación; se lo han visto hacer a las grandes figuras, digo yo. Pero eso es tanto como copiar lo elemental sin ver su sentido.
Vean la diferencia: las grandes figuras sueltan el balón, como si les quemara, en dos direcciones: o al hueco libre donde alguno de sus compañeros pueda llegar antes que cualquier rival y continuar la jugada sin perder el control de la pelota, o directamente a la portería en busca del gol.
Ayer los jugadores de España se paraban con el balón entre los pies y miraban por dónde andaba algún compañero para ponérselo a su fácil alcance, perdiendo unos segundos vitales y preciosos. Para bordar la jugada no hay que perder el tiempo: se debe recibir y enviar el balón en el acto. Hay que salir al campo de juego con la lección ensayada y bien aprendida para desconcertar al contrario. Y no como ayer que dieron de todo menos espontaneidad y frescura al juego; nunca mejor dicho: confundieron la velocidad con el tocino.
Yo lo siento por el entrenador, tan buena persona como parece. Lo van a matar a disgustos.
El fútbol es una escuela. El maestro: Del Bosque. (En la vida política: Mariano Rajoy). Los alumnos: la selección nacional. (En la vida política: los ministros del Gobierno). Esperemos a los próximos partidos. (En la vida política, a las elecciones). Adivinen su resultado.
Ahora que, en ocasiones, vuelve a ser posible su gratuidad gracias a la televisión, suelo asomarme a la ventana mágica, previa supresión del sonido para evitarme el ruido de unos señores comentaristas que no entienden de fútbol o no saben qué decir y cumplen a su aire.
Las cosas han cambiado. Entre aquellos partidos jugados en un barrizal a base de patada adelante y tente tieso y estos de ahora, media un abismo. El verde del terreno de juego cada día se parece más al tapiz de una mesa de billar y, así, se deben bordar las jugadas.
Pero no; no es tan fácil y lo demostró ayer el equipo de España. Retuvo mucho el balón, pero sin fruto.
¿Por qué esa retención excesiva? Por pura imitación; se lo han visto hacer a las grandes figuras, digo yo. Pero eso es tanto como copiar lo elemental sin ver su sentido.
Vean la diferencia: las grandes figuras sueltan el balón, como si les quemara, en dos direcciones: o al hueco libre donde alguno de sus compañeros pueda llegar antes que cualquier rival y continuar la jugada sin perder el control de la pelota, o directamente a la portería en busca del gol.
Ayer los jugadores de España se paraban con el balón entre los pies y miraban por dónde andaba algún compañero para ponérselo a su fácil alcance, perdiendo unos segundos vitales y preciosos. Para bordar la jugada no hay que perder el tiempo: se debe recibir y enviar el balón en el acto. Hay que salir al campo de juego con la lección ensayada y bien aprendida para desconcertar al contrario. Y no como ayer que dieron de todo menos espontaneidad y frescura al juego; nunca mejor dicho: confundieron la velocidad con el tocino.
Yo lo siento por el entrenador, tan buena persona como parece. Lo van a matar a disgustos.
El fútbol es una escuela. El maestro: Del Bosque. (En la vida política: Mariano Rajoy). Los alumnos: la selección nacional. (En la vida política: los ministros del Gobierno). Esperemos a los próximos partidos. (En la vida política, a las elecciones). Adivinen su resultado.
jueves, 9 de octubre de 2014
MANEJO DE MULTITUDES
Estaba pensando en el perro de la auxiliar de enfermería afectada por el virus ébola: una cariñosa mascota capaz de enternecer a las montañas rocosas y hacer que las multitudes se manifiesten en la vía pública para salvarle la vida.
Desde la ciencia aconsejan que, en estos casos de contagio, lo mejor y más seguro para todos, incluidos sus dueños, es aplicarle un narcótico que duerma para siempre al animalito, y no mantenerlo vivo bajo el riesgo de que contamine a una o varias personas con esa terrible enfermedad.
Pero Dios me libre de caer en la tentación de sugerir la muerte de un chucho. Un perro viene a ser uno más de la familia, una compañía, sólo le falta hablar. Ponerse en favor de la vida de una mascota supone tener muchos seguidores que te puedan aplaudir.
Por ahí se empieza. Para que las masas le sigan a uno, ha de darles la razón halagando sus sentimientos. Razón y sentimiento. La primera es fría; el sentimiento es cálido. El arte radica en utilizar la razón para dirigir el sentir de las personas: por ejemplo, afirmando una y otra vez que el perro es el mejor amigo del hombre, cuando como se decía en "La Codorniz", es al revés: el hombre es el mejor amigo del perro.
Un alcalde catalán decía muy convencido: "estoy de acuerdo con lo que quieran y pidan mis conciudadanos". Es un buen principio. Sobre todo si pidieren: "¡qué se supriman los impuestos!". Sentimiento muy generalizado.
Con todo, no es suficiente esta adhesión al sentir de las masas. Los políticos para hacerse creer, han de ser auténticos actores. Han de fingir con verosimilitud. Si así lo hicieren, arrastrarán al elector y ganarán siempre las elecciones. Sucede con los nacionalistas catalanes y vascos. También con don Pablo, el de "Podemos". Obsérvenlo: es un artista y siempre dice lo que las gentes sienten y además quieren oír. Llegará lejos. Les juego un descafeinado.
miércoles, 8 de octubre de 2014
INDOCUMENTADOS Y EN EJERCICIO
En España -incluidas Vasconia y Cataluña- (y lo digo sin menospreciar a nadie) son mayoría los que se sienten llamados para desempeñar cargos de responsabilidad política sin preparación alguna para ello, entre otras razones porque los electores -según los propios políticos- son listos pero no lo demuestran.
Vamos a decirlo con claridad: ¿ustedes ven en la actual Ministra de Sanidad la preparación necesaria para superar un examen con el que acredite que domina el oficio? A las pruebas me remito.
Pero lo malo no es que esto suceda una vez sino que, a lo largo del tiempo y a lo ancho de la nación española, el número de indocumentados con cargos de relieve es tan copioso que -como pasaba con las flechas de los enemigos de Leónidas- si llegaran a volar oscurecerían al sol.
Como consecuencia de esa ineptitud y de las facilidades que encuentran los malos políticos cuando llegan al poder para manejar funcionarios y dineros y colocar a parientes y amigos, los unos por los otros la casa sin barrer. Así está España llena de obras e iniciativas inútiles, con su correspondiente carga de depredadores y chorizos que al pueblo llano le cuestan un riñón.
Por ejemplo: entre nosotros siempre presumimos de unos servicios sanitarios excepcionales y además mayoritariamente públicos. Que lo público funcione en España es muy meritorio, y lo digo porque conozco el percal. Pero échense a temblar: la eficiencia sanitaria funcionará hasta que algún político se encargue de chingarla. En esas estamos.
Y no valen titulados si no vienen con diploma de garantía. No cuesta nada aprender de las empresas privadas su lección práctica de cómo elegir dirigentes responsables que luego tienen éxito en esta peleada vida.
Vamos a decirlo con claridad: ¿ustedes ven en la actual Ministra de Sanidad la preparación necesaria para superar un examen con el que acredite que domina el oficio? A las pruebas me remito.
Pero lo malo no es que esto suceda una vez sino que, a lo largo del tiempo y a lo ancho de la nación española, el número de indocumentados con cargos de relieve es tan copioso que -como pasaba con las flechas de los enemigos de Leónidas- si llegaran a volar oscurecerían al sol.
Como consecuencia de esa ineptitud y de las facilidades que encuentran los malos políticos cuando llegan al poder para manejar funcionarios y dineros y colocar a parientes y amigos, los unos por los otros la casa sin barrer. Así está España llena de obras e iniciativas inútiles, con su correspondiente carga de depredadores y chorizos que al pueblo llano le cuestan un riñón.
Por ejemplo: entre nosotros siempre presumimos de unos servicios sanitarios excepcionales y además mayoritariamente públicos. Que lo público funcione en España es muy meritorio, y lo digo porque conozco el percal. Pero échense a temblar: la eficiencia sanitaria funcionará hasta que algún político se encargue de chingarla. En esas estamos.
Y no valen titulados si no vienen con diploma de garantía. No cuesta nada aprender de las empresas privadas su lección práctica de cómo elegir dirigentes responsables que luego tienen éxito en esta peleada vida.
martes, 7 de octubre de 2014
UNA LECCIÓN PRÁCTICA ENTRE DESIGUALES
Casi nadie está conforme con lo que tiene. La desigualdad es motivo de desazones, lamentos y luchas. Casi todas las religiones se inclinan a que aceptemos las desigualdades con paciencia y resignación. Algunas, como la cristiana, nos concede que siendo todos iguales ante Dios, habrá un juicio final donde se restablecerá el equilibrio perdido: para eso están el infierno, el purgatorio y el cielo.
Los políticos idearon la democracia y prometieron a los humanos libertad, igualdad y fraternidad. Por muchas vueltas que le demos, estamos ante una promesa incumplida, por otra parte muy en consonancia con el ejercicio de la política.
No han cumplido, ni cumplirán en el futuro, porque la actividad propia del reino animal -y el hombre es un bípedo implume- se jerarquiza en función de una serie de valores, según su especie. Cuando el género humano se jerarquiza equilibradamente y se respeta al prójimo, todos viven en mejor. El secreto está en mantener el equilibrio necesario en la viva activa de todo ser vivo. Que no haya tantos pobres ni tan pobres que lleguen a morirse de asco, ni unos pocos ricos demasiado ricos que den ganas de darles guillotina.
Conviene tomar nota: la democracia es un sistema político ideado para hacer posible la libertad, la igualdad y la fraternidad entre los humanos.
Admitida esta afirmación como axiomática, los políticos os prometerán libertad, igualdad, fraternidad. Conviene no hacerles caso. Buscan el poder para ser ellos los desiguales más favorecidos. Está a la vista.
Si quieres mejorar aplícate tu mismo en conseguirlo dentro de la ley. Usa tus facultades y no votes más que a sabiendas de que tu elegido no es un ladrón.
Los políticos idearon la democracia y prometieron a los humanos libertad, igualdad y fraternidad. Por muchas vueltas que le demos, estamos ante una promesa incumplida, por otra parte muy en consonancia con el ejercicio de la política.
No han cumplido, ni cumplirán en el futuro, porque la actividad propia del reino animal -y el hombre es un bípedo implume- se jerarquiza en función de una serie de valores, según su especie. Cuando el género humano se jerarquiza equilibradamente y se respeta al prójimo, todos viven en mejor. El secreto está en mantener el equilibrio necesario en la viva activa de todo ser vivo. Que no haya tantos pobres ni tan pobres que lleguen a morirse de asco, ni unos pocos ricos demasiado ricos que den ganas de darles guillotina.
Conviene tomar nota: la democracia es un sistema político ideado para hacer posible la libertad, la igualdad y la fraternidad entre los humanos.
Admitida esta afirmación como axiomática, los políticos os prometerán libertad, igualdad, fraternidad. Conviene no hacerles caso. Buscan el poder para ser ellos los desiguales más favorecidos. Está a la vista.
Si quieres mejorar aplícate tu mismo en conseguirlo dentro de la ley. Usa tus facultades y no votes más que a sabiendas de que tu elegido no es un ladrón.
lunes, 6 de octubre de 2014
UNA POLÍTICA PARA EL DESENGAÑO.
Creo que soy una persona influida por los debates políticos televisados, pese a que por mi edad, y por haber sido zurrado desde todas las tendencias, estoy en la esquina del ring reponiéndome de tanta fatiga y no fiándome del mas pintado de mis posibles correligionarios. ¡Nada digo de los que no lo son! Por tanto si de algo puedo presumir es de estar escarmentado a sabiendas de que esto no es bueno para nadie.
Por si no se notara quiero decir que mis ideas no son gran cosa, nada del otro mundo. Los años te hacen meditar cada paso que das, te enseñan a no correr riesgos inútiles, a centrar tus opiniones, a no acosar al enemigo en vano, a ser tolerante y a no gastar entusiasmos ante milagreros protagonistas, portadores de la gran promesa.
Tendrá que ser así. Desde mi rincón y con la nariz hinchada, los ojos tumefactos y el labio partido de tantos golpes como te da la vida, veo las gradas llenas de entusiastas vociferantes, creyendo que su triunfo siempre es neto y limpio. Y no.Todo estaba pactado. Tenía que ser así para que el derrotado no terminara en un asilo.
Había que acabar con las Cajas de Ahorro, tan honradas, tan virginales ellas. ¿Y ´cómo? Muy fácil. Metiendo a los políticos dentro. Y los metieron. Eran de todos los colores pero con un denominador común: su rapacidad.
¡Ya están las Cajas en el rincón de los derrotados!
¿En beneficio de quién? Ese es otro capítulo.
Por si no se notara quiero decir que mis ideas no son gran cosa, nada del otro mundo. Los años te hacen meditar cada paso que das, te enseñan a no correr riesgos inútiles, a centrar tus opiniones, a no acosar al enemigo en vano, a ser tolerante y a no gastar entusiasmos ante milagreros protagonistas, portadores de la gran promesa.
Tendrá que ser así. Desde mi rincón y con la nariz hinchada, los ojos tumefactos y el labio partido de tantos golpes como te da la vida, veo las gradas llenas de entusiastas vociferantes, creyendo que su triunfo siempre es neto y limpio. Y no.Todo estaba pactado. Tenía que ser así para que el derrotado no terminara en un asilo.
Había que acabar con las Cajas de Ahorro, tan honradas, tan virginales ellas. ¿Y ´cómo? Muy fácil. Metiendo a los políticos dentro. Y los metieron. Eran de todos los colores pero con un denominador común: su rapacidad.
¡Ya están las Cajas en el rincón de los derrotados!
¿En beneficio de quién? Ese es otro capítulo.
domingo, 5 de octubre de 2014
EL MITIN TELEMITIDO
Los partidos políticos son una herramienta. Así lo expresó refiriéndose a PODEMOS su jerife, el bondadoso e iluminado mesías español, don Pablo Iglesias, hijo y nieto de socialistas que se avergüenza de que los prohombres directivos de esta facción no hayan sido conscientes de que toda herramienta es susceptible de no funcionar o hacerlo mal. Ahí anda el PSOE.
Ni quito ni pongo rey, pero ayer, gracias a la "Sexta" comprendí por qué PODEMOS puede llegar a gobernar. Cuando Prieto o Largo Caballero, en los años treinta del pasado siglo, mitineaban y llenaban una plaza de toros o un estadio, podían contar con que veinte, treinta o cuarenta mil personas quedaran prendidas de aquellos picos de oro. A don Pablo Iglesias le siguieron ayer más de un millón, o quizás dos millones de personas, ¡qué sé yo! Y como estuvo convincente, seguro que en sus redes cayeron mas de cien mil incautos.
¿Por qué incautos? Es una intuición. O por aquello de que hombre precavido, señal de que lo han herido. (Pongan el verbo adecuado).
Lo que sí es irrebatible es que, mientras los interlocutores de don Pablo Iglesias perdían el tiempo en convencerlo de sus errores, él -es decir don Pablo- pensaba en la audiencia externa, o sea en los millones de televidentes y a ellos se dirigió: les soltó el mitin más largo y eficaz, reiterativo y seductor, falso y narcótico que han conocido los tiempos. Ayer fueron a sus redes como moscas a la miel.
Y sus adversarios diciendo chorradas; o haciéndolas, ¡también es desgracia! Para muestra las tarjetas negras de Caja Madrid.
Ni quito ni pongo rey, pero ayer, gracias a la "Sexta" comprendí por qué PODEMOS puede llegar a gobernar. Cuando Prieto o Largo Caballero, en los años treinta del pasado siglo, mitineaban y llenaban una plaza de toros o un estadio, podían contar con que veinte, treinta o cuarenta mil personas quedaran prendidas de aquellos picos de oro. A don Pablo Iglesias le siguieron ayer más de un millón, o quizás dos millones de personas, ¡qué sé yo! Y como estuvo convincente, seguro que en sus redes cayeron mas de cien mil incautos.
¿Por qué incautos? Es una intuición. O por aquello de que hombre precavido, señal de que lo han herido. (Pongan el verbo adecuado).
Lo que sí es irrebatible es que, mientras los interlocutores de don Pablo Iglesias perdían el tiempo en convencerlo de sus errores, él -es decir don Pablo- pensaba en la audiencia externa, o sea en los millones de televidentes y a ellos se dirigió: les soltó el mitin más largo y eficaz, reiterativo y seductor, falso y narcótico que han conocido los tiempos. Ayer fueron a sus redes como moscas a la miel.
Y sus adversarios diciendo chorradas; o haciéndolas, ¡también es desgracia! Para muestra las tarjetas negras de Caja Madrid.
sábado, 4 de octubre de 2014
LOS MADRILES DE LOS CUARENTA
Casi recién cumplidos los dieciocho años me llevaron a Madrid a que me viera un médico famoso que siendo republicano le tocó pasar la guerra en zona nacional. Y cuando al término de la contienda volvió a su casa, en el barrio de Salamanca de la capital de España -todo hay que decirlo-, se la encontró desvalijada y rota, aunque no le afectó ni una sola bomba de la guerra. Los que pasaron por ella tenían nombre y apellidos, pero nada les pasó. El doctor no quiso reclamar a nadie daños y perjuicios.
El hombre se quejaba: "mis adversarios me han tenido tres años trabajando como si fuera un mulo de carga, pero me trataron bien; mis amigos me han dejado sin nada y para operar a mis clientes tengo que alquilar un quirófano; aunque parezca mentira hay gente que se dedica a esto para vivir o hacer fortuna".
Para pagar los gastos de mi operación fuimos por dinero a la Caja de Madrid, y entrar allí era como penetrar en un santuario: orden, limpieza, silencio y respeto. Mi padre dijo: "será de los pocos sitios de España donde no se pierde un céntimo ni se derrocha un segundo: el tiempo es oro.
Cuando Rinconete y Cortadillo llegaron al patio aquel ideado por Cervantes, de la mano de un pícaro, le preguntaron:
- ¿Es vuestra merced por ventura ladrón?
El interpelado respondió:
- Sí, para servir a Dios ya las buenas gentes, aunque no de los muy cursados, que todavía estoy en el año de noviciado.
A este lugar le llamaban entonces el Patio de Monipodio. Hoy, el Patio de la Democracia.
¡Qué poco han cambiado las cosas!
El hombre se quejaba: "mis adversarios me han tenido tres años trabajando como si fuera un mulo de carga, pero me trataron bien; mis amigos me han dejado sin nada y para operar a mis clientes tengo que alquilar un quirófano; aunque parezca mentira hay gente que se dedica a esto para vivir o hacer fortuna".
Para pagar los gastos de mi operación fuimos por dinero a la Caja de Madrid, y entrar allí era como penetrar en un santuario: orden, limpieza, silencio y respeto. Mi padre dijo: "será de los pocos sitios de España donde no se pierde un céntimo ni se derrocha un segundo: el tiempo es oro.
Cuando Rinconete y Cortadillo llegaron al patio aquel ideado por Cervantes, de la mano de un pícaro, le preguntaron:
- ¿Es vuestra merced por ventura ladrón?
El interpelado respondió:
- Sí, para servir a Dios ya las buenas gentes, aunque no de los muy cursados, que todavía estoy en el año de noviciado.
A este lugar le llamaban entonces el Patio de Monipodio. Hoy, el Patio de la Democracia.
¡Qué poco han cambiado las cosas!
viernes, 3 de octubre de 2014
EL CÍRCULO VICIOSO DEL PARO
Un círculo vicioso sirve para explicar dos cosas, una por la otra: hay paro porque no hay consumo y no hay consumo a causa del paro. ¿Cómo o por dónde rompemos este círculo?
Políticos, sociólogos, economistas, banqueros, obispos, pícaros, periodistas, inventores, náufragos y, sobre todo, los que están sin trabajo, no dejan de pensar en la fórmula mágica que nos saque a todos -empezando por los que no tienen donde ganarse el vivir con un mínimo de dignidad- de este círculo vicioso; pero a juzgar por las estadísticas, esto va para largo.
El caso es que la escasez, o las penurias, nos llevan a soñar con el maná. Conocido este estado de ánimo y tan pronto advierten los políticos al uso que ha calado en el sentimiento de las multitudes, surgen las falsas propuestas para resolver los males presentes y futuros. Las buenas gentes muerden el anzuelo con una candidez que espanta.
Como complemento, a fin de satisfacer los deseos de revancha y a partir de hechos reales, hay que tener a mano un chivo expiatorio. Y aunque no haya otra solución de momento, vamos a darle leña al mono porque por algún lado hay que empezar el cambio.
"Obrero despedido, patrón colgado", "Organízate y lucha": así estaban las cosas en la crisis de los setenta. Y los patronos más débiles, esos que daban trabajo a veinte, treinta, cuarenta empleados, (las multinacionales son otra cosa; no tienen patrono) lo vieron claro: "Ostras Pedrín: vienen por nosotros" y fueron dando de baja a sus empresas. Porque además, para vivir bien, bastaba con meterse en el negocio de los pisos y revenderlos. Y así creamos una generación de peones coloca-ladrillos y otra de especuladores. Y se fueron cerrando empresas por millares.
¿De quién fue la culpa? Ya lo dirán los historiadores. No se preocupen por eso.
Políticos, sociólogos, economistas, banqueros, obispos, pícaros, periodistas, inventores, náufragos y, sobre todo, los que están sin trabajo, no dejan de pensar en la fórmula mágica que nos saque a todos -empezando por los que no tienen donde ganarse el vivir con un mínimo de dignidad- de este círculo vicioso; pero a juzgar por las estadísticas, esto va para largo.
El caso es que la escasez, o las penurias, nos llevan a soñar con el maná. Conocido este estado de ánimo y tan pronto advierten los políticos al uso que ha calado en el sentimiento de las multitudes, surgen las falsas propuestas para resolver los males presentes y futuros. Las buenas gentes muerden el anzuelo con una candidez que espanta.
Como complemento, a fin de satisfacer los deseos de revancha y a partir de hechos reales, hay que tener a mano un chivo expiatorio. Y aunque no haya otra solución de momento, vamos a darle leña al mono porque por algún lado hay que empezar el cambio.
"Obrero despedido, patrón colgado", "Organízate y lucha": así estaban las cosas en la crisis de los setenta. Y los patronos más débiles, esos que daban trabajo a veinte, treinta, cuarenta empleados, (las multinacionales son otra cosa; no tienen patrono) lo vieron claro: "Ostras Pedrín: vienen por nosotros" y fueron dando de baja a sus empresas. Porque además, para vivir bien, bastaba con meterse en el negocio de los pisos y revenderlos. Y así creamos una generación de peones coloca-ladrillos y otra de especuladores. Y se fueron cerrando empresas por millares.
¿De quién fue la culpa? Ya lo dirán los historiadores. No se preocupen por eso.
jueves, 2 de octubre de 2014
LOS ERRORES DE LA TRANSICIÓN
El tema no se puede despachar en veinticuatro líneas, cuando daría para un libro de trescientas páginas.
Nunca despreciaré, sino al contrario, la ímproba tarea que asumió Adolfo Suárez, entre tras cosas por ser harto difícil demostrar el valor debido para legalizar el Partido Comunista. Legalización que sirvió -los hechos lo prueban- para desmitificar y poner en su valor real la fuerza política de unas ideas que empezaban a ser historia.
Pero Suárez cargaba con el sambenito de haber desempeñado el cargo de Ministro Secretario General del Movimiento. Y esta realidad nunca se la pudo quitar de encima; quiérase o no, condicionaba sus respuestas políticas. Los que vivieron de cerca algunos comportamientos de Suárez lo sabían, lo toleraban y hasta lo aplaudían. Pero otros lo denigraban, porque se quedaron más solos que una viña en un desierto en las desarboladas instituciones franquistas en las que Adolfo Suárez se hizo hombre.
Este complejo lo llevo a puentear a sus correligionarios de Navarra y del País Vasco y a tratar con los parlamentarios y fuerzas vivas de la oposición -antes que con las propias- el futuro autonómico de ambos territorios. Los navarros de la UCD se unieron y no pasaron por ello. Los vascos, desunidos y con un submarino nacionalista en sus filas, decidieron, unos conformarse y comulgar con ruedas de molino, y algún otro
- después de ingerir la correspondiente dosis de ajo y agua -, optó por irse a su casa a ordeñar orugas.
En Cataluña pasó otro tanto, con la particularidad de que otro Presidente, el muy ilustre Sr. Rodríguez Zapatero, remató la faena con un pase de muleta manejada con la izquierda.
Es cierto que pudo hacerse peor. A todo hay quien gane. Pero no es de extrañar que los mejores, esos que no roban, ni gandulean, ni se ciscan en lo más sagrado y hasta pagan religiosamente sus impuestos, estén muy cabreados y no se fíen. Aquellos polvos, estos lodos.
Nunca despreciaré, sino al contrario, la ímproba tarea que asumió Adolfo Suárez, entre tras cosas por ser harto difícil demostrar el valor debido para legalizar el Partido Comunista. Legalización que sirvió -los hechos lo prueban- para desmitificar y poner en su valor real la fuerza política de unas ideas que empezaban a ser historia.
Pero Suárez cargaba con el sambenito de haber desempeñado el cargo de Ministro Secretario General del Movimiento. Y esta realidad nunca se la pudo quitar de encima; quiérase o no, condicionaba sus respuestas políticas. Los que vivieron de cerca algunos comportamientos de Suárez lo sabían, lo toleraban y hasta lo aplaudían. Pero otros lo denigraban, porque se quedaron más solos que una viña en un desierto en las desarboladas instituciones franquistas en las que Adolfo Suárez se hizo hombre.
Este complejo lo llevo a puentear a sus correligionarios de Navarra y del País Vasco y a tratar con los parlamentarios y fuerzas vivas de la oposición -antes que con las propias- el futuro autonómico de ambos territorios. Los navarros de la UCD se unieron y no pasaron por ello. Los vascos, desunidos y con un submarino nacionalista en sus filas, decidieron, unos conformarse y comulgar con ruedas de molino, y algún otro
- después de ingerir la correspondiente dosis de ajo y agua -, optó por irse a su casa a ordeñar orugas.
En Cataluña pasó otro tanto, con la particularidad de que otro Presidente, el muy ilustre Sr. Rodríguez Zapatero, remató la faena con un pase de muleta manejada con la izquierda.
Es cierto que pudo hacerse peor. A todo hay quien gane. Pero no es de extrañar que los mejores, esos que no roban, ni gandulean, ni se ciscan en lo más sagrado y hasta pagan religiosamente sus impuestos, estén muy cabreados y no se fíen. Aquellos polvos, estos lodos.
miércoles, 1 de octubre de 2014
NEGOCIACIÓN Y ACUERDO
Han de perdonarme todos los constitucionalistas si les digo que yo voté en blanco, por la sencilla razón, tras de haberla leído, de que el título VIII, marco para la negociación y acuerdo de las nuevas autonomías, me pareció un bodrio, es decir una cosa mal hecha y desordenada con demasiados cabos sueltos.
Como alavés, beneficiario con los navarros de sendas autonomías basadas en sus respectivos concierto y convenio económicos, yo era autonomista con conocimiento de causa. Entendía, vista la experiencia, que la descentralización económica, buena para dos provincias españolas, no había por qué negársela a todas las demás.
Pero la parida constitucional contemplaba algo más que la descentralización económica; iba más lejos: quiso regular y prevenir, aunque no se citara de forma expresa, la independencia de dos territorios: de Vasconia y de Cataluña. Independencia calentada y vibrante en los hogares nacionalistas, con ETA por medio.
Como decía aquella viejecita de mi pueblo que conocía el percal después de haber sufrido la muerte de dos hijos en la guerra civil, al referirse a los nacionalistas vascos: "¿Nacionalistas que se conforman con la autonomía? ¡Ya, ya! A mí no me engañáis. ¡¡Separatistas disfrazados!! Ya se verá".
Se elogió la negociación y buena disposición para el acuerdo. ¿Quiénes negociaron al final? El ex franquista Suárez cargado de complejos (digan lo que quieran los historiadores) tanto él como sus consejeros áulicos, y el nacionalista Garaikoetxea, representante puro de una sacro santa democracia adornada con florituras históricas
¿Resultados?
Un prototipo de autonomía que, salvo en lo que se refiere al aspecto económico (régimen de conciertos), fue admitida bajo el lema de café para todos. Este fue el principio del descuajaringamiento de España; a las pruebas me remito.
Ahora de nuevo, vuelven como entonces, los partidarios de la negociación y el entendimiento en cuya operación tratarán los nacionalistas a sacar tajada; nacionalistas que ahora se muestran con el mayor descaro (y a mucha honra) como lo que son: separatistas.
Y como los socialistas y compañeros mártires son mas blandos que la cera recalentada, prepárense para lo peor.
No es que sea pesimista. Como dijeron los clásicos me tengo por un optimista bien informado.
Como alavés, beneficiario con los navarros de sendas autonomías basadas en sus respectivos concierto y convenio económicos, yo era autonomista con conocimiento de causa. Entendía, vista la experiencia, que la descentralización económica, buena para dos provincias españolas, no había por qué negársela a todas las demás.
Pero la parida constitucional contemplaba algo más que la descentralización económica; iba más lejos: quiso regular y prevenir, aunque no se citara de forma expresa, la independencia de dos territorios: de Vasconia y de Cataluña. Independencia calentada y vibrante en los hogares nacionalistas, con ETA por medio.
Como decía aquella viejecita de mi pueblo que conocía el percal después de haber sufrido la muerte de dos hijos en la guerra civil, al referirse a los nacionalistas vascos: "¿Nacionalistas que se conforman con la autonomía? ¡Ya, ya! A mí no me engañáis. ¡¡Separatistas disfrazados!! Ya se verá".
Se elogió la negociación y buena disposición para el acuerdo. ¿Quiénes negociaron al final? El ex franquista Suárez cargado de complejos (digan lo que quieran los historiadores) tanto él como sus consejeros áulicos, y el nacionalista Garaikoetxea, representante puro de una sacro santa democracia adornada con florituras históricas
¿Resultados?
Un prototipo de autonomía que, salvo en lo que se refiere al aspecto económico (régimen de conciertos), fue admitida bajo el lema de café para todos. Este fue el principio del descuajaringamiento de España; a las pruebas me remito.
Ahora de nuevo, vuelven como entonces, los partidarios de la negociación y el entendimiento en cuya operación tratarán los nacionalistas a sacar tajada; nacionalistas que ahora se muestran con el mayor descaro (y a mucha honra) como lo que son: separatistas.
Y como los socialistas y compañeros mártires son mas blandos que la cera recalentada, prepárense para lo peor.
No es que sea pesimista. Como dijeron los clásicos me tengo por un optimista bien informado.
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