miércoles, 30 de abril de 2014

ESPAÑA, A LA CONTRA.

    Cuando en  Europa se inicia el movimiento reformista, el protestantismo para ser más claros,  que supone una convulsión de honestidad  para muchos países, España se coloca decididamente enfrente  y capitanea  la contra reforma.
    Cuando en Europa la Ilustración pretende acabar con los privilegios de ciertas castas, España reacciona a la contra y todo el siglo XIX y parte del XX se convierten en una amarga lucha para alcanzar unas metas que por la fuerza de la razón terminarían por imponerse.
    Cuando en Europa, después de una guerra descomunal cuya causa hay que buscarla en los excesos nacionalistas, las naciones más fuertes se muestran  arrepentidas de pasados errores y dispuestas a cambiar de rumbo y hasta consiguen avanzar en la construcción de una Unión Europea, España, siempre a la contra, se debate y lucha con fervor religioso, por dividirse en varias naciones para que los españoles (incluidos  vascos y catalanes) sigan no significando nada como durante los últimos cinco siglos.
    ¡Así nos va!

martes, 29 de abril de 2014

POLITICOS DE PACOTILLA.

   Pacotilla es una palabra recogida en el Diccionario de la RAE que tiene varias acepciones. Voy a utilizar la que alude a la inferior calidad de algo o de alguien. En Chile, Guatemala  y Honduras, la   pacotilla es la chusma. No voy tan lejos.
   El político de pacotilla es el que por activa o por pasiva -instalado o no en el poder- interviene en el gobierno de un país sin haber hecho méritos para ello, por carecer de las facultades mínimas  necesarias y de la consiguiente experiencia para el noble ejercicio de esta actividad.
   Convendrán  conmigo, y a los resultados me remito, que en España, el número de los que viven del ejercicio de la política a costa del erario público, es inconmensurable (o sea que por su gran magnitud no pueden  medirse o contar) y que ahí está la pacotilla.
   El político, para ser útil a la sociedad,  ha de demostrar -antes de nada-  que por su propio esfuerzo ha resuelto su vida al margen de la política y que, por tanto, no necesita de los cargos oficiales que pudiere desempeñar,  para defenderse  con cierta holgura si lo cesaran o quisiera dimitir.
   Estas esta la cuestión: la base de toda corrupción en el sector de la política - cualquiera que sea la ideología de un partido - hunde sus raíces en el número de políticos de pacotilla que figuran en las listas de las que salen los cargos de responsabilidad  remunerados. Esta pacotilla  -aun cuando  esté bien pagada- se siente insatisfecha y a partir de este hecho, cuanto sucede en España tiene su lógica.   En virtud de un  viejo lema según el cual la ocasión la pintan calva, estos políticos de pacotilla se dan a la rapiña. Y como aquí nadie devuelve lo birlado, si se les pilla  con el carrito de los helados, con unos años de cárcel -pocos, normalmente- cumplen y pronto están en la calle. Y ¡a vivir que son dos días!.
   Los Gobiernos nunca inician los recortes por su  gente, aun cuando les conste que son unos  inútiles. ¡Y así nos va!

lunes, 28 de abril de 2014

NOS ENGAÑAN COMO A PARDILLOS.

   La primera vez que visitaba el área de Gibraltar estaba cerrado el paso a la Roca; era bajo el régimen franquista que tuvo roces con el Reino Unido.
   Fue con ocasión de un viaje vacacional: iba yo con la familia, mi mujer y cuatro niños, y decidimos subir con el coche a San Roque. Aparqué ante una iglesia,  que estaba bajo la advocación de Santa María Coronada, si mal no recuerdo. Al estacionar el coche un niño -de unos nueve o diez años- se ofreció con desparpajo: "¿Se lo cuido?". Y le dije: "Bien; te encargo que nadie lo toque". Al ir a recoger el coche,  el niño vigilante, rindió cuentas: "Ahí  lo tiene,  nadie lo ha tocado". Le respondí: "Muchas gracias, chaval. Toma" y le di un duro de la época. Para mi sorpresa una mujer, de unos cuarenta años, salió de un portal, se dirigió al niño y le quitó la moneda. Parecía ser su madre. Me sorprendió, pero entendí que era un caso de necesidad. A la madre le urgía  aquel duro.
   Este hecho me llevó a pensar: ¿Qué pasa en el campo  de Gibraltar? Hay riqueza: ahí esta Sotogrande. Hay industria:  empresas  petroleras  y bajo este paraguas otras auxiliares;. Hay turismo:  lo visitan a miles, gentes de distintas nacionalidades... Y al final resulta que -pese a todo- tenemos familias que viven con apuros y sin un duro... ¡No lo entiendo!
   Y siendo ya muy mayor, después de otras visitas y algunas lecturas, llegué a esta conclusión: Gibraltar es el paraíso de la codicia y la codicia nunca fue generosa. "¿Quién busca refugio en ese paraíso?"  "Gentes adineradas de toda condición que escapan a la vigilancia de las haciendas púbicas respectivas".  "¿También españoles?" "También, y muy poderosos." "¿Y no lo saben los gobiernos?"  "Lo saben pero lo disimulan y nos cuentan la historia de tres eran tres las hijas de Elena". "¿Y no hacen nada para acabar con este abuso"- "Hacen como que hacen, para vestir el muñeco". "Cómo puede ser". "¿Cómo? Siendo.  No lo olvide. Hay millones en juego".
   Y mientras,  nos montan la marimorena a cuenta de unos pobres pescadores perseguidos por la armada británica y nos inducen a rasgarnos  las vestiduras patrióticas cómo si las cosas se hicieran bien. Si así fuera, ni siquiera tendrían necesidad los pescadores de buscarse la vida entre peñascos artificiales.
   Nos engañan como a pardillos. Eso está claro.

domingo, 27 de abril de 2014

LA MALA POLÍTICA ARRASA

      Recuerdo que por los años sesenta del pasado siglo,  (primeros  del desarrollo promovido bajo la batuta de los prohombres del Opus,  con gran dolor de otros mimados del régimen,  ya que se anunciaba el fin de la autarquía en la que estaban instalados sin remordimientos de conciencia los franco adictos de siempre)  regresó del exilio un economista de talento y talante liberal, Jesús Prados Arrarte, que pronunció  algunas conferencias sobre los cambios que se iban a producir con motivo de la apertura económica.
     Uno de estos cambios era la deslocalización de empresas. Y razonó de esta manera: aquellos productos  cuyo valor añadido proceda de la utilización de mucha mano de obra, no podrán  mantenerse allí donde los salarios sean  (vamos a llamarlos así) dignos. ¿Por qué? Por la sencilla razón de que pasarán a ejecutarse en países donde esos salarios sean mínimos. El costo final del producto, manda en un mundo donde las comunicaciones son rápidas y seguras.
    Prados Arrarte estaba hablando de un fenómeno que se ha radicalizado y hecho realidad en todos los países medianamente globalizados. 
   España -gracias a una negligencia imputable a los gobiernos y a los gobernados -más a los primeros, menos a los segundos, incluidos los sindicatos- no preparó a sus trabajadores  para esta contingencia. Y ¿qué sentido tiene conservar espárragos en España si en Perú o en China  los preparan por la sexta parte de este  costo? Si un empresario quiere mantener su  clientela, no puede ignorar esta realidad. Y todo el sector del espárrago que daba ocupación a mucha gente, se ha reducido a una mínima expresión. Los empresarios producen y manipulan el producto en China o en Perú. Lo trasportan  y lo venden en España.
   No hay, llegado este caso, Gobierno que arregle la situación. La solución está en fabricar  productos de tecnología avanzada, poca mano de obra y mucho valor añadido. Ya no interesa fabricar pilas eléctricas, ni siquiera  lavadoras. Hay que fabricar algo así como satélites solares capaces de captar en la atmosfera  el calor del sol y mandarlo en ondas al planeta Tierra, para que los humanos puedan transformarlas en energía, que es un bien escaso y por ende caro.
   Es decir, que hay que estudiar, meter horas encima de  libros y de laboratorios de investigación y pensar, discurrir, idear...Y esto lleva tiempo, sacrificio y dinero.
   Lo digo con ánimo de que lo lean los amantes de la justicia social, como esa monjita de la TV que los tiene bien puestos pero poco más y que a mí me lleva al desespero. ¿Quién está dispuesto a sacrificarse y a vivir bajo mínimos para reflotar el bienestar social? Muy pocos. Es mejor  el botellón fin de semana y gozar a pierna suelta.
  Porque bien mirado, como también se lo habrán enseñado a la monjita, ¿De qué  te sirve ganar  todo el mundo si pierdes tu alma?

sábado, 26 de abril de 2014

TANTA IGUALDAD NOS HACE DESIGUALES.


    Todos los días, en cualquier medio noticiable, se rompe una lanza por la igualdad. La igualdad es un mito ya que  la naturaleza nos ha hecho desiguales y por más que se predique, un vejete de noventa años, nunca podrá hacer los cien metros con la  diligencia  de un atleta de veinte primaveras. Es una desigualdad, pero no una injusticia.
    Solo algunas doctrinas recogen principios de igualdad más o menos lógicas. Los cristianos sostienen y creen  que todos somos iguales ante Dios y, en consecuencia, todos rendiremos cuentas de nuestros actos en el juicio final que sucederá a nuestra muerte. Pero en esa tierra las diferencias abismales existentes entre cristianos, no las
 remedia ni la monjita  argentina, esa que predica por emisoras de izquierdas.
   La filosofía liberal que cultivaron los Ilustrados, sostuvo  que todos somos iguales ante la ley, principio adoptado en los regímenes democráticos; pero como ha demostrado el juez don Elpidio Silva, el que sabe de leyes puede conseguir cosas que están vedadas al ignorante. Luego  la igualdad es relativa. Siempre hay indultos para gente con padrinos.
   Los socialistas españoles están orgullosos de la igualdad establecida para cubrir vacantes políticas entre hombres y mujeres. Algo se ha hecho, pero es una igualdad relativa, y pese a todo, se ha de reconocer  que -en el ejercicio del poder- siempre  hubo mujeres que se ganaron el derecho al  mando y que lo hicieron mejor  que sus coetáneos varones.
    Pero donde cunde de verdad la desigualdad es el seno de muchas familias donde  sus miembros se consideran y presumen de igualitarios. Sigue influyendo el síndrome de la sopa de ajo.  La madre, sonriente ante sus vástagos que miraban atentos al único huevo estrellado en el caldo alimenticio, decía: "¡Hijos! Cuando seáis padres, comeréis huevo".
   Y el mundo siguió rotando  inmerso en brutales desigualdades.

viernes, 25 de abril de 2014

UN FUTURO POSIBLE Y DESEABLE.

    Hace unos días, al hablar de esta nuestra política española tan calamitosa, tan injusta, tan endeble,  no hice crítica a nuestros políticos que, a fuerza de fijar su atención en la farragosa vida diaria, ven los árboles pero no alcanzan a comprender en su mirar a todo el  bosque.
   Copiando a un clásico dije que la política es el arte de lo posible siempre que sea lo deseable.  Y cualquiera que esté atento a la realidad española concluirá por admitir que se han hecho reformas, pero éstas no conducen a la creación de una sociedad deseable. Tenemos demasiadas familias españolas al borde de la miseria, con pocas o  nulas esperanzas de que esto se arregle. Parece que la globalización nos lleva a que los Gobiernos terminen por ser esclavos de los mercados, y éstos funcionan  en pro de los intereses de las  multinacionales, aunque perjudiquen a millones de personas en el mundo entero.
   Ya que hemos de competir en un mundo globalizado, perder el tiempo en discusiones
marginales a esta nueva generación de pobreza, es el suicidio de un país, en el que no podemos caer estúpidamente.
    Mantener las altas tasas de protección social y garantizar a la ciudadanía un nivel de vida digno y, al mismo tiempo, asegurar una distribución de la riqueza menos desigual, es un proyecto al que no debe renunciar ningún partido político de los que aspiran a  representarnos en la Unión Europea.
    Pero me temo que ni en esto estarán de acuerdo los postulantes.

jueves, 24 de abril de 2014

JUSTICIA, EL ULTIMO RECURSO.

     Si no hacemos de la Justicia (con mayúscula, es decir de todas las instituciones judiciales) el último recurso y se le dan los  medios para que  actúe con diligencia, estamos perdidos.
     En España, mientras no se demuestre lo contrario, son muchos -demasiados- los que tratan de mediatizar a la Justicia. Algunos intentan influir desde los puestos del Poder  ejecutivo, otros desde el  mundo de las finanzas, también desde ciertas corrientes de opinión y hasta valiéndose de las tribunas mas sectarias; y algún particular, con triquiñuelas.
     Cuando el desprestigio cae sobre una institución, se corre el peligro de que las turbas pidan justicia a gritos y ésta baje a la calle. De esto tuvimos una experiencia amarga en España que aún colea. No nos pongamos de parte de ningún  bando. Lo que está mal, está mal y reconocerlo no nos hace más grandes; en cualquier caso un poco mas justos.
     Pero tampoco es cosa de correr un tupido velo sobre los excesos que se detectan en nuestra sociedad. Por eso hay que dignificar nuestra  Justicia,  racionalizar los procesos,  darles agilidad y dotar de medios al complejo institucional sobre el que recae este servicio.
     Aunque ya se sabe, en España la docencia y justicia dan mucho de qué  hablar,  pero siempre tropezamos en la misma piedra.

miércoles, 23 de abril de 2014

EL INCUMPLIMIENTO DE LA LEY.

     Los políticos vocacionales -muy distintos a los de oficio- sabían desde que se aprobó la Constitución que los nacionalistas, tanto vascos como catalanes, aceptarían el título VIII, referido al proceso autonómico, a sabiendas de que era un paso positivo que podía ayudar, y mucho, a conseguir su verdadera aspiración : la independencia.
     Los constitucionalistas participaban de estos temores y el texto de varios artículos constitucionales así lo  demuestra, puesto que señala el camino a seguir en el caso de que las Comunidades Autónomas se salieran de la ley; por cierto,  algo posible.
    Es un hecho comprobado que los incumplimientos en ambas autonomías - País Vasco y Cataluña- se han detectado y hasta denunciado;  y es igualmente notorio que las autoridades centrales, por evitarse conflictos, han solido mirar para otro lado.
    Se había llegado a una situación de choteo: los políticos más audaces del nacionalismo -no todos, claro está-  le chuleaban al Gobierno y al prometer el cumplimiento de la Constitución, anteponían la muletilla de "por imperativo legal", que implícitamente indica su no acatamiento. ¿Qué pasó con  estos innovadores? ¡Nada!. Lógico era advertirles que si no cumplían con la ley ellos mismos se descalificaban y perdían el escaño. Pero no sucedió así. Y no perdieron el escaño.
   ¿Motivos para haber descalificado a estos nacionalistas que se valían  del sistema para ir contra el sistema y encima presumían de demócratas? Hasta decir basta.
    ¿Se  aplicaban las leyes a estos políticos, algunos ocupando pestos de relieve? No.
Ahora, tal vez, ya lo veremos, parece que el Presidente del Gobierno se muestra firme.
Es el único camino. Primero se cumple la ley. Luego, si hay que cambiarla se cambia,  con arreglo a las normas que ya existen. Y quienes no cumplan con esas leyes,  han de encontrar la réplica justa prevista en las mismas.
    Es la manera de funcionar  en estricta democracia.

martes, 22 de abril de 2014

DESMEMBRAMIENTO DE ESPAÑA.


     Perdonen que me cite:  yo estuve allí,  en la sesión del Congreso que aprobó la Constitución en el año de  1978. Y al llegar la votación me abstuve. Era partidario de dotar a España de un  sistema autonómico, pero no de aquel sistema sometido al  voto de los Diputados.
    ¿Por qué? Porque dejaba muchos cabos sin atar. Soy vasco, mestizo, desde luego,  cuarterón que dirían en Cuba, y he vivido desde niño   la proximidad nacionalista. Un nacionalista vasco se precia por su sentimiento independentista. Y si algo quiere es que se reconozca la  independencia de la nación vasca, que no es Euskadi, (Álava, Vizcaya,  Guipúzcoa y Navarra), sino Euskal Herria, que incluye estos territorios y los vasco franceses,  como lo explican muy  bien los descendientes de Herri Batasuna. No creo que exista un nacionalista acérrimo que al plantear yo así el problema sostenga que  miento.
    Este sentimiento independentista tiende a crecer, paradójicamente porque entre españoles (los vascos lo son en inmensa mayoría, aunque muchos piensen lo contrario) hay una tendencia innata a creer  que los de su casta son los buenos, los mejores, la excepción. Ser vasco, es muy fácil: basta con integrarse. ¿Y ser español? Aquí -lo piensan- es un error.
    Planteado el problema  con claridad  y admitiendo que los nacionalistas quieren la independencia por la vía democrática, es decir mediante un referéndum, tarde o temprano habrá que celebrarlo. Y tal y cómo piensan (es un decir) y cómo actúan (es una realdad) los políticos españoles, el refrendo lo tienen más perdido que Cuba en el noventa y ocho.
    Piénsenlo. Por mi parte, les diré que esto podría cambiar, aunque no es fácil. Pero tocar la dura realidad no les gusta a los políticos. Les horroriza. Por eso se engañan y nos engañan. Aunque no se puede decir que mientan.

HACER POSIBLE LO DESEABLE..

(Esta glosa va dedicada a Jeanne Quilligan).
    Como alguien dijo con gran acierto, la política no es el arte de lo posible, sino el arte de hacer posible  lo deseable; y yo añadiría,  sin renunciar a los principios éticos.
    Una política corrupta, no es política. Una política insensible a las injusticias no es política. 
    Me dice Jeanne, y lo acepto a título de tema discutible, que "la política en período de crisis económica severa, no puede ir por delante de la economía" . Y me pregunto: ¿Por qué no?
    Tomemos el caso de España, tal y como la dejaron los gobernantes del PSOE: medio en  ruinas y con síntomas de cuarteamiento.
    Para corregir la ruina lo deseable y más necesario,  era encauzar el gasto público que corría desmadrado. Para evitar el cuarteamiento lo deseable era fortalecer el edificio desde los cimientos. Y la pregunta que uno se hace es: ¿quiénes pueden ir contra estas dos iniciativas? La contestación  surge de inmediato: los corruptos y amigos del gasto facilón, en el primer caso;  los separatistas, en el segundo.  Hoy solo me referiré al gasto público. Y a este efecto, a todo buen político le surge una segunda pregunta:
¿Con qué medios cuento para encauzar el gasto público?
    Puedo contar con muchos, pero por no alargarme voy a ceñirme a uno: con economistas de prestigio. Y  les voy a  proponer mi ideario político en ese punto: quiero una clasificación del gasto, aunque sea muy elemental; quiero distinguir entre el  gasto  superfluo, el gasto conveniente y el gasto necesario; y  no quiero ni tocar el necesario, mantener en lo posible el conveniente y acabar con el superfluo. Esta va a ser mi política y para mantenerla, señores economistas, necesito de su inteligencia y de todo su amor a la patria.  Vistos los resultados, tendremos que volver a hablar.
    Esto es poner la economía al servicio de la política.
    Y  díganme, ¿no se han recortado acaso en España gastos necesarios y se han mantenido hasta la saciedad y la injusticia muchos de los superfluos?
     Esto es poner la política al servicio de la economía.
    Para otro día el problema de la desmembración de España.

lunes, 21 de abril de 2014

ECONOMISTAS METIDOS A POLITICOS.

    Siento un gran aprecio, como contribuyente al día en el pago de  impuestos, por el Ministro de Hacienda, pese a que, a las clases asalariadas y especies  próximas, nos toma por un pozo sin fondo, de donde extraer el magma que soporta el funcionamiento de la Nación.
    Pese a que -también sea dicho- hay dos cosas que  resultan inaguantables para las sufridas clases medias y bajas por ser difíciles de soportar a un tercero, aunque fuere Ministro: sus risitas, diría de conejo (pero no lo digo)  en tono  de suficiencia y su inoportunidad como político, dicho sea con todos los respetos.
    Son muchos los que no comprenden ni  perdonan, que el Sr. Ministro  cargara en la cuenta de las citadas clases una desmesurada  subida de impuestos - sobre la Renta e  IVA- haciéndola coincidir -o poco menos- con una amnistía fiscal dictada en beneficio de los más ilustres defraudadores del Reino;   y si no que se lo pregunten al inefable Sr. Bárcenas.
    A quienes pensamos que la política ha de ir por delante de la economía, nos da la sensación de que en la gobernación del País no hay políticos,  o que las ultimas camadas -salvo contadas  excepciones- proceden del frente de juventudes de cada partido, sin otro mérito que la  pegada de carteles electorales y la asistencia a magnas y coloristas concentraciones para hacer masa y tener entusiasmados a sus jefes.
   Dicho lo cual se comprende que  los  no políticos - aunque sean economistas,  además de sangrar a lo más incautos patriotas,  han hecho los ajustes,  recortes, o sangrías de dinero, no en las carnes superfluas  -que se dan a raudales en la Administración vigente-, sino  donde más duele; véase por ejemplo, como han castigado al sector de la investigación, cuando todo político sabe que es la única vía posible para ir en vanguardia con tecnología punta y  ganarse los mercados.
   ¿Qué hay economistas que lo ven así y  no habrían hecho estos recortes? Lo creo, porque esto lo ve un niño. Pero estoy hablando de titulados con suficiencia,  improvisadores y con ganas de acertar por vías cerradas a la crítica. Algo  que  todo político, aun sin títulos pero con instinto,  no lo olvida ni a la hora de la siesta.

domingo, 20 de abril de 2014

MÁS ALLÁ DE SU NARIZ.

    Los que sufrimos los años de censura, sabemos de sobra que cualquier circunstancia perversa, adulterante del estado de libertad, sigue siendo un pecado leve si se compara con el  cierre  amurallado de la opinión única y demás impuesta.
    Dicho lo cual, no andaban equivocados quienes afirmaban que no hay agentes más dañinos  de la libertad, que los liberticidas.
    Sigo al día los debates de las TV más importantes de España y conozco, a fuerza de escucharlos, los resortes efectistas y falsarios que utilizan los que se dedican a noticiar y a comentar las novedades políticas de cada día. Como siempre hay excepciones que se cuentan con los dedos de una mano o poco más. En general tanto unos como otros, hasta los moderadores de las tertulias que lo consienten, son copartícipes  en la tarea de sacudir la estera del  adversario político a palo limpio. ¡Y a eso lo llaman libertad de expresión!
    España -gobernantes y gobernados- está necesitada de una crítica serena,  constructiva  y educada. La embestida brutal entre dialogantes es el camino que sólo conduce al derrumbadero. No vale esa estupidez "yo respeto su opinión pero no la comparto". Lo auténtico sería decir "su persona se merece todos mis respetos y cuente con ellos,  pero su opinión me parece equivocada y la voy a rebatir", con idea de contradecir con argumentos razonables lo que otros dicen.
   A fuerza de combatir al adversario político  metiendo a buenos y malos en el  mismo saco y llenándolos de estiércol, sin separar en cada partido a los unos de los otros, hemos conseguido que la pringue nos desborde y al final alcance a todos. Ante la opinión internacional España es un país tercermundista, uno más de la camada de los "pigs".
   Alguien ha de abrir los ojos a tantos españoles  que,  desde las tribunas de la opinión,  parecen no ver más allá  de su nariz.

sábado, 19 de abril de 2014

LA DESCONFIANZA DEL PUEBLO.


     España está necesitada de inversores capaces de activar la economía productiva. Una economía preparada para  salir y triunfar en el  mercado globalizado,  para suscitar el interés de las gentes de todo el Mundo y para ganarse una sólida clientela.
    Salvo contadas y meritorias excepciones el capital español no entra al juego. No sabe,  ni quiere aprender, no intenta abrir brecha en esa competencia mundial que,  al parecer, ofrece ciertas oportunidades para quienes estén preparados para esta lucha.
     España está llena de analfabetos funcionales. No quiero que se interprete este aserto erróneamente. Según el diccionario de la RAE, analfabeto funcional es el que aprendió a leer y escribir pero no  lo practica. Creo más bien, que analfabeto funcional es el que sabiendo leer y escribir no es capaz de interpretar rectamente su lectura.
     Este analfabetismo funcional es causa de que, sin leer la letra pequeña, -por pereza e incapacidad de entenderla, (que viene a ser otro cantar)- haya un gran número de españoles que firman su perdición creyendo de buena fe que están haciendo  todo lo contrario.
    Al final, se impone la desconfianza como sistema,  cosa que no está mal dados los tiempos que corren y la poca preparación del personal . Pero los resultados finales, para cualquier colectividad, no pueden compararse  con los que se alcanzan por pueblos estudiosos y bien preparados.
    El español medio desconfía  de todo y de todos. Desconfía de los jueces, y tiende a no denunciar; desconfía de los gobiernos y tiende a evadir impuestos; desconfía de los políticos y tiene  a no votarlos; desconfía de los curas y tiende a vaciar las iglesias. Por desconfiar, hasta ha condenado a muchas ONG. Ellas sabrán el porqué.
    Volviendo a los orígenes: España no saldrá de la crisis si una mayoría de  españoles no se prepara para competir en los mercados globalizados. Es ahí donde se juega el futuro. Lo siento. A mi me pilla muy mayor.

viernes, 18 de abril de 2014

DEMOCRACIA A MEDIAS..

     En los países democráticos verdaderos, es donde mejor se aborda la solución de sus problemas. En los países donde la democracia funciona a medias, los mismos problemas se arreglan tarde o no se arreglan.
     En Suiza se ha sometido a referéndum un conjunto de normas limitativas de las corrientes migratorias. Han votado en favor la mayoría y, en consecuencia, se cerrarán las fronteras a nuevos emigrantes, incluso a los procedentes  de  países europeos. Han llegado a tomar la decisión sin grandes polémicas.
    En España, el solo hecho de plantearse esta consulta levantaría ampollas y las críticas, de los siempre  generosos con el dinero de todos,  se prodigarían a diestro y siniestro.
   Desde luego,  hay que atender  cada día el gran universo de los países pobres, de donde sale la mayoría  de la emigración. Pero hay que hacerlo en el punto de origen. Esto ha de entrar en la cabeza de los gobernantes, primero, y del pueblo llano después. Y no es problema de una nación, sino de organismos que ya existen, como las Naciones Unidas. Allí es donde han, o hemos, de presionar en favor de una equitativa solución del problema.
   Es lamentable que en nuestro país  -también en otros es cierto- impere la costumbre de culpar de toda desgracia al adversario político.  No hagamos diferencias; son todos iguales: los rojos que los azules. Hasta han creado una técnica especial en sus discursos  para cargar cualquier daño sobre el contrario. Así se forjó el "nunca más".
   Lo racional  sería - como hacían en  mi pueblo cuando se producía un incendio- reunirse todos para coordinar esfuerzos en su afán de sofocarlo. Pero de eso, lo demócratas españoles -que presumen además de serlo- no tienen la  menor idea.
   ¡Y así nos va!


jueves, 17 de abril de 2014

NOVENTA Y PICO PARAISOS FISCALES

    Es público que la OCDE asumió la queja referida a la existencia de paraísos fiscales por el daño que causaban en las finanzas de algunos países. Es cierto que muy lentamente  se tomaron por este organismo  algunas medidas correctoras que con aparente dolor se aceptaron por las autoridades paradisiacas. ¡Pura cosmética! Ahora, estos paraísos se llaman "centros financieros off-shore".
    La cosa  ha seguido más o menos igual y, además, han aumentado las demarcaciones dadas a la práctica de mantener una  baja tributación para aquellos -sociedades o particulares- que se animen a poner su confianza y a depositar sus dineros en tales paraísos.
   En la Península Ibérica aparecen dos: Gibraltar y Andorra.
   Como puede suponerse y a pesar de los pesares esto que decimos -y que puede comprobarse consultando la página correspondientes de INTERNET - no sucede por azar y las autoridades del ramo -en nuestro caso de España- lo saben a ciencia cierta.
    Lo que resulta paradójico, a la par que perjudicial para todos los que constituyen las clases medias y bajas  que cotizan puntualmente -y en especial los que no pueden burlar al fisco que mantiene bajo control todos sus ingresos por ser asalariados y que además pagan el impuesto principal  mes a mes, con adelanto sobre otros contribuyentes- es que todo ese tinglado se mantenga en pie sin la protesta pública y  multitudinaria que se merece.
   Como también es sabido, la gran mayoría de las empresas que en la Bolsa española  sirven para fijar el índice medio de las cotizaciones diarias, miren por donde, resultan ser clientes -por vía directa o indirecta- de algunos de estos paraísos fiscales.
    Y mientras, la España que gobierna  hace como que no se entera ante la que padece y sufre; ni se altera siquiera ante  los que mas directamente soportan el desaguisado fiscal que les rodea,   como son los habitantes de la zona deprimida que rodea Gibraltar.

miércoles, 16 de abril de 2014

PARAISOS FISCALES.


    Entre mis desasosegadas lecturas de años ha, recuerdo un pasaje protagonizado (según la narración que cayó en mis manos; ¡vayan a saber si fue verdad!), por la última esposa de Fernando VII, Doña María Cristina de  Borbón Dos Sicilias siendo ya viuda,  aun cuando había contraído matrimonio secreto con el hijo de la estanquera de Tarancón.
   Doña María Cristina, como  todo mortal que pone precio a las cosas, necesitaba dinero y se las ingeniaba para meterse en  negocios  variopintos, con tal de sacar algún fruto a la inversión. Así que, en el dilatado y extenso sur de España montó un chiringuito, en colaboración con un señorito andaluz, para introducir  tabaco de contrabando en nuestro país, con la particularidad de que, así como el matute gibraltareño era perseguido, el que llevaba la marca  cristina gozaba de impunidad.
   El asunto duró  lo que duró, pero no fueron las autoridades españolas las que desmontaron el chiringuito; fueron lo gibraltareños los que, mediante el pago de una fuerte suma,  "convencieron" a Doña María Cristina para que echara el cierre al negociete, muy rentable por cierto.
   Y yo me digo: el paraíso fiscal de Gibraltar no existiría si las autoridades del Reino Unido estuvieran decididas a desmontarlo. Si no lo están, algún beneficio les dejará tal negocio. Algún  beneficio y gordo, mientras los españoles se conforman con cuatro peces que trabajosamente sacan de la  mar una corta partida de sufridos mareantes.
   España, lo que podría hacer, aprovechando cualquier peñasco improductivo mirando a la  mar salada mediterránea,  era mantener  su propio paraíso fiscal valiéndose de una sociedad cualquiera, a la cual la nación soberana ibérica otorgaría los mismos fueros que la británica  tiene concedidos a la Roca. Con una particularidad: que a las sociedades que depositaran sus euros en el territorio presidido por la bicolor, izada en lo más alto del peñasco, tendrían  impunidad, mientras, a las inclinadas por irse con los llanitos, les daría caña.
   Moraleja: los españoles somos dados a montar y defender  mil leyendas  con base en derechos históricos,  que nos cuestan un ojo de la cara;  y dejamos que,  bajo cualquier bandera, sean otros los que se alcen en el territorio hispano con el santo y la limosna y nos dejan haciendo el ridículo,  en pelota picada y con el culo al aire.

martes, 15 de abril de 2014

DUROS EMPEÑOS.


    Hay dos clases de empeños: el que se relaciona con la obligación de pagar una deuda y el que se refiere al ahínco y constancia puestos para conseguir un objetivo.
    Es indudable que España es una nación empeñada, es decir que ha contraído una deuda que bordea el riesgo de caer en el pozo. Y también es cierto que  en España, no se ha tomado conciencia de la  importancia que tiene asumir el empeño de salir airosos de esta situación que nos tiene atenazados.
   Se ha cargado el peso de la crisis sobre la burbuja del ladrillo, pero no se ha tenido en cuenta el proceso globalizador que en la última década ha causado estragos y ha herido de muerte a gran numero de empresas españolas que terminaron por desaparecer. Y nos ha dejado de herencia un paro irreparable bajo las coordenadas que actualmente reflejan este tipo de realidades.
   Al fin España tiene más gastos que ingresos y la deuda crece, año tras año que pasa. Los españoles no están avisados de que esta deuda la hemos de pagar entre todos, bien la actual generación o nuestros hijos y nietos si es que no hay otro remedio.
    Por esa razón resulta asombroso que nuestros políticos y personajes con poder de
decisión, estén perdiendo el tiempo y el dinero en elucubraciones de futuro, que no hacen otra cosa que generar desconfianza y retrasar la toma de  medidas eficaces para  remediar tantas desgracias como las que han llovido sobre nuestro tierra.
    España es un país importador de energía, un bien escaso de alto precio que nos vemos precisados a importar si queremos pintar algo en el club de naciones adelantadas. Si no se resuelve este problema, difícilmente podrán los españoles competir en el mercado globalizado en el que habrá que  luchar.
    Este año nos han dado un aviso sobre  los crecientes precios de la energía eléctrica. ¿Hay acaso indicios  de que catalanes y vascos, gallegos y andaluces, castellanos y aragoneses, etc. etc.,   estén siquiera preocupados por esta contingencia?
   Si se pusiera  el mismo empeño en  la solución de este problema energético que en otras banalidades todos saldríamos beneficiados. Pero  nos vamos a empeñar por meternos en aventuras étnico-culturales con repercusiones negativas más propias del siglo XIX y parte del XX,  que tantos quebraderos de cabeza acarreó para todos los residentes en este trozo de la península Ibérica llamado España.

lunes, 14 de abril de 2014

ESCUELA Y DESPENSA.

   Tomo el título prestado del gran tribuno del siglo XIX, luchador pro causas justas, el aragonés  Don Joaquín Costa y Martínez. Ahora como nunca vienen a cuento sus deseos de redimir a un pueblo que, a lo largo de su historia,  sufrió más de la cuenta inmerecidamente.
   No pueden -o no deben- nuestros políticos actuales manosear las promesas de libertad e igualdad ciudadanas, mientras una gran parte del pueblo pasa hambre y otra inmensa mayoría de españoles sigue encuadrada en el pelotón de los torpes -según se deduce de los informes PISA- dentro de los países de OCDE.
   La libertad y la igualdad siempre estarán más cerca  del dotado con amplios saberes. que de aquellos sumidos en una ignorancia supina. Y sin embargo, a nuestros demócratas se les llena la boca de satisfacción celebrando el triunfo de ambas aspiraciones, cuando  una gran parte del pueblo sufre y a otra no le llega para comer caliente, casi siempre porque les falta una adecuada y útil  dotación de conocimientos atemperados a la demanda de nuestros tiempos.
   Se me dirá que hay médicos, ingenieros, abogados, etc. en paro, y no es precisamente gente sin conocimientos, Cierto. Pero,  acaso por culpa de  políticos doctrinarios, siguieron una trayectoria equivocada.. Por  citar un caso, a los niños españoles se les enseñan lenguas regionales como si  por ahí les llegara la solución del mañana,  cuando  cultivando el inglés y el alemán  y dominando ambos idiomas a la perfección, las probabilidades de alcanzar un futuro laboral decoroso lo tendrían  al alcance de su mano.
   La política, para resolver problemas, debe ir por delante de la intendencia,  y en España y sus comunidades autónomas sus políticos no han aprendido esta lección.

domingo, 13 de abril de 2014

IMPERATIVO GLOBAL.

    Este concepto,  globalización, aparece con frecuencia para esclarecer ciertos aspectos que nos ofrece  la vida actual que, de otra forma, seguirían en el limbo de los niños. Por ejemplo la globalización, nos  dice, que las clases medias y bajas, ancladas en hábitos heredados, van a ver reducido su nivel  económico en beneficio de otros sectores sociales.
    Les confieso que no  veo la relación causa efecto, pero nadie negará que nuestra prolongada crisis la están pagando las mencionadas clases sociales y, si esto fuera verdad,  no hemos hecho más que iniciar el proceso: esto no se arregla en dos inviernos.
   Unos anuncian que, para prosperar,  hay que estar montado en la cresta de la ola globalizadora. Otros, con acento de sabiduría,  sugieren:  huye de toda tentación; frente a los que anuncian que la abundancia -valor añadido implícito  a la globalización- te da libertad, piensa que la sobriedad y renuncia a muchas necesidades ficticias, es la que de verdad te hará  libre.
   Un ejemplo de globalización nos lo dan el Real Madrid y F.C.Barcelona. Tienen hinchas en todo el mundo y su plantilla, muy bien  pagada, llenaría un  estadio allí donde fuere. La gran masa de aficionados que pagan su entrada para ver el juego de estos clubs   lo hacen muy a gusto, pese a tener la mayor parte  de ellos sus ingresos congelados.
   Me informa  "Wikipedia"  que  la globalización "es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a escala planetaria que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan ese carácter global".
   Para mí que España, empezando por sus políticos, se ha quedado atrás, es decir que, desde la escuela misma, no se han hecho esas transformaciones que demanda la globalización y, así,  estamos cantando de oído.
  ¡Venga a dar la matraca independentista inspirada en la forja de nuevas naciones .-inquietud  propia del siglo XIX- cuando lo que prima es unirse
en supranacionalidades que nos garanticen un puesto destacado en el futuro del planeta Tierra!
   Para esto hay que empezar desde la escuela, y la escuela en toda la superficie que hoy ocupa España, está  algo así como dormida, cuando no anestesiada a fuerza de impartir doctrina del sesgo que fuere y arrinconar la ciencia.   

sábado, 12 de abril de 2014

CAMINO SIN FUTURO.


    La carretera que cruza mi pueblo tiene historia. Nos conduce a Bilbao, una villa sin mayor importancia a  comienzos del XIX, de unos 12.000 habitantes, que subiría  como la espuma  para superar las 100.000 almas, con un nivel de vida superior al de muchas otras ciudades de España, al  iniciarse el XX.
    Vizcaya tenía fronteras mercantiles con los territorios que la rodeaban y en los límites provinciales existían aduanas para el cobro de derechos, con arreglo a su régimen foral.
    Después de la primera carlistada,  el general Espartero (en 1841) se cargó las aduanas forales y dio vida al transporte de toda suerte de mercancías ente Vizcaya y  el resto de España.
   Por otra parte -también por prescripción foral- Vizcaya no podía exportar hierro; esta limitación fue desactivada bajo la influencia de las teorías  favorables al libre comercio, también liberales.
    Bajo estas novedades, los propietarios de tierras ricas en mineral férrico empezaron a prosperar y parte de esta prosperidad llegaba a los pueblecillos mejor comunicados  con la  villa vizcaína. Luego, cuando se impuso  la implantación de los altos hornos y con ellos se dio  un nuevo empujón al sector siderúrgico, una respuesta socialista ante el mal trato que recibía el personal obrero, equilibró en parte la distribución de   la riqueza.
    El progreso económico social, por tanto,  vino de la mano de los emprendedores vizcaínos gracias a  un generalote  liberal que llegó al poder para suplir en la regencia  (Isabel II, futura reina era menor de edad) a Cristina de Borbón Dos Sicilias  y no dudó en poner la línea fronteriza de España en los límites del Estado; y gracias, también,  a  los líderes  socialistas que lucharon por dignificar la vida de la clase obrera.
    Al final,  la prosperidad en mayor o menor medida llegó en bien de todos, incluidos los muchos vascos,  entonces carlistas en gran  número,  partidarios de mantener  fronteras forales y otras  limitaciones comerciales. En beneficio, también, de las generaciones actuales,  hoy nacionalistas en gran número, partidarios de recrear esas fronteras gracias  al apoyo de muchos  hijos de españoles,  llegados a Vasconia con  distintas migraciones obreras y  de clases medias, más  o menos vasconizadas en la actualidad  desde la escuela. Todo lo contrario de lo que pedía  Don Sabino Arana Goiri, padre de todos los nacionalismos vascos, que reservaba el uso del euskera para los vascos de pura raza.
   Se oyen en la actualidad voces euskéricas, que reniegan de la globalización por el sencillo motivo de que este movimiento va en contra de las esencias de los pueblos que supieron  conservar los valores étnico-culturales de sus ancestros. Algo que también sucede en Cataluña,  según el grito  de muchos  catalanes muy nacionalistas (otros no  tanto), en defensa de las sanas tradiciones del país.
   Dejo el tema aquí para que cada uno explore por donde puede ir España en busca de la salida de una crisis atenazante, donde habrá que decidirse: bien por avanzar a compás del irreversible fenómeno de la globalización, o de languidecer sumidos en las teorías socio-económicas vigentes en el pasado siglo XX.

viernes, 11 de abril de 2014

LECCIONES DE DEMOCRACIA.

Durante las sesiones parlamentarias dedicadas últimamente en Madrid al secesionismo catalán, el Sr. Durán y Lleida en su intervención, -dirigiéndose a no sé quién que para el caso lo mismo da-, vino a decir: "No me va a dar usted lecciones de democracia".= Tengo una idea bastante clara sobre la configuración política del Estado de las Autonomías. Primero fue aprobada la Constitución. Bajo este paraguas y con prioridad convenida se forjaron las autonomías del País Vasco y de Cataluña en sendos Estatutos. Luego llegaron las demás.= Todos -las instituciones y cargos directivos provenientes de la Constitución y surgidos en virtud de ambos Estatutos-, están comprometidos por promesa o juramento a ser leales -con lealtad democrática- a esa Constitución, a los respectivos Estatutos, a las leyes que de ambos cuerpos legales dimanan y a mantenerse firmes en la defensa de los principios democráticos que suponen y proclaman. Es decir, a su obligación de cumplir y hacer cumplir las leyes.= El Sr. Durán y Lleida ha sido testigo del incumplimientos de leyes y de sentencias constitucionales imputables a significados directivos correligionarios suyos, a los cuales raramente, por no decir nunca, condenó siquiera de palabra. De hecho se identificó implícitamente, con quienes han faltado a un serio compromiso democrático en el que insisto: cumplir y hacer cumplir las leyes.= Nadie puede tirar la primera piedra; el Sr. Durán y Lleida, tampoco: aunque salga satisfecho de sí mismo a sostener por el micrófono que no puede recibir lecciones de democracia.= No se puede tirar la primera piedra y menos en un país como España, en el que aún cuenta y existe Cataluña, donde la democracia es todavía un sueño en vías de materializarse en palpable realidad.= En esto, Sr. Durán y Lleida, también tiene usted su cuota de responsabilidad.=

jueves, 10 de abril de 2014

UNA EMPRESA DISLOCADA.

Un industrial guipuzcoano, fabricante de pilas eléctricas, heredero de una empresa que fundaron sus padres con algún que otro socio antes de la guerra civil, decidió su traslado a Vitoria en los años desarrollistas, por las facilidades que se dieron para adquirir terrenos a precios ventajosos en zonas industriales; terrenos totalmente acondicionados a las demandas industriales del momento, sin olvidar las ventajas fiscales derivadas del Concierto Económico de Álava con el Estado español. La empresa prosperó y dio pie para la creación de otras y, entre todas, dieron colocación a miles de personas. El industrial aludido, enamorado del País Vasco, un patriota generoso y entregado a su causa, ayudó en cuanto pudo a sus correligionarios y, todos juntos, no sin razón, soñaron con una Euskadi Libre. Nunca la exaltación nacionalista vasca alcanzó cumbres y poder como los logrados a fines del siglo XX y comienzos del XXI. Pero dos sucesos, de dimensión muy apreciable, vinieron a complicar las cosas. Uno el ingreso de España, como miembro de pleno derecho, en la Unión Europea. Otro, el arraigo de un fenómeno económico social conocido como la globalización. Empecemos por el último: la globalización. La rapidez de las comunicaciones y otros inventos (el de la electrónica entre ellos), hizo que el comercio mundial se generalizase y que un mismo producto se pudiese fabricar y vender en otros países, tres, cuatro, o cinco veces más barato. Esto sucedió con las pilas eléctricas. Llegaban de China a España con tanta diferencia de precio, que se hacía imposible la competencia. El industrial vasco tuvo que ir desmontando sus empresas en España para fabricar sus pilas en la China. Se vio obligado no sólo a deslocalizar sus empresas, sino a dislocarlas. Algo así como sacarlas de su entorno natural; sacarlas de quicio. Hubo de despedir a centenares de trabajadores que no entendían las razones del cambio de un industrial tan vasco adicto. La otra referencia, la entrada de España en Europa, suponía un cambio de normas y de estilo que muchas personas no acertaban a comprender ni asimilar. El ingreso de un país en la Unión Europea, conducía y conduce a un supra-nacionalismo. Esto equivalía a decir que en los asuntos más importantes y graves de un país, ya no mandarían las autoridades nacionales; tendríamos que acatar las normas emanadas de las autoridades de la Unión. Europa no iba a terminar con las patrias, sino con muchos poderes de las naciones. Se iban a respetar y exaltar los derechos individuales, pero no los colectivos. El supranacionalismo, -como pasó con las doctrinas que proclamaron la libertad e igualdad, tan mal vistas por los inmovilistas de los siglos XVIII y XIX-, acabará por imponerse. El industrial vasco es ya muy mayor para poder asimilar y aceptar, de buen grado, lo que ya está sucediendo. Pero los tiempos cambian. Las personas también.

miércoles, 9 de abril de 2014

VERÁN USTEDES.

Tengo la impresión de que los gobernantes de la Cataluña autónoma han dilapidado las oportunidades que les brinda su Estatuto. Gastaron con una liberalidad mal entendida y se vieron obligados a dar un par de vueltas a la presión tributaria para, al fin, terminar cargando de deudas al país catalán. En casos así, los políticos designados para la gobernanza del país suelen agarrarse a un clavo ardiendo y, con frecuencia, activan un problema secundario, que estaba latente, a fin de que el electorado fije allí su atención y olvide los errores de sus gobernantes, que van a repercutir en su vida diaria con intensidad imprevista. Por eso deduzco que el recalentamiento independentista viene propulsado por razones socio-económicas a la que lo catalanes son muy sensibles. El razonamiento divulgado para motivar a las buenas gentes, no puede ser más sencillo ni más eficaz: la culpa de todo es de España y los españoles; si fuéramos independientes no pasaríamos por este trance, porque los catalanes yendo solos, sabemos defendernos. Los egoísmos y errores de una no pequeña cuota de dirigentes pasan así al olvido. Si no se tiene en cuenta este factor, se puede hacer falsas deducciones.

martes, 8 de abril de 2014

MANÍACOS DEL ADOCTRINAMIENTO.

En ese pueblo pequeñito, del que tanto hablo y donde tantas cosas aprendí, teníamos un cura vigoroso y con buena voz que -imbuido de su misión- era capaz de adoctrinar y convertir a un hereje de tiempos de la Inquisición. Eran los años de la II República que, -a modo de oficio- arreaba estopa a todo lo que por su olor, fuera incienso, agua bendita o cera, aparecía como cosa de curas. Nuestro párroco, al prohibirse la enseñanza de religión en las escuelas, asumió la tarea de enseñar el catecismo a los niños en edad escolar. El buen hombre, en sus afanes doctrinarios, olvidaba los santos evangelios y nos daba unas sesiones anticomunistas que me sirvieron para conocer por su nombre a Lenin, a Troski, Stalin y otros líderes rojos; y también a la madre Rafols, una monja contemporánea de Napoleón, que vivió en Zaragoza a principios del siglo XIX, distinguida por no sé qué predicciones sobre la conversión de Rusia. Saco esto a colación a causa del debate en pro de la independencia de Cataluña, celebrado hoy en el Parlamento. Tras oírlo, deduzco que, como pasaba con el cura de mi pueblo, tanta doctrina "anti" resulta favorable al independentismo catalán y perjudicial a la integridad de España. Los constitucionalistas lo tenían fácil. Pero en vez de proponer un repertorio de medidas ventajosas para reconducir el voto en Cataluña, -coincidente con una bien planificada reforma socio-económica vinculada al resurgir de España en Europa, en la que se diera especial protagonismo a los catalanes-, les han echado una bronca, a cuenta de los desmanes de sus dirigentes políticos. ¡Y esperan unos buenos resultados electorales de los suyos en Cataluña! Como sucedía con el cura de mi pueblo, la manía de adoctrinar les pierde: los catalanes nacionalistas han crecido hoy en número después de esta orgía doctrinaria anti-independencia. -¿A cambio de todo haría más inversiones en Cataluña? -Y ¿por qué no, si fueran enfocadas a minimizar el conflicto separatista? Una Cataluña productiva es un bien para toda España.

MÁS SE PERDIÓ EN CUBA.

Con unos nueve años hube de plantear a mi madre un serio problema. Yo iba a la escuela nacional de aquel pequeño pueblo agrícola donde nací. Sus habitantes cargaban con una pobreza endémica que les daba para comer y poco más. Era corriente que los niños salieran a callejear con pantalones remendados, dos o tres chafallos y alguna culera, tan llamativos como para pregonar su carencia de medios económicos. Aquella diferencia, entre mis pantalones, enteros, y los suyos, con remiendos, sirvió de pretexto: "tú eres rico, así que juega con los ricos; con nosotros no tienes nada qué hacer".= Expuse a mi madre mi deseo de llevar pantalones remendados, sin dar más explicaciones. Le pareció un capricho tonto y no me hizo caso. Tuve que cabrearme y le amenacé poco menos que con una huelga de hambre, sistema que siendo más niño me llevó a conquistas para otros imposibles. Volví a la escuela y los compañeros de clase estimaron el cambio y me admitieron para jugar en su compañía.= Tenía otro problema: yo llevaba, para reponer fuerzas durante el recreo, un avío de dos onzas de chocolate y seis galletas. Me disponía a comer mi ración y me rodeaban los niños con ojos de sorpresa. "¿Quieres un poco?", invité al más cercano. Dijo sí con la mirada. Y le di un cachito de chocolate y una galleta. "¿Y a mí?", dijo un segundo; "¿Y a mí?"... Así hasta catorce pedigüeños. Yo les dije: "Conmigo, hay para doce". Con una navajita que me dejaron, partí el chocolate en doce trozos iguales y las seis galletas por la mitad. Y ¿todos conformes? ¡Ni hablar!= Una comisión de mayores -de trece y catorce años- me visitó pidiendo parte en el festín. "No puedo dar más; es todo lo que tengo", dije. "Pues tú verás como lo repartes" dijeron, "pero si a nosotros no nos toca, habrá leña". Recurrí a mis socios y me dieron ánimos: "Si quieren leña, la tendrán".= Ya en casa hice esa reflexión: "No pelean por mí, sino por su trozo de chocolate". Les dije a los niños: "Yo no peleo". Entonces conté lo que sucedía a mi padre y sin decir nada, me sacó de la escuela y me mandó a un colegio de la ciudad.= De mayor hice otra reflexión: cuando se anuncian circunstancias adversas y cambios sociales, los ricos emigran y los pobres se quedan con las dos onzas de chocolate y las seis galletas. Como en mi caso, otros no pelearon por lo suyo ni pudieron escapar a tiempo. Y se quedaron sin nada.= Como sentenciaba un amigo, de no ponerte al lado de los nuevos mandamases y ser uno ellos, si barruntas la lucha, contrata a tiempo un capitoné para salvar los muebles y huye a pantalón quitado.= ¡Más se perdió en Cuba! Y en Cuba lo listos se fueron a Miami. Yo no predico la fuga. Tan sólo constato los hechos.=

lunes, 7 de abril de 2014

UN VIEJO PROBLEMA

Los nacionalistas catalanes tienen un problema que, en el fondo, a juzgar por los síntomas, es común a todos los nacionalismos; por supuesto también al nacionalismo español. El problema se resume en esta frase: somos los mejores y por tanto nos merecemos todo. Si no lo conseguimos es por una razón poderosa: los españoles -dicen los nacionalistas catalanes- no nos comprenden, están contra nosotros y esto es una injusticia que no se puede tolerar. De ahí al abuso de poder solo hay un paso. La única solución, ante el fracaso de todo otro intento, es darse de baja de ese club llamado España para fundar uno propio llamado Catalunya.= El caso es que estos nacionalistas perciben que una separación traumática sería mal interpretada por una inmensa mayoría de españoles, y sospechan, huelen que algo así no les conviene. Una sensación de desprecio, abona esas motivaciones separatistas. No es que el español odie a quien lo desprecia: más bien lo aborrece.= Aborrecer es sentir aversión, y la aversión supone rechazo: una forma de pedirle al prójimo que no moleste siquiera con su presencia no deseada. Esta conducta suele ser propia de muchos españoles respecto, por ejemplo, a portugueses y franceses. Desde hace siglos, salvo contadas excepciones, no hacen buenas migas unos y otros. La culpa no es de nadie, pasa entre pueblos vecinos; pero el español reacciona con algo que heredó de sus mayores y que lleva impreso en el alma: nadie es más que nadie, y yo no soy un don nadie.= Los catalanes separatistas han tropezado con un gallego en la Presidencia del Gobierno. Creo que ha sido una suerte para todos. Al gallego nos lo hemos encontrado en la escalera: no sabemos si sube o baja y esto nos tiene desconcertados; también a los catalanes. Pero no se ha perdido el sosiego. La cosa va sin ira.= Entre nosotros: el disparate se consumará a pesar de todo, y todos saldremos perdiendo. Somos españoles, catalanes, vascos, castellanos, etc.., pero en el fondo de sangre celtibérica. Para guerrear siempre encontramos con quién; para amar, nunca preguntamos con quién. Por eso en España, no hay pueblo ni casta que no este mestizada. ¿No es ridículo que estemos toda la vida queriendo romper el molde?

domingo, 6 de abril de 2014

LA MONJITA Y LOS MILAGROS.

Ayer (05-04-14) vi y escuché -es decir-, presté suma atención a una monjita católica llamada Sor Lucía, de nacionalidad argentina, fácil verbo y apasionada expresión, que arrancó aplausos vibrantes del escenario que para el público monta la Sexta de TV, todos los sábados sobre la diez de la noche, para que un grupo de contertulios nos adoctrine sobre sus creencias normalmente políticas.= Sor Lucía vino, vio y convenció a juzgar por la respuesta cálida del público calentado con sus intervenciones. Confieso humildemente que me dejó atontolinado. Su seguridad en la exposición verbal, era definitiva. Está monjita -me dije- está en posesión de la verdad y es una mensajera del cielo para resolver los problemas que nos agobian. Más o menos, los gobiernos, responsables de todas las maldades, deberían cambiar su política, abrir la mano, ser generosos, suprimir vallas, favorecer al débil, atender al enfermo, cuidar del pobre, ayudar al desvalido, acoger al emigrante... Y luego le echó un par de ovarios para descalificar nada menos que al prelado Sr. Rouco Varela, como no lo haría ni el mas desaforado político de Izquierda Unida.= Un tema tan fuerte, tan interesante, tan crudo, pudo ser tratado por los tertulianos que acto seguido entraron en juego. Se pusieron a divertirnos con la chorradita -eco de sociedad o poco menos- de Doña Esperanza y los guardias a cuenta de un estacionamiento insólito que en cualquier nación se resuelve con una multa sin mas comentarios, ¡con la que está que cayendo!= Confieso que me fui a la cama. No pude dormir y vino el diablo a tentarme... "¿Has vito a la monjita? Tiene razón. Hay que repartir la riqueza sin que nos duelan prendas. Hay que fundir patenas y copones, descolgar muestras de arte valiosísimo, apartar reliquias históricas y ropajes litúrgicos, vender iglesias y conventos, hacer almoneda con todos los bienes de la Iglesia para dárselo a los pobres, enfermos, desvalidos, etc..= Hoy domingo, todavía no me aclaro. ¿Qué es mejor? ¿Dar un pez a un pobre o una caña y enseñarle a pescarlo?. Sor Lucía pide el milagro de los panes y los peces. Pero para eso nos hace falta un enviado del cielo. Y los tiempos no están para esas florituras. ¡No clamemos al Supremo Hacedor! No sea que nos mande el castigo que envió a Sodoma y Gomorra.= Fácil verbo, Sor Lucía, pero no nos ponga a estas alturas a asar la manteca.

sábado, 5 de abril de 2014

ASI ESTAMOS,

La crisis que padecemos es económica y afecta, sobre todo, a las familias y empresas más débiles. Por razones muy diversas, pero, en general y esencialmente, por la falta de una cultura financiera, la economía especulativa creció de forma espectacular como una burbuja; con el inconveniente de que un mínimo pinchazo provocaría su repentino desvanecimiento.= Los perdedores clamaron (y claman) al cielo para rehacer su situación, pero -salvo contados casos- es muy difícil que puedan reponer sus pérdidas.= La búsqueda de soluciones moviliza a los políticos y éstos, como en la antigua Roma, recurren a los augures (algo así como los economistas de nuestros días) para interpretar el futuro, aunque tan solo les mueve su perduración en el poder. Perduración sólo posible gracias al voto de los esperanzados electores, que mantienen su fe en algo para aminorar su desgracia.= Es indudable que los políticos son necesarios para gobernar a las naciones y que éstas prosperen. Los buenos políticos -con independencia de los programas de su partidos- suelen acertar. Lo malo es que los buenos políticos suelen estar muy repartidos entre distintas ideologías y los que efectivamente ejercen el poder no llegan a ser los mejores.= Si en España gobernasen los mejores -y me refiero tanto a los del poder central, como a los de las autonomías, ayuntamientos, etc.-, hace tiempo que los más fuertes se habrían unido para afrontar los graves problemas que nos acucian todos a una. Pero no se unen y si alguien confía en que por separado vamos a tener prontas y felices soluciones, ¡qué Dios nos ampare!= España sólo hay una. La fornicarán, seguro, pero no podemos ir a la otra.

viernes, 4 de abril de 2014

NO VOLVERÁ A SUCEDER.

Desconozco si en otros países se dan situaciones a la española. Aquí abundan en exceso los personajes prendados de sí mismos (me cachis que guapo y que listo soy)y los agentes de la autoridad víctimas del síndrome del uniforme.= En Madrid fueron a encontrarse en una zona céntrica Doña Esperanza Aguirre - una celebridad con su coche aparcado en zona prohibida -, y un piquete de agentes de la autoridad reunidos para restablecer el orden y, -según malas lenguas-, para darse el gustazo de ver como reaccionaba una ilustre dama pillada en fuera de juego. Sin entrar en pormenores, la señora, harta del recochineo montado en torno suyo, al ir a buscar la documentación en la guantera del coche, se puso al volante y, en un pis-pas arrancó, pisó el acelerador y se largo con aire fresco. El suceso saltó a las emisoras de radio y, a medio día en España no se hablaba de otra cosa que de doña Esperanza y los guardias. En general, para no equivocarse, los políticos han de ser prudentes y escrupulosos a la hora de cumplir con leyes y reglamentos, sobre todo en aquello que han de padecer las personas que forman la turbamulta. Por ejemplo, no aparcar o estacionar el coche en lugares prohibidos. Doña Esperanza no lo entendió así, y buenos son -no todos- los llamados a restablecer el orden en cosas de poca monta; porque, según es sabido, si el follón es de abrigo no están ni se les espera. Doña Esperanza mordió el anzuelo y con la locuacidad que le caracteriza admitió el diálogo. Los educados a través del cine americano saben que, en estos casos, al ser retenido el supuesto culpable, hay que decir: "yo solo hablo en presencia de mi abogado". Con lo cual uno se da importancia (cosa que gusta a casi todos, y pienso que también a doña Esperanza) y los otros se tienen que aguantar y despedirse hasta otra. Se ha equivocado usted, Doña Esperanza. Quedaría muy bien si, tal y como hizo S.M. repitiera contrita: No volverá a suceder.

jueves, 3 de abril de 2014

IMPAGOS PÚBLICOS.

Acabo de ver y escuchar por T.V. cómo una madre de familia, víctima de la crisis económico-social que nos agobia, no podía alquilar una vivienda para cobijarse con sus hijos, porque los propietarios no querían arriesgarse a no cobrar el alquiler. El noventa por ciento de este gasto corría a cargo del Ayuntamiento de Cádiz. En suma, los dueños de las viviendas no se fían de la Corporación municipal gaditana. Por algo será. ¡Ya es triste!.= Días pasados, una opositora a un puesto de trabajo oficial, saltaba de alegría y al mismo tiempo manifestaba; : "¡Tengo mi puesto de trabajo asegurado para toda la vida!" Yo no cantaría victoria ya que los organismos oficiales también quiebran y, cuando no hay dinero, las consecuencias repercuten sobre los más débiles.= Las gentes han asumido la idea de que por la gracia de Dios o algo así, los entes oficiales pueden con todo. Y que naturalmente, si no llegan, si no satisfacen las necesidades básicas de los administrados, es porque los políticos son unos corruptos sinvergüenzas irremediables.= Desde luego la corrupción existe e incluso se ejerce con cinismo; es algo así como rizar el rizo. Pero en parte, también tiene su culpa el contribuyente: éste con su papeleta de voto, tiene la facultad de elegir y, si no acierta o no quiere acertar, todos pagaremos los dislates que ponen en peligro la solvencia de los entes oficiales. No tenemos el porvenir político asegurado. Los que no están en el poder, denuncian las carencias y tratan de hacer ver que, mandando ellos, las desgracias que padecemos desparecerían por ensalmo; es decir con gran rapidez y por procedimientos desconocidos. Y esto no es así. Con tirios o troyanos en el poder, una crisis tan arraigada como la nuestra, además de un buen gobierno, necesita tiempo. Y fuere quien fuere el gobernante, si pretende hacer las cosas bien, nos hará ver que el papá Estado no puede con todo. Se comprende que a la mayoría no le gusten este tipo de consideraciones, pero como decía aquel abuelete de mi pueblo, "la "pela" es la "pela" y con las "pelas" no se juega".

miércoles, 2 de abril de 2014

EL SEGURO INSEGURO.

En ese pequeño pueblo que conocí de niño, del que tantas enseñanzas prácticas he recibido, vivían unos treinta labradores poseedores, cada uno, de su correspondiente pareja de bueyes. En primavera -tal que por estas fechas- se reunían en una campa para clasificar el ganado y concertar su seguro; formaban una especie de mutualidad y era exigencia obligada acordar el valor de cada pareja bovina y el riesgo que corría de quedar inservible algún buey como consecuencia de cualquier accidente inesperado.= La comisión clasificadora examinaba la edad de los bueyes, su estado físico y los riesgos de causar baja provisional o definitiva para, en consecuencia, indemnizar, al labrador contratante de la póliza mutual, en justa proporción al perjuicio sobrevenido.= Henos aquí, ante un grupo de labradores organizados bajo una mutualidad de seguros propia, que lo primero que hace es valorar el riesgo de perder el bien asegurado,(los bueyes) para deducir la cuota justa, equitativa y razonable a pagar por cada uno.= Pues bien: lo que hacían esos labradores, no lo hacen -y si lo hacen no lo publican- los que estudian las cotizaciones que hemos de pagar por las prestaciones que nos hace el seguro de enfermedad (tal vez tenga otro nombre, pero lo llamo así para entendernos).= Para empezar, de ese seguro se valen y aprovechan muchos enfermos que no cotizan, bajo el supuesto de que es el Estado el que corre con los gastos. Lo cual -eso de que el Estado paga-, es un engaño, ya que el Estado somos todos y por tanto, de una forma u otra, pagan los de siempre. Para jugar limpio, el seguro (como hacían los mutualistas del pueblo de marras) tendrían que pagarlo todos los que de él se benefician, y para ser más justos, en proporción a los riesgos que corren. Lo que nos llevaría a plantearnos un problema: ¿Cómo y a cargo de quién deben ser atendidos los arribistas que llegan a beneficiarse del seguro de enfermedad sin haber aportado cuota alguna? Como para todo gasto hay un límite, habrá que saber dónde está ese límite. Y si el pago del exceso corriera a cargo del Estado español, denunciar el engaño; porque, en ese caso, ya se sabe: nos fríen a impuestos o nos bajan los salarios.= Y si ese Estado no paga, o alguien no lo hace en su lugar, llegará un día en que todo se irá al garete, es decir al carajo. Esto lo sabían muy bien los mutualistas de la boyada.=

martes, 1 de abril de 2014

LOS TIRANOS SE HACEN

La población de internos era fiel reflejo de la sociedad que, por vivir puertas afuera del asilo, se tenía por normal. Eran dos dictaduras separadas la una de la otra pero al fin y al cabo sometidas a mandatos imperativos, tiránicos, insensibles. Y no era lo malo padecer al dictador amo, sino que siguiendo la línea jerárquica surgían dictadorzuelos detrás de cada ventanilla, o allí donde hubiere seres humanos condicionados por un superior, o tras las cercas de cualquier cuartel, convento, hospital, asilo, cárcel… Los émulos del amo originaban comportamientos donde la personalidad de los sometidos quedaba por principio anulada. Se sabía que el amo de turno, de profesión vigilante de enfermos mentales en el asilo, guardaba una verga en el cuarto de la limpieza, pendiente de una escarpia detrás de la puerta. Se la tenía jurada a Don Paco. Por eso largó el zurriagazo dirigido a su espalda pero, al no atinar con la correa, le alcanzó el cuello y parte de la oreja. Una marca, roja al principio, cianótica luego, delataba el rigor del látigo. La víctima cayó rendida sobre sus rodillas en lastimero estado, la cabellera revuelta, los dedos de las manos crispados, la amargura reflejada en sus ojos. ("Ojo de peregrino". Autor: Pedro Morales Moya. Email: tumecillo@gmail.com