lunes, 31 de marzo de 2014

NEFASTA SIMBIOSIS.

Era un viejo maestro jubilado en los años del hambre. Tieso, magro y discursivo, clavaba con un diagnóstico sentencioso el juicio que le merecía una cosa, una situación, un sector de la sociedad... En cierta ocasión lo llevaron a una sala de bingo llena de panolis creyentes en soluciones milagrosas para problemas complejos. Don Atilano, el viejo maestro, se paró al entrar, quedó perplejo y sentenció: "aquí hay mucho ratón y poco queso". Dio media vuelta y se largó sin mirar para atrás.= Un amigo, le interpeló. -"Por qué dices eso?". "Muy sencillo", contestó: "En todo ser humano se advierten dos comportamientos irracionales: en ocasiones actúa como depredador, y muchas más como pastueño".= El amigo se vio desbordado. Y Don Atilano le advirtió: "no estoy para explicaciones. Al fin, también tú desciendes del homo sapiens".= Otro día indagó: "¿Cómo clasificarían a los seres humanos que viven en, o con, o de la política?". Sus interlocutores no supieron contestarle. Y Don Atilano aclaró sólo un punto: "viven de la política aquellos que, carentes de ideales, ponen todo su afán, como segundones cercanos al político que triunfa, en atontolinarlo por los procedimientos de siempre para sacar partido de esa circunstancia".= "Es un caso -dijo también- de simbiosis, aunque nefasto" Para don Atilano, estaban por contarse los españoles que viven de la política. Esto explicaría por qué los recortes no han llegado a los cargos de confianza. "No siempre, pero ahí anidan los depredadores que, como los caimanes, esperan la presa escondidos en el barro de la política más turbia", remató su discurso el buen Don Atilano.

domingo, 30 de marzo de 2014

EL ESTADO APRIETA..

Era un pueblo pequeño puesto al paso de una carretera de mucho tráfico. Esta circunstancia sirvió de pretexto para que se abrieran pequeños negocios que funcionaban sin grandes alegrías, pero con cierta prosperidad. El nivel medio de vida de este pueblo era aceptable, pese a la crisis económica mundial de aquel entonces que alentó la aparición de los fascismos y de otras dictaduras totalitarias, estas últimas de signo marxista. En aquel pueblo vivían unos quince matrimonios retirados con casa propia, que se apañaban bastante bien sin costar una gorda (¡aquellas monedas de cobre con valor facial de diez céntimos!)al Estado. Matrimonios que tenían su huerto, su corralito de gallinas ponedoras, su cochino bien cebado y sabían de chacinería y de cómo conservar alimentos, y más aún: si se terciaba hasta se valían del arriendo de habitaciones a los veraneantes para con esas perrillas no tocar sus ahorros, conseguidos, por cierto, gracias a que llevaron una vida ordenada, a la par que higiénica y saludable. Un vida totalmente alejada del espíritu consumista que hoy se predica como ineludible para salir de la crisis. Eran tiempos revueltos porque las injusticias sociales clamaban al cielo, y para colmo la guerra y la prolongada postguerra, tras no arreglar los desmanes de la paz, nos hicieron ver que cuando la tostada se nos cae al suelo siempre se da de bruces por el lado de la mantequilla. Todo el mundo tiene soluciones pero la capa no aparece y cada día un mayor número de economistas de tertulia nos hace ver nuestra ignorancia, ¡que vergüenza!, y que sin el papá Estado (¡vivan las empresas públicas!)no daremos un paso a derechas; ni a izquierdas. Sin darnos cuenta, vamos camino de fiarlo todo a la providencia estatal, como si fuera un dios.Terminaremos sosteniendo que el Estado aprieta pero no ahoga. El sueño de Montoro.

sábado, 29 de marzo de 2014

¿POR QUÉ AQUÍ NO?.

Le dieron la receta y salió zumbando en busca de la farmacia de guardia. Combatir la infección exigía acortar plazos. El encargo llevaba el sello de urgencia. No lo dudó: aparcó el coche el doble fila. Al salir con la misión cumplida, fue al automóvil para retornar a la casa del enfermo. Topó con un agente de la autoridad colocando la denuncia en el parabrisas. El "malhechor" se disculpó: "Tenía mucha prisa; se trata de un niño, gravemente enfermo". Y el guardia, cachazudo, le afeó su conducta: "el fin no justifica los medios". La sanción fue abonada en el acto para beneficiarse de un descuento por pronto pago. A los tres días una manifestación callejera, convocada bajo premisas pacifistas, pasó por delante de su tienda dedicada al ramo óptico: gafas, lentillas, prismáticos... Un grupo de encapuchados rompió las lunas y saqueó el establecimiento. Dos integrantes del grupo fueron detenidos e identificados. Los llevaron al tubo y al día siguiente el juez de turno los puso en libertad con cargos. Como eran insolventes, no hubo por donde penalizarlos. Los organizadores de la manifestación le dieron la razón al óptico, pero hubo de cargar con los daños. "Los mataría" -dijo-, pero se acordó del guardia: el fin no justifica los medios. ¿Qué leyes tenemos en esta España nuestra?. Hasta el momento un ciudadano con coche está mucho más penado por faltas menores, que cualquier maldito manifestante encapuchado, por causar daños graves a terceros. Por no mencionar el caso de los políticos que se van de rositas después de forrarse a lo caradura en pocos años. ¿No se podía inventar la forma de que paguen el doble de los daños causados los encapuchados y los político? En otros países funciona el sistema. ¿Por qué aquí no?

viernes, 28 de marzo de 2014

COMO NIÑOS

Al examinar la situación española, después de treinta y muchos años viviendo en democracia, se puede concluir que tanto los gobernantes como los gobernados, en aplastante mayoría, se comportan como niños; pero no lo son y por tanto tendrían que ser responsables de su proceder infantil.= Este comportamiento induce al Presidente de un Gobierno autonómico, como el de Cataluña, a proclamar la convocatoria, bajo tutela oficial, de un referéndum, para decidir si los catalanes tienen o no derecho a separarse de España y a formar un Estado independiente.= El primer representante del Estado español en Cataluña, el Sr.Mas, viene desde hace tiempo a ser el primer dinamitero de ese Estado llamado España, que le ha confiado, de acuerdo con la Constitución y bajo juramento o promesa, la guarda y custodia de este instrumento legal que defiende la integridad de la Patria.= Este proceder solo se le ocurre a un niño a sabiendas de que, dada su carencia de responsabilidad, no le va a pasar nada. En suma, sabe que los gobernantes de turno son como niños que se divierten y se lo pasan bien, jugando con los valores más significativos, porque aquí no pasa nada.= No se sabe si esto que está sucediendo es o no un delito; en otros países el solo anuncio de una consulta de este signo, constituiría un atentado contra la integridad patria; una vulneración del juramento o promesa que debió formalizarse al tomar posesión de un cargo como el de Presidente de una Comunidad Autónoma. El tal Presidente habría tenido que rendir cuentas por su atrevimiento.= Pero esto es España. Somos como niños y los niños ¡ya se sabe! a cambio de oir cuatro gritos quedan exentos de responsabiidad. Los platos rotos se pagan entre todos por el único pecado cometido: votar como idiotas a niños que nos arruinan.

jueves, 27 de marzo de 2014

TIEMPOS DE CAMBIO

A mis diez años, con muy elementales datos sobre el significado de algunas banderas políticas, conocí y reconocí la grata sensación que la "ikurriña", enseña del Partido Nacionalista Vasco, generaba entre los niños de mi edad. Me hice amigo de unos escolres bilbainos, veraneantes en mi pueblo natal, cuyo padre, maestro de primera enseñanza, resultó ser un militante destacado de ese partido.= El maestro organizaba excursiones veraniegas con la participación de sus hijos y otra muchachada entre la que me ví incluido. Todos nosotros aprendimos diversas canciones, entre las que el maestro colaba algunas de marcado carácter nacionalista vasco.= Durante los siguientes años, continuó la amistad con el grupo bilbaino, pero a medida que madurábamos y los partidos de toda codición politica radicalizaban sus actitudes (eran los años de la II República), alcancé a enterarme de que mis padres no eran nacionalistas y -claro está- a fuerza de preguntas comprendí las razones aducidas en mi familia para sentirse españoles; sin mas, me identifiqué con la forma de pensar de mis mayores.= En aquellas jornadas veraniegas comprendí que el afán de todo nacionalista era, y es, alcanzar la independencia de su territorio, es decir del habitado mayoritariamente por vascos, en razón al hecho diferencial que lo distinguía de otros pueblos. Cualquier conquista autonómica sería admitida como provisional -un pago a cuenta-, sin que esto significara conformidad con el avance que pudiera suponer una concesión autonómica.= Por si alguno dudara de esta interpretación, le invito a leer la disposición adicional recogida y aprobada en el Esatuto Vasco que reza: "La aceptación del régimen de autonomía que se establece en el presente Estatuto no implica renuncia del Pueblo Vasco a los derechos que como tal le hubieran podido corresponder en virtud de su historia, que podrán ser actualizados de acuerdo con lo que establezca el ordenamiento jurídico". Ahora, como siempre, la única forma de arreglar con carácter definitivo las diferencias existentes entre los nacionalistas vascos y catalanes, frente a una mayoría de españoles, es mediante la concesión de la independencia a cada uno de estos territorios, para dar pie al nacimiento de dos nuevas naciones: Catalunya y Euskadi.= Todo lo que no sea la independencia total es pan para hoy y hambre para mañana. Los partidarios que siempre surgen para que se abra un diálogo con los nacionalistas -en este caso catalanes- ya saben lo que se juegan en ese envite: todo contra nada. Sobre este supuesto: dando todo a cambio de nada, ya se sabe a quién le toca perder más. Pero el hecho cierto es que perderemos todos.

miércoles, 26 de marzo de 2014

SIEMPRE SON LOS MISMOS.

A veces, para entendernos, hemos de estar de acuerdo con el significado de las palabras. Y para esto nada como acudir al diccionario, leer y concretar.= Un ácrata es el partidario de la supresión de toda autoridad. Es indudable que en algunas manifestaciones públicas, reivindicativas o de protesta de las que se convocan en España, suelen participar camadas de ácratas que, conforme a su forma de pensar, atacan a todo aquello que simboliza o supone la existencia de autoridad, incluso por medios violentos.= Un demócrata es el partidario de la intervención del pueblo en los Gobiernos. El pueblo es soberano y elige a sus representantes, de los cuales -siguiendo una normas aceptadas por mayoría-, surgen los gobiernos.= En resumen, el ácrata niega toda autoridad mientras el demócrata -dentro de una legislación mayoritaria, como es la Constitución- admite y respeta a esa autoridad siempre ue nazca del pueblo.= ¿Dónde se fija la línea roja que no deben sobrepasar los Gobiernos en el ejercicio del poder? En la Constitución y leyes concordantes. ¿Y dónde está la línea roja que no pueden saltarse los manifestantes en sus reivindicaciones? En esa misma Constitución y leyes concordantes.= Las autoridades valiéndose de los medios que la ley admite y usándolos en dosis proporcionales según los casos, están obligados a cumplir y hacer cumplir las leyes. Los manifestantes por su parte también han de cumplir esas mismas normas legales. Ese comportamiento es el previsto y permitido a las autoridades democráticas y el exigido a los manifestantes para mantener el orden. Si unos u otros se desbordan, aparece el conflicto. En los análisis posteriores a los hechos incontrolados de algunas manifestaciones, surgen las diferencias.= Conclusión: en España se tolera, y hasta se justifica, por ciertos sectores políticos y medios de comunicación, la presencia de grupos que en las manifestaciones reivindicativas se enfrentan a los agentes de la autoridad, pese a que su condcuta sea propia de ácratas.= Mal asunto, sobre todo cuando algunos medios de opinión, más por conveniencias políticas que por ansias de justicia, siempre se muestran a favor de estos ácratas. Obsérvenlos a unos y a otros: siempre son los mismos.

martes, 25 de marzo de 2014

LOS POLITICOS Y LA VERDAD

Tras el fallecimiento de Adolfo Suárez Gonzalez, el hombre de la transición democrática en España, el periodismo patrio y la clase polìtica de la época sometida a interrogatorios evocadores, nos han ofrecido una historia de aquellos días en la que han olvidado un personaje ilustre: Torcuato Fernández Miranda.- ¿Quién era Torcuato Fernández Miranda?. Era en, aquel momento, el Presidente del Consejo del Reino y, a su vez, Presidente de las Cortes franquistas. Y había sido profesor, mentor o guía del no ha mucho designado Rey en virtud de lo dispuesto en las Leyes Fundamentales del Movimiento, a las cuales hubo de prestar juramento para tener acceso a este cargo. ¿Cuál era el problema? El Rey, como Jefe del Estado al desaparecer Franco, acumulaba un poder decisivo para reestructurar el nuevo Régimen bajo las ideas democráticas deseadas para España. Esto parecía lógico, por ser el anhelo de una mayoría de españoles, pero de difícil encaje si -como pretendía el Rey- se trataba de no faltar al juramento prestado a los Principios Fundamentales aludidos. Si se hizo el milagro fue gracias a la Ley de Reforma Política,(de la ley a la ley)-un documento ignorado durante estos días- que facilitó el nombramiento de Adolfo Suárez, para Presidente del Gobierno sin faltar a ninguno de los requisitos exigidos en las leyes heredadas del franquismo. Este documento fue aprobado por las Cortes en 1976 y nadie, al parecer, lo ha rebatido. Su autor, Torcuato Fernández Miranda, fué premiado con un título honorífico otorgado por el Rey. No va en demérito de nadie el hecho de conocer toda la verdad. Pero los políticos y sus corifeos están reñidos con esta virtud, tan necesaria para poder regir con acierto la marcha de un país.

domingo, 23 de marzo de 2014

LA FUENTE DEL MINERAL.

Desde la Plaza Vieja, antesala del Vitoria medieval, era fácil dar con la Senda de Prado. Debió de ser el paseo elegido por los vitorianos, ya en el siglo XIX para alejarse del bullicio capitalino alavés. Y pongo bullicio porque la plaza, que coloquialmente llegó a ser conocida por "El Mentirón", servía para el mercaeo, tanto como para la feria, la fiesta y la jarana, o para tirar cohetes al paso de las bodas o gemir de dolor en los entierros que por ahí iban a (o volvían de) San Miguel celebre templo ya por esas fechas. Al final de la Senda del Prado, superado este oasis de verdor, el camino continuó, bautizado por tramos con distintos nombres, hasta el campo de Mendizorroza, la fuente de El Mineral y para subir hasta Armentia. De la fuente manaba un líquidio lleno de virtudes curativas y, a principios del XIX, desde el Ayuntamiento ordenaron el adecentamiento de la fuente y su entorno, para que los vitorianos se dieran el placer de probar aquellas aguas de sabores extraños y virtudes casi milagrosas. De todo aquello solo queda un edificio próximo deliciosamente deteriorado. La gente no cree en los milagros del agua ni del vino. Ese edificio aspiraba a ser un barsde lujo, pero fue un fracaso. Ahí está aún, en tranced de ser desmantelado por el primero que pase y quiera llevárselo a cachos. Como cambia la vida y que presto se va el placer.

DUEÑA Y SEÑORA

Nos ha tocado vivir en una época de profundos cambios económicos; cambios influyentes en la vida de los pueblos, de las familias, de las personas. Esto ha hecho que las naciones hayan puesto en manos de los economistas la búsqueda de soluciones para los nuevos, numerosos y variados problemas que han surgido en el desarrollo de las naciones.- Es decir que la política se ha puesto al servicio de la economia, cuando la lógica manda lo contrario. La economía es muy importante, hay que contar con ella, pero no deja de ser un medio al servicio del hombre y no al revés.- Me toca, por una serie de circunstancias lógicas a mi edad, visitar con frecencia los centros hospitalarios. No soy economista, pero adivino el ingenio, esfuerzo y voluntad que gravita sobre un grupo de personas para mantener en pie dignamente un hospital.- El censo de personas de edad avanzada aumenta por días de forma insospechada, gracias a la carta de atenciones médicas que se les presta. Sólo en este capítulo referido a los ancianos, el servicio médico es cada día más costoso, hasta el punto de desbordar todas las previsiones.- Parece que esto debiera originar una respuesta cabal. Podría, por ejemplo, la política poner su empeño en idear medidas disuasorias que induzcan a los jóvenes a prescindir de ciertos hábitos que luego pasan factura a pagar entre todos. Para eso está la medicina preventiva.- No se ve a los economistas sugiriendo medidas de este tipo, que son políticas. Les va la práctica de recortes: Cortar por lo sano allí donde falló la previsión. Algo mas caro y cruento. Claro está,la sociedad afectada protesta, casi siempre con razón.- La economía dueña y señora de la situación, no conseguirá gran cosa si desplaza a la política como auténtica promotora de cambios y soluciones.

sábado, 22 de marzo de 2014

LA DURA REALIDAD

No sé por qué en las manifestaciones callejeras, de forma categórica, se defienden las prestacions públicas de servicios (sanitarios y de enseñanza, principalmente), frente a las de carácter privado. A mi me tocó estudiar el bachiller siguiendo el Plan Villalobos, que fue Ministro de Instrucción Pública durante la II República. El Plan -la teoría- no era malo, pero su aplicación en mi caso, por la docencia pública, fue desastrosa. No voy a extenderme en las causas pero el hecho es que al acabar los estudios, para pasar la reválida o examen de estado, que así se llamaba, tuvieron mis padres que contratar un buen profesor de la enseñanza privada y a mis diecisiete años me convenció de que para dotar de alguna solidez a mis conocimientos teníamos que empezar a construir el edificio matemático desde la suma. ¿Que había pasado? Que el caterático ya mayor, benévolo y castizo, nos aprobaba a voleo y el favor que me hizo lo tuve que pagar muy caro y en edad inapropiada. Como todo en la vida hay prestaciones públicas buenas, medianas y malas, como sucede igualmente en los servicios privados. Les juro por mis antepasados que puestos en trance de elegir, yo pediría las informaciones necesarias y algunas más, e iría al meollo: por el mismo precio escogería al mejor, y si tuvieran que pagar algo por mejoras del servicio, pudiendo no lo duden, las pagaría. El vocerío de la calle no sólo es legítmo, sino conveniente, porque estimula a los políticos bastante dados -salvo excepciones, al apoltronamiento, pero poniendo el grito allí donde duele la injusticia.Y no genéricamente, sino en episodios o cosas concretas. No en cualquier occurrencia.

viernes, 21 de marzo de 2014

¿LE INTERESA?

Con ocasión de una comida organizada en el último año del siglo XX por un amigo común, en su casa de campo de un pequeño pueblo alavés llamado Erive, pude conocer a Doña Elvira Soto, hija de un notable personaje, notario de profesión, residente en Vitoria durante los años de la inmediata posguerra. Luego, por razones profesionales, fijó su domicilio en otras capitales de mayor rango y tras retirarse murió de avanzada edad. Así, por la benevolencia de esta distinguida dama, tuve a mi alcance unos textos escritos por un abogado vitoriano, reflejo de acontecimientos protagonizados por gentes muy diversas en circunstancias notablemente difíciles. He procurado transcribir tales textos dentro de un orden argumental que no responde siempre a su desarrollo cronológico; la dificultad surge al querer compaginar la línea narrativa de las memorias del abogado, con las glosas o comentarios escritos al final de cada capítulo por el notario; este último quiso, por lo que se ve, meter su pluma. De tal manera que el libro aparece como escrito por dos autores: por el joven abogado que cuenta su peripecia vital y por el notario que añade un comentario crítico social a continuación de cada capítulo. Como podrá advertirse los textos del abogado van en letra normal y los del notario en negrita. El lector es muy dueño de saltarse el texto notarial siempre más farragoso, en la seguridad de que verá compensado su entretenimiento. Sin embargo, algunas cosas de las que este notario escribe imprimen carácter a la obra. Era idea del notario, según su hija Doña Elvira, publicar este libro, pero nada pudo hacer en vida pues la dura censura reinante impedía su edición. Al llegar la democracia renació la posibilidad de dar noticia de aquel legado escrito. Doña Elvira Soto, al heredar tales papeles, me transmitió su deseo de publicarlos con sus correspondientes notaciones o como se quiera llamar a los añadidos o glosas de su padre. Me hice cargo de sus deseos y por esta razón entré en conocimiento de estos escritos y me propuse coadyuvar a su difusión.

¿POR DÓNDE EMPEZAMOS?

El padre de familia, obrero en paro, tomó conciencia de que tenía doce meses para encontrar una solución al problema que se le venía encima: sus reservas económicas quedarían agotadas, administrándolas bien, justamente al vencer el año. Empezaron las noches de insomnio. Durante las horas en vela no hacía sino discurrir: ¿Qué haría para ganar algún dinero? No daba con la solución. Al levantarse cada mañana, parecía otro: su cara abotagada, sus violáceas ojeras, su pálida flacidez, ponían en evidenca a un hombre derrotado de antemano por la desgracia. Recordó un sin número de dificultades que a lo largo de su vida había ido venciendo. Y evocó la noche que pasó en una populosa ciudad alemana donde se vió solo, sin conocer el idioma y sin dinero, pues le habían sustraído la cartera con toda la documentación. Tan solo tenía un billete de cien pesetas, perdido en un bolsillo del pantalón. ¿Qué hago?, pensó. A la casa donde se alojaba en un barrio periférico, solo podía llegar en autobús. Estaba a veinte kilómetros. Allí podía encontrar el primer apoyo. ¿Pero con qué pagar el viaje? Entonces,al cabo de media hora, llegó a esta conclusión: si pido dinero haciedo ver que me han robado, corro el riesgo de que no me crean; y hasta pueden tomarme por un pícaro español. "Me debo comportar con normalidad; que no vean en mí un pobre. De esa forma tomaré el autobús; y enseñaré el billete de cien pesetas para pagar, justificando mi carencia de dinero alemán pero probando que tampoco estaba desnudo". El conductor del autobús, le miró a los ojos y dejó que pasara. El parado se dijo: "no puedo dar pruebas de desánimo, sino de entereza". Y actuando con la naturalidad de quien no tiene problemas, aprendió a reparar zapatos y en unas semanas, en un portalillo, abrió un tenderete. Acertó. La crisis indujo a muchos viandantes al arreglo del calzado que en períodos de bonanza se tiraba a la basura. Me he acordado de muchos que estarán haciendo algo parecido.

miércoles, 19 de marzo de 2014

SEÑOR DOCTOR

Cuado yo era un joven de setenta años, se contaban en mi ciudad unos cinco mil ancianos. Fuí al mèdico con el corazón apretado y me dijo que era una angina de pecho. Yo les oí hablar en el hospital de cardiopatías y esto me llevó a familiarizarme con un pródigo recetario contra un mal crónico. Tomaría en dosis diarias media docena de boticas o medicinas, que también se dice. Como yo, estaban medicándose más del cicuenta por ciento de los cinco mil viejecitos que paseaban a diario lo suyo, para que su corazon palpitase como el tic-tac de aquellos relojes de bolsillo que ya no se llevan. Enrique Jardiel Poncela, escritor puntero en mi otra juventud (la buena), que sufría del estómago -creo recordar- sometido a una medicación en cascada como la de los enfermos del corazón de hoy en día, le dijo a su médico muy seriamente: "¡Cuándo, doctor, va a tener usted en cuenta que para tomar tanta medicina lo primero que hace falta es tener muy buena salud!". El caso es que en mi ciudad, donde había cinco mil ancianos hoy somos treinta mil y, con el corazón averiado unos veinte mil. Y claro está, no hay cartera que aguante este crecimiento del gasto casi exponencial. El índice medio de vida también cuenta y entre tanto viejo y tanto veraneante haciendo turismo sanitario, ¡ya me dirán de donde sacar los dineros que se llevará la sanidad!. A los futuros socialistas que nos van a gobernar, no les va a quedar otro remedio que arruinarse (que no deja de ser una solución mala, pero solución) o usar la cicuta disfrazada de eutanasia (es una broma; cicuta no, serán calmantes). Todo consiste en reconocer un derecho, cuyo nombre ya está funcionando en algún que otro país: el derecho a una muerte digna. ¡Se comprende! Por algún sitio ha de reventar la burbuja de una vejez tan perdurable en busca de lo que llaman una vida digna. 1

UNA DEMOCRACIA DESNORTADA

Cualquier miembro de una comunidad de propietarios, si se detecta una gotera en el tejado de la casa común y actúa con deseos de acertar, lo primero que intenta es asesorarse sobre los medios más eficaces y económicos que se han de poner en marcha para remediar el mal existente, y así volver a la normalidad; en segundo término tratará de hacer valer este argumento ante los demás copropietarios.Si hay dudas, intentará sumar votos a su propuesta. Y por pura lógica, la gotera se suprime en un tiempo prudencial. Si salimos de ese plano, es decir de la diaria realidad, y al copropietario de marras lo hacemos político y lo mandamos al Parlamento español -que es donde se deciden las soluciones para los problemas de nuestra casa llamada España- lo primero que hacen los parlamentarios es armar la bronca y no ponerse de acuerdo a la primera en casi nada;salvo en un punto: cuando se trata de sus remuneraciones y bienes colaterales. Ahora urge el problema de la inmigración y de los coladeros de Ceuta y Melilla. ¿Acaso se ve o se adivina que quieran esos parlamentarios entenderse los unos con los otros? En cuanto les llega la ocasión se tiran a degüello y, entre tanto, el agujero, la gotera, cada día es más grande.O se busca una disculpa: en nuestro caso, Europa. Europa tiene que sacarnos del apuro porque también a Europa le afecta la gotera. Mal asunto poner a Europa de pantalla y de esta forma correr el riesgo de que el problema se agigante y el agujero sea más difícil de tapar. Afrontemos el problema ya que esto no impide que Europa colabore. Tenemos, sí, una democracia a la española. Una democracia irresoluta y desnortada. ¡Así nos va!

martes, 18 de marzo de 2014

TRES ASUNTOS PENDIENTES

Encuentro a un amigo de confianza. Hace mucho que no nos veíamos. Me pregunta: -¿Cómo ves ésto?. -¿Qué es ésto? - España; ¿como ves a España?. - Mi pregunta sería: ¿cómo ves a los españoles? porque España es un cachito de mapa; los que sufren son ellos y ellas (ellas, también, lo pongo para que no digan). -De acuerdo; ¿cómo ves a los españoles? - A unos más preocupados que a otros pero a todos bailando en la cuerda floja, sin darse cuenta de que abajo no hay red alguna y si se caen, nada los salva.= Los españoles -también yo, aunque me adjudique el papel de observador porque que todavía no cobran impuestos por serlo- tienen ante sí tres asuntos graves (tres problemas, tres conflictos), y un plantel de políticos que no pueden con ellos: el social, el territorial y el cívico-cultural.= Para el conflicto social -cada día somos más pobres- han brotado de la tierra economistas como si fueran chiribitas. Aunque el problema está afectado por su contenido económico, en el fondo es político; y para resolverlo, la política ha de ir por delante de la intendencia; por eso, por no ir por delante, estos asuntos se resuelven tarde y mal.= El otro problema, el territorial, quieren unos resolverlo con fórmulas superadas y antiguas, con nacionalismos a voleo; y para otros, sólo sumando fuerzas y marchando en vanguardia, para no perder y aun ganar en prosperidad, llegaremos a buen puerto. De ahí la Unión Europea.= En este tipo de avances, España siempre mantuvo gentes en vanguardia, pero también núcleos de resistencia, como fue el caso de los monárquicos absolutistas,(antiguo régimen), frente a las democracias liberales. De estos monárquicos absolutistas dimanan los embriones nacionalistas aún en auge. El carlismo tuvo gran arraigo en Vasconia y en Cataluña.Esos carlistas del siglo XIX jugaron un papel parecido al de los secesionistas de hoy: fueron un freno para el avance.= Tercer asunto, tercer problema: el cívico cultural. No se lucha por una escuela impartidora de conocimientos y de ciencia, sino en favor de una docencia doctrinaria y partidista, pese a que con ello hayamos situado a los escolares y a los universiarios españoles, al borde del fracaso y en los últimos puestos de la tabla de méritos propios. Y así nos va. No pierde España tanto como pierden los españoles. Pero,por no perder, no perdamos la esperanza.

lunes, 17 de marzo de 2014

UNOS MINUTOS DE REFLEXIÓN

La comunicación efectiva es aquella que por una parte desvirtúa los hábitos dialécticos del adversario y por otra revalúa los argumentos propios en defensa de una idea.- Tanto en el País Vasco como en Cataluña, los nacionalistas y sus seguidores muestran serios reparos para referirse a España. Se les llena la boca aludiendo al Estado, como si éste no fuera con ellos. Pero nunca, cuando esto sucede se les rebate la aplicación deliberadamente errónea del vocablo Estado.- A cuenta del Estado se puede escribir un libro. En realidad, el Estado de una Nación no es sino el conjunto de instrumentos puestos en juego para que este Estado funcione. En ese sentido el Parlamento Vasco o el Catalán, las Diputaciones, los Ayuntamientos y todos los órganos oficiales de ambas Comunidades Autónomas, son Estado.- El día en que los nacionalistas tomen conciencia de que las instituciones que ellos consideran genuinamente vascas o catalanas, son antes que nada españolas, - ya que tienen su origen en la Constitución de España-, y que sus cargos, tanto electivos como gubernativos, existen y están regulados por leyes españolas, ese día, tendrán también plena conciencia de su españolidad y de que, al participar en cada convocatoria electoral, están ratificando que tanto Euskadi como Cataluña son sendas partes de España. ¿Tan difícil es, o tan costoso, divulgar esta realidad desde las instituciones del Estado? Viene a cuento este proceder inhibitorio del estamento oficial español, porque muchas de las autoridades nacionalistas catalanas y vascas, parecen ignorar la vigencia de la Constitución de España. Olvidan estos nacionalistas, que cada vez que se convocan elecciones nacionales, autonómicas o municipales, y participan los electores convocados a votar, se está ratificando la vigencia de la Constitución. Cada uno vota para que los destinos de España, y de la Comunidad Autónoma respectiva o de los municipios, se cumplan con arreglo a la legislación vigente o de acuerdo con las modificaciones que dentro de sus competencias y ámbitos correspondientes, se acuerden. El día que dejaran de votar las mayorías y no surgieran candidatos –cosa que hoy no sucede- sería el momento, de pensar que la Constitución ya está inservible. Volvamos al primer pàrrafo: si no funciona una buena y solvente comunicación andaremos a la deriva y confundiendo el Estado, que es un instrumento, con la Naciòn, que en el caso de España es titular de la soberania de todos los españoles.

domingo, 16 de marzo de 2014

RECIÉN PUESTOS

El problema afectó al matrimonio cuando al marido lo jubilaron anticipadamente. Tuvieron que hacer balance y comprobaron que el pisito bajo, adquirido recientemente en un pueblo andaluz, al estar gravado con una hipoteca a corto plazo, era insostenible. Vendieron el piso de su ciudad de origen a bajo precio debido a la crisis, amortizaron la hipoteca como pudieron y, dejando pelos en la gatera, se fueron por el clima a pasar la vejez en Andalucía con una pensión que daba para poco. El pueblo donde fueron a residir el marido y la mujer de esta historieta, era uno de los preferidos por una colonia de ciudadanos alemanes en edad de retiro; el piso bajo de la casa tenía un corralito en el que el matrimonio recién llegado pudo alojar unas veinte gallinas que empezaron a producir en primavera. Cuando la cosecha de huevos llegó a desbordar las necesidades del consumo familiar, el matrimonio pensó en vender los excedentes. Y ante las dificultades para colocar la mercancía en algunos comercios del ramo, el marido decidió salir a la puerta de casa, sita en una calle muy transitada, a leer el periódico y de paso a ofrecer los huevos en un cestito muy apañado, donde puso un letrero en varios idiomas: "Recién puestos". Y tuvo éxito y hasta hizo amistad con alguno de los alemanes entre sus principales clientes. - ¿Cuántas gallinas tiene?, preguntó uno de estos. - Unas veinte. - Una pena.Si usted quisiera, con esta mercancía y unas mil gallinas, haría una pequeña fortuna. El español, escaldado con la crisis, pensó: ¡está la cosa como para experimentos...! pero le contestó: - ¿Para qué quiero yo una pequeña fortuna? - Podría viajar... - No me interesa. - Podría comprarse un coche último grito. - Tampoco me seduce. - Podría conocer chicas, ¿cómo dicen ustedes?, despampanantes. - ¿Yo, a estas alturas? Tampoco es cosa de molestarse... - En fin, podría usted tocarse las... narices. - ¡Ya le entiendo! Eso es lo que hago. Así que -como también aquí decimos-,este asunto es mejor no menearlo. Parecía un diálogo de besugos. El español estaba dando la respuesta de millones de compatriotas desmoralizados con las consecuencias de la crisis. ¿Cánto durará el desánimo?

sábado, 15 de marzo de 2014

NO ES UNA BROMA

Según noticias, al alcance de cualquier internauta, treinta y tres grandes empresas o sociedades merdantiles de las treinta y cinco integradas en el IBEX (conjunto de las que colaboran a formar el índice en España de las cotizaciones bolsísticas), están presentes en territorios considerados paraísos fiscales. Esto significa que estas grandes empresas, sin salirse de la ley, están acogidas a una bandera paradisiaca que les permite ahorrar sumas considerables de dinero, en perjuicio del país donde realmente radican y obtienen los beneficios. Pero los que de verdad sufren y pagan de su bolsillo los dineros que dejan de aportar esas empresas o sociedades, son los mortales de a pie, gentes como usted y como yo que, para combatir el déficit, tienen que sufragar a su costa lo eludido por otros favorecidos gracias una tolerada ingeniería financiera y fiscal, a la que solo tienen acceso los magnates (o los mangantes)de las multinacionales antes aludidas. El sistema que siguen, según es público y notorio, parece relativamente sencillo para estas empresas multinacionales: crean complejas estructuras societarias para pagar sus impuestos en esos paraisos fiscales donde están domiciliadas, en los que se conforman con mínimos inconcebibles para los países que quieren mantener eso que llaman el estado de bienestar, hoy en peligro de extinción por bancarrota. Si estas multinacionales fueran obligadas a pagar los tributos de los paises donde trabajan y obtienen sus beneficios, millones de contribuyentes verían aliviada la presión fiscal que hoy padecen y las naciones podrían superar la crisis con relativa facilidad. El volúmen de lo percibido por estas sociedades gracias a estas prácticas fiscales, suma entre todos los países de la Unión Europea, más de un billón (con B) de euros. En abril del 2009 se acordó por el G-20 tomar medidas contra las prácticas puestas en juego gracias a los paraísos fiscales. Han pasado cinco años y estamos igual o peor que entonces. A cambio,a los españoles, nos van a imponer una reforma fiscal que por muy pometedora que la pinten, va a servir para que una mayoría controlada de vulgares contribuyentes, paguemos el chollo de unos pocos. Eso sin contar con la coña marinera y nuevas tarifas de la energía eléctrica. ¡Como para orinar con la capa puesta!

viernes, 14 de marzo de 2014

CADA VEZ MUCHO MAS POBRES

Las estadísticas son elocuentes: en España crece el número de pobres y por añadidura aumenta el grado de pobreza de quienes la padecen. Esto se corresponde con el aumento de riqueza de los muy pudientes: son cada vez más ricos. Sería inútil pedir peras al olmo; en consecuencia las multitudes sumidas en la pobreza dan, en el rengón contributivo, un rendimiento casi nulo. Cuantos más pobres, er peor para todos. De otra parte, los ricos conocen como nadie las artimañas de la ingeniería financiera, de forma que hacerles cumplir con sus obligaciones fiscales es una tarea ingrata y poco rentable. Se van de rositas y la inspección puede que esté a lo suyo y vaya tras ellos, pero nadie lo publica aunque solo fuera para demostrar que esto es cierto. Para defenderse de la crisis, a las personas activas, fundamentalmente adscritas a las clases medias asalariadas tan fácilmente controlables, ¿qué les queda? Sencillamente, han decidido frenar el consumo. Los expertos dicen que esto no es bueno. El consumo genera recursos para la hacienda publica que es la que principalmente corre con los gastos de la enseñanza, de la sanidad, de los pensionistas y otros propios de un Estado de bienestar. El estado tiene por ello un inevitable déficit. Esto tampoco es bueno e induce a la reflexión: ¿No será que el sector público tiene a su cargo demasiadas obligaciones? ¿No será que por más que se les pida a los contribuyentes, sus aportaciones tienen un límite? Hay mucho dinero escondido, dinero negro que no cotiza; hay mucho fraude. ¿Para cuando se deja por el Gobierno la tarea de combatir ese fraude y reflotar los dineros ocultos? ¿A quién aprovecha esta situación? Estas preguntas tienen su respuesta, pero no se dan por los indicados para hacerlo. ¿Por qué nadie sabe lo que realmente pasa?¿Cuánto se defrauda al fisco? Hagan conjeturas. Pueden dar con la clave de esta realidad. A lo peor es cierto que para sostener a flote a los muy ricos (grandes empresas multinacionales) hace falta tener muchos más pobres.¿No es así?

jueves, 13 de marzo de 2014

RESPETO SU OPINION

Les confieso una de mis debiidades: presenciar, vía TV, los debates entre periodistas o politicólogos, para ver cómo va la gestión de esta España nuestra. Decía un observador neutral, en visita por la Península Ibérica, que para él era como recorrer un archipiélago, con una diferencia: entre el conjunto de islas hay mar, y aquí, en Iberia, hay montañas. Y es mucho más difícil cruzar tierras montaraces mal comunicadas, que surcar un canal marítimo. Esa incomunicación ha impreso en las diversas almas hispanas, un espíritu de solidaridad comarcano, muy discutible pero palpable, del que dimana una intolerancia nacional y una absurda rivalidad entre regiones. Para empezar españoles y portugueses, a través de sus más conspicuos habitantes, llevan siglos despreciándose mutuamente. No se toleran, aunque lo disimulen. En las tertulias televisadas sucede lo mismo y la intolerancia mutua les induce a montar unos guirigais de Dios te ampare.La insolidaridad es prima carnal de la intolerancia. Me he cansado de oirles decir a estos periodistas, antes de varear a su opositor en el uso de la palabra, que van a respetar su opinión. Creo sinceramente que confunden los términos. La que es digna de respeto es la persona que habla aunque diga lo que no nos gusta. Toda persona se merece respeto y atención. Hay que saber escuchar. Y luego, lo que opine, la idea que suelte y deje navegar por el espacio, puede ser un error, una calumnia, una melonada... Y claro está, no sólo se puede, sino que debe ser refutada si fuere un error, desmentida si una calumnia, satirizada si melonada... Conste que, para no acabar desmoralizados, en dos o tres tertulias se mantienen debates vivos con acierto, serenidad y fuerza dialéctica sin interrumpir los turnos. Recuerdo que la cabeza que embiste y no piensa ya fue denunciada hace años. Sería recomendable para todo ibérico (incluidos cataláunicos y vascones) viajar más por nuestras islas entre montañas. No somos tan diferentes.

miércoles, 12 de marzo de 2014

SIETE VECES ADOCTRINADO

Hoy, de madrugada, me he sumido en un exámen de conciencia. Ha sido tras escuchar una cargante emisión sobre el atentado acaecido hace diez años en la estación de Atocha. Nada de carácter informativo, ni siquiera descriptivo, que añadiera algo nuevo a lo ya conocido; ha sido una sesión de adoctrinamiento, casi diría electoral, para distinguir a los buenos de los malos. ¡Como si no conociéramos el percal, o sea la calidad de nuestros políticos! He echado cuentas. A lo largo de mi vida, siete veces adoctrinado, han conseguido hacer de mí un escéptico. Primero caí en manos de un cura carlista que me convirtió al tradicionalismo. Luego con la guerra pasé, por la influencia del Imperio a cargo de un maestro falangista, a ser un doctrino del fascio. Una caterva de frailes patriotas hicieron de mí un nacional-catolicista. Los remilgados estetas del Opus,tan convincentes y bien vestidos, me llevaron a ser fiel devoto tecnocrático,camino directo hacia Dios. Pero vino la democracia y con ella llegaron los santones del socialismo izando la bandera de la libertad; algo nuevo a lo que no me pude resistir y ¡allí estaba yo! Entonces me dio por leer textos neoliberales y descubrí que la libertad socialista era una falacia; me dejé influir por la causa neoliberal y terminé siendo una víctima de la crisis. Y ahora, séptima fase, quieren que me apunte a los "conspiranoicos" (algo con muchos bemoles) o a los de la movida morisca, es decir que vuelva a la edad media. ¡Es demasiado! Asi que he decidido tumbarme a la bartola para meditar en cómo salir de ésta. Y me he puesto a buscar cómo reencontrarme con el Angel de la Guarda, que en un cuadro de mi infancia estaba representado por un efebo con alas que daba la mano a un niño para que no cayera de un puente, al borde de un precipicio.¡Eso han hecho de mí estos bárbaros!

martes, 11 de marzo de 2014

LA CUADRILLA

Me llamo Antonio Gómez y Redondo. Nací en el País Vasco peninsular, en un pueblo alavés muy pequeño cruzado por la carretera que va de Vitoria a Pamplona. Mi madre, Victoria, quiere que ponga la "y" entre Gómez y Redondo. Una "y" que ya nadie usa.Quiere la "y", para separar el primero del segudo apellido. Mi madre supo explicármelo con un ejemplo: "En el caso de Santiago Ramón y Cajal, la "y" te advierte que al ser Cajal el segundo apellido, Ramón es por fuerza el primero el primero y no ha de confundirse con un nombre". Mi madre es la maestra del pueblo. Tiene veintidós alumnos de todas las edades, contando a mis dos hermanas. Enseña a niños y niñas hasta donde éstos responden con srreglo a sus entendederas. Cono las limitaciones de cada escolar y no les pide imposibles. Esto le obliga a seguir con dedicación personal el progreso de cada niño. Así ab re hueco en sus molleras poco a poco, como la gota que gasta la piedra. Y los chicos aprenden. (De la novela "LA CUADRILLA", de Pedro Morales Moya. Email: tumecillo@gmail.com)

HAY POCOS DEMOCRATAS

Me refiero a España, pero podría decirse de otros países: hay pocos demócratas. Partimos de que todos los sistemas de gobierno son malos, si bien como dijo W. Churchill, la democracia es el mejor, o el menos maleado, entre todos los que funcionan en el mundo. Lo primero que necesita un país para ser catalogado como democrático, es que sus moradores sean y se comporten como demócratas. Sin esta materia prima, no hay democracia. España es una democracia de segunda fila, porque los españoles -tomados a granel- no saben comportarse como tales demócratas; si se comportaran democráticamente una gran mayoría de ellos, se habría impuesto el criterio de ir unidos, olvidando los intereses de partido, a reducir los efectos de la crisis que nos atenaza y afecta principalmente a los desempleados que carecen de los medios necesarios para vivir dignamente. Incluso gran parte de los elegidos para regir los destinos de España o sus Comunidades Autónomas, no dudan en mantener y proclamar su deslealtad a los principios legales, pese al juramento o promesa de cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella dimanan. Nos demuestran su escasa voluntad para ejercer el poder como demócratas. Incluso la legislación vigente, aprobada bajo la protección constitucional, se aplica con deficiencias señaladas, que conducen al absurdo de que en la práctica no todos los españoles sean iguales ante la ley. Son muchos los que creen que todo se arreglaría cambiando las leyes. Craso error. Las injusticias se corregirían, por lo menos en parte, si los españoles cambiaran su forma de ser. Es decir, si fueran demócratas libres y solidarios en porcentajes muy altos. Algo así como los suizos, por citar un ejemplo no muy lejano.

lunes, 10 de marzo de 2014

CONSTRUIR SIN ROMPER

Nada más triste que ver y oír a través de las pantallas de televisión cómo algunos sedicentes politólogos, propugnan la tesis de que los pueblos y sus gobernantes no pueden ir contra los designios de la historia.- Sustentan que en el Mundo está en marcha un movimiento creativo de pequeñas repúblicas independientes, dueñas de una soberanía de la que hoy carecen. Lo curioso es que,al mismo tiempo, defienden la reintegración de estas pequeñas nuevas naciones a la Unión Europea, de la que fueron desgajadas por desear su propia independencia soberana.- Esto sucede cuando esa Europa unida está pasando por serias dificultades y cuando para salvarlas va a tener que recurrir al aumento de competencias soberanas, en detrimento de la ejercida por los países que la integran.- Muy al contrario de lo que vocean los soberanistas radicales, los designios de la historia van por la vía de la agrupación, cada década que pasa más acentuada, de pequeños países en grandes organizaciones que tengan algo que decir y defender desde su importancia y tamaño en esta fase de globalización que vivimos. Para reunir, no hace falta desatar lo que ya está atado.- En momentos como los actuales lo moderno sería que dos países como España y Portugal estuvieran orillando prejuicios y estudiando la forma de unirse para tener mayor peso dentro de la Unión Europea.- No hay peor progresista que aquel que vive empeñado en adoctrinarnos –como si fueran una bendición- con teorías regresivas.

domingo, 9 de marzo de 2014

EL TERCER MILAGRO

Lo cierto era que el cabo de la Guardia Civil, siguiendo órdenes de la superioridad competente, cursó citaciones a varios de los supuestos implicados en las apariciones de Petrás, que se anunciaban como milagrosas, acaecidas junto a una roca picuda y muy cerca de un manantial, a la sombra de dos encinas centenarias. Los curas de varios pueblos del Valle, al divulgarse la noticia, no lo dudaron: encabezaron marchas de feligreses, tras la cruz alzada, entonando cánticos y glorias y rezando rosarios y letanías hasta llegar al entorno del peñasco milagroso. Allí, según decía un pastorcillo de Bachicabo, la Virgen María había hecho acto de presencia. Por esos días, también en Ezkioga (Guipúzcoa) se habían noticiado apariciones milagrosas. No era una broma, aunque los videntes de Ezkioga, por mantenerse firmes en su creencia dicen que terminaron en la cárcel y, luego, en un manicomio. - Ponte guapa -le dijo Encarna a Lucrecia- que me van a oír estos guardias. Y allá se fueron ambas hasta la casa cuartel de la Guardia Civil, residencia de cuatro números y un cabo, comandante del puesto, con sus familias; edificio que se abría a la carretera del Señorío de Vizcaya. La entrada principal del cuartelillo daba paso a un portal de suelo encachado. A la derecha estaba la oficina con su pequeño armario archivo, mesa de despacho y sillón giratorio de madera, un perchero, la papelera y una máquina de escribir de segunda mano y, en sitio accesible pero disimulado, un mueble armero con cerradura “Yale” de seguridad, donde reposaban cinco fusiles y unas cajas con munición. Por un paso angosto abierto en la pared de la izquierda, cerrado con puerta enrejada, se pasaba al calabozo algo tétrico, habilitado en el hueco existente bajo la rampa de la escalera principal del edificio; era el sitio que en otras casas se utilizaba como cochiquera. Encarna y Lucrecia, las Barredas, se personaron a las once en punto de la mañana en el cuartelillo y se encontraron con Siro el guardia, cejijunto, ojos grises, tipo achaparrado, gesto abrupto y cara de mala leche, nadie supo bien por qué, aunque malas lenguas decían era “por causa de su señora que no cumplía según sus órdenes”. Así que la tomaba con cualquier persona a nada que esta cayera en un descuido. - ¿Es cierto –preguntó Siro el guardia- que ustedes dos han ido a Petrás en varias ocasiones, siguiendo al cura que vestido conforme a la liturgia del caso, rezaba en voz alta el Rosario, incluidas la letanías y oraciones de costumbre así como la Salve, todo ello sin contar con la autorización del poder civil exigible en estos casos? Encarna, con el temple de una superiora conventual, sin desmelenarse, le dijo al guardia con mala intención: - ¿Por qué no se lo pregunta a su mujer que también estuvo allí? El guardia se rascó el pelo encima de la oreja mientras contaba hasta diez y muy serio, una vez que sujetó el pronto, en plan comedido y respetuoso, contestó: - Cuando le llegue su turno, ya responderá mi mujer. Ahora le toca a usted. Le repito la pregunta, -y se la dijo de nuevo-. -Pues verá -respondió Encarna-: He ido a Petrás tras el cura, recé porque rezar a nadie hace daño e intente ver a la Virgen. No la vi, pero si llego a verla la noticia estaría en los periódicos. ¿Estamos? El guardia Siro volvió a rascarse, ahora su pabellón auricular, y contó esta vez hasta veinte. Encarna y su hermana entendieron que se había terminado el interrogatorio y se pusieron en pie y con las manos juntas, puestas en actitud de ser esposadas, le dijeron a Siro el guardia: - Y si tiene eso, ya sabe, nos puede llevar presas. El guardia, encorajinado, salió a consultar con el cabo y éste le dijo: - ¿Han declarado que estuvieron en Petrás? Pues ya vale. ¡Déjalas libres! (Del libro "Al aire liobre", Cuentos alaveses, de P.Morales Moya. Información: tumecillo@gmail.com)

UNA VIEJA HISTORIA

El Conde Duque de Olivares fue valido del Rey Felipe IV en la primera mitad del siglo XVII. Era un reformista que quiso represtigiar e impulsar el poder de la Corona, para lo cual ideó un conjunto de medidas hacendísticas que aumentaron la presión tributaria y que fueron protestadas desde los poderes locales. Al mismo tiempo mantuvo guerras con otros reinos de su época y entorno.-El resultado de su gestión fue catastrófico,hasta el punto de que la hacienda real se declaró en quiebra.-En Vizcaya se organizó el motín de la sal -elemento necesario para la conserva de pescados- producto encarecido por los tributos reales-. En Portugal se declararon independientes. En Cataluña se sublevaron "els Segadors". En Andalucía se alzó en armas el Duque de Medina Sidonia. Aquellos reinos unidos en tiempos de los Reyes Católicos estuvieron en trance de dividirse de nuevo. Las presiones de los adversarios y enemigos del Conde Duque de Olivares provocaron su cese. Y el Reino empobrecido de España, a la muerte de Carlos II, estuvo a punto de ser poco menos que subastado entre varias potecias europeas. Fue cuando Luis XIV de Francia impuso a su nieto Felipe V, pasando por encima de otras pretensiones. El embrión -podríamos decir- de una nación llamada España, aunque arruinada y deprimida por errores de sus gobernantes, se vio sumido en su primera guerra civil. Solo al rehacer su hacienda volvió a prosperar en tiempos de Fernando VI. Pues bien, ahora, hoy, en nuestros días, solo si la hacienda del Estado se rehace sin hundir a la iniciativa privada, volveremos a olvidar los conflictos secesionistas. Los castellanos pobres que, sufragaron tantas veleidades regias, saben de sobra que donde falta cecina todo es mohína.

sábado, 8 de marzo de 2014

ESOS SERES HUMANOS LLAMADOS PERSONAS

La Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas consta de 30 artículos y en el primero de todos ellos se confirma esta idea; "Todos los seres humanos nacen libres e iguales..."- El vocablo "todos" incluye a todo ser humano; y al decir "nacen libres e iguales en dignidad y derechos", no se está constatando una realidad, sino proclamando los primeros derechos de toda persona por el simple hecho de haber nacido.- Todos los artículos, desde el primero hasta el último de esta Declaración, se refieren a los derechos individuales, es decir de cada persona, y nunca a los derechos colectivos o de grupo.- Por si quedaran dudas, el último de los artículos es tajante: "Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración". Del Estado para abajo, a nadie se le otorga autoridad para limitar los derechos individuales de la más insignificante persona. ¿Nacen todos los seres humanos igual de libres? ¿No se están limitando con cálculo derechos personales por leyes que no los tienen en cuenta? ¿No funcionan acaso corporaciones o grupos que defienden los que llaman derechos colectivos para, en el fondo mantener sus privilegios personales frente a otros seres humanos más o menos desvalidos? Es para pensar.

viernes, 7 de marzo de 2014

CADÁVER CON BUENA SALUD

Las dos guerras mundiales (1914-18 y 1939-45) se generaron entre naciones rivales decididas a defender sus valores identitarios y, de paso, todos los intereses materiales que esa defensa suponía.- Alemania y Francia fueron protagonistas destacados de esta rivalidad pero varias naciones más no dudaron en intervenir con las más nobles intenciones (basta ver las respectivas propagandas).- Al fin se resolvieron las diferencias con unas pérdidas humanas y materiales, tan espantosas, tan importantes, que a todos, a vencedores y vencidos, les llevó a pensar y a preguntarse: ¿cómo hemos podido llegar a ser tan bárbaros? Y dedujeron: todo viene del culto extremo, exagerado, idólatra a la patria, a la nación, cada cual a la suya. Entonces, arrepentidos, pensaron en moderar de algún modo los entusiasmos patrióticos, los ideales nacionalistas y empezaron por crear las Naciones Unidas para dirimir las diferencias como seres civilizados.- Y por su lado, alemanes y franceses, protagonistas destacados de las dos guerras mundiales, pensaron si no sería más práctico para ambas naciones ir de la mano en empresas conjuntas que andar a la greña un día sí y otro también.- Así fue construyéndose la Unión Europea cuyo primer paso fué el de borrar fronteras. Esto incluía la necesidad de moderar el culto a los nacionalismos de todo signo. Pero ya ven ustedes, cuando no es Escocia, es Cataluña, o Crimea, o puede ser la división de Bélgica, o cualquier otro pequeño país. El nacionalismo parecía muerto; pero es un cadáver que goza de muy buena salud. ¡Que sea para bien!

jueves, 6 de marzo de 2014

NACIONALISMO VERSUS DEMOCRACIA

Puede parecer que no, pero històricamente los nacionalismos surgieron frente a las corrientes liberales y democráticas que iban a desarrollarse en el siglo XVIII.- Los nacionalismos se apoyaban en las tradiciones populares, en los buenos usos y costumbres elogiados por los tradicionalistas, en la Ley Vieja de los vascos revivida por Sabino Arana, en la serie de rasgos identitarios heredados de antepasados que lucharon por mantener su singularidad y con ella sus privilegios; como factor clave, se apoyaban y se apoyan en su idioma:el euskera con el que se han hecho vascos los más rancios castellanos.- Como puede constatarse, defendían todo un conjunto de normas que nada tenian que ver con la división de poderes, ni con el sufragio universal o con la igualdad de las personas ante la ley, por citar ideas asumidas hoy por todo nacionalista, como si fueran inventos calentitos, pero que ya estaban en las mentes de esos antepasados del nacionalismo andante. Sabino Arana y su hermano Luis se encontraron en el caserío de Larrazabal con Ramón de la Sota y otros del grupo de los "euskalerriakos" que eran unos radicales defensores del Fuero (Ley Vieja), sin olvidar el huevo. Ramón de la Sota era un adinerado favorecido por el régimen fiscal vizcaino a finales del siglo XIX, cuando Bilbao bullía a todo trapo y los altos hornos fundían hierro a discreción para todo el mercado hispano.- Sabino Arana, defensor de un nacionalismo sacrosato y puro, al terminar aquel encuentro confesaba su disgusto: para él, De la Sota era un descreído y un aprovechado. Pero a Sabino, el tiempo y los disgustos le hicieron reflexionar y, sin cambiar nada, se enroló en las listas electorales para participar en votaciones convocadas por "maketos" . Dió por bueno, de hecho, el sufragio universal, la igualdad de todos los seres humanos ante la ley y la división de poderes (inexistentes en las tradiciones vascas o en la Ley Vieja)). Y su partido empezó a medrar. Dicho sea de paso, la religión dejó poco a poco de ser fundamental para una mayoría de sus partidarios. Sin emgargo, las ventajas materiales ahí están. Donde digo ventajas, leáse régimen fiscal concertado. Por cierto, Sabino Arana y Ramón de la Sota volvieron a ser amigos y conmilitones.

5 - VITORIA, SEGUN LA VEO

LA PLAZA VIEJA. He intentado recrear la colina sobre la que surgieron las primeras construcciones defensivas de la que sería la ciudad de Vitoria; una colina, de no mucha altura, en medio de una llanada fértil sobre la que varó, como si fuera una nave, una aldea con su proa mirando al norte; la vieja Gasteiz.- Así veía a su ciudad Herminio Madinaveitia, un poeta que fue alcalde: "Vitoria: una ciudad anclada en los sembrados". A este alcalde, otros ediles con mejor voluntad que acierto, le dedicaron una calle vitoriana, estrecha, apartada y deslucida, no por culpa de sus moradores, sino por la pobreza de espíritu, insensibilidad, dejadez o desidia, que todo pudo ser, de quienes quisieron honrar su memoria.- Las calles de la ciudad antigua, un núcleo urbano gremial, se escalonaron y rodearon la colina. La población se fue forjando entre murallas y cercas defensivas, compatibles con el alojamiento y el ejercicio de la actividad diaria de los vecinos.- Tres de esas calles se abrían con anchos portones a una explanada protegida de los vientos norteños, que se vió convertida en plaza por el ejercicio de la convivencia humana en paz y en gracia de Dios. Era la Plaza Vieja, luego de la Virgen Blanca.

miércoles, 5 de marzo de 2014

EL VOTO Y LA DEMOCRACIA

Se hace indispensable, para mí al menos, precisar la diferencia que existe entre patriotismo y nacionalismo.- El patriotismo no pasa de ser un sentimiento. La patria –el país dónde uno ha nacido y se ha criado- se siente de una forma espontánea y natural, a la manera con que uno aprecia y quiere a la familia, incluso a la vecindad. El patriotismo no busca el proselitismo ni es excluyente.- El nacionalismo va más allá. No es sólo un sentimiento patriótico, sino que lo trasciende. Su patria es, para el nacionalista, una idea definida por unos factores de identidad que los proyecta y propaga hacia el exterior. Su patria es un proyecto político idealizado, y por mantenerlo rechaza e incluso suprime todo lo que a su entender puede contaminar o anular los rasgos que dan relieve a su singularidad nacional; a su Patria, con mayúscula.- El patriotismo no pasa de ser un sentimiento individual. El nacionalismo es un sentimiento colectivo.- Lo individualidad no incita ni invita al proselitismo. Lo colectividad sí. El sentimiento patriótico nacionalista, para ser perfecto, ha de asumirlo un pueblo que naturalmente aspira a convertirse en el pueblo elegido. Los que no se integran, se quedan fuera de esa colectividad, de ese pueblo, se autoexcluyen. Y si no se dan por enterados de su deber de integrarse, se les excluye.- Hay algo que los nacionalistas –que se tienen por insuperables demócratas- no admiten. Esto es que para imponer su política necesitan una legalidad que favorezca sus aspiraciones.- El caso de Hitler es paradigmático. Siendo un nacionalista esencial elegido en una votación democrática, se cargó en pasos sucesivos toda la legislación democrática heredada e impuso una legalidad favorable a la colectividad de raza aria. Legalizó para ello una dogmática totalitaria favorable a su doctrina. Y el pueblo masivamente le siguió. El voto por sí solo no es democracia.

AGUA Y SOL

Pues sí, todo ocurrió mediado el siglo XIX, año arriba o abajo, tanto da, cuando las tierras de Castilla, llamadas de secano, justo daban para comer a quienes las trabajaban. En la Gran Bretaña enviaron sus ejércitos a pelear en la península de Crimea y -no se explica bien por qué- el caso es que no pudieron valerse del trigo que se venía importando a buen precio de las tierras ucranias; según tengo oído -a lo mejor me equivoco- Ucrania era conocida por ser algo así como el granero de Europa. Se sabe que en España, en esos años, llovió a diluviar, más o menos como en los días que corren; los ríos bajaban sobrados de agua y la reseca Castilla vió subir los trigos, en los días soleados que siguieron, como nadie recordaba. Y, gracia divina, al recoger la cosecha estaban al pie de las eras los compradores harineros, que dieron de frente con los importadores británicos, dispuestos a acaparar todo la molienda a precios muy sustanciosos. Se habían juntado, para hacer posible el milagro, tres factores: el agua, el sol y la guerra. Y se propaló la noticia mediante un titular que hizo fortuna: Válganos Dios: agua y sol y guerra en Sebastopol.

martes, 4 de marzo de 2014

4 - VITORIA, SEGUN LA VEO

EL ARBOL DEL AMOR. Cuentan que en el parque de la Florida (Vitoria), que en su fase inicial se limitaba al llamado Redondel y su entorno, fue fusilado un romántico y dicen que enamorado militar: Miguel Montes de Oca. Un bien acabado muro de piedra delimitaba el parque y el huerto de las Clarisas. Ante esta tapia vino a morir Montes de Oca, -episodio recogido en la monumental obra de Benito Pérez Galdós- sublevado en favor de las pretensiones de aquella Cristina de Borbón-Dos Sicilias y Borbón, Reina y Regente, entonces en el exilio, que vino a casar en segundas y secretas nupcias con el hijo de la estanquera de Tarancón. Años más tarde se decidieron los munícipes por la ampliación de la Florida para lo que llegaron a un acuerdo con las Clarisas y se quedaron con los terrenos de su propiedad. Terrenos que,al parecer,(confieso que no he ido al Registro a comprobarlo) ocupaban el espacio existente entre el hoy Parlamento Vasco y el meritado Redondel. Desapareció la tapia y con ella el recuerdo de un hecho histórico que pudo ser un atractivo más del florido parque con pretensiones románticas. Menos mal que cerca de ese punto, en un récodo cargado de pasión, un concejal mandó plantar una conifera exótica y a su sombra hizo crecer un banco capaz para tan solo dos personas. Así nació el árbol del amor que bendijo muchos enlaces de buenos vitorianos, a Dios gracias. Claro está, estas cosas si no se recuerdan se pierden y no deja de ser una pena que bien nos la podemos ahorrar.

HERIDO EN LA MEMORIA

Un buen día, pese a todo, apareció don Serafín en la clase con la camisa a medio abrochar sobrepuesta a la americana. Marta, tan pronto se dio cuenta, avisó al maestro y éste salió del aula para poner su vestimenta en orden, mientras los niños se reían descaradamente no sin cierta crueldad. Marta volvía a insistir en tono familiar, casi como si fuera una madre, o una novia, ante Don Serafín: - En el momento de acostarse debe hacer una lista. Por cada prenda que se quite, hará una anotación. Supongamos que se desprende de la americana; tiene que anotar: “americana, colgada en la percha del armario”. Y si luego se descalza: “zapatos colocados bajo la silla”. Así hasta quedar desnudo, y entonces puede escribir: “Yo, en la cama”. Y al día siguiente, al levantarse, repasar la lista y empezar por el final: ponerse cada prenda por orden inverso, terminando por los zapatos y la americana. Serafín, ya de noche, de regreso a su casa donde vivía solo, tomó el papel que le preparó Marta con el plan antiolvido y, al ir a acostarse, empezó la cuenta, manteniendo el orden a seguir al desnudarse para, al día siguiente, hacer lo mismo pero al revés para vestirse. Se quitó la chaqueta y puso: “americana en la percha del armario”. Le tocó el turno a los zapatos y continuó: “zapatos debajo de la silla”. “Los calcetines, dentro de los zapatos”. “El chaleco en el perchero, encima de la chaqueta”. “La camisa, en el respaldo de la silla”. Y así hasta completar la lista y como quedaba sólo su persona, puso punto final a la tarea: “Yo, en la cama”. Y durmió plácidamente. Al amanecer, era un día de primavera con un sol espléndido asomando entre el pinar, Serafín abrió la ventana y aspiró profundamente el aire fresco y puro con olor de montaña florecida. “¡Una delicia!” –pensó-. Se quiso vestir para dar un paseo antes de abrir la escuela. Según lo convenido, consultó la nota encabezada por una advertencia escrita con mayúsculas por la espigada, amable, cariñosa y bien parecida Marta. Se leía: “Buscar cada prenda empezando por el final y vestirse en orden inverso al seguido para desnudarse”. Al tomar el papel pudo leer el último renglón: “yo en la cama”. Serafín recordó el consejo escrito por Marta: “Seguir al pie de la letra la indicación de esta nota”. Lo tuvo muy presente, pese a su desmemoria, porque Marta era su ángel de la guarda y sus palabras las repetía cien veces para dejarlas como grabadas a cincel en su mente. Así que, el “yo, en la cama” interpretado al pie de la letra, le indujo a buscar su yo. Se fue a su lecho, alzó la sábana y no estaba ni encima ni debajo del colchón. Tiró de las mantas, por si estuviera envuelto en ellas, y tampoco allí apareció. Retiró el mueble, miró en todos los rincones de la habitación, luego en las demás alcobas de la casa, en los desvanes, en los establos ahora en desuso, en una despensa sin luces, y ¡nada! Un sudor frío bañó todo su cuerpo. ¿Qué le diría a Marta, tan solícita como estuvo, al fracasar en su búsqueda? Sólo llegó a esta conclusión: “desnudo como estoy, no puedo ir a la escuela”. Y no fue. Desolado, triste, compungido, se dirigió hacia un rincón, apoyó su espalda contra la pared y se deslizó hasta quedar en cuclillas, tembloroso y con sus ojos hundidos mirando al vacío, desmadejado, ido… Al momento, con la escuela cerrada y sin comparecer el maestro, Marta sospechó que algo grave había pasado. Fue hasta la casa de don Serafín y comprobó que permanecía cerrada, aunque una ventana del primer piso estaba abierta. Sin más, se fue en busca del alcalde concejil y éste, advertido de la gravedad del caso, pidió la ayuda de dos mozos que pasaban por allí. Con una escalera de mano subió uno de ellos, entró en la casa por la ventana abierta y, sin detenerse, descendió al piso bajo para abrir la puerta desde dentro. Entraron los cuatro, el alcalde, sus dos espontáneos ayudantes y Marta, de cuya presencia no se dieron cuenta los primeros. Pronto descubrieron al maestro desnudo, acurrucado en un rincón, temblando de frío, aunque sudoroso, con disgusto manifiesto por no encontrar su yo. - ¿Qué le pasa, don Serafín? –lo interpeló el Alcalde. - No me encuentro –contestó el maestro con voz casi inaudible. - ¿No se encuentra bien? - No; no es eso. No me encuentro. - Insisto: ¿no se encuentra bien? - No es eso; no es eso. El alcalde se volvió a sus acompañantes, imperativo. - Hay que buscar al médico. Solo Marta, humedecida en lágrimas, tomó una manta, tapó a don Serafín, lo ayudó a levantarse y lo acostó en la cama con amor. Bastaron unas palabras de la niña mujer para serenar al maestro. Marta lo tuteó como si fuera de casa: “Ya estás aquí, ya tenemos tu “yo, en la cama”. Lo he visto. Nos hemos encontrado”. Don Serafín sonrió placentero y su alma volvió a entrar en un clima cálido y sereno. (Del libro, "Al aire libre" -Cuentos alaveses- de Pedro Morales Moya. Email: tumecillo@gmail.com)

lunes, 3 de marzo de 2014

3 .- VITORIA, SEGÚN LA VEO

LA BARRACA. Soy de la generación que descubrió a los diez años -más o menos- los encantos del cine sonoro. El cine mudo quedó desplazado, pese a que tuvo sus defensores por razones estéticas. El sonoro encareció el precio del cine pero un avispado empresario vitoriano -Alberdi, de los que ya entonces participaban en los negocios de la Renault en el País Vasco- abarató las tarifas sustituyendo las butacas por bancos corridos y proyectando películas de corte popular y de reestreno con subtítulos: aquellas llegadas del Oeste americano, protagonizadas por Jon Jones y por su hermano Paco Jones, pura ficción, ideada por la chavalería amiga de hacer picar al más pintado. Esta sala, de cine, versión barata del Ideal Cinema, era conocida por el sobrenombre de La Barraca y para que las sesiones fueran mas jugosas te dejaban pasar con un bocadillo de anchoas, harto pringoso, comercializado a real la pieza en un tenderucho abierto en la misma acera del cine, en la calle Florida, a unos pasos del pasadizo que llevaba a la sala de proyecciones: pasabas la tarde por dos reales, merienda incluìda, en un decir amén, no se sabe si a causa del bocadillo, o por las gracias del Paco Jones de marras. El caso que el local se llenaba por encima de las cartolas todos los fines de semana y fiestas de guardar. Esta Barraca que tuvo siempre, y a mucha honra, un emboque del escenario de carácter provisional, -según rezaba un aviso colocado al efecto- desapareció cuando sobre su solar fué edificado el Teatro Florida en los años del hambre. Un cine que seguía teniendo las pulgas con el ADN heredado de las que moraron en la vieja Barraca. Pulgas de casta, os lo juro.Pedro Morales Moya.

LA NOTICIA DE UNAS MUERTES.

Nos ha tocado vivir en tiempos de urgencia. Esto obliga a que las noticias se sirvan en caliente, en muchas ocasiones a los pocos minutos de haberse producido. Lo normal sería que los noticieros se limitaran a facilitar datos e imágenes de la noticia, -cuantos más elementos de juicio mejor- al objeto de facilitar a la persona receptora de la información un cabal concepto de lo suceddido. Y sin embargo sucede cientos de veces que la noticia llega elaborada -con el juicio de valor incluido- de forma que al informado no le haga falta siquiera sacar conclusiones. Este es el caso: estaba oyendo la noticia y viendo el escenario por TV. cuando el periodista mal informaba, pero se atrevía a juzgar lo sucedido: "¡Un escandalazo! Quince inmigrantes muertos en Ceuta al intentar pasar por mar la línea fronteriza". Todos los fallecidos en aguas marroquíes perecieron ahogados y la responsabilidad de esas muertes, según las noticias elaboradas para desprestigiar la actuación de las autoridaes españolas, recayeron sobre la Guardia Civil y sus mandos. El caso es que muchos españoles estamos por conocer la verdad de lo que allì sucedió y cómo pasó. Pues no. Los mismos que calificaron los hechos de escandalazo, no se han molestado en aclarar el asunto. Lo único que nos queda es saber es por qué Ceuta y Melilla, después de estos hechos,se han convetido en un coladero para la immigración pujante en el sur de Europa.

domingo, 2 de marzo de 2014

2 - VITORIA, SEGUN LA VEO

EL BARQUILLERO MARCOS. Casi con seguridad no veo a la ciudad como era realmente. No puedo olvidar escenarios y representaciones que condicionaban la interpretación que yo podía hacer de aquel Vitoria que conocí siendo niño. Para mí sería todo muy distinto si no hubiera conocido a Marcos. Marcos era un barquillero que desde la Chuchillería, donde guardaba en un bajo los útiles del oficio, preparaba a diario su ruta mercantil, según las circunstancias y el género que le tocaba trabajar ese día: Marcos le daba al trato ambulante del barquillo, del pirulí y del helado, pero no se negaba a mercadear la castaña asada al comienzo de la temporada, que era el propicio para intensificar su venta. Marcos tenía tres distintivos que lo hacían único e inconfundible entre los de su oficio: fuera invierno o verano,se distinguía por su blusa, su bigote entrecano con agresivos rizos y su cigarrillo, de los liados a mano, a medio acabar; parecía llevarlo colgado de una escarpia oculta en su labio superior. El barquillero Marcos, único en su especie,creó escuela. Cargaba su mercancía en una caja cilíndrica, pintada con vivos colores, que echaba a sus costillas como si fuera una mochila. A las once de la mañana, más puntual que el cura Don Félix que a esa hora decía misa en San Pedro, abría su negocio a la puerta del Instituto donde tenía su fiel clientela infantil, dada al vicio de hacer su compra al azar: como en las barquilleras de la época, en la de Marcos iba inserta, en su tapadera, una ruletilla tramposa que el cliente hacía girar previa aceptación consentida del resultado que diera la suerte. Aquella era una escuela paralela donde algunos se familiarizaron con el juego prohibido para los mayores. España ya antes de la guerra, era así de paradójica. Pedro Morales Moya.

sábado, 1 de marzo de 2014

ESCENA SUELTA DE POSGUERRA

Al llegar a Vitoria veo a Julio, mi amigo, que mantiene un trato frecuente, según me dice, con todas las mozas de fortuna de la ciudad. Siento ahora una curiosidad malsana y tardía por conocer ese mundo y las circunstancias que concurren en esas mujeres para terminar dedicándose a la vida airada. Elena ya me habló del hambre como mala consejera. Puede ser; pero hace falta también tener callo para montársela con el primero que llega pidiendo servicios de cama y carne. Julio el “Disoluto”, así le llaman, me lleva a conocer las casas de la Nueva de Dentro y me hace pasar a la mejor, a la más cara. Para eludir el impacto de la horrura, de la suciedad del antro, me conduce de prisa a conocer a Débora, la joven putita que pasa por ser la más guapa del oficio en Vitoria. No ha sido fácil. A Débora no le gustan los encuentros sin alicientes profesionales. Lo mío, conocer por conocer, le parece un despropósito. Al fin consiente en mantener una entrevista en su habitación, su centro de trabajo, según nos dice. Es la media tarde, cuando apenas hay demanda de servicios sexuales. Ya estoy dentro del putiferio, un lugar de mediocre traza, más bien sórdido, según yo ya presumía. Débora está enfadada con Julio. Tiene sus razones. Por otra parte, es guapa, lo sabe, hace valer su belleza, impone sus condiciones y no hace salón; no baja a la estancia de la casa donde sus compañeras lucen galas eróticas con idea -se supone-de seducir a los clientes. Débora solo alterna con varones de su agrado y cobra cien donde las demás se conforman con treinta. A los dos -a Julio y a mí- nos recibe sin excederse en cortesías. Su cuarto está escuetamente amueblado: cama torneada de haya, armario de luna, dos sillas, un diván de forro ajado, lavabo con aguamanil y jofaina. Destaca una lámpara con pantalla de seda roja para crear, se supone, un clima íntimo y provocador. Trata de eludir la tristeza ambiental con vistosas flores en sendos búcaros. Débora, consecuente son su enfado, reprende a Julio: - Eres un desgraciado y aún no sé si mereces ser recibido en esta casa. Adivino en Julio una sensación de disgusto. Luego me entero: Julio, en combinación con un canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Vitoria, pretendió, en la pasada Cuaresma, organizar una tanda de ejercicios espirituales dirigidos a las inquilinas de las mancebías y Débora se opuso a esta iniciativa. Se extiende en explicaciones. (Del Libro "Ojo de peregrino". Autor Pedro Morales Moya.Email: tumecillo@gmail.com)